La presidenta Cristina Fernández sostuvo que la crisis global “ha pasado de ser una crisis económica a convertirse en una crisis de carácter político”. Al respecto, opinó que “ha comenzado una nueva etapa civilizatoria”.
La Jefa de Estado rememoró que “los conflictos durante el siglo XIX y XX fueron entre países de cultura greco-romana”. Pero estimó que en el mundo existen en la actualidad “conflictos más graves”.
“Si uno recuerda 2008, la primera percepción que teníamos de la crisis era que los pobres no habían podido pagar sus hipotecas”, indicó la mandataria. Afirmó que luego se pasó a la etapa en la que se comprobó la existencia de “negociados económicos que fueron implosionando” de parte de los grandes centros económicos.
Cristina Fernández recalcó que en la crisis que se sufre en la Eurozona, “el fuerte endeudamiento de las familias constituye un fuerte freno a la economía”.
Por dicho motivo, consideró que la crisis económica “deviene en una crisis política”.
“Luego de ya mas de 4 años sin encontrar la luz del túnel, cuando una situación económica no encuentra una respuesta, pasa a ser una crisis política”, enfatizó. Y agregó que “las cuestiones económicas siempre fueron resueltas desde una visión política, que dieron un cauce a la situación”.
La situación de los países emergentes
La Presidenta opinó que se está “viviendo una contradicción entre países desarrollados y países emergentes”. Consideró que esa contradicción es “un poco injusta, porque hemos sido los países emergentes los que mantuvimos el crecimiento de la economía mundial durante la última década”.
“A partir de esta crisis, los países emergentes sentimos que ante la imposibilidad de articular nuevas ideas, los países desarrollados tienden a trasladar sus crisis a los países emergentes”, afirmó. Aunque recalcó que los países centrales no se dan cuenta que son “los países emergentes los que podemos reimpulsar el crecimiento económico”, debido a su bajo endeudamiento y a la cantidad de ciudadanos que todavía faltan incluir en materia de consumo.
Además, consideró que las soluciones propuestas por los organismos multilaterales “no están dando resultado”. Indicó que el FMI elogiaba la economía argentina en la época de la convertibilidad. “Yo no soy economista, ni estudié en Harvard, pero me doy cuenta al ver el tamaño de la economía de un país y el otro, que un peso no podía valer un dólar”, afirmó Cristina Fernández. Y agregó que “en la Argentina se tuvo al mejor alumno, a punto tal que el FMI invitaba a sus asambleas a exponer el milagro argentino”.
La recuperación de la Argentina
En otro tramo, la Presidenta destacó la reestructuración de la deuda que llevó adelante el gobierno argentino, que tuvo una aceptación del 94%. “Si uno lleva sus fondos a un banco, que le ofrece un 20%, y el resto paga 2%, tiene que tener claro que hay un riesgo de que ese banco no le devuelva sus fondos”, indicó y afirmó: “Algo muy parecido ocurrió con la Argentina. La postura fue que el riesgo debía ser absorbido por las dos partes”.
Cristina Fernández también destacó la medida de recuperar la administración de los aportes de los trabajadores, desde la cual “el fondo de garantía ha crecido exponencialmente”. “En el momento en que decidimos recuperar el dinero de las AFJP, el 65% de las jubilaciones las pagaba el Estado. Se habían quedado con la crema del negocio”, afirmó. Y resaltó que “Argentina tiene la mayor cobertura de Latinoamerica en materia previsional: 87%”.
Entre otros logros también resaltó la inversión de un 1,2% del PBI destinado a la Asignación Universal por Hijo, el salario mínimo más alto de América Latina, la equiparación de derechos que ha significado el matrimonio igualitario, o el juzgamiento de los responsables de delitos de lesa humanidad.
Nueva etapa civilizatoria
La Jefa de Estado consideró que “como ninguno de nosotros va a querer ponerse chador, debemos comprender que hay gente que sí, porque tiene una cultura y una cosmovisión diferente del mundo”. Al respecto, resaltó que “lo que parecía una primavera árabe para algunos, se convirtió en otoño y casi en invierno”.
La mandataria señaló, de todos modos, que “no se debe hablar de un choque de culturas, tampoco del fin de la historia, pero que sí que esta nueva etapa civilizatoria nos permita a nosotros reformular ideas y teorías”.
Respecto a este nuevo orden mundial, sostuvo: “Somos muy críticos de los organismos de crédito, porque pueden generar conflictividades con otros países”. “Cuando uno ve que en EEUU hipotecan las casas, y la gente se queda en la calle, o sin trabajo; cuando se hace hincapié en solucionar los problemas de los bancos, más que otros problemas más graves de la sociedad, vemos que se está equivocando el camino”, estimó.
Afirmó que en la Argentina cuando se implementó la Asignación Universal por Hijo “no solo nos movió una idea de justicia social, sino también de racionalidad económica”. “Todos los recursos que se vuelcan en los sectores más vulnerables, están activando la economía”, afirmó.
