Señor ministro presidente de Baja Sajonia; señores titulares de las distintas cámaras empresariales; señor Embajadores y Embajadores presentes; amigos y amigas de Baja Sajonia; señor Embajador en la Argentina también de Alemania: creo que en estos tres días maravillosos de visita en Alemania empecé de una manera espectacular y lo estoy terminando también de una manera increíble. Ingresamos por Frankfurt como invitados de honor en la edición 2010 de la Feria de Libro de Frankfurt, en el Año de nuestro Bicentenario, un gran honor, un gran evento, un gran encuentro.
En definitiva, ingresamos con la cultura, ingresamos con la expresión de nuestras ideas, con la historia de los 200 años de Argentina, expresados a través de sus letras que - como dije en esa oportunidad - no son neutrales. Y terminamos aquí, en Baja Sajonia, en lo que constituye creo el eje fundamental de este proyecto que también, junto a la cultura, anima a la Argentina desde el año 2003 y que es celebrando la unión del trabajo, de la industria, de la ciencia, de la tecnología y de la cooperación entre el Estado y el sector privado para generar valor, riqueza trabajo, en definitiva para generar una Nación.
Hoy tuvimos por la tarde, dos eventos muy importantes: uno, fue el encuentro con importantes empresarios, que tienen importantes empresas, emblemáticas que invierten en la Argentina de aquí y luego firmamos un convenio que también es para nosotros emblemático porque comenzó hace tres años, cuando yo visité Wolfort, la fábrica de Volkswagen. Recuerdo que en su lugar, señor presidente ministro, había otro señor que entrevisté ayer, que ya no está allí, un poquito más alto, está de presidente. Yo también estaba un poquito más alta porque cuando lo conocí era Senadora, así que vamos por ahora los dos muy bien, nos volvimos a encontrar tres años después, como presidentes ambos. Él me había acompañado, en aquella oportunidad, como ministro presidente, en la visita que hice a la fábrica de Volkswagen, donde conocí a su mayor accionista, donde junto a Víktor Klima y al CEO global, con quienes estuvimos hoy, tuvimos un sueño, una idea que maduró y pudo concretarse, hoy, en la firma de un importante convenio entre Volkswagen y el ministerio de Educación de la República Argentina y que consiste en fundar, en crear - con fondos que va a proveer Volkswagen y docentes que va a proveer la República Argentina - una Universidad de la industria automotriz en Pacheco, donde está la principal planta de Volkswagen, en la República Argentina. ¿Para qué? Para generar tecnicaturas especificas pero por primera vez, en la República Argentina, el título de Ingeniero Automotriz.
Parece mentira porque en nuestro país, durante la década de los 50, 60,70 tuvo un impresionante desarrollo la industria automotriz, llegó a ser la industria más potente del sector en toda Latinoamérica, más aún que en México o en Brasil. Luego una historia de desindustrialización, de extinción del modelo de producción provocó sencillamente el desastre que terminó en el 2001. Alguien recordaba esa Argentina del default soberano más importante que se recuerda en la historia y estar aquí hoy, frente a ustedes, y decirles - como reconocía el embajador - esta nueva Argentina que también es parte de una nueva Latinoamérica, pero que en Argentina adquiere el carácter de emblemático porque durante mucho tiempo fue la mimada de lo que se conoció como el "Consenso de Washington": la apertura indiscriminada, la no industrialización, un país únicamente de servicios y de determinados servicios. Y esto terminó, además de con un régimen monetario absolutamente ficticio, en una explosión muy fuerte, en el 2001, que a mi particularmente me hizo acordar a la caída también de lo que yo denomino el Muro de Wall Street, muchos muros han caído en las últimas décadas, en la historia de la humanidad. Y el Muro de Wall Street impensable cayó finalmente, se derrumbó todo el sector financiero en una forma muy similar a lo que pasó en la Argentina, del año 2001, donde hubo que blindar las puertas de los bancos porque la gente golpeaba con martillos para que le devolvieran sus ahorros.
Eso afortunadamente no pasó en el mundo actual porque pudo fondearse en los distintos países que tenían problema con el sector financiero pero todavía tenemos los coletazos de una crisis. Y la Argentina, junto a la región en estos 7 años, ha tenido lo que podíamos llamar un giro de 180 grados; de un país con un endeudamiento externo del 160 por ciento de su Producto Bruto Interno, que es mucho menos de la mitad del que tenemos ahora, ha pasado a tener un endeudamiento que - descontado lo que tiene el sector público en títulos del Estado argentino - llega al 22 por ciento. Del 25 por ciento de desocupación que llegamos a tener en el año 2002, habíamos llegado al 7,3, pero la crisis global nos hizo crecer a 8,5 y en el último trimestre lo hemos vuelto a bajar.
