Acto de inauguración de la biblioteca de la UNICEN en Tandil: Palabras del Vicepresidente de la Nación

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PALABRAS DEL VICEPRESIDENTE DE LA NACIÓN, EN EJERCICIO DEL PODER EJECUTIVO NACIONAL, LIC. AMADO BOUDOU, EN EL ACTO DE INAUGURACIÓN DE LA BIBLIOTECA DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DEL CENTRO DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES (UNICEN), EN TANDIL, PROV DE BUENOS AIRES.

Buenas tardes a todos y a todas: Señor Intendente siempre es hermoso volver a Tandil por su belleza, por sus productos, pero sobre todo por su gente y por todo lo que llevan adelante, así que permítanme compartir con todos ustedes un enorme abrazo, que les manda Cristina Fernández de Kirchner, nuestra Presidenta. (APLAUSOS). Y es realmente un momento muy emotivo, de verdad y muy especial, se dijo mucho de la educación, de la educación pública – tanto Diego, como el Rector – pero fíjense una cosa siempre que hay procesos populares, procesos nacionales y populares hay un fuerte impulso a la educación pública.

Por eso me parece que vale la pena, hoy, recordar que en el año 1988, cuando aquí, en Tandil, se inauguraba la universidad de Ciencias Económicas, de la Universidad del Centro, vino el Doctor Raúl Ricardo Alfonsín, Presidente en ese momento, a inaugurar esa casa de estudios. (APLAUSOS).

Y aquí estamos, hoy, continuando con la tarea, con la gestión, como nos gusta decir a nosotros – Oscar – el equipo de la Presidenta, empujando muy fuerte, esperando con muchas ganas el regreso, pero sabiendo que la gestión es lo de todos los días. Y fíjense ustedes si será importante: tres años trabajó esta universidad para tener esta biblioteca. A veces, vale la pena recordar, cuatro años tomó que se pudiera poner en vigencia plena la Ley de Medios y en ese tiempo se pudo hacer esta biblioteca, qué impresionante, realmente qué impresionante. (APLAUSOS).

Por eso no hay que aflojar ningún día, hay que seguir trabajando muy fuerte. Creo hay muchas cosas para resaltar hoy, porque en esta biblioteca de 65.000 libros – por ejemplo – todo el mobiliario que ven ustedes aquí, que la verdad que es muy moderno y parece que va a durar mucho tiempo – Roberto – vale la pena destacarlo también, está hecho por manos y por sueños de Tandil, una firma tandilense, la Casa Moderna, que había cerrado, en su momento porque no había trabajo y que sin embargo se sobrepusieron y llevan adelante la tarea, y hoy aquí tenemos en la Universidad del Centro todos los muebles producidos aquí, en Tandil. Y eso me parece que es lo más lindo y lo que hay que destacar porque acá en Tandil se recuerda como en pocos lugares en la época mala, en un lugar que es campo, pero también es industria y que es una ciudad que tiene servicios turísticos, servicios gastronómicos y con tanta calidad, cuando la Argentina no funcionaba tampoco funcionaba Tandil. Y 1 de cada 4 de nuestros papas, de nuestras mamas, de nuestros hermanos perdía su trabajo.

Y por eso hay que tener en claro de dónde venimos, para comprender adónde estamos y hacía dónde vamos, sobre todo en el ámbito universitario. Miren chicos, ustedes hoy están llenando este espacio y lo están llenando de vida y de ruido y eso está muy bueno, pero en otras épocas las universidades eran con cupos, incluso se trabajó muy fuerte desde algunos sectores para que no fuera gratuita. Y además nos decían que el silencio era salud y la verdad que cuando el silencio es salud el que se enferma es el país, porque la que se enferma es la sociedad.

Y en esta universidad me parece que lo que ustedes tienen que hacer es tratar de romper los moldes, estudiar con mucha fortaleza para entender el estado de las artes en cada ciencia, pero saber que todo está para ser desafiado y cambiado por cosas que le sirvan más a nuestro país.