Acerca de la “guerra comercial y de monedas entre los países desarrollados y los emergentes” que se ha establecido, estimó que “debe ser superada sin dobles standards”. Como ejemplo, aseguró que “la República Argentina que ha sido acusada de proteccionista, hace años que no puede ingresar carne a Estados Unidos”, y remarcó que se debe a “barreras para-arancelarias que se dan en los países desarrollados respecto a los países emergentes”.
La crítica a los organismos multilaterales
La Presidenta señaló que “en este mundo sin precios, necesitamos reestablecer instrumentos que no son los que hoy están”. Afirmó que “el FMI no tiene ninguna solución para manejar las finanzas; la OMC tampoco ha logrado concluir la ronda de Doha; y ni que hablar del Consejo de Seguridad”.
Al respecto, la Jefa de Estado destacó que Argentina ocupará un lugar en el Consejo de Seguridad de la ONU, y afirmó que ese organismo “ha permitido que quienes se sientan en forma permanente pueda no cumplir con las resoluciones de Naciones Unidas, como es el caso de Inglaterra respecto a nuestras Islas Malvinas, y sin embargo el resto de los países debe respetar las resoluciones religiosamente”.
Señaló que el mundo bipolar que existía cuando se creó el Consejo de Seguridad ya no existe. “El Consejo de seguridad concebido como un instrumento de equilibrio para la paz mundial, ha perdido su lugar, porque estamos en un mundo distinto, aquel mundo dividido en dos ha terminado y tenemos un mundo diferente”, aseguró.
El pago de la deuda con reservas
Respecto a los dichos de quien la presentó, la Jefa de Estado estimó que “no fue una medida polémica que pagáramos con reservas, fue polemizada por algunos que no queríamos que pagáramos”. “Nos pagaban intereses al 0,8% por tenerlos depositados en Basilea, y si queríamos ir al mercado de capitales, nos querían cobrar al 12 o 13%. Más que polémica es una medida de sensatez económica”, enfatizó.
La mandataria remarcó que “los bonos del corralito fueron pagados completamente por este gobierno. Y seguimos pagando deuda de otros gobiernos, porque este gobierno no ha endeudado a la Argentina”.
En ese sentido, destacó que “se ha producido un desendeudamiento inédito” y aseguró que “hoy la deuda del sector público con el sector privado es del 13% del PBI. Y la deuda en moneda extranjera es del 8%. El resto de la deuda es intra sector público”.
Asimismo, resaltó la decisión de pagar la deuda con el FMI: “El Fondo Monetario significaba la dependencia y la imposibilidad de desarrollar políticas económicas autónomas”. “No estamos en el mejor de los mundos, pero hemos llevado adelante políticas que han mejorado la situación de la mayoría de la población”, aseguró la mandataria.
Elecciones en Estados Unidos
La primera pregunta que le hizo una de las estudiantes de Harvard fue sobre las próximas elecciones en Estados Unidos. La Presidenta consideró que sería “impropio” que opinara sobre el resultado de los comicios.
“Tengo mi pensamiento y todos se imaginarán cual es”, afirmó. Y agregó: “Si estuviera acá Cristina Fernández de Kirchner senadora, opinaría sin lugar a dudas; pero quien está aquí es la presidenta de un país y no puede hacerlo”.
Restricciones al atesoramiento de dólares
Ante otra de las preguntas sobre las restricciones a la compra de dólares, la Jefa de Estado sostuvo que “el cepo cambiario es un título mediático”. Informó que “la Argentina es el segundo país en dólares después de Estados Unidos. Hay 1600 dólares por habitante, mientras que en Brasil hay 6 dólares por habitante”. Además, comentó que “el mercado de cambios tiene 120 rubros para adquirir dólares”.
La mandataria recordó que “entre agosto, septiembre y octubre, producto de rumores provocados por ciertos medios, se fueron del Banco Central 47680 millones de dólares para atesoramiento. Cosa que no ocurre en Chile, en Brasil ni en Colombia”. Aseguró que si no se hubieran fugado esos dólares “hubiéramos podido pagar el Boden 2012 y el cupón de PBI que tenemos que pagar a fin de año”. Y agregó que fue producto de “corridas especulativas contra la moneda argentina”.
Cristina Fernández comentó que solo se eliminó el rubro “de atesoramiento, que permitía a una persona física comprar 2 millones de dólares por mes”. “En Brasil no se permiten hacer depósitos a plazo fijo en dólares, en Argentina sí”, resaltó.
Reconoció que en la Argentina hay “una fuerte cultura del dólar, sobre todo a partir del 24 de marzo de 1976”, reforzado con lo que ocurrió en la década del 90. “Yo quiero ser una presidenta seria y responsable”, afirmó y sostuvo que se debe garantizar que Argentina tenga dólares para los empresarios que compren insumos importados para la producción o para pagar sus compromisos externos.
