Acto por el 196º aniversario de la Declaración de la Independencia: Palabras de la Presidenta de la Nación

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PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN EL ACTO DE CONMEMORACIÓN DEL 196°  ANIVERSARIO DE LA DECLARACIÓN DE LA INDEPENDENCIA, EN LA CIUDAD DE SAN MIGUEL DE TUCUMÁN

Gracias, muchas gracias Tucumán. 

Señor Gobernador de la provincia de Tucumán; señor Vicepresidente de la Nación; señores gobernadores de las hermanas provincias de Jujuy, de Santiago del Estero, de la Rioja; señores intendentes de la Capital y de las otras localidades de esta hermosa Tucumán: yo recién, cuando escuchaba las palabras del señor Gobernador, recordaba que hoy hace exactamente 9 años que venimos a conmemorar el 9 de Julio, nueve por nueve, desde aquel 2003. (APLAUSOS)

Hace exactamente 9 años, quien fuera mi compañero de vida y de militancia, venía a esta Provincia a pocos meses de haber inaugurado su presidencia; era un mundo totalmente diferente y también un país totalmente diferente. Éramos nosotros los que nos habíamos caído del mundo y era ese hombre el que marcaba un camino que a muchos tal vez, pero no al pueblo profundo, que tiene otros saberes y otra comprensión, entonces él nos proponía un camino que no era independiente del mundo, porque sabía que había un mundo globalizado pero necesitábamos romper las cadenas que durante décadas se habían tejido sobre las posibilidades del pueblo argentino; esas cadenas que eran el endeudamiento, esa deuda externa feroz que nos obstruía, que obturaba toda posibilidad de crecimiento y desarrollo; esa dependencia de ese organismo multilateral de crédito que nos daba clases a nosotros y al mundo.

Él le proponía y les propuso a los argentinos un modelo que parecía a contramano del mundo y de la historia en esos momentos; tuvo que soportar agravios, descalificaciones, burlas, porque tal vez no tenía la enjundia académica de algunos que supieron explicarles y engañar muy bien a los argentinos con los mecanismos de la dependencia. Venía con la frescura, pero también con la gestión de un hombre que había militado desde muy joven y que creía que otro país, otra nación era posible. Él creía en la patria, siempre creyó en la patria.

Sabía también que era necesario comenzar un proceso de fuerte industrialización que generara los millones de puestos de trabajo que vinieran a cubrir esa miseria de un 25 por ciento de los argentinos que, como recién decía aquí José, aquí en Tucumán, en aquel 9 de Julio había un 25 por ciento de desocupados. Hoy hay un 4 por ciento, por abajo de la media nacional.

Porque ese proyecto no sólo era nacional, popular y democrático, sino además, profundamente federal, como fueron las luchas de tantos próceres, de tantos argentinos que regaron la tierra argentina en la lucha por libertad y la independencia.

Desde aquel 9 de Julio, la Argentina comenzó lentamente pero inexorablemente a levantarse sobre sus ruinas, a levantar sus banderas, a sentirse orgulloso de ser argentinos.

Recuerdo también, imposible olvidarlo, otro 9 de Julio del 2007, aquí, no en día soleado y maravilloso como hoy, era un día invernal, de nevisca, yo ya era candidata a presidenta, parecía que el tiempo me anunciaba algunas cosas que me iban a pasar, parecía que el tiempo me anunciaba algunas cosas que pasaron después, pero que también con fortaleza, con coraje pero por sobre todas las cosas con profundas convicciones en que la lucha no sólo es por crecer, sino por crecer con igualdad y equidad es que tenemos que seguir trabajando. (APLAUSOS)

Ni a él ni a mí nos importa el crecimiento económico por sí mismo; sabemos que el crecimiento tiene que venir con la redistribución del ingreso para que haya igualdad, para que haya equidad, para que haya justicia, esa justicia social durante la cual mucho tiempo se llenaron la boca declamándola pero pocas veces ejerciéndola en nombre de nuestras ideas, de nuestro partido y de nuestro movimiento.

