Muchas gracias, muy buenas tardes a todos y a todas; señores Gobernadores; señor vicegobernador; señores representantes de las provincias; señores empresarios; señor secretario general de la CGT; señores dirigentes sindicales de las distintas regiones petroleras de nuestro país; trabajadores que también los diviso por allí; intendentes: bueno la verdad que no solamente es importante el texto de lo que se ha firmado, sino la representación política, sindical e institucional que lo ha hecho. Creo que no falta nadie, con lo cual si llegan a cortar algo o se arma lío los mato a todos porque en realidad, claro van todos presos les digo. (APLAUSOS). Si después de semejante ejercicio de firma, de compromiso pasa algo es que algo está fallando y tendremos que corregirlo severamente.
No, realmente - un poco en serio y un poco en broma - quiero decirles que como Presidenta de todos los argentinos me encuentro muy bien de que se haya celebrado un acuerdo, que implica, por sobre todas las cosas: responsabilidad, madurez y seriedad en el trato que tienen que tener las relaciones laborales, económicas y políticas en nuestro país. Reitero los términos: seriedad, responsabilidad y apego a las normas legales, la única manera en que una sociedad y un país puede crecer en paz y para todos sus habitantes.
Por eso, creo que es muy importante, sobre todo en un mundo cada vez más conflictivo, en un mundo atravesado por diferentes intereses que están provocando, no hace falta que yo venga a contarles lo que está pasando en el mundo empresarial y fundamentalmente, y aquí quiero dirigirme a mis compañeros trabajadores, especialmente en el universo del trabajo en el mundo.
Hace dos días recibí al titular de G.M. (General Motors), aquí en la Argentina, que me explicaba lo que había sido la crisis en Detroit, en Estados Unidos, donde General Motors despidió al 53 por ciento de su planta; una ciudad que como ustedes saben vive en función de las automotrices.
Por eso yo creo que hay un gran ejercicio de responsabilidad en este compromiso que hemos asumido, que también obviamente debe ser asumido por los señores empresarios. Pero yo creo que es hora, porque hemos tenido un salto cualitativo muy importante, de aquella Argentina, del año 2001; 2002; o 2003, que generaba situaciones de conflictividad lógicas, yo creo que hemos dado un salto cualitativo en cómo están los trabajadores, en cómo están las empresas, en cómo está el país y tenemos que seguir ayudando a profundizar ese clima.
Y creo que más allá del respeto irrestricto que este Gobierno siempre ha tenido con todas las expresiones de conflicto social, laboral o político creo que es hora también de un ejercicio de responsabilidad por parte todos, en lo que hace al manejo de los conflictos, que los va a haber, pero creo que tenemos marcos regulatorios, creo que hay un ministerio de Trabajo, creo que además hay un gobierno que se ha caracterizado por defender también y representar los intereses de los trabajadores. Por eso creo que algo de crédito tenemos que tener; algo de crédito reclamamos frente a todos a la hora de las diferencias y los conflictos que siempre los hay. (APLAUSOS). Es imposible vivir en una sociedad donde no haya conflictos o diferencias; el único lugar donde ya no hay conflictos y donde ya no hay discusiones es en el cementerio, es en el único lugar, en todos los demás hay conflicto. Y entonces no pasa ni por negarlos, pero tampoco potenciarlos a través de actitudes y conductas que tomen de rehenes al conjunto de la sociedad; porque somos más de 40 millones de argentinos y los 40 millones de argentinos tenemos los mismos derechos; es más hay algunos millones de argentinos a los que todavía no le hemos podido dar los derechos que los que hoy están aquí tienen, que son trabajo formal, registrado y bien remunerado. (APLAUSOS).
