156° Aniversario de Chivilcoy

PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ, EN EL ACTO DE CONMEMORACIÓN DEL 156º ANIVERSARIO DE LA FUNDACIÓN DE LA CIUDAD DE CHIVILCOY, PROVINCIA DE BUENOS AIRES

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Gracias, gracias en serio Chivilcoy, desde el fondo del corazón. Muy buenos días a todos y a todas.

Señor Gobernador; señor Intendente; amigos y amigas: la verdad que desde la última vez que nos vimos aquí han pasado muchas cosas en el país y en el mundo, lo recuerdo como si fuera hoy en ese hermoso acto que realizamos dentro de una fábrica. Hoy también vinimos a inaugurar, junto a una vieja empresa, un viejo molino de aquí, de Chivilcoy, valor agregado, una fábrica de fideos que debe enorgullecer a todos los chivilcoyanos y chivilcoyanas. (Aplausos)

Les decía que han pasado muchas cosas, pero afortunadamente no han sido las que algunos profetizaban cuando decían que se iba a acabar la Argentina. Al contrario, mírennos como estamos en este Bicentenario, en estos 200 años y en estos 156 años de Chivilcoy, estamos creciendo y estamos además llevando justicia y equidad como nunca se había hecho en décadas en la República Argentina. (Aplausos)

Se acordaba el Intendente del conflicto, y Florencio me contaba que todos en aquella oportunidad se habían quedado con mucha angustia. Pero no tenemos que recordar las cosas feas ni tampoco ser rencorosos, al contrario, tenemos que reencontrarnos en esta Argentina que crece como nunca lo ha hecho en sus 200 años. Tenemos la inmensa suerte de haber acertado. ¡Qué suerte que se equivocaron los que creían que la Argentina se derrumbaba y no servía! ¡Qué suerte que acertamos los que confiamos en nuestro propio esfuerzo, en nuestras ideas, en nuestro proyecto de país, en este modelo de valor agregado generador de empleo! Un modelo que ha llegado a lo más profundo, a millones de hombres y mujeres que no habían podido acceder al beneficio de la jubilación y que hoy, luego de haber recuperado la administración de los recursos de los trabajadores, podemos llegar a que prácticamente al 90 por ciento de los argentinos en edad de tener cobertura provisional están cubiertos. Y esto no ha sido magia sino la decisión política de recuperar para el pueblo lo que era del pueblo. (Aplausos)

Lo hicimos con convicción y también con cierto grado de soledad de aquellos que profetizaban el caos por lo que habíamos hecho, de la misma manera que el año pasado cuando el mundo se derrumbaba, ese mundo que cuando yo vine aquí muchos lo mostraban como ejemplo y nos ponían a nosotros como los chicos malos, ese mundo se derrumbó estrepitosamente, porque era un gigante con pies de barro basado únicamente en la renta financiera, en la especulación y no en la producción, en el trabajo, en el valor agregado.

Teníamos razón nosotros que era necesario además desarrollar un fuerte mercado interno con trabajo, con poder adquisitivo para nuestros trabajadores, para que de esa manera no estuviéramos tan sujetos a lo que sucedía afuera.

Menos mal que no hice caso a los que me decían que tenía que enfriar la economía, si no hubiéramos estado todos congelados como la edad de hielo. Menos mal que nos les hice caso y utilicé las reservas del Banco Central para no seguir endeudando a la República Argentina y que siguieran utilizando nuestros dineros pagándonos el 0,5 por ciento y prestándonos al 14 por ciento. Se acabaron los estúpidos y esta Presidenta no quiere que ningún argentino más sea tomado de estúpido.

Por eso pongo todo mi esfuerzo todos los días trabajando, quitándole horas al sueño, no importa, vale la pena, porque estamos transformando la historia.

Cuando veo a estos chicos recibir sus computadoras para poder mejorar la calidad educativa en la República Argentina, cuando veo que nuestros chicos van a las escuelas nuevamente a estudiar, no a comer, (Aplausos) cuando por la Asignación Universal por hijo los chicos pueden volver a comer en su casa y sus madres comprarles un guardapolvo o un par de zapatillas, veo que esa es la dirección correcta.