Por eso, este 9 de Julio, que ha sido siempre una fecha muy emblemática para nuestro movimiento. Perón siempre decía que el 9 de Julio era la fecha de los peronistas y yo les propongo que desde aquel Bicentenario maravilloso que vivimos, juntamos las dos partes de la patria, la del 25 de Mayo y la del 9 de Julio, porque son la misma cosa, porque son exactamente la lucha de ideales para tener una patria más grande. Y hoy, este 9 de Julio nos encuentra casi con un mundo dado vuelta; una Argentina que ha crecido en estos 9 años a un ritmo como nunca lo había hecho en sus 200 años de historia, el crecimiento más importante, 80 por ciento de nuestro PBI hemos crecido, desendeudamiento, más de 5 millones de puestos de trabajo, recuperamos la administración de los recursos de los trabajadores, recuperamos nuestra línea de bandera que vuelve a conectar a todos los argentinos, recuperamos Yacimientos Petrolíferos Fiscales para que vuelva a ser patrimonio de los argentinos…(APLAUSOS); millones de hombres y mujeres que había quedado a la vera del camino, incorporados a los beneficios previsionales que nos convierten en el país con mayor cobertura, 95 por ciento de cobertura previsional; mejor poder adquisitivo de América latina para nuestros asalariados, el mejor salario de toda América latina, más de 2.500 convenciones colectivas de trabajo donde se vuelve a negociar libremente entre trabajadores y patrones con la participación del Estado.

Por eso, hoy nos encontramos con un mundo dado vuelta, ese mundo ideal que le refregaron por la cara durante sus 4 años y medio de gestión, que me refregaron también a mí y algunos todavía intentan monocordemente defender, se ha derrumbado.

Recién lo decía José, una crisis internacional sin precedentes, tal vez peor que la del 2008 o que la del 2009, porque en realidad primero dijeron que eran la “subprime”, parece que el primer argumento fue echarle la culpa a los pobres que habían comprado casas y como después las casas no las podían pagar, por eso había venido la crisis mundial; después vino la caída de Lehman Brothers, allí ya no pudieron ocultar tanto la cosa, uno de los mayores bancos del mundo que se caía; y ahora, claramente ha aparecido la verdad desnuda, la verdad implacable. Han timbeado durante 9 años en las grandes centrales mundiales de poder, en los paraísos fiscales, miles de millones que no se sabe si existen, que solamente existen en un mundo virtual.

Me ha tocado verlo a mí con Argentina miembro del G-20, ver como otrora economías florecientes, algunos primeros inversores en nuestro país, hoy se desploman agobiados por el peso de su deuda externa. No nos alegra, al contrario, nos preocupa y nos ocupa, porque sabemos que en un mundo tan interconectado no hay posibilidades de no recibir los coletazos de semejantes desastres.

Por eso, hoy, aquí, puedo venir de frente a mirar los ojos de miles y miles de tucumanos que se han acercado a conmemorar esta fecha patria para decirles que no estábamos equivocados cuando planteábamos la necesidad de producción, de capital a favor del trabajo, de la producción de bienes y de servicios. (APLAUSOS)

Por eso estamos todos los días imaginando políticas proactivas, contracíclicas como es el Plan Procrear que va finalmente a hacer su primer sorteo este 20 de julio, préstamos para jubilados, seguir incrementando el que haya negociaciones colectivas de trabajo, que haya más inversión y por eso hemos reformado la Carta Orgánica del Banco Central, para que los bancos que tanto dinero han ganado en estos años los destinen también a la inversión para las grandes empresas y para las pequeñas y medianas empresas. (APLAUSOS)

Así como nosotros, el Estado, sostiene la demanda agregada a través del salario de los trabajadores a través de políticas activas, necesitamos que nuestros empresarios inviertan para poder seguir con la rueda del crecimiento, para poder seguir agregando valor cada vez más valor a nuestros productos, porque cada valor que se agrega, son miles de puestos de trabajo que ingresan al circuito y son miles de argentinos que tienen la dignidad del trabajo registrado y bien remunerado, que ese es nuestro objetivo final.

Por eso digo que tal vez, pocos hayan sido los gobiernos en toda nuestra historia, que hayan podido desde un mismo proyecto, ver cómo ha cambiado el mundo y cómo ha cambiado el país. Porque siempre con la interrupción institucional durante décadas o tal vez los fracasos económicos que desembocaban finalmente en crisis institucionales, ni qué recordar el 2001.

