Muy buenos días a todos y a todas; señores gobernadores; señores empresarios; industriales; intendentes; legisladores que hoy nos acompañan: realmente no puedo menos que acompañar el entusiasmo, el énfasis, la certeza del señor García Solá que acaba de precederme en el uso de la palabra, en esta presentación del Programa Parques Industriales del Bicentenario, como él lo definiera: un instrumento más en el camino de reindustrialización del país que comenzó hace 7 años.
Habló con mucho orgullo del Parque Industrial de Puerto Tirol al que conozco, porque he ido allí a inaugurar una fábrica de denim si mal no recuerdo, también fuimos compañeros con su Intendente en el Senado de la Nación, así que realmente hoy estamos presentando un instrumento que ya tiene en el país 235 centros de agrupamiento industrial, tenemos 59 más en proceso de conformación, y como lo decía recién el corto que nos precedió, han generado 200.000 puestos de trabajo y los que van a autorizarse, 50.000 más.
Lo más distintivo de todo esto es la optimización de recursos del sector privado y también la optimización estatal, porque aquí concluyen dos ministerios, el ministerio de Planificación Federal para materia de infraestructura y también el ministerio de Industria y Turismo, más todo el sector financiero también estatal en lo que hace al subsidio de tasas, etcétera, pero tiende fundamentalmente a una deuda de estos 200 años de historia y que tenemos que lograr, agregar valor en origen, agregar valor en la fuente. Esto es uno de los ejes básicos en un proceso de desarrollo armónico y simétrico del país.
La extensión de la frontera agropecuaria, también ha servido para que en estos parques industriales podamos precisamente instalar todas aquellas actividades e industrias que agreguen valor a los productos agrícolas, el caso de quien me precedió en el uso de la palabra y que realmente es un innovador, porque además de productores producen ciencia y tecnología, el señor es propietario de la empresa que es titular de la licencia de la vacuna Bio Jaja -me encantó el nombre, Bio Jaja es para eliminar la tristeza de los bovinos.
Creo que podemos con el tiempo desarrollar una Bio Jaja para algunos humanos. (Aplausos) Apostemos a que con una Bio Jaja para no bovinos sino humanos, a alguna mala onda o algunos mala onda la cambien y precisamente logren lo que logra esta vacuna, que se inocula en los bovinos para que las picaduras de las garrapatas no le produzcan una causa de mortalidad, como es el tema de la tristeza bovina; se conoce con ese nombre la patología del animal.
Este laboratorio, radicado en este Parque Industrial del Chaco, de Puerto Tirol, ha generado esta patente farmacológica, si se me permite, que además es valor agregado a la enésima potencia, como digo yo, porque ya estamos en la parte de la ciencia y de la tecnología, podemos exportar y somos titulares de patentes, cosa que siempre hemos venido disputando, porque una de las claves también del subdesarrollo de todos nuestros países en la región, ha sido la dependencia tecnológica; en realidad nos vendían cosas pero no nos transferían tecnología. El gran desafío para nosotros como generación del Bicentenario -yo coincido absolutamente- ha sido también la ciencia y la tecnología, que será la última parte que desarrollemos en estos festejos del Bicentenario.
Ustedes saben, se desarrolló el Bicentenario con 4 consignas básicas: que sea popular, federal, latinoamericanos y además de la ciencia y la tecnología. Los últimos festejos, las últimas conmemoraciones van a estar dedicadas precisamente a la ciencia y la tecnología en estos 200 años en la República Argentina.
Apostamos fuertemente a ello, primero, porque tenemos recursos humanos altamente calificados en todas las áreas, en la nueva tecnología, en la biotecnología, en todo. Creo que podemos y estamos dando una batalla muy importante, y estos Parques Industriales tienden precisamente a agrupar en las distintas regiones a todas aquellas actividades que agreguen valor y servicios a todo lo que se produce en una determinada región.
