Muy buenos días a todas y a todos: primero que nada, Martín, voy a transmitir un enorme saludo en esta fecha a la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, que nos empuja a seguir trabajando con toda fortaleza. A los pibes y a los no tan pibes también, a todos.
Uno no puede más que compartir todas y cada una de las palabras que Martín nos dijo unos minutos antes. A mí me gustaría compartir con ustedes que hoy estamos celebrando la puesta en funcionamiento de la ley en sus cuatro años, pero en realidad estamos hablando del funcionamiento democrático de la República Argentina. Porque nos habíamos acostumbrado a vivir en una democracia tutelada, cercenada, extorsionada, mutilada por los medios concentrados de comunicación, que entendámoslo bien, no estamos hablando de los periodistas, de los trabajadores, estamos hablando del capital concentrado que no vacila en hacer y decir cualquier cosa para preservar sus ganancias de corto y largo plazo.
Entonces tuvo que venir un gobierno dispuesto a sacarse de encima la extorsión, con la valentía y la capacidad para terminar con esa situación. Tuvo que venir Néstor Kirchner para refundar la democracia argentina en base a estas premisas. Tuvo que venir Cristina Fernández de Kirchner a profundizar e institucionalizar esas transformaciones. Y es de eso, Martín, de lo que estamos hablando hoy, porque no puede quedarnos ninguna duda de los logros. Vos hablabas de un sabor agridulce de estos cuatro años y es cierto, un sabor agridulce, porque es mucho lo que se ha hecho pero también es mucho lo que falta hacer para la aplicación de esta ley.
Pero veíamos el lunes, con una enorme alegría, una comitiva argentina pública y privada, con cooperativas y empresas, con funcionarios en Cannes, en Francia, llevando los contenidos audiovisuales de nuestro país que son fruto de esta ley. Antes no estaban ni esas productoras ni la posibilidad de financiarlas, entonces no estaban los puestos de trabajo de guionistas, camarógrafos, directores para llevar adelante esa tarea. Entonces, un eje fundamental, más y mejores puestos de trabajo. Quién puede dudar de que eso es una de las premisas de estos 10 años, más y mejores puestos de trabajo.
Pero ese día también reflexionábamos sobre que es una cuestión de identidad. Estaba la República Argentina, todos los sectores de la República Argentina ahí presentados para consolidar y difundir nuestra cultura en el mundo. Y es muy importante, porque cuando no consolidamos y difundimos nuestra cultura nos llenan de otras culturas, entonces se cambian los valores, se cambian los sentidos; empiezan pasándonos dibujitos animados distintos y terminamos cerrando las industrias en nuestro país. No podemos perder de vista esto, no lo perdamos de vista.
Ayer nomás otro fruto de esta ley, el Instituto de la Música de la República Argentina poniéndose en funcionamiento. Por supuesto, todas cuestiones que nuestra Presidenta permanentemente viene alentando, empujando, viabilizando, permitiendo que puedan obtenerse. Y esta ley yo digo que tiene mucho que ver con el sistema democrático y su funcionamiento en la Argentina, porque tuvo que ver con Cristina, con la decisión de que haya una democracia plena, una democracia profunda, una democracia que no termina el día que se vota sino que continua todos y cada uno de los días, porque el gobierno lleva adelante las acciones para las que fue votado, lleva adelante las acciones que el pueblo está esperando, las acciones que sirven para proteger los puestos de trabajo, para mantener la cultura argentina, las acciones que tienen que ver con los derechos humanos. Ese es el programa de un gobierno que pese a haber comenzado con un sistema mediático concentrado que permitía y pretendía extorsionarlo todos los días, miró para otro lado, miró al pueblo y dijo vamos a seguir por nuestro camino, no vamos a ceder a ninguna de las tapas, a ninguno de los mensajes mafiosos que intentan torcer el rumbo de la República.
Entonces esta ley es hija, instrumento y fruto de este proceso democrático. Así como la ley anterior fue parte de otro proceso y generó un sistema de medios que calló, defendió y avaló a ese proceso, que le sirvió de sostén permanentemente, esta ley es fruto de un proceso democrático, plural, diverso.
Fíjense ustedes, aquí están quienes además de todos los hechos concretos que hemos visto, están poniendo en marcha nuevas voces, diversas, democráticas. En la Argentina de Cristina Fernández de Kirchner, de los 40 millones hay lugar para todas las opiniones, incluso para las que piensan distinto que nosotros y todos los días pueden expresarse, pero también para las que están acompañando el proyecto popular.
