PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, DURANTE EL ACTO DE DESCUBRIMIENTO DEL BUSTO DEL EX PRESIDENTE DE LA NACIÓN NÉSTOR CARLOS KIRCHNER, EN LA CASA ROSADA
Gracias, muchas gracias, buenas tardes a todos y a todas por estar acompañándonos en esta tarde; gracias compañero y presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, compañero Evo Morales, por acompañarnos… yo también los amo mucho: quiero explicarte Evo, cómo explicarte Evo este momento, donde estamos colocando en este lugar, tan particular, de la Casa Rosada, símbolo del poder político en la República Argentina, en el Salón de Bustos de Presidentes argentinos, el busto de quien fuera presidente de la República Argentina, ungido el 25 de mayo de 2003.
Fue el presidente que en toda la historia de la Argentina obtuvo la menor cantidad de votos; sin embargo fue, a partir de sus convicciones, de su coraje, su decisión y, fundamentalmente, su visión estratégica, que construyó una nueva Argentina desde las ruinas que había recibido. (APLAUSOS).
A doce años y medio de aquella Argentina sin trabajo, sin esperanzas, sin sueños, casi sin Patria, porque hasta parecía que nos habían llevado la Patria puesta también, él vino desde el Sur, colándose tal vez por las hendijas de la historia, hendijas que la historia suele abrir en determinados momentos para que hombres impensados puedan hacerse cargo de un país, de su pueblo y también de la historia; a 12 años y medio este hombre que, junto a otros líderes de la región – Evo – como vos, como quien fuera Hugo Chávez, como quien fuera y quien es….. Yo siempre digo que parece el último de los tres Mosqueteros, el compañero Lui z Inácio Lula da Silva, supieron ver que la historia de la región, de la América del Sur merecía un camino diferente y se produjo también el encuentro impensable de líderes de distintas identidades.
Yo me acuerdo cuando Evo asumió, allá en La Paz, que dijo: “tenemos un militar, tenemos un obrero”; creo que dijiste de Néstor “tenemos también un intelectual, una mujer, hasta un cura”, porque Lugo era el presidente del Paraguay y en un momento imborrable, un momento – que hace diez años – le dijo en Mar del Plata: No al ALCA, porque no desde una versión ideologizada como algunos cree, sino porque saben que determinadas asociaciones, de carácter comercial, implican llenarnos de productos de alto valor agregado de afuera y significa que nosotros somos únicamente productores de materias primas con poco valor agregado y sin trabajo para los argentinos. No es una cuestión de ideologías, es una cuestión de defensa de los intereses de la Nación y fundamentalmente del pueblo, de sus trabajadores, de sus empresarios, de sus comerciantes.
Hoy, la región atraviesa un momento diferente, no está él, tampoco está Hugo, partieron, vemos que se intenta –y en algunos casos se logra– en distintos países de la región cambiar lo que fue y lo que es y lo que seguirá siendo, porque más tarde o más temprano en esta década la gente ha logrado derechos, ha conquistado responsabilidades, ha tenido cosas y logrado avances y progresos con dificultades, como nunca lo había hecho. Y estoy convencida que va a defender cada uno de esos derechos adquiridos, durante esta década y durante estos más de 12 años, más allá de las marchas y contramarchas, que tiene la historia en la región. Porque la historia no se escribe con regla, escuadra y compás, no es una línea recta, es una línea que muchas veces ondula, van en distintas direcciones, otras veces pareciera retroceder. Pero la historia de los pueblos, no de las últimas décadas, sino de los últimos 200 años de historia está vibrante siempre en la lucha por la emancipación, que no es no pertenecer al mundo, sino al contrario integrarse al mundo, pero desde su propia identidad y en la defensa de sus propios intereses como país y como Nación. (APLAUSOS)
Por eso, si uno observa lo que pasa en distintos puntos de la región puede ver una agenda que no es nacional, es una agenda de la Argentina, no es una agenda de Brasil, no es una agenda de algún país en especial. Hay una agenda que desde afuera se ha escrito para la región y que pivotea sobre tres ejes fundamentales: un eje de hegemonía mediática para pelear el sentido cultural y fundamentalmente la batalla de las ideas; por el otro lado, un eje político, que por supuesto interno pivotea – esto se ha venido dando a lo largo de los 200 años de historia – y una tercera pata, que aparece en esta década, luego de haber sido precedida, durante la década de los años 60, 70 y 80, años de la Guerra Fría, se ha sustituido esta tercera pata, que lo constituyeron las dictaduras militares, tal vez, por una nueva pata, lo que yo denomino el partido judicial, que constituye un trípode sobre el cual uno puede ver cómo se opera en los distintos países de la región.
