La Mandataria sostuvo además que las deliberaciones para alcanzar esa mención en el documento representaron "un trabajo arduo", pero no obstante ello "pudimos plantearlo y ahora esperamos que quede plasmado en la declaración final".
"Se vieron claramente las dos posturas, una que sostiene que no hay que realizar ajustes y seguir manteniendo las medidas contraciclicas asegurando el trabajo, y la otra postura distinta que es la que está poniendo en práctica la eurozona y que la vemos en Grecia y en España, por ejemplo con los ajustes y las reducciones en jubilaciones, salarios y pensiones", sostuvo. Aunque aclaró que "no hubo lo que se esperaba, el choque de ambos mundos, si hubo un intercambio, pero lo que si urge es que Seúl tenga finalmente normativas respecto del sistema financiero internacional", señaló en referencia a la próxima reunión del G-20, que tendrá lugar en la capital de Corea del Sur.
Por eso, destacó las expresiones del presidente de China, Hu Jintao, quien calificó como sistema bancario actual como "fantasma". "Es una clara definición de lo que está sucediendo en el sistema financiero mundial", expresó la Mandataria.
También señaló que en el encuentro se manifestó en contra de las políticas de ajuste como herramienta para superar las crisis de los países con problemas de deuda, y ese sentido indicó que tuvo la oportunidad de explicar a los mandatarios presentes que, en su momento, Argentina solo pudo salir de la crisis dejando de lado las clásicas recetas de los organismos multilaterales de créditos por resultar "inconsistentes".
En otro orden, la Presidenta afirmó que planteó el tema de los paraísos fiscales y su necesaria tipificación y agregó que "también hicimos una cuestión referida a las aseguradoras de riesgo que últimamente tanto se han equivocado en el mundo con muchos países".
Agregó luego que durante su mensaje "les recordé lo que había pasado en la Argentina con reformas laborales y económicas que nos llevaron al desastre en el 2001 con fuertes reducciones de hasta el 13 por ciento a los jubilados, docentes y salarios".
"Luego les dije lo que hicimos desde el 2003 hasta hoy, con medidas concretas a través de las que logramos por ejemplo los superávits gemelos, en lo comercial y en lo fiscal", explicó Cristina Fernández.
Por otra parte, la Presidenta comentó que durante la sesión plenaria tuvo que aclarar, debido a expresiones en el contrario del presidente de Francia, Nicolás Zarkozy, que al gobierno nacional le interesa la estabilidad del euro, y que tiene pleno conocimiento del hostigamiento que sufre la moneda común de la Eurozona en el marco de la crisis financiera mundial.
La titular del Ejecutivo señaló que, con sus expresiones, el mandatario Francés dio a entender que "América latina no sabía del hostigamiento que venía sufriendo el euro y yo le respondí que sí lo sabíamos y que nos importaba que al euro le fuera bien".
"Me vi obligada a responderle, en primer lugar decirle que no consideraba de buen tono en reuniones multilaterales interpelar a alguien porque no se estaba de acuerdo en lo que se decía y, en segundo lugar, que a mí me importaba muchísimo el euro, porque en el Banco Central de la República Argentina una parte de las reservas son en euros, con lo cual pocos debemos estar tan interesados en que el euro se estabilice y tenga un buen futuro", expresó la Mandataria.
"Le reiteré que sí me importaba el euro, porque nuestro Banco Central tiene una parte de sus reservas en euros y que también me interesaba la estabilidad de Francia", reafirmó, para agregar enseguida que "estoy segura que el Banco Central Francés no tiene un peso argentino en sus reservas y no le interesa la estabilidad argentina, pero a mi sí me interesa la estabilidad de Francia".
Luego, la Presidenta subrayó que la Cumbre no legitimó las políticas de ajuste, y que muchos de los participantes "hicieron una defensa muy encendida de la demanda agregada y el consumo interno, como China, la India y Turquía".
"Lo importante es que cada región adopta el modelo de acuerdo a sus necesidades", remarcó la Jefa de Estado.