“Como Presidenta me veo en la obligación de cuidar esas reservas”, enfatizó la Jefa de Estado. “Yo también tuve plazo fijo en dólares, yo soy argentina. Pero soy la presidenta. Y tengo que cuidar de los 40 millones”, remarcó
La mandataria estimó que “hay algunos que se preocupan mucho porque tal vez no puedan demostrar de donde sacaron los dólares”. “Yo entiendo que haya alguno enojado, es imposible contentar a todos. Pero mi tarea como presidenta es preocuparme por los 40 millones”, reiteró.
Libertad de prensa
La Presidenta consideró que “nunca como ahora hubo tanta libertad de prensa en Argentina”. “En Argentina no podría haber pasado lo que pasó en EEUU que una periodista fue presa por no revelar la fuente”, sostuvo. Y agregó que fue ella misma quien “envió al parlamento la ley para despenalizar a todo aquel periodista que estuviera procesado por calumnias e injurias”.
Una eventual reforma de la Constitución
En respuesta a un estudiante que le consultó si pretendía ser reelecta en 2015, la Jefa de Estado fue tajante: “La Constitución no permite mi reelección”, enfatizó.
“No es deseo de esta presidenta una reforma constitucional, porque no depende de mí, ni depende de ningún partido”, aseguró. Al respecto, recordó que “la Constitución exige mayorías agravadas de los miembros de cada cámara” y que en los casos en que se reformó la Constitución se requirió de un acuerdo entre distintos partidos. Por último, consideró que “se quiere instalar una discusión que no depende de esta Presidenta”.
Patrimonio personal
En otra de las respuestas, la Presidenta indicó que “ha habido denuncias en mi país” sobre el incremento de su patrimonio personal. “Yo toda la vida he tenido una determinada posición económica, puedo dar cuenta de todos y cada uno de mis bienes”, aseguró.
Al respecto, afirmó que su declaración jurada ha sido “sometida a peritajes, por parte de peritos de la Corte Suprema”. “Yo tenía determinada posición económica, debido a que era una exitosa abogada y ahora soy una exitosa Presidenta”, agregó.
La situación en Paraguay
Consultada sobre la situación política en Paraguay, la Jefa de Estado afirmó que la cuestión “fue discutida primero en el Mercosur y luego en Unasur”. Ni bien se normalice en la próxima elección va a volver a ser miembro pleno del Mercosur con los mismos derechos políticos”, aseveró.
Explicó que el que destituyó al ex presidente Fernando Lugo ha sido “una parodia de juicio político que duró dos horas”. “Yo he sido miembro de una comisión de juicio político contra un juez de la Corte que duró dos meses”, comparó.
La mandataria remarcó que “contra el pueblo paraguayo no hay ninguna animosidad, hay diferencias con sus autoridades”. “Por eso hemos decidido que no haya ninguna sanción económica”, agregó.
Declaraciones a la prensa
En respuesta a un alumno que dijo ser uno de los pocos que puede hablar con ella, la Presidenta afirmó: “Yo hablo con millones de argentinos, en los 20 mil actos a los que voy. Hablo con periodistas en Formosa, en Córdoba, a todos lados donde voy”. Estimó que la crítica radica en que en Argentina algunos medios “han dejado de ser medios de comunicación para ser medios de oposición”.
Al respecto, resaltó que “en Estados Unidos hay una fuerte regulación en materia de comunicación. Un dueño de un medio escrito no puede ser dueño de un medio televisivo”.
En ese sentido, destacó que en Argentina se “van a cumplir tres años de la sanción de la ley de medios” El monopolio mediático que existe en Argentina, que controla la fabricación de papel de diario adquirida durante la dictadura, que tiene 260 licencias, se niega a cumplir con la ley”, remarcó.
Asimismo, informó que en el país hay “periodistas procesados, junto a agentes de la SIDE” por hackear cuentas de funcionarios. “Hay una libertad absoluta; tal libertad hay que hay un monopolio que no reconoce la ley”, remarcó.
Por otra parte, explicó que los funcionarios de su gobierno “hacen conferencias casi todos los días”. “También en el momento en que uno dice una cosa, publican otra”, apuntó la mandataria y puso como ejemplo el titular de un diario sobre su discurso en la ONU y su anuncio de negociación con Irán por la causa AMIA.
“En Agentina uno dice blanco, y al otro día sale publicado “la presidenta dice negro””, enfatizó. Y consideró: “Estar dando conferencias todos los días, no creo que sea la función de una presidenta, yo tengo que gobernar”. “Me parece un latiguillo, una muletilla, parece que no encuentran el lugar por donde criticarme”, agregó.
En ese mismo sentido, en la última respuesta, dijo que sus declaraciones sobre quienes le debían tener miedo habían sido tergiversadas. “Lo que yo hice fue decir que los que tenían que tenerme miedo eran mis funcionarios”, comentó. Señaló que “Clarín editó que la Presidenta dijo que tenían que tener miedo a Dios y a mí”. “No lo dije por los ciudadanos. Además de mala, sería muy tonta si dijera eso”, agregó.