, muchas gracias, queridos compatriotas; ¿se escucha bien, están seguro que se escucha bien en todas partes? Quiero decirles que yo también los escuché, los escucho y lo voy a escuchar siempre. (APLAUSOS). Quiero decirles a todas y todos que si después de estos intensos doce años y medio con todos los medios de comunicación hegemónicos en contra y después de estos doce años y medio con las principales corporaciones económicas y financieras nacionales e internacionales en contra, si después de doce años y medio de persecuciones y hostigamientos permanentes, de lo que yo denomino el partido judicial, si después de todo eso, de tantos palos en la rueda, de tantos golpes e intentos de golpes destituyentes, si después de tantos ataques, persecuciones, difamaciones y calumnias podemos estar aquí, dando cuentas al pueblo imagino que si con tantas cosas en contra hemos hecho tantas cosas por los argentinos, cuántas podrán hacer los que tienen todos estos factores a favor. (APLAUSOS).
Tengamos mucha fe y mucha esperanza que no nos agobien, tengamos la inteligencia de saber que seguramente van a poder hacer las cosas porque lo tienen todo a favor, mucho mejor de lo que hemos hecho nosotros. Pero además espero que podamos gozar, que todos los argentinos puedan gozar, además, de las conquistas sociales, del progreso económico, de los logros que han tenido desde los trabajadores, por los comerciantes, los empresarios, los intelectuales, los artistas, los científicos en esta Argentina, en donde en el último trimestre hemos llegado al 5,4 por ciento de desocupación, batiendo record histórico, aspiro que además de muchas más escuelas, que además de más hospitales, que además de más facultades, más estudiantes, más laboratorios, más vacunas, más aumentos, más jubilaciones, más paritarias, más fábricas, más comercios, más empresas aspiro que además de todo eso tengan la misma libertad de expresión, que han tenido como nunca en estos doce años y medio. (APLAUSOS).
Espero una Argentina sin censuras, espero una Argentina sin represión, espero una Argentina más libre que nunca porque la libertad de que hemos gozado los argentinos, y esto no es una concesión, por favor, esto es el derecho del pueblo a expresarse a favor y en contra de cada gobierno, porque esa es la esencia de la democracia. Estoy convencida de que este país, nuestro país, nuestra Patria la dejamos sembrada de trabajadores, sembrada de intelectuales, sembrada de empresas, de artistas, de científicos, de docentes, de alumnos, de jóvenes incorporados a la política, siga creciendo y se siga multiplicando. Espero también mayor grado de democracia, mayor grado de democracia que alcance a los tres poderes del Estado, porque parece ser que la democracia y la libertad sólo se aplica respecto al Poder Ejecutivo; necesitamos que los poderes del Estado se democraticen, que sirvan a todos los ciudadanos, que no sean el ariete de la democracia y de los gobiernos populares y mucho menos del pueblo. Aspiro a seguir este período maravilloso, porque hay datos objetivos de la historia – compatriotas y conciudadanos – no hay desde que se instaló, en la República Argentina, la ley Sáenz Peña del sufragio universal, secreto y obligatorio.
Nunca hubo un período histórico en el que en forma continua, sin interrupciones haya asumido un cuarto gobierno constitucional, luego de tres gobiernos constitucionales que lo precedieron; no lo pudo lograr Yrigoyen, no lo pudo lograr Perón, nosotros vamos a entregar el gobierno. El lugar… me hubiera gustado poder hacerlo en el Congreso, me hubiera encantado, pero bueno gustado entregarlo…ustedes saben que antes de ser Presidenta he sido, desde el año 1989, primero legisladora provincial y a partir de 1995, legisladora nacional, hasta ser ungida Presidenta; me hubiera gustado poder entregar los atributos del mando ante la Asamblea Legislativa, máximo órgano popular y federal de nuestro país, pero bueno la verdad que he visto muchas medidas cautelares, contra la Ley de Medios, contra decretos del Poder Ejecutivo pero les puedo asegurar que en mi vida iba a ver un presidente cautelar – durante doce horas- en mi país.
