La Presidenta de la Nación sostuvo que "si con tantas cosas en contra hemos hecho tantas cosas por los argentinos, cuantas podrán hacer los que tienen estos factores a favor", tras remarcar que su gobierno tuvo entre los opositores a "los medios hegemónicos de comunicación" y a las "principales corporaciones económicas nacionales e internacionales", entre otras. Por ello, pidió tener “confianza” que el próximo gobierno nacional “va a hacer las cosas, porque lo tienen todo a favor, mucho mejor que nosotros”.
Destacó que “en el último trimestre hemos llegado al 5,4% de desocupación, batiendo records históricos”. “Aspiro que además de más escuelas, de más hospitales, más facultades, mas estudiantes, mas laboratorios, mas jubilaciones, mas aumentos, mas paritarias, mas fábricas, mas comercios, mas empresas, tengan la misma libertad de expresión como nunca han tenido en estos doce años y medio”, afirmó.
La Jefa de Estado dijo que espera “una Argentina sin censuras, una Argentina sin represión, una Argentina más libre que nunca”, al tiempo que afirmó que la libertad “no es una concesión, es el derecho del pueblo a expresarse a favor y en contra de cada gobierno, porque esa es la esencia de cada democracia”.
“Estoy convencida de que nuestro país, nuestra patria, que la dejamos sembrada de trabajadores, sembrada de intelectuales, sembrada de empresas, de artistas de científicos, de docentes, de alumnos, de jóvenes incorporados a la política, siga creciendo y se siga multiplicando”, remarcó
La Primera Mandataria dijo que espera “también mayor grado de democracia, que alcance a los tres poderes del Estado: porque parece ser que la democracia solo se aplica al Poder Ejecutivo. Necesitamos que todos los poderes del estado se democraticen, que no sean contra el ariete contra gobiernos populares”.
“Me hubiera gustado poder entregar los atributos del mando, ante la Asamblea Legislativa, máximo órgano constitucional y federal del país”, reconoció y señaló: “En mi vida me hubiera imaginado que iba a haber durante doce horas un presidente cautelar en mi país”. “Me dolió mucho ver un presidente en una sentencia judicial, al que nadie había votado”, indicó y agregó: “No lo merecía ningún argentino, ni el 51% que los votó, ni el 49% que votaron por nosotros”.
Cristina Fernández sostuvo que “si hubo un hombre que supo construir autoridad y respeto para esta Casa Rosada se llamó Néstor Carlos Kirchner”. Y afirmó que “la autoridad se construye logrando la confianza del pueblo; la confianza del pueblo se logra de una sola manera: no hay alquimias raras, la confianza se construye cuando cada argentino, piense como piense, que el que esté sentado en el sillón de esta casa toma las decisiones lo hace él, y cuando lo hace, lo hace en nombre de las grandes mayorías populares”.
“Luego de doce años y medio podemos mirar a los ojos de todos los argentinos. Solo le pido a Dios una sola cosa: que quienes nos suceden por voluntad popular, puedan frente a una plaza como esta, decirle a todos los argentinos, que también puede mirarlos a los ojos”, enfatizó.
Por último, consideró que “cada uno de los 42 millones de argentinos tiene un dirigente adentro y cuando cada uno de ustedes sienta que en aquellos en los que confió, los traicionaron, tomen su bandera y sepan que cada uno de ustedes es el dueño de su destino”. Afirmó que lo más importante que se logró en la última década fue “el empoderamiento de los derechos”. “Gracias desde mi corazón y sepan que siempre voy a estar junto a ustedes”, concluyó.