Palabras de la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández, al recibir la medalla Ceres

PALABRAS DE AGRADECIMIENTO DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ, AL RECIBIR LA MEDALLA CERES EN RECONOCIMIENTO A SU LUCHA CONTRA EL HAMBRE, POR PARTE DEL DIRECTOR GENERAL DE LA FAO, JACQUES DIOUF, EN LA XX CUMBRE IBEROAMERICANA.

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Señor Director General de la FAO: permítame agradecerle a usted, en nombre de todo el pueblo argentino, esta enorme distinción que no la tomo como propia, sino que la recibo en nombre de mi patria, en nombre de la Nación Argentina.

Quiero decirles que desde muy pequeña fui muy afecta a toda la mitología griega y romana, así que recibir este premio tiene para mí un doble significado: retornar a mi infancia cuando mis primeras lecturas fueron sobre mitos y leyendas griegas y romanas y mitología. Ceres era la diosa de la Prosperidad, era la diosa de la Agricultura, la diosa que producía todos los bienes y realmente creo que el rol que cumple, cumplió y va a seguir cumpliendo la FAO en una instancia global muy preocupante en materia de seguridad alimentaria, llena de orgullo a mi país haber recibido esta distinción.

Es cierto, creemos que en la próxima cosecha vamos a superar más de 100 millones de toneladas con un gran saldo exportador, pero yo quiero aprovechar este momento también para convocar para que, precisamente, el mercado de los commodities, como lo hice también en Roma con motivo de la Conferencia de Seguridad Alimentaria Global, deje de constituirse también en un mercado de especulación en donde realmente el precio de los alimentos vuele y sea objeto de especulación.

Esto no afecta la rentabilidad de los productores; está visto que los que normalmente se quedan con la porción más grande de esa rentabilidad, no son precisamente los hombres y mujeres que cultivan y producen, sino precisamente grandes firmas concentradoras a nivel global y también mercados que especulan sobre estas cuestiones.

Es necesario también reafirmar, no solamente el aporte en producción que estamos en haciendo. La Argentina es en materia de biotecnología, un instrumento que va a ser muy poderoso para poder mitigar el problema de seguridad alimentaria, porque todos sabemos que la producción neta y natural tampoco va a alcanzar para cubrir todas las necesidades por lo cual la biotecnología adquiere también una importancia vital en el desarrollo de la seguridad alimentaria.

Quiero decirles que mi país, la República Argentina es en materia de empresas de biotecnología la primera en Latinoamérica y tenemos 2,4 empresas de biotecnología por cada millón de habitantes y el promedio en nuestra región es de una empresa por cada millón de habitantes. Hemos hecho de la biotecnología un instrumento muy importante para mejorar la producción, para aumentarla, multiplicarla y vamos a seguir en ese camino porque creemos que es un aporte, una contribución objetiva, concreta, verificable, cuantificable precisamente a un tema que nos va a ocupar y ya nos ocupa que es el de la seguridad alimentaria.

Yo digo que el siglo XXI va a tener una terrible paradoja: por un lado un desarrollo tecnológico inimaginable y sin precedentes.

En esta misma Cumbre, por primera vez, ya no firmamos los documentos como los firmábamos antes pasándonos el papel y con nuestras lapiceras, sino que lo firmamos a través de una computadora. Todos pudimos ingresar por modernos controles de seguridad en donde simplemente con nuestra foto nos identificaban.

Por un lado, ese desarrollo casi impensable en materia tecnológica, como hablábamos hace un rato con Enrique Iglesias y, por el otro, la paradoja de que aún siga muriendo gente de hambre en el planeta.

Estos son dos vectores que necesariamente deben cruzarse en algún momento para impedir lo que constituye un verdadero genocidio alimentario y, fundamentalmente, abordar el problema de los derechos humanos de segunda generación que es que cada habitante tenga el derecho mínimo y básico de acceso a la alimentación.

Hoy aquí estuvimos hablando de educación y muchas veces nuestros chicos no pueden concurrir -y cuando hablo de esto me hago cargo de mi condición de ciudadana global, no de condición humana- a la escuela porque no tienen alimentos. O, tal vez, como en algún momento en nuestro país, los chicos iban a la escuela no para aprender, sino para comer, haber convertido muchas veces durante épocas de crisis a las escuelas en comedores y no a las escuelas en un lugar donde se enseña.

Por eso, creo que el desafío es muy grande y todo esto también con un marco de crisis global, bastante impredecible, bastante cambiante y como que por momentos va in crescendo, lo cual obliga a todos a un gran desafío en cuanto a aportar ideas pero, fundamentalmente, aportar políticas concretas. Y en esto, quiero reafirmar, una vez más, el rol insustituible e indelegable del Estado.

Los mercados no dan de comer a los que no tienen posibilidades de acceder a un plato de comida. Al contrario, muchas veces los mercados quitan las posibilidades de que alguien tenga un plato de comida y es siempre el Estado el que está en ese lugar para brindar esa ayuda, esa asistencia.

Por eso creo que debemos también, y este va a ser un gran desafío para la próxima Cumbre Iberoamericana, que cuando hablamos de reestructuración o reformas del Estado y desarrollo, tenemos que estar vinculándolo con estas cosas concretas, no puede ser que se sigan discutiendo reformas del Estado que poco tienen que ver con los problemas concretos que tienen las sociedades. Los Estados deben reformarse en base a las necesidades que tienen las sociedades y el desarrollo social de todos y cada uno de los que la integran.

Por eso, quiero agradecer esta distinción, señor Director General de la FAO, de la diosa Ceres, esa diosa de la abundancia, de la prosperidad, de la agricultura que se enojó cuando le secuestraron a su hija Proserpina y por eso dicen que durante seis meses quitaba...Las estaciones vienen de allí, de esa leyenda donde la hija de Ceres es secuestrada y llevada por Plutón o Hades, ven que sabía, no era cuento. Proserpina es secuestrada por Plutón, dios de los romanos, Hades, dios de los griegos y por eso Ceres llora durante seis meses al año y no hay posibilidades de cultivar la tierra o de tener frutos por eso. Esta es una leyenda muy linda. Como ven sabía de eso.

Así que, me honra mucho el haber recibido esta medalla de la diosa Ceres.

Muchas gracias. (APLAUSOS)