Como les decía, uno de los sectores que más se ha visto favorecido por esto, ha sido precisamente el sector agrícola-ganadero. Yo he estado en muchísimos parques industriales, aquí, en la provincia de Buenos Aires, en el interior del país, y desde la fábrica de denim que consume algodón del Chaco en Puerto Tirol hasta la vacuna Bio-jaja para los vacunos que también al correrse la frontera agropecuaria van hacia el interior y entonces necesitan servicios allí, la idea es precisamente que todas, absolutamente todas las regiones de nuestro país, tengan parques industriales. Para eso, van a contar con infraestructura, intramuros y extramuros, 30 millones de pesos al año no reintegrables para todo lo que sea mejoras adentro de los propios parques industriales y 22 millones de pesos para préstamos a pymes que quieran precisamente instalarse en esos parques industriales, conjuntamente con lo que presentábamos aquí la semana anterior que es el tema del financiamiento del Bicentenario a tasas del 9,90, más todas las medidas que a lo largo de estos 7 años, medidas instrumentales y el sostenimiento de las grandes medidas macroeconómicas, como aquí también se señalaron, permiten precisamente haber generado más de 5 millones de puestos de trabajo.
Y esto lo estamos haciendo en un mundo que no es el mismo mundo que teníamos hace unos años atrás, cuando se sostenía que solamente lo que pasara en la Argentina era producto del viento de colas, si mal no recuerdo, los primeros años. Estamos en un mundo sustancialmente diferente, donde lo que se plantea en los países desarrollados es el ajuste porque han tenido un endeudamiento que ha tornado prácticamente imposible el financiamiento de la economía, endeudamiento no solamente Estatal; el mayor endeudamiento en los países desarrollados no está en los Estados, está en su sector privado y en sus familias, lo cual actúa como un cepo muy importante para el desarrollo económico, porque la gente ya no tiene más capacidad de consumir porque tiene un altísimo nivel de endeudamiento por 30, 40 años, o toda su vida. Lo mismo sucede con el sector privado con un altísimo endeudamiento, y entonces digamos que la falta de consumo de los trabajadores que ven disminuidas sus fuentes de trabajo, sus salarios o directamente pierden su trabajo, sumado al auto endeudamiento de las empresas, está ocasionando estos verdaderos shocks impensables en los países desarrollados que siempre tendieron a darnos consejos de cómo teníamos que hacer las cosas en los subdesarrollados.
Esto no debe llevarnos tampoco a actitudes triunfalistas ni a actitudes orgullosas, al contrario, no hay que bajar la guardia, mantener toda las antenas paradas, seguir trabajando fuertemente, ir detectando todas aquellas actividades en las cuales tenemos ventajas comparativas para transformarlas en competitivas, apuntalar a el sector exportador y también apuntalar el mercado interno, que fue el gran sustentador durante la crisis del 2009 para que pudiéramos seguir manteniendo niveles de empleos y fundamentalmente, niveles de tranquilidad social en un mundo que se ve como muy convulsionado, basta mirar las escenas de algunos noticieros, no muchos, porque algunos tratan de ocultar lo que pasa afuera, no sea cosa que se den cuenta de que acá estamos un poco mejor que afuera. (Aplausos)
Ya sabemos: tenemos que hacer la vacuna Bio Jajá y mandárselas también a ellos, por lo menos para que cuando nos informen o nos den algunas noticias, nos pongan aunque sea otra cara. Vieron que algunos tienen caras, no todos, sería injusta decirlo, que sonríen, son muy cordiales y simpáticos, pero hay algunos que cuentan las cosas como si el mundo o la Argentina estuviera a punto de estallar, y ya estuviéramos a punto casi de desaparecer, como para agregarle más dramatismo a la cosa, que todo es problemático, que todo es una tragedia, que parece que va a estallar.