Entonces esto no significa que uno no tenga derecho a reclamar, pero también exige un ejercicio de responsabilidad por parte de todos y también por los señores empresarios cuando tienen buenas rentabilidades. Porque creo que este es el conflicto, no solamente acá. Esto lo plantee casualmente en mis intervenciones en el G-20, donde manifesté que lo que, en primera instancia, se había visualizado exclusivamente como un conflicto estrictamente financiero, o sea en el mundo de las finanzas, en realidad creo que el mundo de las finanzas fue la punta del iceberg de la crisis que todavía tiene el mundo. creo que el principal problema - y lo manifesté así en la mesa que me tocó presidir de Finanzas - fue el cambio de localizar al capital en escala financiera y especulativa y no en escala de producción y trabajo. Y esto fue lo que finalmente terminó también ensanchando la brecha de desigualdad, que es una de las causas que provocan problemas y conflictividad en los países en desarrollo. Porque el nivel de endeudamiento de sus sociedades está directamente vinculado con la transferencia de ingresos que esos sectores han hecho a la especulación financiera o a excesivas rentabilidades, que no tenían su correlato con la producción de bienes y servicios, entre otras cosas. No es solamente eso, también inbalances mundiales, es más profundo el tema, pero convengamos que no es solamente lo que parecía ser: bancos que tenían problemas.
Es la lógica económica que imperó en el mundo la que planteó esta severa dificultad que vivimos, y que afortunadamente en nuestro país por el modelo macroeconómico que hemos sostenido, hemos podido sortear el peor año de la crisis, el año pasado, con mucha solvencia. Y esto lo decía precisamente en la reunión que mantenía conmigo, el otro día, el titular de G.M. cuando nos decía: "crisis fue lo que nos tocó vivir a nosotros en Detroit"; lo que pasó, aquí en la Argentina, fue comparado con el resto del mundo como una verdadera maravilla y es increíble que por allí no se den cuenta.
Bueno, estábamos hablando con un hombre que devolvía un préstamo al Estado, que le había sido acordado para cuatro años, lo devolvía anticipadamente en dos y además de pagar los intereses pagaba la penalidad por devolver anticipadamente el crédito y que generó 1.050 puestos de trabajos más en el sector automotriz; menor diferencia en la balanza comercial por importación de autopartes, entre otras cosas, y una activación muy importante en todas las empresas autopartistas que están vinculadas al sector de las terminales.
Por eso yo siempre reclamo - a los empresarios también - de que antes que buenos sean inteligentes, que me interesan más empresarios inteligentes que buenos. Porque creo que el término de malo o bueno es un término demasiado simple, creo que tenemos que tener todos una gran inteligencia para poder profundizar estas líneas y para poder profundizar este modelo. Esto que estamos haciendo hoy con este nivel de representatividad de gobernadores, de intendentes, de dirigentes sindicales, de empresarios creo que puede replicarse también en las grandes ramas.
Este sector es vital - como todos sabemos - en la economía argentina: la energía; vital también porque es un país que produce, porque antes algunos decían: "ahora exportamos menos que en los años 90". Bueno pero lo ideal es que la energía se consuma en el país, porque si uno exporta toda la energía quiere decir que no está produciendo ni generando puestos de trabajo, en la República Argentina.
Así que yo creo que es muy importante esto y creo que el señor ministro de Planificación Federal; el señor ministro de Trabajo; los señores empresarios; dirigentes sindicales; gobernadores han hecho un esfuerzo. Ahora el desafío es que esto se cumpla, reitero que esto se cumpla. Y yo creo que lo vamos a hacer porque hemos sorteado momentos más difíciles y creo que vamos a poder llevar las cosas adelante como lo estamos haciendo.
Quiero felicitarlos a todos por el esfuerzo que ponen, por el compromiso y por la responsabilidad y decirles que - por parte de esta Presidenta - van a tener siempre la inquebrantable voluntad de trabajar todo el día para solucionar problemas. Mi misión no es crear problemas, sino solucionarlos; solamente le pido a todos ustedes que cuando haya algún problema pongan toda su voluntad, responsabilidad y seriedad para solucionarlo y no para complicarlo más, porque si no le estamos complicando la vida a más de 40 millones de argentinos.
Muchas gracias a todos y a todas y muy buenas tardes. (APLAUSOS).