Gracias, muchas gracias. Muy buenos días a todos y a todas.
Señor gobernador de la provincia de Buenos Aires; señor intendente de Morón; señor diputado nacional Martín Sabbatella; amigos y amigas: realmente uno participa a diario de muchas ceremonias, de muchos actos importantes, inauguraciones, de grandes rutas, pero la verdad que cuando uno está aquí en la Argentina profunda, en la Argentina que estaba sumergida y olvidada, y puede venir a mirar a los ojos a todos y a cada uno de ustedes, a visitar una de las casas de las 438 que ya hemos entregado y que comprende el Plan de Urbanización del barrio Carlos Gardel, es aquí, en estos lugares, en estos momentos, en donde uno se siente verdaderamente Presidenta de todos los argentinos. (Aplausos)
¿Por qué les digo esto? Porque cuando recién entregaba las netbooks a chicos y chicas.., no, gracias no, tendrían que tener la posibilidad de que cada papá se las comprara. Yo quiero vivir en ese país, todavía nos falta, pero por eso tiene que estar el Estado con su presencia para saldar esa brecha de inequidad, para saldar lo que todavía falta. Tenemos que seguir profundizando este proceso de transformación en la Argentina, esta ampliación permanente de ciudadanía que estamos haciendo todos los días, permitiendo que un vecino tenga su casa, que viva en una calle con nombre, que su casa tenga un número que permite identificarla como propia, como suya, son cosas que tal vez los que han tenido la suerte, la inmensa suerte de poder nacer en lugares hermosos, con la educación asegurada y con la vida asegurada, muchas veces no puedan valorar.
Pero yo les aseguro que cada vez que saldamos una de estas deudas, creo que le encuentro sentido a lo que hice durante toda mi vida, que fue perseguir el sueño de una Argentina más justa, más equitativa, que llegara a todos y a todas los que no habían tenido igualdad de oportunidades, los que por haber nacido en un hogar pobre o en un hogar obrero tal vez nunca pudieran conocer la posibilidad de estudiar, de progresar.
Por eso siento que estos momentos son los momentos impagables e invalorables en la vida de un militante político. Toda la vida he estado comprometida con ideas y convicciones. No siempre acerté, también me equivoqué, sí también me equivoqué, todos nos equivocamos y sabés qué, es bueno equivocarse porque ahí aprendés; siempre se aprende. Pero cuando me he equivocado no lo he hecho con la intención de perjudicar a nadie, sino simplemente porque muchas veces la vida o la política te pone en coyunturas difíciles.
No hablo solamente de la gestión de Presidenta, en la vida los que hemos militado con mucha honestidad y mucha pasión en política nos hemos equivocado. Pero lo importante es cuando uno mira atrás y mira lo que está haciendo, pero fundamentalmente mira el futuro que es lo que nos debe interesar, el futuro que estamos construyendo, mirando el pasado para que nunca vuelva a ocurrir. Recién cuando entré al Centro Primario de Salud que con tanto orgullo me mostraban el intendente y Martín, una médica me dijo "soy de tu edad, gracias por lo que estás haciendo, por la memoria, la verdad y la justicia de quienes desaparecieron en la Argentina". (Aplausos)
Yo les quiero decir que cuando me encuentro con una argentina o un argentino que me dice eso, cuando los chicos me rodean para darme un beso, no para pedirme nada, para darme un beso, cuando ayer festejábamos junto a las abuelas la aparición del nieto número 102, siento que la Argentina está cambiando y que el cambio es profundo, que el cambio viene de la raíz, que el cambio viene de lo más hondo, casi les diría desde el fondo de la historia.
Y siento el orgullo, el inmenso orgullo de poder ser Presidenta de los argentinos para cumplir con las cosas que siempre imaginé que teníamos que hacer: escuelas, hoy por la tarde vamos a licitar nuevas escuelas, 200 más el mes que viene, estoy inaugurando tal vez en noviembre la escuela número 1000. La educación pública, esa educación que permitió que millones de argentinos como yo, hija de trabajadores, pudiéramos progresar, pudiéramos soñar con un mundo diferente. (Aplausos) Los hospitales, el Hospital de Morón, me acuerdo que Martín todavía era intendente cuando festejamos los 100 años y hoy estamos haciendo las obras, las que vamos a iniciar en el Posadas.