Miren, también,  hoy estamos recordando que hace ocho años, en el año 2005, aquí cerquita en Mar del Plata, se hizo un encuentro de todas las Américas y lo que se pretendía era imponer un pensamiento único, que tenía una fuerte raigambre en las universidades más prestigiosas del mundo. Pero, a no dudarlo, era un pensamiento, unas ideas de dominación, venía muy bien vendido esa idea del ALCA, venía por muy prestigiosos docentes que la querían enarbolar, incluso venía de la mano de los poderosos: del señor Bush, aquí en Mar del Plata tratando de imponer el ALCA. Pero ya en ese momento había sudamericanos argentinos que se animaban a desafiar lo establecido. Entendiendo que con lo establecido lo que perdía era el conjunto de los argentinos, el conjunto de los sudamericanos, que el desempleo, el endeudamiento, la pobreza, la desindustrialización, el achicamiento de los presupuestos educativos y universitarios, la privatización del sistema jubilatorio eran todas ideas que se vendían muy bien, pero eran muy malas para nuestro pueblo, para nuestros conciudadanos pensarán como pensarán a todos nos iba mal, a todos nos tocó vivir todos esos momentos de tanta desesperanza en la Argentina.

Pero hubo un grupo de líderes, encabezados por Néstor Kirchner, por Lula, por Chávez que le dijeron No al ALCA. (APLAUSOS). Y porque le dijeron No al ALCA pudimos seguir creciendo, porque le dijeron No el ALCA pudimos avanzar en la construcción de este país que – repito - es para los 40 millones. Hay gente que piensa distinto y está buenísimo que así sea, de eso se trata la democracia. Lo importante es que los gobiernos se ocupen de todos como se ocupa Cristina: de los que piensan igual, y de los que piensan distinto también. (APLAUSOS). 

Porque cuando se cuida en las fronteras lo que hace a un comercio administrado, que no entren todos los productos a nuestro país, ténganlo claro, se está cuidando que en una metalúrgica de Tandil o en una fábrica de alimentos o aquellos que están desarrollando tecnología, no pierdan sus puestos de trabajo. Es tan simple y tan directo como esto.

Por eso, aquellos que declaman el libre comercio, no lo aplican para sus países pero pretenden imponérselo a los otros.

Por eso es importante reflexionar de estos temas aquí en el ámbito universitario con tantos jóvenes que se están preparando para traer ideas innovadoras y transformadoras.

Anímense a desafiar lo que no les gusta y les ofende, porque no nos gusta y nos ofende cuando hay un argentino sin trabajo y las ideas de ustedes y la aplicación de esas ideas, son las que nos van a permitir seguir transformando la Argentina. (APLAUSOS)

Otra cosa que creo que es un orgullo aquí en Tandil y en Necochea también, esta Universidad del Centro: se hablaba en otras épocas de las universidades isla. Esas universidades aisladas de la comunidad que miraban hacia adentro. Y saben qué, aquí se dijo varias veces, esas universidades son financiadas por el esfuerzo de todos los argentinos. Sobre todo, por aquellos que nunca pudieron ir a una universidad.

Entonces, me parece espectacular el trabajo que hace aquí en Tandil y en Necochea la Universidad del Centro con las empresas, con quienes desarrollan nuevas ideas para estar muy cerquita de la realidad aportando soluciones concretas a problemas puntuales que van surgiendo. No divagando y encerrándose en sí mismas, sino viendo cuáles son las cosas concretas y llevarlas adelante.

Por eso, esta comunidad universitaria, de la Universidad del Centro, es tan viva y tan rica con sus no docentes, con los trabajadores, con los docentes, con los alumnos porque está muy integrada a su comunidad.

Así que, permítame Roberto felicitarlo por esta tarea que ustedes llevan adelante y creo que es común, Martín, a todo el sistema universitario argentino. (APLAUSOS)

También entender que necesariamente la universidad tiene que ser un factor de redistribución del ingreso. Por eso, cuando nosotros vemos que el 80 por ciento de algunas de estas nuevas universidades que se crearon, son de alumnos que sus papás y sus mamás no tienen un título universitario o no habían tenido la posibilidad de ir a la universidad, nos damos cuenta que ese es el mejor camino para el sistema universitario, que sea una herramienta de conocimiento, de generación de nuevas ideas pero también, de redistribución del ingreso. Porque sin redistribución del ingreso, es imposible mantener el mercado interno vivo y dinámico. Y cuando un país no tiene un mercado interno vivo y dinámico, no tiene la posibilidad de ser sustentable en el tiempo. Depende lo que pase afuera y depende también de cómo compran solamente sus productos que terminan siendo commodities.

