Muchas gracias, muy buenas tardes a todos y a todas; señor embajador; señores directivos de EMBRAER; señor presidente de Aerolíneas Argentinas; titulares de los seis gremios que trabajan aquí; trabajadores, trabajadoras: en primer término Mariano te voy a dar una recomendación, no leas algunos diarios porque en realidad si uno lee los diarios no se levantaría de la cama todos los días, así que hay que seguir trabajando y poniéndole el hombro al país. (APLAUSOS)
Pero yo quiero recordar, hoy estamos en un momento muy feliz porque estamos recibiendo los dos primeros aviones, de los 20 que hemos firmado con EMBRAER y que van a significar - como Mariano lo dijo - la adquisición de aeronaves más importantes más importante en toda la historia de la navegación aerocomercial y civil también, de la República Argentina; como tambièn en los últimos siete años hemos protagonizado el crecimiento económico más importante de los 200 años. Nos gusta y estamos orgullosos de ingresar en la historia de la Argentina por estás cosas, no como han ingresado otros en la historia de la Argentina malvendiendo patrimonio, o en fin no llevando a cabo las promesas que se dieron a la sociedad para gestionar el Estado.
Pero yo quiero acordarme de un momento muy particular, del momento en que tomamos la decisión que el Estado Nacional - a partir de una ley que enviáramos al Parlamento - retomara nuevamente a su aerolínea de bandera, porque me acuerdo que desde algunos sectores recibimos críticas por esto. Yo quiero recordar - lo hizo Mariano exactamente, que hizo un inventario prolijo de las condiciones en las cuales estaba la empresa, al momento de ser tomada - pero yo quiero recordar dónde está la empresa que era la dueña, o que era la titular, que era una empresa argentina con accionistas extranjeros, y cuya controlante también quebró en España.
Si nosotros no hubiéramos tomado la decisión de recuperar la línea de bandera, hoy la República Argentina estaría desconectada en toda su extensión, salvo obviamente los destinos rentables y poder viajar de aquí al exterior. (APLAUSOS). Pero las provincias argentinas, inclusive aquellas con destinos turísticos, no podían tener ni por asomo la frecuencia de vuelos que hoy tienen.
Hace poquitos días, en la Casa de Gobierno, presentamos un proyecto de ley que también enviamos al Parlamente y que constituye la administración de feriados, en la República Argentina, con un fin no solamente de identidad cultural, sino claramente de fomentar la actividad turística, la actividad económica en nuestro país. Y nadie dijo, Mariano, aunque esto pasó, que quien habló en nombre de todo el sector privado turístico (cámaras hoteleras, agencias de viajes, etc.) agradeció profundamente la decisión del Estado de volver a retomar la conducción de Aerolíneas Argentinas porque esto había permitido darle sustentabilidad al desplazamiento de turistas hacia todo el interior del país. (APLAUSOS).
Y lo sé porque vivo en una localidad de carácter turístico y de turismo internacional y realmente uno de los déficits más importantes que teníamos era precisamente la falta de funcionamiento de la anterior conducción empresaria.
Hoy estamos incorporando- y esto va a ser a partir de cada mes - dos nuevas naves que además son de una modernidad absoluta. Acabo de recorrerlas y realmente cada uno de los asientos cuenta con un televisor, una especie de pequeña pantalla digital donde pondrán ver la televisión la televisión pública; "Pakapaka", "Canal Encuentro", películas; sí lo público, somos fuertes defensores de lo público. (APLAUSOS). Son aviones muy cómodos, muy confortables, y lo que es más importante también, debemos agradecer a EMBRAER, a la República Federativa del Brasil y al gobierno del presidente Lula - nuestro principal socio comercial en el MERCOSUR la buena voluntad para el financiamiento de estas aeronaves, sin cuya ayuda, sin cuyo auxilio hubiera sido imposible realizar una adquisición de tal magnitud. Estamos hablando de 20 aviones que se completaran, la totalidad de los 20, más o menos en julio del año que viene, donde pasaremos a ser de la compañía aerocomercial con flota más antigua a la compañía comercial con flota más moderna de toda Latinoamérica; también un logro de todos los argentinos. (APLAUSOS).
Y quiero decirles y contarles que a cada uno de los lugares que voy: Tierra del Fuego, cada una de las provincias argentinas, donde hemos duplicado prácticamente las frecuencias, aquellas donde es rentable y donde no es rentable también, el agradecimiento que hay de la sociedad a poder contar con más vuelos que es mayor conectividad. Y también estoy muy contenta con el plan de inversiones, el plan de negocios que apunta a lograr superávit comercial, como debe apuntar toda empresa. Pero también tenemos que tener en claro -y esta no es una incitación, porque ya veo mañana el titular: "Cristina quiere déficit en las empresas", no, bajo ningún punto de vista- que esta no es una incitación al déficit. Pero lo cierto es que una empresa de las características de Aerolíneas Argentinas, que da conectividad a todo el país, no solamente puede ser medida desde la rentabilidad porque de esa manera estaríamos diciendo entonces que aquellos argentinos que viven en lugares que no son rentables, pueden únicamente trasladarse en un micro o a lomo de burro, lo cual revelaría una Argentina muy injusta y muy inequitativa porque solamente estaría presente para aquellos que tienen dinero y que tienen rentabilidad.