No crean que aquí en la Argentina hay algo de originalidad, no, no, nunca fueron demasiados originales, siempre copiaron, repitieron o acataron lo que le han dicho desde afuera. Por esto se trata de comprender el momento histórico que estamos viviendo, regionales y globales también, donde vemos realineamientos impensados.
Hace apenas dos, tres años o menos de un año, tal vez, y de repente cuando habían tratado de trasladas los conflictos, absolutamente ajenos desde otras latitudes, otros conflictos que tienen que ver con religiones, con etnias, coas que afortunadamente en nuestro país no sucede, de repente los que hasta ayer eran enemigos y había hecho trasladar esa contradicción también a la Argentina hoy ya no son más enemigos, sino que están unidos, combaten contra otros enemigos y de repente, entonces – como dije hace algún tiempo – vemos sucesos que sacuden el mundo y sacuden nuestra condición humana; vemos que suceden cosas en otras partes del mundo que jamás imaginamos, Evo.
Mi generación fue una generación que abrevó también en el Mayo Francés, ese Mayo de la imaginación al poder, donde todo era posible, donde había barricadas en París, en La Sorbona, en las universidades, había una corriente nueva, pero eran apenas palabras y algunas piedras: libertad y la imaginación al poder. Un día nos despertamos los ciudadanos del mundo con que había surgido un Noviembre Francés, donde de repente el enfrentamiento ya no era por la libertad, por la imaginación al poder, por los estudiantes, por los obreros.
Eran cosas mucho más incomprensibles, inentendibles, inexplicables para nosotros. El odio desde la religión, desde lo fundamentalistas y entonces vimos que de repente, ciudadanos, no importados desde otro lado, sino ciudadanos del mismo país, eran capaces de producir masacres entre sus propios compatriotas.
Y también escuchamos la palabra del Papa decir que el terrorismo es producto también de la exclusión social. No lo dice un filósofo de izquierda, tampoco uno de la derecha, lo dice el Jefe de la Cristiandad que además tenemos el orgullo que sea argentino.
Entonces, estamos ante un nuevo mundo, ante una nueva región, nuevos desafíos. ¡Cuánto lo necesitaríamos a él! ¡Cuánto necesitaríamos de otros líderes también que juntos pudiéramos pensar esta nueva realidad para que nuestros países puedan seguir creciendo incorporando e incluyendo ciudadanos y, al mismo tiempo, sin dejar de integrarnos ese nuevo mundo multipolar, no importar conflictos y situaciones que no tienen absolutamente nada que ver con nuestra realidad y con nuestra idiosincrasia!
Yo pido que Dios ilumine a toda la dirigencia argentina, a quienes van a tener la responsabilidad de gobernar el país, que piensen este mundo nuevo, que cuiden a la Argentina, que cuiden a los argentinos porque no hay lugar seguro en el mundo y tenemos que tener la claridad y también la inteligencia de saber que tenemos que poner los intereses del país por sobre todo alineamiento extranjero, de afuera, porque resulta ser que los que siempre nos han acusado de ser los más ideologizados del mundo son tal vez ellos los que más carga y dogma tienen. Por eso, le pido a todos, cuando escucho hablar que vamos a tener buenas relaciones con otros países.