Yo creo que tenemos que tener mucha fortaleza psíquica, mucha fortaleza física y además seguir trabajando conjuntamente Estado y sector privado, pensando en mejorar, porque esta ha sido también una de las claves de estos años. Pese a todo, pese a las discusiones, pese a las diferencias que muchas veces son por cuestiones de intereses lógicos que también tenemos, lo cierto es que yo no recuerdo un grado de diálogo entre el sector empresario y el sector gubernamental, pero no diálogo para ver con qué te quedás, o qué me llevo yo o qué privatizamos. No, diálogo para ver cómo mejorábamos los servicios, cómo lográbamos generar más trabajo, cómo lográbamos que una empresa que tuviera problemas no despidiera a la gente y la mantuviera, y si tenía problemas cómo hacíamos para que otro se interesara y siguiera manteniendo la fuente de trabajo. Una de las claves en todo esto fue no solamente generar durante las épocas en que la economía mundial crecía mucho con millones de puestos de trabajo, sino mantener cuando todo se vino abajo el vínculo laboral de nuestros trabajadores con las empresas.
Esta fue una de las claves más importantes en poder superar airosamente y dignamente -diría yo- para los argentinos, la crisis del año 2009, sobre todo porque siempre nos ha tocado llorar y lamentarnos de las cosas que nos pasaban por culpa de los de afuera. En lugar de hacer eso, lo que hicimos fue ver como podíamos arreglarnos los de adentro, sin echarle la culpa a nadie, y la verdad que lo hicimos muy bien. Yo estoy muy contenta con el comportamiento de los sindicatos, de los empresarios argentinos. Y creo que si aprendemos que agracias a esa forma de articulación logramos sortear esa crisis del 2009, podemos hacer muchas cosas más de la misma manera, porque ahí tenemos los resultados de lo que hicimos. Esto no es un ejercicio teórico, en la Argentina siempre ha habido ejercicios teóricos acerca de tal o cual cosa, sin comprobaciones empíricas.
Nosotros, hemos demostrado en estos 7 años la necesidad de tener un mercado interno, tener un fuerte sesgo exportador, lograr mejores condiciones de vida para los trabajadores, dotar al país de una infraestructura económica y social, infraestructura física, en materia energética, en materia de carreteras, en materia de energía, de viviendas, de escuelas. Todo esto no es ejercicio teórico, todo esto lo hemos hecho y lo hemos hecho nosotros, los argentinos, porque tenemos que acostumbrarnos que el Gobierno no es de tal o cual, el Gobierno es de los argentinos. Yo no soy la Presidenta de un partido, soy la Presidenta de todos los argentinos, de los que me votaron y de los que no me votaron también. (Aplausos)
Por eso, me gusta mucho esto de generación del Bicentenario, sí, como fue esa generación del '80, que hay que comprenderla también en su contexto histórico. Es muy fácil hacer una evaluación a cien años vista, normalmente siempre evaluamos sin ver el contexto histórico, intelectual, mundial, local y regional que había en ese momento, una generación que tuvo una impronta, que por lo menos se atrevió a pensar un país, cosa que otros ni siquiera pueden pensar lo que van a hacer pasado mañana.
Yo creo que es muy importante que nosotros, como generación del Bicentenario, sepamos que tenemos la inmensa responsabilidad de profundizar este modelo, darle mucho valor agregado a nuestros recursos, hacerlo en forma federal en el lugar de origen, para que realmente evitemos las migraciones y la gente no tenga que irse. Entonces, este Programa que estamos presentando hoy de desarrollo de Parques Industriales del Bicentenario, es un instrumento más de los tantos que tenemos para apuntalar esto que es no un plan, yo nunca creí en los planes, siempre creí en los proyectos y en los modelos de país, que deben ir además tomando medidas instrumentales todos los días, todos los meses, de acuerdo a como se viene desarrollando el mundo, la economía regional, la economía nacional. No hay recetas, sí hay convicciones, objetivos, ideas, que deben ser alcanzadas por todos los argentinos. En eso estamos.
Muchas gracias y muy buenos días a todos y a todas. (Aplausos)