Luego, explicó que merced a las políticas iniciadas por Kirchner y continuadas durante su propia gestión, se generó una franca recuperación, plasmada en los importantes números de la macroeconomía: un crecimiento del 64% de su PBI, una notable reducción de la exposición en materia de deuda pública, y la generación de superávits gemelos, la creación de 4 millones de nuevos puestos de trabajo, el crecimiento de las exportaciones, el fuerte incremento de la demanda energética, y la importante suba de las reservas, que pasó de 6 mil millones de dólares en 2003 a más de 48 mil millones de la misma moneda en la fecha, el crecimiento del sector agroexportador y de las manufacturas agropecuarias e industriales, entre otros datos relevantes.
Por otra parte, sostuvo que la crisis financiera que azotó al mundo desde finales de 2008 "constituyó la prueba del ácido" del modelo planteado desde 2003 dado que demostró que éste "podía sostenerse y era sustentable".
"Mantuvimos el superávit comercial y fiscal, a pesar de dificultades impuestas por los organismos multilaterales de crédito y de ciertos sectores de poder", destacó la Jefa de Estado.
La clave, expresó la Mandataria, fue la decisión de "hacer crecer el PBI a través de un aumento del consumo del mercado interno y superando la dicotomía entre mercado interno y exportación". "En realidad, son dos posiciones complementarias", aseveró la Presidenta. Y también, la iniciativa de generar un "un desendeudamiento genuino". "Desde la restructuración, Argentina comenzó a pagar puntualmente su deuda", señaló Cristina Fernández.
En ese marco, la Presidenta criticó el desempeño de las agencias calificadoras de riesgo internacionales al señalar que hasta hace días, "Argentina accedía al mercado de capitales con una tasa del 14%, mientras que Grecia - cuya economía debió ser rescatada en las últimas semanas por los organismos multilaterales - recibía una tasa de 2 ó 3 %".
Por eso, para Cristina Fernández "hay que plantear nuevos instrumentos globales" porque las actuales instituciones quedaron desactualizadas.
También pidió regular la actividad de los mercados financieros para evitar los "formidables movimientos especulativos que permiten a unos pocos ganar en minutos cifras millonarias, y sumir a otros en la pobreza".
Y advirtió que siempre, en momentos de crisis financieras, en el mundo surgieron movimientos extremistas que intentan achacar la debacle a "chivos expiatorios".
"Si la crisis persiste, si las dirigencia política no da respuesta que permitan dar trabajo, finalmente comienzan a aparecer doctrinas que, basándose en eso de encontrar chivos expiatorios, terminan en experiencias que se han repetido demasiadas veces y con demasiadas víctimas", advirtió la Jefa de Estado.
"Sin profecías ni dramatismos, quiero alertar que siembre las crisis económicas han devenido en crisis de los sistemas políticos", señaló.
Para la Mandataria, en estos momentos es fundamental "sostener el vínculo laboral", tal y cual se hizo en Argentina durante el inicio de la crisis a finales de 2008 e inicios de 2009.
"Estamos ante la oportunidad histórica para despegar definitivamente y consolidar un modelo que se base en la redistribución social", señaló, en referencia a nuestro país, la Presidenta.