Y podría enumerarles muchísimas obras en todo el país, rutas, viviendas, escuelas, crecimiento económico, un modelo económico que ha permitido recuperar más de 5 millones de puestos de trabajo, y que nos permite organizar las cooperativas de trabajo para los que todavía no lo han logrado. (Aplausos) Pero no a partir de una dádiva sino de un trabajo registrado, en el cual se ayudan en las tareas comunitarias, en los distintos municipios; con la Asignación Universal por Hijo para llegar en una de las medidas más trascendentes tal vez de cobertura social para aquellos que todavía no tienen trabajo o tienen un trabajo informal. A nuestros jubilados y pensionados, que como nunca han vuelto a protagonizar políticas de Estado en la República Argentina, políticas que seguramente no hubiéramos podido realizar, como la Asignación Universal por Hijo ni la movilidad jubilatoria, con dos aumentos a los jubilados, si no hubiéramos recuperado la administración de los recursos de los trabajadores en manos de las AFJP. (Aplausos)
Y aquí en Morón quiero agradecer a la fuerza política del hoy diputado nacional Martín Sabbatella porque fue uno de los pocos que nos acompañó en esa medida transformadora y yo digo revolucionaria en la Argentina. (Aplausos) Nobleza obliga, así como señalo a los otros, a los que se oponen a todo, a los que quieren desfinanciar el Estado, a los que se unen entre aparentes antagonistas de un extremo al otro pero que en definitiva votan para un solo lado, en contra de los intereses populares siempre, yo quiero rescatar a aquellos que aún sin pertenecer a este colectivo político que hoy gobierna la Argentina, apoyan sus políticas de Estado, apoyan lo que es un beneficio no para un gobierno sino esencialmente por todos los argentinos.
Por eso yo quiero reivindicar, como lo hizo Lucas, a la política, porque la política fue muy denostada durante las últimas décadas en la Argentina, inclusive se nos decía que tenían que venir del mundo de las empresas a administrarnos y enseñarnos a administrar, o economistas. Sin embargo no fue un gobierno de empresarios ni de economistas el que ha logrado reducir la deuda externa como nunca en la República Argentina, el que ha logrado un superávit comercial y fiscal que nos permite administrar los recursos y hacer estas cosas que estamos haciendo hoy, porque sin recursos, amigos y amigas, no hay vivienda, sin recursos no hay agua potable, no hay Hospital Posadas, no hay Hospital de Morón, no hay nada, porque todo se hace con plata y hay que saberla administrar. (Aplausos)
Y esto no lo hicieron economistas, no lo hicieron empresarios, de los cuales ustedes en materia de cloacas y desagües deben tener grandes recuerdos también aquí en la localidad de Morón, lo hicimos desde la política entendida como el instrumento más transformador de los sectores más vulnerables de la sociedad y de los que menos tienen, porque es la que administra el conflicto, es la que cubre la brecha de inequidad que todavía tenemos no solamente en la Argentina sino en toda la región, pero podemos decir con mucho orgullo, con mucho orgullo como argentina, que aún pese a eso somos el país que más ha hecho por la equidad en toda la región de Latinoamérica y los números así lo demuestran. (Aplausos)
Debemos rescatar también a otros compañeros en otras latitudes que están trabajando y fuerte constituyendo por primera vez a la región, a nuestra América del Sur, a nuestra querida América del Sur, como una región que ha podido saber sustraerse a los conflictos de la economía internacional. Y aquí en la Argentina lo hemos hecho tal vez como en pocas partes. Cuando nos decían el año 2009 que todo se venía abajo, que el dólar se iba a ir a 10 o 12 pesos, ahí están las crónicas periodísticas cuando se discutió el presupuesto del año pasado, el que hoy está en ejecución. Y son así, vuelven a repetir las mismas cosas, es cierto, el compañero lo dijo allá en el fondo, están guionados desde afuera. La soberanía no reside en el parlamento, a veces uno siente una profunda vergüenza porque en definitiva son las instituciones de la democracia y creo que debemos sostenerlas y defenderlas, pero la mejor manera de honrarlas, sostenerlas y defenderlas es que cada uno en su banca vote de acuerdo a su programa de gobierno, a sus ideas y no a lo que le imponen desde afuera. (Aplausos)
Pero bueno, pese a la crisis internacional sin precedentes, pese a la oposición permanente y a los palos en la rueda que permanentemente sufre nuestro gobierno, pese a todas las operaciones a las que somos sometidos, aquí está la Argentina con un crecimiento de más del 9% en los últimos 12 años, generando puestos de trabajo y siguiendo adelante con todas y cada una de las obras a las que nos habíamos comprometido y yendo por más. Porque vamos por más, por más justicia, por más educación, por más salud, por más vivienda, por más participación, por más justicia para todos los argentinos.
Quiero agradecerles a todos el cariño y el afecto, y convocarlos a no bajar los brazos, yo no los voy a bajar, voy a seguir luchando, trabajando, gestionando, aún con todas las cosas que me hacen todos los días, no importa, precisamente así se demuestra la fortaleza frente a los obstáculos, frente a las injusticias, frente a los que no hacen honor al cargo que tienen, y junto a ustedes y con la fuerza de ustedes vamos a seguir creciendo. ¡Adelante Argentina! ¡Vamos argentinos, vamos Morón, vamos Carlos Gardel, vamos todos juntos! Gracias. (Aplausos)