Un dato que quiero darte, Evo, tal no lo sepas, pero durante los años 90, nuestro intercambio comercial con Estados Unidos de Norteamérica era superavitario. Nosotros vendíamos más a Estados Unidos que lo que Estados Unidos nos vendía a nosotros, teníamos balanza superavitaria. ¿Saben qué? Durante esta década, estos doce años y medio, la balanza comercial con Estados Unidos ha sido deficitaria para la Argentina producto de que, debido a la industrialización que ha tenido la Argentina, hemos tenido que importar bienes de capital, insumos básicos, insumos difundidos que todavía, producto de décadas de desindustrialización no podemos producir en el país.
Por eso digo que los que tenían relaciones carnales con Estados Unidos eran los que menos le compraban; nosotros que no tenemos relaciones carnales con nadie, somos los que más le compraron. Vieron que los más ideologizados son otros que no somos nosotros. Si fuéramos ideologizados hubiéramos decidido no comprar a Estados Unidos nada, al contrario.
Pero bueno, son reflexiones que hago en voz alta en una tarde muy especial. Debería haber hablado más de él, pero creo que él estaría también diciendo estas cosas. Así que, una manera de hablar de él, es también intentar ser su voz en esta etapa histórica para todos los argentinos. Una vez más, agradecerte, Evo, tu presencia aquí, tu ayuda, como nosotros también lo hicimos cuando recién asumiste el gobierno y tenían graves dificultades por el precio del principal producto de exportación, que ha crecido muchísimo en inclusión social. Por eso Evo es líder en su país.
Quiero agradecerles también a todos los hombres y mujeres que…Pero bueno, estamos aquí y quiero agradecerles también para finalizar, a cada uno de los hombres y mujeres que lo acompañaron a él durante su presidencia y a quienes acompañaron durante mis dos presidencias, no solamente a los funcionarios que integraban el Poder Ejecutivo.
De acá diviso a gobernadores, a intendentes, quiero agradecerte Daniel el acompañamiento que siempre has tenido también con nosotros. Quiero agradecerles a muchos intendentes que veo aquí sentados y que trabajaban con él codo a codo, ministros que se han convertido en gobernadores como Juan Manzur que vino en un momento tan difícil a acompañarnos, en un momento muy difícil cuando arreciaba la gripe A en el mundo y entró sonriéndose a mi despacho en medio del drama que tenían y yo decía “pero este es o se hace –decía yo- que se está riendo” y volvió después y me dijo: “Mire, Presidenta, yo soy siempre así, me río siempre, porque soy optimista por naturaleza y sé que vamos a poder controlar las cosas”. Y lo logramos.
Entonces, quiero agradecer, no quiero ser injusta con nadie. A Alicia que ahora va a cumplir también tareas difíciles; a Julio, a Aníbal, a Oscar Parrilli, a tantos, sería interminable la lista. Pero quiero agradecerles a todos lo que han puesto en estos años. Pero también tuvieron que bancar agravios, calumnias, injurias. Ojo, ser ministro de un gobierno popular, no es lo mismo que ser miembro de un gobierno mediático y con impunidad mediática, son dos cosas diferentes.
Gracias también a los dirigentes, a los compañeros y compañeras de los movimientos sociales que bancaron, que hicieron el aguante todos estos años y a todos decirles que la tarea sigue, eh, porque no hay que confundirse, el lugar natural de un militante no tiene que ser el gobierno, el lugar natural de un militante siempre es junto al pueblo, junto a la gente.
Por eso, creo que el trabajo sigue con más fuerza que nunca…Ni escucho qué gritan por ahí, mejor ni escuchar, mejor ni contestar. El trabajo sigue. Acá me está apuntando Carlos también.
¡Cómo me olvidaba si las tengo acá adelante con sus pañuelos blancos y sus pelos blancos, a Estela, a Hebe, a las organizaciones de derechos de humanos, HIJOS, familiares, Madres Línea Fundadora, Madres de Plaza de Mayo, Abuelas, el CELS! Agradecerles, no como algunos creen y que acompañaron al gobierno; no acompañaron al gobierno, acompañaron la política de derechos humanos por la que venían reclamando durante décadas sin ser escuchados.
Por eso quiero decirles a todos y a todas que muchas gracias. Y bueno, creo que ahora hay un poco de gente que nos está esperando ahí en la Plaza, así que, muchas gracias a todos y a todas. (APLAUSOS)