El Congreso fue organizado por la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA), bajo el lema “Desafíos de la Industrialización para el Desarrollo Argentino”.
La presidenta Cristina Fernández sostuvo que el sector fue particularmente castigado en el proceso de desindustrialización”, al tiempo que afirmó que “las políticas implementadas desde 2003 fueron al servicio de la industria, al servicio del desarrollo del país”. “Cuando hablamos de industria hablamos de generación de valor agregado, de puestos de trabajo más calificados, de aumento del PBI, de aumento de las exportaciones”, remarcó
La jefa de Estado destacó que “el sector ha crecido más del 100% en generación de empleo, representa el 21% de todo el sector industrial”. “Estamos ante el desafío de comenzar una etapa de mayor expansión aún, para enfrentar una balanza que todavía nos es desfavorable, a fin de emprender un proceso de sustitución de importaciones y de implementación de ciencia y tecnología”, aseguró.
Indicó que “un sector crece cuando cambia la matriz de producción”. Estimó que la importancia de la industria metalúrgica se ve “en todo el sector automotriz, la construcción: uno recorre cada uno de los sectores y en todos está la metalurgia”.
Cristina Fernández aseguró que lo que la “desvela es como seguimos y como intensificamos este crecimiento”. “Tenemos un déficit de 8500 millones de dólares en el sector, por lo que tenemos que incentivar la sustitución de importaciones. Y tenemos que ir a las cadenas de valor”, afirmó.
Manifestó su vocación de “seguir articulando el sector público y el privado. Y seguir desarrollando lo que estamos haciendo: satélites, cohetes, tractores, cosechadoras. Que Argentina tenga que importar tractores y cosechadoras me parece una aberración”. “También en materia de tv digital, donde estamos trabajando en la colocación de antenas”, apuntó. Y concluyó: “Todo en lo que podamos seguir agregando valor, y desarrollando los sectores en que somos más competitivos”.
La presidenta sostuvo que la articulación entre Estado y sector privado permitió superar la crisis de 2008 y 2009 y mantener los puestos de trabajo. “Una vez que se mandó el telegrama de despido, es mucho más difícil lograr el alta. Por eso nos pusimos con tanto ahínco en la crisis de 2009 a sostener el empleo en el sector”, subrayó.
Opinó que “estamos ante el derrumbe de los paradigmas que nos vendieron”. En ese marco, dijo que se debe “blindar la región y reforzar la integración entre los países de la misma, pero para que sea una asociación cooperativa y no por cooptación2.
“Yo les quiero decir a todos los productores y trabajadores: que esta Presidenta va a tomar todas las medidas que tenga que tomar para preservar lo que hemos logrado en estos ocho años y que nos permita seguir haciendo esta acumulación que estamos haciendo”, sostuvo frente a un auditorio colmado en el Salón Dorado de Parque Norte.
Destacó la decisión del Estado a favor de “la reapertura de nuestras escuelas técnicas; que ha decidido que cada alumno de escuelas públicas tenga su netbook; que ha aumentado sus becas y las ha reorientado hacia carreras duras; que ha aumentado un 1300% su inversión en infraestructura; el aumento del presupuesto para ciencia y tecnología ha sido del 650%”. “Hemos aumentado el presupuesto de nuestras universidades. Siempre ha habido un prejuicio de ligar nuestras universidades con el sector económico”, consideró.
La jefa de Estado dijo aspirar “a que todos los hombres y mujeres que tengan aspiraciones legítimas a conducir el país, tomen estas políticas que hemos llevado en ocho años como políticas de estado”. “Este compromiso no es el de un gobierno o de un partido. Debe ser el compromiso del Estado para con todos sus gobernados”, sostuvo.
En ese sentido, apuntó “la confirmación de un gobierno que debe sostener la demanda agregada, para que ustedes como empresarios puedan sostener la oferta”. Y recalcó “la necesidad de que aumentemos la sustitución de importaciones en sectores como el metalmecánico, para que todas las maquinarias agrícolas sean de producción nacional, porque es una cuestión estratégica”.
Cristina Fernández sostuvo que “de 80 parques industriales que había en Argentina en 2003, hoy hay 280 parques industriales. Más de 5 millones de puestos de trabajo se crearon”. “Como me gustaría que fabricáramos nosotros las máquinas que van a hacer pastas, fideos, bebidas”, exhortó.
