Buenas noches a todos, gracias a la Fundación Libertad por la invitación, Gerardo Bongiovanni viejo conocido; es un placer escucharte como siempre, la alegría de tenerte nuevamente en la Argentina, Mario. Esta vez – por suerte – no despertás esas pasiones violentas, de otros años; sí es mucha admiración y tal vez la que despierta pasiones no violentas, pero pasiones al fin, es tu mujer Isabel por su belleza. Así que contento de que la hayas traído.
Me alegro mucho que nos reunamos, hoy, dirigentes, ciudadanos de todo el país acompañando a esta Fundación, que ha defendido sus ideas y la búsqueda de elevar el debate político durante muchos años. Compartimos con la Fundación Libertad el compromiso con la Argentina y ese optimismo por el futuro, por ese futuro que ya empezamos a construir cada uno desde su lugar, como esta red de políticas públicas - que la Senadora Rodríguez Machado está impulsando - que creará herramientas concretas para ayudar a que todos los argentinos puedan vivir mejor, desde un Estado presente al servicio de la gente, no de la política; un Estado que realmente nos impulse al desarrollo en libertad, del cual hablaba Mario.
Para mí lo que me desvela e ilusiona es justamente ayudar a que cada argentino pueda elegir dónde vivir, elegir en qué trabajar. Gerardo hablaba de lo que dije el primero de mayo, que nunca más argentinos se tengan que resignar a que desde el clientelismo por la falta de ideas, por la falta de audacia, por la falta de creatividad haya argentinos que se tengan que conformar con un trabajo público inútil, que sabe que no agrega valor a la sociedad. Porque yo estoy acá porque confío profundamente en la capacidad del pueblo argentino, sé que somos uno de los pueblos más emprendedores del mundo y que vamos a conseguir construir esa Argentina que todos soñamos.
Pero como decía mi amigo Vargas Llosa, el punto de partida en que nos encontramos ha sido muy duro: una economía colapsada, 700 por ciento de inflación acumulada, encima con un entorno de enormes mentiras, con lo cual hasta hubo que reconstruir la información en todos estos meses y seguimos en ese proceso. Todavía no hemos podido emitir el primer índice oficial del INDEC, pero estamos a pocos días de lograrlo.
Encontramos, además, un Estado sin planeamiento, desmantelado, desquiciado, cargado de corrupción, alejado de poder resolver hasta los problemas básicos de los argentinos. Y tuvimos claramente que emprender un camino duro, difícil, de sinceramiento de nuestra economía. Y yo he dicho –durante esta semana – que me ha dolido en lo personal, cada vez que he tenido que tomar muchas de esas medidas, porque sé que hay muchos argentinos que hace años están en la exclusión y la pobreza y esto agravaba su situación. Y nosotros dijimos, desde el primer día, que vamos a cuidar a cada argentino; que vamos a ayudarlo a cruzar ese puente que queremos construir entre la Argentina que somos hoy y la que podemos ser. Porque son muchos en el mundo los que piensan que como país, como sociedad, tenemos muchísimo más para ofrecerle a la región y al mundo.
Por eso– Mario – hemos tomado muchas medidas que tienen que ver con acompañar a más de 10 millones de argentinos en esta transición; son más de 30 mil millones de pesos en distintas políticas sociales que buscan resolver eso. Insisto en ser muy optimista, con responsabilidad, que también es algo que estamos empezando a aprender a ejercer, porque lo que ha cambiado enormemente, entre estos 12 años y estos 6 meses, es la libertad que tiene hoy cada sector de expresarse: el periodismo, el empresariado, los sindicatos, la Justicia en su accionar y también, por supuesto, la política. Pero eso requiere un camino de aprendizaje, tenemos todos que entender que mayor libertad es mayor responsabilidad. Tenemos que ser precisos en el valor y en el ejercicio de la palabra, porque lo más importante que estamos reconstruyendo como sociedad es la confianza. Esa confianza que todos sabemos – especialmente los empresarios que hoy nos acompañan – son el motor de la inversión y es lo que lleva a solucionar la pobreza de nuestro país y a la creación de empleo de calidad.