Yo espero ver y lo digo con sinceridad porque no podía creer ver escrito en letra de molde, luego de que el pueblo argentino en las últimas elecciones presidenciales concurrió tres veces a las urnas, en virtud de lo que dice la Constitución, me dolió y me costó mucho ver un presidente en una sentencia judicial, al que nadie había votado. Será que la próxima vez, además de Presidente, tendremos que votar presidente provisional también, en la boleta. Me dolió, confieso que me dolió como argentina, no lo merecíamos nadie, no lo merecíamos ningún argentino: ni el 51 por ciento que los votó, ni tampoco el 49 por ciento que lo hizo por nosotros. No lo merecía ningún argentino, porque habían ido a votar y cada uno había hecho su elección. (Gritos de: "procesado, procesado").
Miren quiero decir algo respecto de eso que dicen ustedes, quiero decirles que con este estado de las cosas, todos los argentinos estamos, un poco, en libertad condicional y la verdad que tenía la esperanza, tenía la ilusión de que alguna manera se comprendiera lo importante que es para un pueblo, para una democracia, que realmente – más allá de las diferencias políticas – aunque sean en las antípodas, lo más importante es demostrarle a la gente el respeto por la voluntad popular, que no se agota en la última elección, voluntad popular también, que se pronunció -hace cuatro años- cuando nos eligieron. Hay que respetar siempre la voluntad popular.
Por eso también, pienso en el fondo, porqué esta suerte de cosas, que parecían que nunca íbamos a ver. Y ahí me acordé de algo que dije hace algunos días, en La Plata, en Berisso, para ser más precisa, cuando me tocó visitar la nueva Planta de Coque de YPF y nuestro nuevo laboratorio de Y-TEC, único en Latinoamérica en materia de investigación petrolera, que el nuevo gobierno va a inaugurar, en nuestra empresa recuperada, me acordé lo que había dicho… no gracias a los argentinos, a los 42 millones de argentinos… yo creo que me acordé ahí de lo que había dicho, que mientras nos enroscamos en discusiones banales y triviales, aunque realmente violentar la Constitución y poner presidente por decreto o resolución judicial no es una cuestión banal, es una cuestión un poco más gruesa, pero mientras nos enroscamos en cuestiones de si la banda o el bastón, mientras tanto nos siguen pasando elefantes por detrás y mientras tanto comienzan a surgir los primeros problemas, que es fundamentalmente los problemas que vive la gente: de los precios, a partir de declaraciones, de acciones y no hay que enojarse por ahí con alguien porque dice que especula, porque ese piensa que si va a tener que reponer lo que tiene a 10 a 40 y por ahí es natural que no te lo quiera vender. Yo trato de ser muy sensata y trato de comprender a todos.
Pero lo que creo fundamentalmente, es que nosotros tenemos la obligación de ser más maduros. ¿Saben por qué? Porque nosotros amamos a la patria profundamente, nosotros creemos en el pueblo, creemos en lo que hemos hecho y como creemos en lo que hemos hecho, tenemos que tener la actitud positiva para ayudar a que esas cosas no puedan ser destruidas.
Yo quiero decirles a todos y a todas, fundamentalmente a todos los que hoy nos acompañan o nos escuchan desde sus casas, se mantengan unidos los argentinos. Porque…Miren que no puedo hablar mucho porque a las doce me convierto en calabaza, así que no me hagan hablar mucho. A las cero hora…
Como lo dije antes, nuestra responsabilidad es mucho más grande porque hemos construido esta Argentina, esta Argentina de mayores derechos; esta Argentina que dejamos desendeudada como nadie nunca antes la había desendeudado; esta Argentina que dejamos con 119 nietos recuperados; que dejamos con el ejemplo al mundo de que no hay impunidad y que no necesitamos ningún tribunal extranjero para hacernos cargo de nuestra historia y de nuestra tragedia, único caso en el mundo.