Además hemos logrado reestructurar esa deuda defaulteada en el año 2001 y lo hemos hecho, la segunda parte, justamente en el año 2009, donde ocurrió la mayor crisis global; superávit comercial; superávit fiscal y creo que la región también - como dijo el embajador Borja - ha crecido y está sosteniendo parte del crecimiento global. Una región que reúne el 15 por ciento total de las reservas petroleras; el 48 por ciento de las reservas de cobre; el 46 por ciento del agua potable; la mayor reserva de bosques del mundo, un lugar pletórico de recursos naturales y una Argentina que también surge en un mundo nuevo y diferente que con nuevos protagonistas necesita también de nuevos equilibrios.
Yo creo que una de las causas más profundas, tal vez de esta crisis, que no es solamente de carácter económico, creo que es también de carácter político y cultural: pretender que el dinero se reproduce a sí mismo, sin pasar por el circuito de la producción de bienes o servicios es no entender realmente qué es lo que genera riqueza, que es el valor agregado. Por eso, este encuentro que hoy tenemos de América latina y esta idea nueva de la cooperación, de una nueva mirada hacia América latina.
Ayer charlábamos con el presidente y me decía: "hemos mirado demasiado al sudeste asiático y no hemos mirado tanto a América latina y tenemos que comenzar- por Alemania decía a mirar hacia América latina". Y yo le dije, presidente: "siga mirando al sudeste asiático, con un ojo, y con el otro mírenos a nosotros". Porque creo que la idea es que este acuerdo de cooperación tecnológica de investigación entre Alemania y América latina, y específicamente Argentina, vamos a ser la sede de la primera Max Planck, en América latina, que la inauguramos, el 17 de diciembre, en un Polo Científico Tecnológico muy importante, en pleno corazón de la Ciudad de Buenos Aires, donde antes era una fábrica abandonada de vinos hoy va a ser un gran polo científico tecnológico donde la Max Planck va a tener un lugar muy importante, es muy simbólico y emblemático.
Yo le decía que siga mirando con un ojo a lo que constituye el mercado más importante en volumen, pero al mismo tiempo comiencen a mirar a América latina y a Argentina como una plataforma asociada tecnológicamente para poder de esta manera abordar esos grandes mercados. Porque este siglo que viene va a ser un siglo de contrastes, va a ser un siglo donde vamos a alcanzar los niveles tecnológicos y de investigación tal vez más importantes que recuerde la historia de la humanidad, pero al mismo tiempo vamos a necesitar cubrir una demanda de alimentos que la producción natural, aún América latina con el 25 por ciento del total de tierras cultivables de todo el planeta y Argentina con un importante porcentaje tampoco va a alcanzar a cubrir. Va a ser necesario desde la innovación tecnológica, desde la investigación, desde la cooperación crear nuevas plataformas - cuando digo esto mi amigo Viktor Klima me dice: "pero no solamente de alimentos, piensa también en los autos" - y realmente pensamos en todo porque todo va a ser necesario. Y tenemos la necesidad de diversificar nuestra matriz productiva y enfocar también en los nichos donde somos más competitivos. El sector automotriz es un sector muy competitivo en la República Argentina.
Yo antes de venirme a esta cena, saliendo del hotel, tuve un momento de mucha emoción y orgullo: tres jóvenes operarios argentinos de Volkswagen, de la Planta de Pacheco, se acercaron a agradecerme y a sacarme una foto conmigo. ¿Qué hacen aquí? Muy simple, fueron los operarios que Volkswagen Argentina trajo a Volkswagen de Baja Sajonia para que preparen a los operarios alemanes en el nuevo vehículo que por primera vez una plataforma sale desde otro país, que no es Alemania y salió la Amarok, desde la República Argentina.
Por eso, sentimos un gran orgullo y creemos que un punto de partida muy importante. Yo le decía recién al jefe de protocolo que me acompañó en las tres ciudades, casi una carrera de postas, he hecho: Frankfurt, Berlín y ahora aquí en Hannover, le decía es la primera vez que estoy en una visita oficial tanto tiempo en un país, más de tres días completos visitando tres ciudades muy emblemáticas pero además haciendo la síntesis de lo que realmente es un proyecto de país y de Nación. Los que piensan, los que tienen la palabras y las ideas a través de un libro; la política sintetizada en las entrevistas que mantuvimos ayer; la articulación necesaria que siempre hay entre política y entre arte y cultura. Nadie mira el mundo desde la nada, siempre lo miramos desde algún lugar: desde una idea, de un objetivo, desde un interés. Luego, por la tarde, con los científicos de la Max Planck y luego aquí con los hombres que producen bienes y servicios y que en la República Argentina están trabajando mucho, junto a nosotros, y que hemos podido sobrellevar, el año pasado (2009) una de las crisis más importantes desde 1930 con mucha solvencia.