Cuando veo todo lo que estamos haciendo en materia educativa, en el mes de noviembre vamos a inaugurar la Escuela Nº 1.000, en estos 7 años 1.000 escuelas para todos los argentinos.(Aplausos)

El otro día recibí a la totalidad de los rectores de las universidades públicas nacionales, que no venían a pedir ni a reclamar sino que por primera vez se reunían con un presidente de la República, todos sin ningún tipo de distinción, para entregar un documento en lo que ellos consideran debe ser la agenda de la universidad vinculada a la sociedad, a la economía. Estamos transformando una manera de ver y pensar el país que nos había llevado al fracaso. (Aplausos)

Me siento muy orgullosa de haber llegado al 6,47 por ciento de nuestro Producto Bruto para educación, todo para la educación. Unas cifras: en el año 2002 la Argentina destinaba un 2 por ciento de su Producto Bruto a la educación, de un Producto Bruto que era menos de la mitad del actual y destinaba el 5 por ciento a pagar la deuda externa sometida al Fondo Monetario Internacional. Hoy solamente el 2 por ciento para hacer frente a nuestras obligaciones externas y 6.47 para la educación. (Aplausos) En el año más difícil de la economía mundial hemos reestructurado toda nuestra deuda, aquella que defaultearon en el año 2001, de la cual nosotros nos hicimos cargo como corresponde, pagando en nombre de la Argentina pero logrando también la quita más importante que se recuerde en la historia.

Nunca nadie había renegociado una deuda en la República Argentina, ni creo que en ninguna otra parte del mundo, con esta importante reducción. (Aplausos) Y no es que seamos aprovechados, simplemente los que vinieron a jugar a la timba financiera en la Argentina se tenían que hacer cargo de una parte de esa responsabilidad junto con nosotros. (Aplausos)

Ayer también hubo un momento que yo defino como mágico, cuando lanzamos el año pasado el Plan Argentina Trabaja, que eran las cooperativas para poder paliar algunos puestos de trabajo que se caían por la crisis mundial, y con un mercado que no generaba puestos de trabajo, ayer lanzamos el Plan Argentina Trabaja, Enseña y Aprende, vamos a dar primaria y secundaria a todos los cooperativistas que no pudieron tener ese derecho esencial que marca nuestra Constitución. (Aplausos)

Créanme, cuando escuchaba a un albañil decir que él había llegado únicamente a segundo grado y apenas podía leer, pero que entendía todos los planos, podía construir y trabajar y había logrado a través de esto, por primera vez en su vida, un trabajo digno y bien remunerado, y que ahora quería terminar la primaria, porque ya tenía un hijo en la secundaria y otro en la primaria y a lo mejor se animaba por más, sentí que estábamos dando un salto cualitativo en lo que ha sido la política social en la República Argentina siempre sujeta a la dádiva y al clientelismo. Pero créanme que el aporte más importante que se puede hacer en un modelo político y económico para terminar con viejas prácticas es generar puestos de trabajo genuinos, donde la gente solamente dependa de su esfuerzo y de su capacidad. Más de 5 millones de puestos de trabajo ha generado este gobierno desde el año 2003. Multiplicidad de fábricas, de pequeñas y medianas empresas, con políticas activas crediticias del Banco Nación, con distintos instrumentos de Industria, de Comercio y ahora también del Ministerio de Agricultura y Ganadería.

Estamos orgullosos también del nivel que ha alcanzado nuestra producción agrícola, que este año va a llegar a 96 millones de toneladas y el próximo vamos a batir record con más de 110 millones de toneladas. Estamos contentos de que les vaya bien, somos de los argentinos que se alegran cuando a todos los va bien, ¿saben por qué? Porque ya vivimos la Argentina en la que le fue bien durante un tiempo a algunos y después finalmente a nadie. Esa Argentina no sirve, esas sociedades fragmentadas, esas sociedades duales donde unos tienen de todo y los otros miran con la ñata contra el vidrio no sirven, no generan cohesión, generan inequidad, generan inseguridad, generan divisiones.

Por eso vamos a seguir apostando fuertemente a este modelo de crecimiento, porque en estos años podemos mostrar resultados y sobre todo esta Presidenta, que tal vez haya sido la Presidenta más atacada y agraviada en toda la historia de la República Argentina, se compromete a seguir teniendo la fuerza que ustedes necesitan en sus dirigentes para llevar adelante la patria a destinos mejores. Yo creo en una Argentina mejor porque viví en una Argentina peor, dividida y enfrentada y porque además quiero que esos pañuelos blancos que todavía hoy están nunca más tengan que estar, que nadie tenga que ponerse un pañuelo blanco en la cabeza. (Aplausos)

Por eso voy a seguir luchando con todas mis fuerzas, con todas mis ilusiones, por los derechos de todos, de todas y de todos los argentinos. Gracias Chivilcoy, nunca los voy a olvidar. Es el recibimiento más hermoso que me han hecho, hasta con murga. Vamos a festejar el Carnaval este año que viene, otro derecho que también nos habían robado, otra alegría que también nos habían quitado, porque vamos a recuperar la alegría para todos los argentinos. Gracias Chivilcoy, muchas gracias.