Podemos mirar a los ojos de las Madres, de las Abuelas de Plazo de Mayo, de HIJOS, que hemos dado respuesta al reclamo histórico de memoria, verdad y justicia; podemos mirar a los ojos de los trabajadores para decirles que nunca los traicionamos, para decirles que siempre tuvieron paritarias libres, que nunca les reclamamos ningún pacto social de salarios; podemos mirar a los ojos de los científicos, de lo que volvieron y de los que se quedaron para hacer el aguante y decirles que les hemos reconocido sus derechos, sus haberes, sus conocimientos como nunca nadie lo había hecho antes; podemos mirar a los ojos de los trabajadores de prensa para decirles que nunca tuvieron la libertad que tuvieron durante nuestro gobierno hasta para difamar algunos, calumniar otros y también muchos decir lo que piensan. Pero también ellos tienen una inmensa responsabilidad.
Yo les pido a todos ellos que también actúen de la misma manera a partir de ahora. Tienen la responsabilidad frente a la sociedad de actuar de la misma manera.
Podemos mirar también a los ojos de comerciantes, empresarios y productores que estaban fundidos en el año 2003 o que no existían ni como empresarios ni como comerciantes y que hoy tienen empresa y comercio.
Tienen que saber también que el mundo que viene es un mundo difícil porque se cayeron los precios internacionales, porque van a tener que competir, porque tal vez algunos, que se quejaban de la administración del comercio, ahora entiendan que para desarrollar un país, para industrializar un país se necesita administrar comercio y tipo de cambio también, sino resulta imposible el crecimiento, la certeza y la previsibilidad económica y jurídica.
Podemos mirar a los ojos de los docentes argentinos para decirles que la primera medida de gobierno que tomó Néstor Kirchner, fue ir a Entre Ríos a levantar la huelga docente, no habían empezado las clases al 25 de mayo del año 2003. Podemos mirar a los ojos de ellos y decirles que estamos destinando más del 6 por ciento del PBI para financiar la educación pública nacional y gratuita. Podemos mirar también a los ojos de los jóvenes universitarios, de los profesores universitarios, de las universidades argentinas, aquellas que en alguna época quisieron o las tuvieron como objeto de ajuste, decir que jamás en las últimas décadas, no solo se habían creado tantas universidades, sino que jamás las universidades argentinas contaron con los recursos para poder desarrollar infraestructura, salarios, investigaciones, trabajos como los que han hecho durante estos últimos doce años y medio. Podemos mirar a los ojos de nuestros jubilados que ganaban apenas 150 pesos o 200, ya ni me acuerdo, cuando Néstor se hizo cargo del gobierno y que hoy, luego de recuperar la administración de los recursos de los trabajadores que habían sido privatizados, hemos dado cobertura previsional al 97 por ciento de la población argentina con una Ley de Movilidad Jubilatoria ejemplar en el mundo. Podemos mirar a los ojos de los que aún no tienen trabajo o tienen un trabajo no registrado, porque les hemos asegurado el derecho, no el plan, el derecho de la Asignación Universal por Hijo que les permite educación y salud a nuestros niños. Podemos mirar a los ojos de todos los argentinos…¿de quién, de los jóvenes? A los ojos de los jóvenes no los miro porque en ellos me miro yo. Podemos mirar a los ojos de los viejos trabajadores y de los jóvenes trabajadores del petróleo argentino porque les hemos devuelto la empresa de bandera, nuestra YPF, que la tenemos que cuidar porque somos el segundo yacimiento de gas y el cuarto de petróleo no convencional más importante del mundo. Podemos mirar no solo a los trabajadores de Aerolíneas Argentinas, sino a todos los argentinos que gracias a la recuperación de nuestra línea de bandera, pueden viajar y conectarse con todo el país y desarrollar el turismo. Sin Aerolíneas, no hay turismo en la República Argentina y, sino, pregunten en Ushuaia, pregunten en Iguazú, en Calafate, en Bariloche y, además, pregunten también en cada una de las provincias argentinas, algunas de las cuales, antes de que recuperáramos Aerolíneas, iban dos vuelos semanales por semana porque no eran rentables. Podemos mirar a los ojos de millones de provincianos, yo soy una de ellas, del Sur profundo. Podemos mirar a los ojos de millones de norteños, del Noreste, del Noroeste que han visto por primera vez la presencia del Estado nacional en obras, en viviendas, en rutas, en caminos. Podemos mirar a los 42 millones de argentinos y juntos mirar al cielo para saber que ahí están orbitando los dos primeros satélites creados por los argentinos.