La Argentina, en los últimos doce meses, ha crecido al 9 por ciento. Y para que ustedes tengan una idea de cómo es este modelo se lo puedo explicar en algunas cifras que son centrales y muy claras de aprender y de comprender: en el año 2002 la Argentina dedicaba el 5 por ciento de PBI al pago de su deuda externa; solamente el 2 por ciento para educación; un 0.6 por ciento del PBI para infraestructura; hoy la Argentina tiene un 3,3 por ciento para infraestructura económica y social. Importantes empresas, como Siemens está ayudando a terminar la tercera Central Atómica, que había comenzado Siemens y que había sido paralizada desde el año 1994 y que me va a tocar inaugurar a mi, el año que viene, por decisión del anterior gobierno que reinstaló nuevamente la necesidad de continuar con esa obra; la educación que recibía solamente el 2 por ciento, hoy recibe el 6,47 de ese PBI y el pago de la deuda externa el 2 por ciento; hemos creado el ministerio de Ciencia y Tecnología y ayer cuando el ministro de Ciencia y Tecnología exponía, en Berlín, ante un grupo de científicos argentinos, que están trabajando en Berlín, cuando anunció su presupuesto le decían: "pero ustedes tienen más presupuesto que la Cancillería". Sí, más presupuesto que la Cancillería porque estamos poniendo en la ciencia y la tecnología la clave del mundo que viene.
Y no crean que es solamente tecnología enfocada a lo que puede denominarse la producción primaria cerealera o agrícola ganadera, al contrario creo que estamos trabajando también el desarrollo de incorporar valor agregado, a través de la ciencia y la tecnología, a las siguientes cadenas de valor y también en el mundo de desarrollo del software, donde no somos como la India un país de producto masivo de software y de informática, al contrario somos especializados y de esto puede dar fe SAT, una empresa que nadie mejor que ustedes conocen y que hace pocos días inauguré, en Buenos Aires, uno de sus centros de operaciones globales, que han decido radicarlo allí precisamente por la calidad de nuestros recursos humanos. Ha sido proporcionalmente la industria del software y la informática la que más ha crecido en desarrollo de pequeñas y medianas empresas y en exportaciones.
Nosotros en este modelo le damos una importancia muy grande a la pequeña y mediana empresa. Para que tengan una idea las Pymes participan en el total de la exportación del 15 por ciento de lo que se exporta en la Argentina; en tanto el promedio de exportación de América latina para Pymes es de participación en el 5 por ciento de las exportaciones porque sabemos que las Pymes son las grandes generadoras de trabajo y también las grandes generadoras - aunque se piense en lo contrario - en materia de ciencia, tecnología e innovación.
Por eso, estamos apostando a una nueva forma de relación - que es como alguien decía y que me precedió en el uso de la palabra - que es el dejar de vernos como clientes para empezar a vernos como socios, cuando los países se ven como clientes en algún momento estallan los conflictos, que la exportación, que la importación, etc.
Yo creo que el gran desafío del mundo que viene va a ser retornar al equilibrio a través de la asociación inteligente de aquellos que tenemos comunidad de intereses, de ideales e historias comunes también de asociaciones exitosas. Y creo que la Argentina y Alemania uno de esos casos.
Yo quiero finalmente agradecer las palabras del señor embajador del Ecuador, por el rol que tuvo en los hechos terribles que sucedieron, un intento de golpe de Estado y magnicidio, en la República del Ecuador. La actitud, la decisión inmediata que tuvieron todos los presidentes, todos, aquellos que pueden hasta considerarse en las antípodas de las ideas, que reaccionaron al unísono sin diferencias, y reuniéndose esa noche en Buenos Aires, para sostener la democracia, un valor que para nosotros no es solamente de carácter teórico: la democracia en América latina tiene valor vital, tiene valor de vida. Parte de la muestra que estamos haciendo en Frankfurt, en la Feria del Libro, expresa lo que fue el drama, la tragedia de la dictadura, el 24 de marzo de 1976, tragedia que también pasó en muchos países latinoamericanos.
Por eso, nada que agradecer - señor embajador Borja - era nuestra obligación impulsar también, como lo hicimos también en otros momentos cuando Bolivia tuvo dificultades y como lo haremos en todos y cada uno de los casos en que la Constitución, las leyes y la democracia estén en peligro porque hemos hecho un aprendizaje.
Yo quiero agradecer esta distinción del día de hoy, de haber sido Argentina, mi país, la invitada de honor, coincide Argentina con mi género de presidenta mujer, pero de haber tenido el inmenso honor de haber sido la persona del país invitado para este encuentro. No sé como me va a salir, voy a tratar de decir algo en alemán, no voy a ser tan buena como el ministro presidente. Estuve practicando un poquito recién, cuando fui ahí, me ayudaban algunos de los custodias alemanes que me decían cómo tenía que ser, pero creo que danke... (Frase en alemán), gracias... danke, creo que bueno es lo que yo siento en estos momentos y quiero expresárselo a ustedes.
Muchas gracias por la Feria del Libro de Frankfurt, muchas gracias por las reuniones de ayer con las máximas autoridades del país y muchas gracias por esta distinción inmensa y muchas gracias por lo que viene, que es mucho más importante todavía de lo que hemos hecho hasta ahora. Muchas gracias y buenas noches a todos y a todas. (APLAUSOS)