Cristina Fernández recordó que hace un año tomaba la decisión de utilizar reservas para pagar deuda y remarcó que con medidas como esas "pudimos seguir sosteniendo el país y tener un crecimiento del 9 por ciento y haber descendido nuevamente la desocupación."
"Hace un año esta Presidenta tomaba la medida que permitió que, utilizando nuestras reservas del Banco Central, pagáramos la deuda. ¡Qué pelea fue aquella, el verano de las reservas, criticándonos los que se pueden hacer oír, decían que íbamos a fundir el país, que nos íbamos a quedar sin reservas!", recordó la mandataria.
En ese sentido, Cristina Fernández ponderó el modelo económico vigente y consideró que "a algunos les molesta cuando a los argentinos nos va bien; será que les molesta porque a ellos les iba bien y a los argentinos muy mal".
Además, afirmó "yo quiero darles las garantías de que voy a seguir junto a mi pueblo, junto a nuestra sociedad, gobernando, tomando todos los días cada una de las medidas que hagan falta y que nos permitieron tener el país que hoy tenemos".
Durante su discurso, afirmó que "el orden que merece un país es el del progreso, de la movilidad social, el orden de los derechos" y convocó a los argentinos "a que todos tengamos respeto por el otro con nuestras diferencias".
"Quiero que sigamos unidos con mucha fe en Dios y nosotros mismos, Dios nos hizo a su imagen y semejanza y nos va a seguir protegiendo", enfatizó la Presidenta. Y subrayó que es "inocultable que la gente puede comprar más cosas para sus hijos y la comida para las fiestas".
"El otro día miraba los diarios y pasaba páginas y páginas de anuncios de ventas, de grandes supermercados" dijo la Presidenta para señalar que "las páginas se caían de anuncios y eso es crecimiento".
En ese marco, señaló que "a los argentinos nos está yendo bien" y lamentó que "a algunos les molesta". Agregó que "Pese a algunos intentos y provocaciones tenemos que estar, sobre todo para quienes tienen la responsabilidad institucional de gobernar con serenidad y responsabilidad, porque la vida y la suerte de más de 40 millones de argentinos depende de nosotros y no es quitándole la vida al otro como vamos a mejorar la vida de los argentinos", afirmó la mandataria.
La jefa de Estado sostuvo que Néstor Kirchner le da la "fuerza para seguir adelante" pese a las "piedras en el camino que prolija y puntillosamente me pusieron desde el primer día que me tocó gobernar el país".
También, se refirió a los episodios de violencia en la ocupación de Villa Soldati y sostuvo que la situación "no se desmadró, sino que se apadrinó". Al respecto, afirmó "Los gobernantes no deben echarle la culpa a los demás" y agregó, refiriéndose a Kirchner: "díganme si lo han escuchado quejarse alguna vez...quejarse o desfallecer cuando cansado después de trabajar todo el día seguía incansable militando, porque ésa era su vida y por eso murió, porque no descansaba un instante".
La mandataria concluyó "yo tampoco voy a descansar porque estoy hecha a su medida. El compromiso de él -por Néstor Kirchner- es lo que me lleva a afrontar con mayor fortaleza cada una de las provocaciones y operaciones de los que ya sabemos quiénes son".
La presidenta encabezó el acto en la sede del Mercado Concentrador, en la ruta 24 y Carrasco, junto a gobernador bonaerense, Daniel Scioli; el ministro del Interior, Florencio Randazzo, el intendente Mario Ishii y otras autoridades.