En estos días, argentinos, el próximo 3 de agosto, la Argentina terminará de pagar el corralito de los dólares que se hizo en el año 2001. (APLAUSOS) Ese corralito que, como yo digo, ningún consultor económico de esos que hablan todos los días anunciándoles a ustedes las cosas horribles que va a hacer este Gobierno. Vienen anunciando desde el 2003 a la fecha, cosas espantosas, sobre todo, después de la última elección. Parece que el número de los votos los preocupó un poco y se dedicaron entonces a lanzar rumores de que íbamos a hacer tal cosa o tal otra. No solamente ellos mienten, hay unos cuantitos otros que aparecen en los medios de comunicación que también lo hacen. (APLAUSOS)   

Pero ya es hora de que cejen en esos intentos, porque ya nos hemos dado cuenta todos o casi todos los argentinos. ¿Cómo puede ser que no hayan podido prever, con tanta inteligencia y tanta información, lo que iban a hacer en el 2001 cuando los bancos cerraron las puertas y no le devolvían la plata a la gente por indicación del Gobierno? ¿A quién le contaron? ¿Algún argentino escuchó por radio, por televisión, escucharon o leyeron en algún diario, local o nacional, que el Gobierno iba a tomar esa medida? Contéstenme, ¿escuchó alguien?

- “No”, contesta el público presente.

¿Escuchó alguien?

- “No”, contesta el público presente.

Y sin embargo la tomaron y dejaron a la Argentina y a miles de argentinos colgados del pincel, argentinos a los que ahora nosotros este 3 de agosto les vamos a devolver en dólares lo que se quedaron de otros gobiernos.

Por eso es hora de que aquellos argentinos que todavía no se dieron cuenta, les pidan a estos que los engañaron que rindan cuenta de una buena vez por todas. (APLAUSOS)

También sabemos y él lo sabía también y yo lo sé también como lo sabemos todos los argentinos de la necesidad imperiosa de la unidad nacional. Si uno recorre estos 200 años de historia, si uno conmemora y recuerda lo que pasó en Tucumán cuando prácticamente San Martín tuvo que obligar a que declararan la independencia porque tenían dudas, sabemos que la unidad nacional es presupuesto básico para seguir creciendo, más allá de las diferencias. Unidad nacional no quiere decir que todos pensemos u opinemos los mismo; unidad nacional quiere decir ponerse de acuerdo sobre las banderas fundamentales para que nuestro pueblo siga logrando crecer y nuestra patria siga siendo eso, una patria. (APLAUSOS)

Unidad nacional a la que convoco a los 40 millones de argentinos, porque necesitamos también de otra unidad superior que es la unidad regional, la unidad de la América del Sur, de este MERCOSUR ampliado, de esta UNASUR. (APLAUSOS)

Miren las cosas que hemos podido resolver y por eso hoy nuestra región y en ella la Argentina, tienen un protagonismo inédito. Lo podemos ver y razonar a partir de nuestros recursos, de nuestras potencialidades, de nuestra producción.

Por eso, este 9 de Julio debe servir para que cada argentino, piense cómo piense, provenga de dónde provenga, sepa que no se puede dejar engañar nunca más. Ni tampoco ver en otro hermano que está en otro partido o que piensa diferente o que viene de un lado diferente, un enemigo, al contrario.

Si la mayoría de los argentinos, la absoluta e inmensa mayoría de los argentinos tiene las mismas necesidades. ¿O se creen que les va a ir mejor a algunos si les va mal a las grandes mayorías? Cuando le ha ido bien solamente a unos poquitos, siempre les ha ido bien, independientemente de cómo le vaya a las grandes mayorías.

Pero nuestros trabajadores, nuestra clase media, nuestros estudiantes, nuestros docentes, nuestros científicos, nuestros empresarios, comerciantes, saben que solamente podremos seguir creciendo en la medida que el país siga teniendo una política que proteja a nuestras empresas a nuestro trabajo, a nuestros trabajadores.

Saben también que hemos logrado reducir la deuda de esa Europa que, por ejemplo, hoy llega a límites de más del 100 por ciento de su PBI, apenas un 14 por ciento del PBI vinculado con tenedores privados o nacionales.

Perece un milagro, parece mentira cuando él vino acá por primera vez, ese 9 de julio, debíamos más del 130 por ciento de nuestro PBI; hoy vengo yo y estamos debiendo el 14,9 a tenedores nacionales privados o extranjeros. El resto es intra sector público. (APLAUSOS)

¡Cómo no sentirnos orgullosos, argentinos, de la tarea realizada! ¡Claro que falta mucho, siempre va a faltar! Porque siempre cuando uno sube un escalón quiere subir al siguiente, es algo que viene de la condición humana. Cuando conseguiste el trabajo, querés ver si te podés comprar la casita y después la moto o el auto, después mandar los pibes a la universidad, una universidad que sigue y seguirá siendo popular, nacional, gratuita, pública como lo fue siempre desde el primer grado, como nos ha marcado la historia. Nueve universidades se han creado durante la gestión iniciada en el 2003 y hasta la fecha.

