Gracias; muchas gracias.
Muy buenas noches a todos y a todas en la ciudad de La Banda, provincia de Santiago del Estero. Muchas gracias por estar aquí esta noche. Yo también los quiero mucho a todos. (Aplausos)
Señor Gobernador de la provincia de Santiago del Estero; señor Intendente de la ciudad de La Banda; señores gobernadores de las provincias hermanas que hoy nos acompañan: quiero decirles que para mí, la inauguración de esta obra de la Costanera del Río Dulce, es algo más que una obra pública para mejorar las defensas de aquellos vecinos que, como decía el señor Intendente, cada tanto veían inundadas sus casas.
Es algo más que la inauguración de una obra de recreación; significa también venir a ver a un querido amigo y compañero como es Héctor Chabay Ruiz. (Aplausos) A Héctor lo conocí cuando era senadora y cuando el país parecía que se nos escapaba entre las manos a todos.
Está claro que veníamos de distintos espacios y experiencias políticas. También estaba claro que cuando se acercó a este espacio político lo hizo sin ningún tipo de especulación.
Nadie, ninguno de nosotros imaginábamos que el hombre que está sentado al lado suyo, iba a ser presidente de los argentinos. A lo mejor el que lo imaginaba era él, el que llegó a presidente, pero la verdad que muchos dudábamos. (Aplausos)
¿Por qué? Siempre me lo pregunto. Porque tal vez, dirigentes que hablaran con la verdad, dirigentes que propusieran una Argentina con voluntad política para la transformación, que vinieran de remotas provincias, que además tuvieran un compromiso de siempre, desde muy jóvenes -como marcaba Héctor- desde la militancia universitaria, no tenían posibilidades en una Argentina donde el discurso de campaña era exactamente lo contrario a lo que pasaba cuando cada uno de sus dirigentes llegaba al gobierno, y allí nos encontramos.
Él recordaba cuando visité La Banda en octubre del año 2002, lo recuerdo como si fuera hoy, era un día de intenso calor, en un acto que hicimos en una especie de galpón, de tinglado donde corría el aire, allá la senadora siente con la cabeza, son momentos imborrables, y venir hoy como Presidenta de todos los argentinos, a acompañar a este compañero -y cuando digo compañero lo hablo desde el verdadero sentido de la palabra- de compartir las ideas, de compartir el pan, de compartir una misma visión y proyecto de país, lo hablo además con una gran alegría, una gran alegría de haber tenido la fortaleza de no flaquear, haber tenido la certeza de que era posible construir una Argentina diferente, más justa, más solidaria, más federal. Lo estamos haciendo con el esfuerzo de todos los argentinos.
Lo que recién decía Héctor, nunca tanta inversión en infraestructura, no solamente en Santiago sino a lo largo y a lo ancho del país, nunca políticas sociales de la profundidad que ha tenido la moratoria previsional que ha permitido que millones de argentinos se incorporen y tengan derecho a la jubilación o a una pensión, la asignación universal por hijo, políticas de inclusión, movilidad jubilatoria, (Aplausos) más de cuatro millones y medio de puestos de trabajo, una Argentina diferente.
Claro que falta; falta, porque han sido décadas y décadas y es necesario que entonces redoblemos el esfuerzo como lo hicimos en ese año 2002, cuando a lo largo y a lo ancho hombres como Héctor y otros tantos, y mujeres, nos juntamos para llevar adelante un proyecto que parecía casi una utopía.
Yo me acuerdo cuando desde mi banca de senadora primero y de diputada después, criticaba cosas y decía cómo queríamos y qué país imaginábamos. Muchos me decían que hablaba porque no teníamos posibilidades de llegar al poder, la famosa teoría.
Nunca creí en esa teoría, siempre creí en las fuerzas de las ideas y las convicciones y que es posible transformar la realidad cuando juntamos voluntad, idea, esfuerzo y por sobre todas las cosas lealtad al pueblo y a la nación, que son los pilares fundamentales de este proyecto. (Aplausos)
Por eso, gracias, muchas gracias a todos. Quiero decirles que estoy muy feliz de estar aquí a pocas horas de los 457 años, ya le falta poquito para los 500. No queríamos estar ausentes de esta verdadera fiesta del Bicentenario que hoy estamos celebrando aquí en La Banda, y en unos instantes más, cruzando el río, estaremos en Santiago todos juntos, como corresponde, recordando, rememorando las cosas que hemos hecho y las que aún faltan hacer, y sabiendo que necesitamos del esfuerzo de todos los argentinos para seguir creciendo y construyendo un país mejor que nos incluya a todos.
Gracias, muchas gracias, los abrazo a todos. Los quiero mucho, y a disfrutar de este paseo costero en La Banda. Gracias Héctor por tu afecto, por tu apoyo de siempre.
Gracias a todos los compañeros y compañeras que siempre, en todos los momentos difíciles, han estado junto a nosotros. Gracias de corazón, los quiero mucho.
Muchas gracias. (Aplausos)