Mejorar además la educación, cosa que ya hemos comenzado. Y ahí sí encontramos una enorme coincidencia y una enorme cooperación y un trabajo en equipo que ya comenzó entre los ministros de todas las provincias argentinas, junto al ministro Bullrich, porque queremos recuperar esa herramienta tan importante, que la Argentina tenía y que va a volver a tener.
Pero a la hora de decir, nos comprometimos a pobreza cero, nos comprometimos a generar trabajo y por suerte con estas medidas que hemos tomado, resolviendo los conflictos internacionales que teníamos, empezamos a crear este proceso de inversión.
Por supuesto, esto va in crescendo todos los días, es un proceso que demora en ver un resultado global, pero lo importante es que ya comenzó, que esa esperanza que tiene el pueblo argentino va a empezar a reflejarse en hechos concretos: el campo se prepara para sembrar y aumentar la futura producción entre un 25 y un 40 por ciento y además empiezan a construirse fábricas para agregarle valor y saltar ese desafío de dejar de ser el granero del mundo, para ser el supermercado del mundo.
Estamos a semanas, quince días de salir a la calle con las licitaciones para resolver otro de los colapsos que heredamos, que es la falta de energía. Sin energía una sociedad no puede crecer, pero por suerte no tenemos falta de energía porque no tenemos recursos, sino por la incapacidad del gobierno anterior y la falta de planeamiento. Por eso hemos puesto en marcha una licitación para energías renovables, donde queremos ser protagonistas importantes en este mundo, que se está comprometiendo día a día más y más en el tema del cambio climático. También desarrollar centrales termoeléctricas y energías no convencionales. Eso generará muchísimos puestos de trabajo en varias provincias argentinas.
Y también la minería. Se ha lanzado el proceso de inversión y estaremos con mucho cuidado trabajando ahí juntos para cuidar el medioambiente. Además de la mano del litio y otros productos, estamos empezando a ver un ciclo de inversión importante en nuestro país. Y lo que nos corresponde a nosotros, entre las múltiples tareas que tenemos para mejorar la productividad del país, para generar herramientas para poder crecer, hemos lanzado el plan de infraestructura más importante de la historia de nuestro país, que aspira no sólo a proveer energía, a mejorar los puertos, los trenes y a duplicar las autopistas ,sino también a hacernos cargo en un elemento central en la dignidad y la vida de la gente, que es que todos los argentinos tengan cloaca y agua corriente. Y eso va a generar muchísimo empleo en todo el país.
Quiero decirles que frente a todas estas posibilidades y potencialidades que tenemos, así como llamo la atención a que, después de años de autoritarismos, de invasión, de intromisión, de intervencionismo , los estamos invitando a vivir con mayor libertad y eso significa mayor responsabilidad, también les digo que todo esto que estamos emprendiendo la única manera de que tenga éxito es que lo hagamos juntos, codo a codo todos los sectores, buscando escucharnos, sin que nadie se crea el dueño de la verdad. Pero también les digo que tengamos cuidado, que estemos atentos, porque hay muchos – lamentablemente- que obsesionados con el poder, obsesionados por lo personal y a veces por el ego, están en vez de colaborar y sumar en esta esperanza grande que recorre la Argentina, buscando obstruir. Y esto no es aceptable, la Argentina necesita que trabajemos juntos. Porque yo no me olvido de la cantidad de argentinos que esperan, desde la mayor de las necesidades, desde la mayor falencia del Estado que no ha sabido acompañarlos y ellos tienen esperanzas. Por ellos es que tenemos que estar juntos.
Mario, en uno de tus libros dijiste algo que refleja mucho la tarea, mi tarea y nuestra tarea, dijiste en el libro “Sueño y realidad de América Latina”, “lo que ahora necesitamos es que América Latina lleve a cabo, en el ámbito político y social las mismas proezas que sus creadores han realizado en el dominio de la literatura, la música y el cine; para ello se necesita menos delirio y más sensatez y racionalidad”.
Muchas gracias a todos.