La distribución federal también que permite el crecimiento armónico con una obra de infraestructura en caminos, en rutas, en viviendas, en hospitales como nunca se había visto y que federalizó la inversión de este Norte que ni siquiera estaba conectado eléctricamente, donde no había casi agua corriente ni cloacas y hoy estamos trabajando y dando industrias y electricidad para poder seguir creciendo al Norte y al Sur para quebrar ese maleficio que arrastramos durante 200 años de una zona centro super desarrollada a la cual emigraban miles y miles de tucumanos, santiagueños, salteños, jujeños, riojanos a buscar una nueva oportunidad. Ahora queremos que no se vaya ningún tucumano ni riojano ni salteño, queremos que se queden en su tierra porque hay trabajo, porque hay oportunidad de estudio, de vivienda. (APLAUSOS)

Por eso este 9 de Julio, nos tiene que llevar a la gran reflexión a los argentinos. Y para conmemora los documentos para los trans, el matrimonio igualitario, la igualdad. (APLAUSOS)

¿Saben una cosa? Cuando Néstor fue diputado, a él no le gustaba la tarea legislativa, lo aburría enormemente, era un hombre que no podía estar quieto y creo que fue a la Cámara cuando le tocó jurar como diputado, a un mensaje mío, porque tampoco fue a todos los mensajes, y la única ley que votó fue la del Matrimonio Igualitario. (APLAUSOS)

Una sociedad que ha recuperado, que ha devuelto a miles y miles de argentinos su verdadera identidad, que ha reparado, que ha dado más igualdad, que no le ha quitado igualdades a nadie; al contrario, ha ampliado igualdades a otros que no tenían los mismos derechos que teníamos tantos argentinos. (APLAUSOS)

¡Qué orgullo siento como argentina cuando veo que en naciones como la “France”, la Gran Francia de la cual vinieron las ideas revolucionarias de mayo, recién ahora se esté tratando el matrimonio igualitario! ¡Mi madre! ¡Quién nos ha visto y quién nos ve! Y me siento orgullosa de esta Argentina igualitaria, reparadora, solidaria y justa. (APLAUSOS)

Además, y para finalizar, les pido…Yo sé que esa frase que cantan en las consignas, que en los malos momentos los pibes van a estar, sé que es cierta porque tiene una verdad histórica. Tiene una verdad histórica que es el compromiso de los jóvenes históricamente, desde Bernardo Monteagudo, desde Mariano Moreno, desde Belgrano, pasando por todas las generaciones y por toda la historia de la Humanidad. Son los jóvenes los que empujan, son los jóvenes los baluartes y la vanguardia del cambio, porque está en el ADN de la juventud, aquí están los secundarios y los universitarios y también los que están en los barrios trabajando.

Yo quiero que ustedes, jóvenes universitarios y secundarios también, como lo hacíamos nosotros, vayan a los barrios junto a los más humildes porque allí se aprende lo que sufre el pueblo, las cosas que necesitan, ahí uno adquiere la sensibilidad que nunca más pierde. Porque es en la juventud, porque es en la edad en que aprendés a incorporarte a la vida, donde se te quedan fijados los conceptos y las ideas. (APLAUSOS)

No era casualidad que Eva tuviera apenas 20 y pico de años, aunque parezca por allí por su peinado y su rodete y ustedes la vean como una señora; tenía la edad de ustedes cuando asumió como primera dama de este país. ¡Cómo no iba a revolucionar este país! Mujer, joven. (APLAUSOS)

Por eso, yo les pido, para finalizar, que a esa Argentina le pongamos unidad, organización y solidaridad. Unidad, porque depende de nosotros, de los 40 millones de argentinos que tiremos para el mismo lado para seguir creciendo. Organización, porque se requiere de todos y cada uno de nosotros, sea en la universidad, en la escuela secundaria, en el barrio, en el sindicato, en el movimiento social, en la parroquia, se organicen para el gran objetivo que es la solidaridad, la igualdad y la equidad. Para eso los quiero a los argentinos unidos y organizados. No es una unidad para cualquier cosa, es una unidad para ayudar a los demás, es una unidad para darle al que todavía le falta el trabajo, es solidaridad y es justicia por la que venimos luchando desde hace más de 200 años.

Gracias, Tucumán; gracias, Argentina y feliz Día de la Patria. (APLAUSOS)      

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