En ese marco, consideró que es necesario mantener esa responsabilidad tanto por parte de trabajadores, a la hora de afrontar los niveles de conflictibilidad, y por parte del empresariado, a la hora de decidir la distribución de la renta. "Por eso reclamo a los empresarios, que antes que buenos, sean inteligentes", aseveró.
Para la Presidenta, "la desigualdad es una de las causas de la conflictividad en los países en desarrollo", y agregó: "la excesiva rentabilidad no tuvo correlato con la producción de bienes y servicios".
"La lógica económica que imperó en el mundo causó la severa dificultad internacional. Nuestro modelo permitió sortear esa crisis. Lo que pasó en la Argentina, comparado con lo del resto del mundo, fue una verdadera maravilla. Por eso, reclamo a los empresarios que, antes que buenos, sean inteligentes. Malo o bueno es un término simple. Hay que tener inteligencia para profundizar el modelo", afirmó la presidenta.
Finalmente, aseguró que "van a tener en esta Presidenta la inquebrantable voluntad de trabajar para solucionar problemas".
El acuerdo
El acuerdo, en líneas generales, contempla la necesidad de mantener conversaciones frecuentes por parte de las autoridades nacionales y provinciales con los distintos sectores de la actividad con el objetivo de que las relaciones laborales se desarrollen en el marco de la ley y en un clima adecuado de entendimiento y diálogo.
Para tal fin se conformará una "Mesa de Diálogo Nacional", a través de la cual se buscará encontrar fórmulas comunes que tengan por objetivo resolver de manera pacífica las controversias que surjan entre los firmantes del acuerdo.
El acuerdo ratifica además, el interés común del mantenimiento de adecuados niveles de producción de hidrocarburos y sus derivados y el mantenimiento y la recuperación de las reservas.
Por el Gobierno nacional el acuerdo fue firmado por el ministro de Planificación, Julio De Vido; y su par de Trabajo, Carlos Tomada; mientras que por las provincias hicieron lo propio los gobernadores Mario Das Neves (Chubut), Gildo Insfran (Formosa), Luis Alberto Campo (vicegobernador de La Pampa), Jorge Sapag (Neuquén), Miguel Ángel Saiz (Río Negro), Juan Manuel Urtubey (Salta) y Daniel Peralta (Santa Cruz).
Por el sector empresario estamparon su firma el vicepresidente Ejecutivo de YPF, Sebastián Eskenazi; el presidente de Pan American Energy, Carlos Bulgheroni; el director General Ejecutivo de Petrobrás Argentina, Carlos Alberto Da Costa; el CEO de Tecpetrol, Carlos Ormachea; el director general de Total Austral, Javier Rielo; el director general de Wintershall, Gustavo Albrech; el director ejecutivo de Americas Petrogas Argentina, Güimar Vaca Coca; el vicepresidente de Apache Energía, John Graham; el gerente general de Chevron Argentina, Ian Patridge; y el presidente de Medanito, Emilio Carosio, entre otros representantes del sector privado.
En representación de los sindicatos rubricaron el compromiso, el secretario general de la Federación Argentina Sindical de Petróleo, Gas y Biocombustibles, Alberto Roberti; el secretario general del Sindicato de Personal Jerárquico y Profesional de Petróleo y Gas Privado de Neuquén, Río Negro y La Pampa, Manuel Arévalo; el representante del Sindicato Petrolero y Gas Privado de Santa Cruz, Héctor Segovia; el secretario adjunto del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Tierra del Fuego, Gerardo Ovejero; y el secretario general del Sindicato de Petróleo y Gas Privados de Río Negro, Neuquén y La Pampa, Guillermo Pereyra, entre otros.