También podemos mirar o escuchar por allí más que mirar, el aleteo de los buitres, pero estoy convencida que hay una conciencia nacional, que el desendeudamiento y la necesidad de tener autonomía no es una cuestión ideológica, sino una cuestión estrictamente operativa y cuando digo operativa, lo digo pensando en el país, lo digo pensando en su economía, lo digo pensando en todas las grandes variables macroeconómicas y sociales. Y que no nos vengan con que es necesario hacer tal o cual cosa, porque cuando él asumió, cuando Néstor asumió, compatriotas, estábamos con una mano atrás y otra adelante; cuando Néstor asumió, nadie tenía un mango; cuando Néstor asumió…bueno, sí, algunos se habían quedado con algunos mangos, pero eran muy poquitos; cuando Néstor asumió, cuando a Néstor le tocó ser presidente, debíamos 166 por ciento del PBI; cuando le tocó ser presidente con apenas el 22 por ciento de los votos, y me acuerdo que algunos decían que iba a ser Chirolita del anterior presidente o que la que iba a mandar y mandonearlo era yo. ¿Pero saben qué? Si hubo un hombre en este país que supo construir autoridad y respeto para esta Casa Rosada, se llamó Néstor Carlos Kirchner.
La autoridad, no el autoritarismo, se construye logrando el respeto y la confianza del pueblo. La confianza del pueblo se logra de una sola y única manera, no hay fórmulas mágicas, no hay alquimias raras, no hay patentes de invención para construir confianza popular y social; la confianza se construye cuando cada argentino piense cómo piense, sabe que el que está sentado en el sillón de esta Casa, es el que toma las decisiones él y que cuando lo hace, lo hace en beneficio de las grandes mayorías populares.
Por eso y para finalizar…que me convierten en calabaza, en serio…
Compatriotas: les decía que después de doce años y medio, podemos mirar a los ojos de todos los argentinos. ¿Saben qué? Solo le pido a Dios una sola cosa: que quienes nos suceden por imperio de la voluntad popular, sí, por voluntad popular tenemos que aprender a respetar y además, cada uno también tiene que aprender a hacerse cargo de haber ejercitado esa voluntad popular, quiero decirles que yo espero y le pido a Dios, que dentro de cuatro años, quien tenga dentro de cuatro años quien tiene la responsabilidad de conducir los destinos de la patria, pueda frente a una plaza como esta, decirles a todos los argentinos que también puede mirarlo a los ojos y decirles, mis queridos compatriotas, que cada uno de ustedes, cada de los 42 millones de argentinos, tiene un dirigente adentro y que cuando cada uno de ustedes, cada uno de esos 42 millones de argentinos sienta que aquellos en los que confió y depositó su voto, lo traicionaron, tome su bandera y sepa que él es el dirigente de su destino y el constructor de su vida, que esto es lo más grande que le he dado al pueblo argentino: el empoderamiento popular, el empoderamiento ciudadano, el empoderamiento de las libertades, el empoderamiento de los derechos.
Gracias por tanta felicidad, gracias por tanta alegría, gracias por tanto amor, los quiero, los llevo siempre en mi corazón y sepan que siempre voy a estar junto a ustedes.
Gracias a todos. (APLAUSOS)