Muy buenas tardes a todos y a todas; señor gobernador de la provincia de Santa Fe; señora vicegobernadora; señor Embajador de México, de la patria de Cristina Cialceta; Embajador de la República de Francia: la verdad que cuando Julio me mandó el e-mail yo estaba en China creo y me dijo que justamente el 28 iba a ser el momento en que el equipo argentino de Antropología Forense iba a poder estar aquí en la Argentina para hacer este acto que en realidad no es grande, es poco, es una pequeñísima, pero insuficiente reparación.
Y quise hacerlo en este lugar, el Salón de los Científicos Argentinos, porque tareas como la del Equipo Argentino de Antropología Forense, que es orgullo de nuestro país, reconocido internacionalmente merecía este homenaje por la tarea titánica, terrible también que desarrollan, como así también nuestro Banco de Datos Genéticos, que ha permitido la identificación y recuperación- acá la veo a la presidenta y a la vicepresidenta de Abuelas - de 101 nietos recuperados. Hoy los cuerpos de Cristina, de Yves... lo más terrible de la desaparición es por supuesto la pérdida del ser querido: la muerte, pero no debe haber cosa más terrible que no tener un lugar donde poner una flor, o ir a llorar, o ir a hablar. No sé, ir ahí, es como el cierre del duelo, si bien uno nunca se recupera de las pérdidas me parece que dicen los psicólogos, por lo menos, que es el cierre del duelo.
Cuando conocí Francia por primera vez lo hice acompañando al entonces presidente Kirchner y el presidente de ese país era Jacques Chirac y me acuerdo que nos recibió en el Palacio del Eliseo, que vendría a ser el equivalente de la Casa Rosada, en Francia y lo primero que nos dijo fue que la sociedad francesa no podía entender como las personas que habían sido responsables y que se sabían que eran responsables de la desaparición de las monjas francesas estuvieran en libertad. Y la verdad que medio que nos quedamos mudos, porque no había respuesta, cómo le explicaba a alguien que el Parlamento argentino, o sea la institución de la democracia, había sancionado leyes que esculpaban, que liberaban a quienes habían cometido crímenes de lesa humanidad. Estás cosas cuestan ser siempre explicadas y allí nos comprometimos a que finalmente la Justicia iba a llegar y está llegando, todavía falta pero ha comenzado a llegar, merced a una tarea de los tres poderes del Estado.
Quiero también no agradecer, porque estás cosas no se agradecen a la docente y a los alumnos que iniciaron esta investigación que revela y que rompe ese relato de juventud estúpida y que no cree en nada, que nada le interesa. Acá hay una muestra de que hay otra cosa de la que nos quieren contar acerca de nosotros mismos y la verdad que yo leí la historia también, luego relatada en los diarios de los chicos que se interesaron, de la docente que impulsó la investigación y de ese empleado que había custodiado celosamente ese expediente; también de la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia de Santa Fe que colaboró activamente; el compromiso de quien es la vicegobernadora, cuando fue miembro de la Justicia, porque así como yo critico a la Justicia que fue cómplice de la dictadura, la señora vicegobernadora fue fiscal y es una mujer muy comprometida con la lucha de los derechos humanos. También las cosas que son buenas deben ser reconocidas, gracias Griselda por todo su compromiso con esta lucha.
A los chicos que trabajaron en esto, que son chicos todavía. ¿Qué edad tienen a ver? ¿Por qué no se levantan y me dicen los nombres, por favor, así los conocemos? (Los chicos y chicas se presentan y dicen su nombre y edad: Marianela Aguirre Monzón; Alejandro Ceppi; Daniela Dotto Gómez; Camila Galisso; Celia Goniel; Pamela Mazzamati; Ornella Merola; Jacqueline Rasera Achondo y Agustina Rosenthal). (APLAUSOS). Mis felicitaciones; vos no digas la edad, dime cuál es tu nombre y nada más, con el nombre alcanza. (Se presenta la docente). Muy bien y la directora, ahí está. ¿Tu nombre? (Se presenta la directora) Cuántas Cristinas, por Dios, sobredosis de Cristina.
Yo quiero rescatar la tarea del Equipo Argentino de Antropología Forense, que ya ha identificado 120 cuerpos, ha recibido una fuerte colaboración de nuestro Gobierno, no solamente en aporte monetario, sino en todo lo que es la estructura sanitaria y legal del país para ponerla a su disposición y faltan todavía - como dijera su titular - 700 cuerpos más por identificar.
Yo quiero que todo aquel - y pido como presidenta de todos los argentinos - que todo aquel haya tenido un familiar desaparecido vaya... son apenas unas gotas de sangre para lograr la identidad. ¿Qué poco, verdad Estela? Unas gotas de sangre para tener la identidad, que no es un derecho individual, es un derecho colectivo y social. Todos tenemos derecho a saber quién es la otra persona y aunque esa persona tal vez no quiera saberlo algún día también verá, vivirá, sentirá que es necesario saber quién es, no se puede vivir toda la vida sin saber quién es uno, y tenemos que colaborar todos, en esta sociedad democrática, que afortunadamente hoy estamos viviendo para lograr esa tarea de identificación de los 700 cuerpos que tiene el Equipo Argentino de Antropología Forense y también de los nietos que todavía nos faltan recuperar. Es lo menos que podemos hacer por esos miles y miles que hoy ya no están porque cuando devolvemos la identidad a uno de esos hijos, cuando devolvemos la identidad a uno de esos cuerpos estamos también reconociendo la identidad y la calidad de la identidad de la sociedad argentina. Esto no es solamente una cuestión de las víctimas o de los perjudicados, habla de la calidad de una sociedad que es interpelada todos los días y de la necesidad de que finalmente la Justicia, que es identidad, memoria, que es verdad llegue finalmente a todos.
Quiero agradecer la comunicación que hemos recibido del Gobierno de Francia, hay 18 franceses que han desaparecido en la República Argentina, todavía nos falta como sociedad dar explicaciones sobre esas desapariciones y es nuestra obligación desde el lugar en que estemos de colaborar con esa tarea de dar explicaciones.
Me impresionó mucho, debo decirte lo que dijiste, que tal vez desde un lugar como la Casa Rosada se pergeñó todo eso. La verdad que ahora llegar de vuelta y sentarme ahí en el salón ese que está cambiado, les juro que está cambiado, pero da cosa, te juro que lograste impresionarme. Y mira que no es fácil impresionarme a esta altura, pero me lograste impresionar porque es cierto, bueno si me pusiera a pensar en todos los que estuvieron sentados ahí creo que salgo corriendo y no vengo más. Pero, al contrario, creo que la verdadera misión está en que cada uno que se siente ahí dé un paso más en construcción de esa sociedad de identidad, de democracia, de memoria, de verdad y de justicia. En el turno en que me ha tocado ser Presidenta de todos los argentinos puedo mirar a los ojos de todos y cada uno porque todo lo que he tenido que hacer y lo que aún haré es una obligación más que tengo como Presidenta de la República y como tal la asumo y asumiré siempre.
Muchas gracias señor Embajador de México por su presencia; muchas gracias Embajador de la República francesa, gracias chicos, docente, Griselda, Ernes, Estela, Rosa, qué se yo, todos los que desde nuestras distintas historias y experiencias tenemos en esto sí una identidad común, que no es poca cosa que los derechos humanos sean una política de Estado en la República Argentina. Muchas gracias y muy buenas tardes a todos y a todas.