Por eso, no sólo medios comerciales, también medios de valores y mensajes, para que hagan el mejor uso y puedan expresar todas sus opiniones y todos sus valores, toda su religiosidad a través de estos medios: cooperativas, medios PYMES, lo mismo, tienen un gran instrumento, hagan de ello no sólo una cuestión individual de cada uno de sus proyectos, sino una cuestión colectiva de los 40 millones. Los argentinos y la Argentina están esperando que así sea y eso es lo que estamos haciendo hoy aquí.
Entonces no puede caber duda de la importancia del sistema de medios en esta época. Julio ha recorrido el país, cableando, poniendo antenas, entregando codificadores, permitiendo que allí donde nada llegaba hoy llegue lo mismo que a las ciudades más grandes de nuestro país. Y esta es una obsesión de la Presidenta, una Argentina de igualdad. Y fíjense ustedes que esta igualdad aparece en diversas acciones, es la igualdad de las netbooks en los colegios, es la igualdad de la Asignación Universal por Hijo, pero también es la igualdad de poder ver el fútbol en cada rincón del país, en la casa de cada uno y compartiendo con su familia.
Esta democracia que se está consolidando requiere la vigencia plena del funcionamiento de todas las partes del gobierno, y de parte también del sector audiovisual, del sector de los trabajadores, de los sectores universitarios, que recorrieron el país para mejorarla y perfeccionarla. Es una ley que surgió del trabajo fecundo, horizontal, diverso y plural de miles de reuniones para pulirla. Es una ley que desde el Poder Ejecutivo Nacional nuestra Presidenta envió al Congreso de la Nación; es una ley que fue votada por grandes mayorías en ambas cámaras. ¿Alguien me puede explicar cuál es la ilegitimidad o inconstitucionalidad de una norma que ha pasado por todos estos estadios antes de ser aprobada? La verdad, Martín, es inexplicable.
Es inexplicable y Martín hablaba de los fallos a medida. Yo diría los fallos a medida y la dilación, porque muchas veces los mecanismos de dilación permiten sostener situaciones injustificables. Entonces se va pasando de un lugar a otro y el grupo mientras tanto intenta consolidar, pero esta no es una ley que tenía su centro en nadie. Tal cual queda expresado hoy, esta es una ley que tiene impacto en todo el país, en las nuevas radios, en los nuevos cableoperadores, en los productores de contenidos, en las decenas de miles de puestos de trabajo que genera y en la cultura y la vida de cada uno de los 40 millones. Entonces sabemos que no toda la justicia es dilatoria, sabemos que no toda la justicia saca fallos a medida y entonces pedimos ni más ni menos que eso, justicia. Justicia con una ley que ha surgido de un proceso democrático plural, horizontal, institucional, constitucional. Y por ese pedido de justicia también decimos que es necesaria la igualdad ante la ley. Porque esa democracia que existió hasta el año 2003, que enterramos pero que venimos construyendo una nueva democracia, una democracia sin mutilaciones, sin tutelaje, sin extorsiones, es también cuestión de los 40 millones. Porque nosotros ya estamos acostumbrados a recibir todos los días algún golpe bajo, ya estamos acostumbrados a las mentiras, pero sepámoslo todos, esas tapas, esos mensajes mafiosos también han buscado y buscan maniatar a empresarios, a sindicalistas, a trabajadores, a todos en la República Argentina. Porque es la herramienta de control de estos tiempos, así como en otras épocas la herramienta de control fueron los ejércitos y no fue casualidad que pasara en muchos países al mismo tiempo, no fue un fenómeno de un país, fue un fenómeno regional y mundial, que tenía que ver con un sistema de imposición de un modelo que no les servía los ciudadanos de estos países sino que le servía al capital que venía de otros lugares. Así como en otros momentos nos quisieron llenar de intelectuales economistas, con prestigios enormes construidos desde las mismas tapas pero que venían a cerrar puestos de trabajo, a bajar a nuestros jubilados sus haberes y a mandar a sus científicos a lavar los platos, con esta ley de medios estamos terminando con esa situación, porque hoy pretenden desde este sistema concentrado mantener la misma política que en algún momento se hizo con ejércitos, en otro con apriete ideológico y que no va más ni en la República Argentina ni en la región. No va más.
Entonces permítame compartir en la celebración de esta ley, a pesar del sabor agridulce, el sentimiento más importante y más profundo que nos tiene que unir en este momento, porque somos un equipo, un equipo de 40 millones. Permítanme compartir con ustedes: ¡fuerza Cristina, fuerza Argentina, vamos a hacer todo lo que falta y vamos a mantener el trabajo todos los días! Muchas gracias.