Yo no quiero vivir en una sociedad y en un país así, quiero vivir en una sociedad que sea muy racional, que apunte a optimizar sus servicios y en esto sí quiero ser muy demandante como Presidenta de la República Argentina: que el servicio no debe ni puede ser interrumpido por ninguna causa que no sea algún problema técnico.
Pero, reitero, que ahí sí; ahí sí porque uno de los principales ejes sobre el cual pivoteó el proceso de privatización, no solamente de Aerolíneas Argentinas, sino de todos los sectores de servicios en la República Argentina, fue, precisamente, el déficit en la prestación del servicio, la mala prestación del servicio, lo que llevó a que muchos argentinos, vamos a decirlo con todas las letras, prefirieran que se privatizara porque así iban a tener un mejor servicio.
En algunos servicios que son rentables per sé, por el gran desarrollo tecnológico, por el gran nivel de consumidores, por innovación tecnológica constante, la verdad que dio resultado. Pero en los sectores que prestan un servicio público que está vinculado, como en el caso de Aerolíneas Argentinas, a la conectividad o como, por ejemplo, pasa en el caso del agua, que los que más necesitan el agua y cloacas son los que menos pueden pagarlas, realmente los efectos privatizadores fueron devastadores.
Esta es una empresa en la cual la privatización tuvo efectos devastadores. De ser la empresa modelo, con inmuebles en los mejores lugares de muchas partes del mundo y de la República Argentina, con simuladores de vuelo que eran carísimos y en los cuales se venían a entrenar de otras partes aquí y, nosotros, sin necesidad de que tuviéramos que gastar para que nuestros pilotos fueran a entrenarse a otros lugares, fue totalmente vaciada y devastada. Inclusive, también ha afectado préstamos que otros gobiernos habían hecho a la propia empresa y que algunos están en materia de justicia penal.
La verdad hay que contarla completa, porque si no, es media verdad que es exactamente igual a media mentira.
Por eso quiero no hacer generalizaciones, pero en este caso puntual por el que estamos aquí, el efecto de la privatización fue devastador, al punto que casi desaparece Aerolíneas Argentinas si el Estado no hubiera tomado la decisión que tomó.
Y por eso, creemos que este plan de negocios, debe ser acompañado a fondo por los trabajadores. Primero, porque todos tenemos una gran responsabilidad, es decir, no solo el Estado, sino también los trabajadores, sus dirigentes sindicales, todos tenemos una inmensa responsabilidad: la de dar un buen servicio y, fundamentalmente, no interrumpir el servicio.
Esto es lo que yo les pido, luego iremos mejorando los números de la empresa, como decía Mariano, hasta llegar al superávit que es lo que vamos a ir a buscar. Pero ese superávit no llega si no damos un buen servicio y logramos que la gente prefiera y elija viajar en Aerolíneas Argentinas porque es el mejor servicio como alguna vez lo fue. Los argentinos preferían Aerolíneas Argentinas a cualquier otra línea.
Y este es el objetivo que todos nos tenemos que poner en la cabeza: quienes tenemos la responsabilidad institucional y ustedes, fundamentalmente, los trabajadores que son los que llevan la operación cotidiana, la operación de todos los días.
Esto es lo que les pide su Presidenta. La Presidenta que enfrentó las críticas para poder lograr por lo que ustedes venían demandando desde hacía mucho tiempo. Y, entonces, yo creo que las cosas tienen que ser de ida y vuelta, tienen que ser de una comprensión de un proceso político, social y económico en la Argentina que necesita revalorizarse y que necesita revalorizar los objetivos que se ha planteado y Aerolíneas Argentinas es uno de ellos.
Por eso, estos 20 aviones, por eso este plan de negocios, por eso esta decisión política y estratégica de llevar adelante Aerolíneas Argentinas y volverla a convertir en la mejor aerolínea de nuestro país.
Yo quiero lograr eso, quiero que me ayuden a hacerlo y las diferencias que siempre surgen en cualquier actividad empresarial, que no las pague el usuario, porque cada vez que la paga el usuario, a la larga, la terminan pagando los trabajadores y a la larga también, la termina pagando el país.
Felicitarlos por el esfuerzo que están haciendo; estamos muy contentos, es un día muy importante para Aerolíneas, es un nuevo punto de partida y es, además, cumplir con lo que nos habíamos comprometido: darle a los argentinos un mejor servicio en materia aerocomercial.
Muchas gracias, felicitaciones y muy buenas tardes a todos y a todas. (APLAUSOS)