La presidenta Cristina Fernández tomó juramento esta tarde en Casa de Gobierno a los nuevos integrantes del Gabinete nacional: Aníbal Fernández, jefe de gabinete; Daniel Gollan, ministro de Salud; y Eduardo De Pedro, secretario general de la Presidencia. La Jefa de Estado destacó “la lealtad y las convicciones” con que desempeñaron sus tareas los ex ministros Jorge Capitanich y Juan Manzur.
La presidenta Cristina Fernández tomó juramento esta tarde en el Salón Blanco de Casa de Gobierno al nuevo jefe de gabinete, Aníbal Fernández, quien reemplaza a Jorge Capitanich.
Asimismo, asumieron como ministro de Salud, Daniel Gollan y como secretario general de la Presidencia, Eduardo De Pedro.
Al finalizar la ceremonia, la Jefa de Estado se dirigió a los presentes para despedir al ex jefe de gabinete, Jorge Capitanich y al ex ministro de Salud, Juan Manzur. Afirmó que “ambos llegaron al gabinete en momentos muy difíciles”, al tiempo que sostuvo que “ser ministro de un gobierno que recién empieza o que está en su mejor momento el presidente, es mucho más fácil y halagüeño”.
Resaltó que Manzur “llegó al Ministerio en 2009, año de crisis económica y de crisis de salud en todo el mundo por la gripe A”. Sostuvo que el oficialismo había “quedado en números menores en las cámaras legislativas en los años siguientes”, al tiempo que remarcó que fueron “años duros no para el gobierno, sino para Argentina. Una cosa es hablar y otra es gobernar”.
La Primera Mandataria recordó que Manzur “llegó en el momento en que los diarios hablaban de abandono del gobierno. Llegó con una sonrisa y dijo “vamos a salir, Presidenta”. Era todo risas y optimismo”. “Esa confianza en poder superar la adversidad es lo que nos hace falta a todos los argentinos, en todas las áreas”, remarcó. Y dijo que, pese a que le recomendaban no renunciar a la Vicegobernación de Tucumán para asumir en la cartera sanitaria, el ex ministro aseguró: “Voy porque creo en este proyecto”.
Por otra parte, Cristina Fernández recordó que Capitanich asumió en 2013, “donde tuve el episodio de salud más grave de mi vida”. “Coqui, siendo gobernador de Chaco, vino a trabajar. Yo lo conocía como senadora, pero en el Senado nos conocemos hablando. Y él hablando es tan bueno como trabajando”, comentó.
Destacó la manera en que el ex funcionario “se metía en cada uno de los temas, a toda hora, cómo a primera hora estaba ante los trabajadores de prensa”. Y rescató “la lealtad y las convicciones” que exhibe el gobernador de Chaco.
“Le han dado palos y te van a seguir dando palos. Lo que no perdonan es la capacidad de trabajo, las convicciones. Todo aquel que se juega contra los poderosos, por lo que uno piensa, merece el respeto de todos los argentinos, piensen como piensen”, aseveró.
Por último, la Presidenta aseguró: “Tenemos que estar todos muy tranquilos, muy firmes, y como decía él, tener la certeza que cuando uno dice la verdad, cuando dice lo que piensa, aún cuando esté equivocado, lo importante es estar convencido de las cosas que uno está haciendo son lo mejor para su patria”. Remarcó que tanto Aníbal Fernández, como De Pedro y Gollan tienen “la misma convicción”.
“Decir lo que uno piensa no es ofender a los demás, sino simplemente ser coherente con lo que uno ha vivido. Y lo que siempre uno valora en un dirigente político es la coherencia”, aseguró. Y concluyó que todos los miembros del Gobierno trabajan “con la misma noción de que la Patria es el otro y que la construimos entre todos”.