Miren, allá por la década del 90, alguien estornudaba en México, se llamaba “efecto tequila”, y aquí se perdían los puestos de trabajo; alguien estornudaba en Rusia, se llamaba “efecto vodka” y aquí se perdían los puestos de trabajo. Y no había políticas para revertir eso y el resultado fue que se perdieron los puestos de trabajo, se perdieron las fábricas, se perdieron las posibilidades de consumo de nuestra población y, finalmente, nos quedamos sin país. Nos quedamos sin país, 5 presidentes en una semana.

Por eso para nosotros es tan importante el tema de la redistribución del ingreso y, como dice la Presidenta, las políticas centrales están todas orientadas a sostener los niveles de trabajo.

Por eso, en la etapa del mundo donde hay mucha incertidumbre, donde hay mucha volatilidad, donde hasta los más poderosos les cuesta y sus sociedades sufren, aquí en Argentina sabemos que no está todo hecho, sabemos como nadie que es mucho lo que falta, lo sabemos como nadie porque recorremos el país ciudad por ciudad, pueblo por pueblo. Pero sabemos que hemos atravesado estas crisis y con políticas activas no se han perdido puestos de trabajo, sino que se han creado nuevos puestos de trabajo. Esta es la Argentina que nosotros entendemos que hay que continuar. (APLAUSOS)

Y miren, nada pasa por casualidad, como dice nuestra Presidenta: acá no hay una política económica, una política educativa, una política social, lo que hay es política con mayúscula. Y esa política tiene distintas acciones de gobierno en distintas áreas pero forman parte de un todo.

Permítanme compartir con ustedes: en la Argentina, hasta el año 2003, nuestro país utilizaba el 2 por ciento del Producto Bruto para invertir en el sistema educativo y utilizaba el 5 por ciento del Producto para pagar deuda externa. Y esa era la realidad de nuestro país.

Entonces, se pagaba y se pagaba deuda externa y la deuda interna crecía inexorablemente. Pero además, como se negociaba mal, también la deuda externa seguía creciendo una y otra vez hasta ser la explosión que tuvimos que intentaron frenar con políticas que de antemano se sabía que no servían como el megacanje, el blindaje, todos esos artilugios para no poner la cara y pelear por la Argentina donde hay que ponerla, delante de los más poderosos.

Por eso, cuando Néstor Kirchner llevó adelante el primer canje en el año 2005, cuando Néstor Kirchner pagó al contado al Fondo Monetario y le dijo “chay FMI”, cuando Cristina Fernández de Kirchner…(APLAUSOS)…llevó adelante el canje del año 2010, cuando la Presidenta recuperó la soberanía tradicional terminando con la estafa de las AFJP, todo eso sirvió para encausar nuevas políticas. (APLAUSOS)

Y es por eso y no por casualidad, que hoy podemos decir con todo orgullo: la Argentina hoy utiliza el 2 por ciento del Producto para pagar deuda externa y el 6 y medio para el sistema educativo. (APLAUSOS)

Es por eso que podemos decir con todo orgullo: hasta el año 2003, la mamás y los papás de Argentina tenían 6 vacunas en el calendario para sus pibas y pibes y hoy tienen 16 vacunas gratuitas y obligatorias en el calendario de salud. (APLAUSOS)

Entonces, es por eso que cuando vemos a las chicas y los chicos de nuestros colegios secundarios llevando la celeste y blanca con todo orgullo decimos: fuerza Argentina, fuerza Cristina, no vamos a parar ni un día los 40 millones juntos, todos juntos, porque este es el sueño de todos y vamos a seguir adelante.

Muchas gracias, felicitaciones por esta biblioteca, felicitaciones a los tandilenses por su ciudad y vamos para adelante con todo.

Gracias, Diego. (APLAUSOS) 

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