Respecto a la reunión que mantuvo hoy con el titular del Banco de Industria y Comercio Chino, la Presidenta comentó que “queremos inversión para la economía real, a la generación de producción, que sirva al crecimiento del empleo de los argentinos”. Consideró que la Argentina puede ser, gracias a sus yacimientos de litio y la capacidad de sus científicos, “plataforma global para la fabricación de baterías de litio, que van a ser las baterías de los autos eléctricos”. “Si nosotros podemos industrializar en origen, vamos a impactar en el marco geográfico de un país, para mejorar la distribución de la riqueza, y para ser más eficientes”, recalcó.
Afirmó que “una de las cosas que debemos impulsar es ruralidad industrial: que podamos generar industrias en cada uno de los lugares donde hay producción primaria, para que la gente no se tenga que ir del lugar, y para aumentar el valor agregado”. “Esto va a demandar que en las pequeñas ciudades tengan no la gran máquina, pero que tengan la máquina a escala para fabricar los alimentos que consumen allí en la región”, sostuvo.
La jefa de Estado estimó que estas cuestiones “hay que discutirlas entre el Estado y el sector privado: ensayar, equivocarse, volver para atrás, porque no hay ningún manual, no hay ninguna teoría perfecta”. “Los académicos deberían juntarse a sistematizar en teoría toda esta práctica que hemos hecho en ocho años”, consideró. Y estimó que un trabajo intelectual en ese sentido, “ayudaría a descolonizar cabezas. No hablo por una cuestión de imperialismo. La colonización es cuando alguien de afuera nos impone una teoría: que la silla importada es mejor que la silla que se hace acá. Eso era colonización, y se hizo desde adentro, no desde afuera”.
“Hemos recuperado algo que era imprescindible para que un país se pueda desarrollar y pueda crecer: la autoestima nacional. La convicción de que tenemos las capacidades, las cualidades para poder desarrollar un modelo de crecimiento, que no solamente pueda desarrollar mercado interno, sino también exportaciones. Y lo hemos hecho”, enfatizó la Presidenta.
Afirmó que “se mide la integración al mundo de un país, en su comercio exterior, en la suma de sus importaciones y sus exportaciones”. “Hemos logrado un nivel de exportaciones como hace décadas que no se lograba. Según la CEPAL, somos el único país de Latinoamérica que no ha reprimarizado sus exportaciones”, apuntó. “Yo creo que este es el camino, el diálogo. ADIMRA es una de las cámaras que mayor diálogo tiene con todo el gobierno”, sostuvo.
Cristina Fernández consideró “muy importante el contacto permanente de aquellos que tenemos que gobernar por voluntad popular, y de aquellos que tienen la vocación de generar riqueza. Ser empresario también implica una fuerte responsabilidad social”. “Este fue el modelo de desarrollo de los grandes países desarrollados, hasta que llegó el tema de la especulación, y alguien creyó que el dinero, sin pasar por la producción de bienes, podía reproducirse solo”, afirmó.
Por último, opinó que que “la Argentina está en óptimas condiciones de convertirse en una protagonista de fuste a nivel regional, y junto con los países de la región, en una protagonista a nivel global”. Y concluyó reafirmando las “políticas a favor de la reindustrialización de nuestro país”.
Por su parte, el titular de ADIMRA, Juan Carlos Lascurain, indicó que el sector ha “más que duplicado nuestra producción y triplicamos las exportaciones”. “Nuestro sector creó más de 150 mil puestos de trabajo en forma directa”, afirmó. Y señaló que “la industria metalúrgica aportó un tercio del crecimiento industrial”. Aseguró que este desarrollo “no hubiese sido posible sin el cambio de conceptos respecto de políticas que se implementaron en el pasado”.
“Las políticas aplicadas a partir de 2003 han tenido como saldo el fuerte crecimiento y el salario como dinamizador, a partir de una apuesta al mercado interno”, enfatizó. “Estamos frente a desafíos centrales: la crisis mundial implica un cambio crucial en el desarrollo de la industria metalúrgica”, apuntó y opinó que “ponen en el centro la importancia de mantener la competitividad de nuestra economía”.
Además de Lascurain, acompañaron a la Presidenta de la Nación, el secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica, Antonio Caló, los ministros de Industria, Débora Giorgi, y de Trabajo, Carlos Tomada, y el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli.