Inauguración del Aula Magna de la Universidad de Lanús

PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN EN LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE LANÚS

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Llegó el momento finalmente de inaugurar este fantástico salón que se inscribe en el Plan de Infraestructura Universitaria que tenemos en el Plan de Obras Públicas, obras para todos los argentinos, que suma al comedor padre Carlos Mujica. Además, como recién decía Ana la rectora, estamos trabajando también en las licitaciones de lo que van a ser las nuevas 10 aulas. Y lo hacemos en un día especial porque hoy votan los estudiantes y siempre es bueno votar, los estudiantes, el pueblo. (Aplausos) Ahí veo banderas venezolanas, estuve con mexicanos también, en fin, banderas provenientes de toda la América latina, de nuestra América del Sur, en un día también muy especial para todos los argentinos, ayer por primera vez la UNASUR eligió a su Secretario General y distinguió a la Argentina (Aplausos). Todos los presidentes por unanimidad, hubo una sola abstención que fue la de esta presidenta, pero por unanimidad todos los presidentes de la UNASUR distinguieron a la República Argentina, a nuestra nación, para hacerse cargo por primera vez de la Secretaría General de este organismo multilateral. (Aplausos)

Se ha cumplido una tarea muy importante desde que ha sido construida, pero fundamentalmente se ha agilizado en los últimos tiempos por intervenciones que realmente han hecho mucho bien a la estabilidad regional y esencialmente a la democracia y al valor de los derechos humanos, que son los valores permanentes y universales que tenemos que defender en todos los ámbitos.

Quiero felicitar a la Rectora por esta tarea de concientización y de insubordinación al aparato cultural, hay que ser insubordinados al aparato cultural que durante años, y aún hoy, sojuzga la mente de los argentinos. (Aplausos) No solamente por distorsiones, mentiras o deformaciones, que es una forma de engaño, hay otro engaño peor, el ocultamiento de las cosas, la no información. Y quiero confesarles aquí, hoy y ahora, yo que me precio de ser una persona que ha leído mucho, que siempre se insubordinó frente a situaciones injustas, desconocía que había sido el gobierno del general Perón el que eliminó los aranceles universitarios. Yo, la verdad. (Aplausos) Y siempre cuando teníamos que hablar de la universidad o de lo que había sido el protagonismo de la universidad en la historia argentina, nos remitíamos a un hecho muy importante también que revolucionó a Latinoamérica como fue la Reforma del ´18, pero en realidad nos habían desapoderado, esa es la palabra correcta, de un logro como es tan distintivo o más, si se me permite, que es la gratuidad de las universidades públicas en la República Argentina. (Aplausos)

¿Y por qué? Porque la universidad como un instrumento de excelencia pero al mismo tiempo de movilidad social, como bien lo remarcaba Ana, todos los chicos que están aquí del Conurbano Bonaerense son la primera generación de universitarios, quiere decir que sus padres no pudieron ir a la universidad y ellos hoy están pudiendo ir a la universidad. Esto es tan importante, el poder llegar a la universidad, porque está bien que sea gratuita, pero si es gratuita y yo no puedo llegar, porque tengo que salir a trabajar y no tengo tiempo, o porque directamente no puedo ni siquiera terminar el colegio secundario o primario porque mis padres son pobres y no tienen trabajo, la gratuidad es muy linda pero es para unos pocos.

Por eso me parece que un modelo económico y político es esencialmente el que garantiza con un instrumento tan importante como es la gratuidad de las universidades, la verdadera movilidad social y capacitación de un pueblo.

Creo que tenemos que volver a apoderarnos de la historia, que no nos cuenten más una parte de la historia, que nos cuenten la historia completa. Tampoco queremos ocultar las cosas que por allí hicimos mal o tuvimos responsabilidades, yo no soy autocomplaciente con nosotros mismos y cuando hablo de nosotros hablo obviamente del movimiento político al cual pertenezco, en el cual he militado desde muy joven y en el cual muchos de los que me acompañan lo hacen. Hemos cometido errores, pero si uno ve la cantidad de errores y la cantidad de aciertos, el saldo francamente es absolutamente positivo en la historia de nuestra Patria. (Aplausos). Yo diría, si se me permite, que es el saldo más positivo. No es casualidad que en nuestro país, en nuestro pueblo, tengamos los salarios más altos para los trabajadores de toda América latina, el grado de sindicalización más alta de los trabajadores, el nivel de ingreso a las universidades. Ayer estábamos hablando con el presidente Rafael Correa cuando fuimos a dar la conferencia de prensa y él reconocía la absoluta excelencia de las universidades públicas y la cantidad de estudiantes ecuatorianos que están haciendo inclusive importantes cursos de post-grado aquí en la Argentina y agradecía y nos pedía si podíamos nosotros contribuir a realizar una agencia latinoamericana de validación de títulos, de modo tal que el título de aquí valga allá y el de allá valga aquí como en todas partes y como una verdadera integración regional. (Aplausos)

De la misma manera que son las corrientes migratorias. Hace apenas dos días reglamenté la Ley de Migraciones de la democracia, que sustituye a la vieja ley de Videla de la dictadura en materia de migraciones y que precisamente consagra esto que es un ADN de los argentinos, sus brazos abiertos a la inmigración. No nos viene ni siquiera, como también nos hicieron creer, de la generación del ´80, la primera medida en materia de fomento de la inmigración tuvo lugar un 4 de septiembre en 1812, fue el Primer Gobierno Patrio el que ya fomentaba la inmigración. De la misma manera que hoy me enteré, señora Rectora, gracias a usted, -¿vieron que los profesores siempre enseñan cosas?- que había sido en 1949 el general Perón el que había eliminado los aranceles.

Uno aprende todos los días, es más, vamos a morirnos aprendiendo, ¿y saben lo bueno que es eso? Porque seguir aprendiendo todos los días es seguir teniendo, vida aún cuando tengas 70, 80 ó 90 años; morirse aprendiendo es un signo de humanidad, es un signo de vitalidad.

Por eso me alegro de estar inaugurando este fantástico auditorio, el comedor y las obras que seguramente vamos a inaugurar el año que viene o tal vez este año, en lo que va a ser la tercera visita mía a esta querida Universidad de Lanús.

Y tampoco sabía -cuántas cosas aprendí hoy Ana, ¿vieron que siempre que uno viene a la universidad aprende cosas?- por ejemplo que cuando se conformó la universidad..., ella dijo mi universidad; mi universidad, como ustedes saben yo soy egresada junto con el ex presidente Kirchner, de la Universidad Nacional de la Plata, la gloriosa UNLP, y no sabía que había habido manifestaciones en contra de que se conformara la Universidad Nacional de Lanús, como podía haber sido la Universidad Nacional de cualquier otro lado. Ese temor a la competencia, como decía Ana, ese temor al cambio. Yo les diría, Ana, en el marco de lo que fue el Centenario, el temor eterno de algunas elites dirigenciales a la apertura y al ingreso del pueblo a todas partes. (Aplausos) Creo que por momentos sienten como temor que el pueblo se exprese, que el pueblo ingrese, ¿será el color de piel de algunos, serán los perjuicios o será en el fondo una verdadera ignorancia de algunos que se creen saberlo todo y en realidad nunca entendieron nada? (Aplausos) Me parece que es esto último.

Como Raúl Scalabrini Ortiz pudo desarticular y hacer conocer lo que eran los mecanismos de la dependencia económica financiera que se daba a través de bancos, de empresas, de organizaciones de servicios públicos, etcétera, un hombre que no provenía de nuestras filas ni nunca fue peronista pero integró FORJA, ese verdadero laboratorio de argentinos y de pensamiento nacional. De modo que recuperar los nombres de Macedonio Fernández, de Raúl Scalabrini Ortiz, del padre Carlos Mujica, que en unos días más vamos a ir a la Villa 31 para recordarlo, no hace más que llenarnos de orgullo por todo lo que los argentinos hemos podido construir en materia de identidad, hombres como Manuel Ugarte también, escondidos en los pliegues de la historia, Ortega Peña, Leopoldo Marechal.

¿Saben una cosa? Nosotros también inauguramos cosas en la Casa Rosada, hicimos un Salón de las Mujeres, eso fue lo primero, luego vino el Salón de los Científicos donde precisamente pusimos por primera vez en valor a nuestros premios Nobel, a nuestros hombres y mujeres dedicados al conocimiento, a la ciencia, a la tecnología, ahora viene el tercer lugar que va a ser para los escritores. Vamos a poner a todos los escritores, no vamos a hacer como hicieron los otros con nosotros, ocultando, nosotros no vamos a ocultar a los que han sido buenos escritores aunque hayan sido malos políticos, los vamos a poner a todos, no porque tengamos una visión integrista de la historia, sino porque no somos ni seremos nunca desaparecedores de nada ni de nadie, al contrario, creemos que el verdadero rol de la política, el verdadero rol de la universidad, el verdadero rol del conocimiento es mostrar, mostrar todo para que cada uno decida. Y esto es la verdadera reforma universitaria, la independencia académica para que cada uno pueda formar su criterio sin que nadie le imponga nada. Pero la única manera de tener criterio propio es conocer todo, porque cuando a vos te muestran solamente una parte de la historia, no tenés criterio propio, tenés el que te impusieron de arriba, desde un aparato cultural de subordinación. Por eso nosotros no vamos a hacer lo mismo, vamos a ponerlos a todos. (Aplausos)

Y con esto me despido porque me están esperando en el puente de Remedios de Escalada. Muchas gracias y un abrazo muy grande. ¡Vamos Lanús, provincia de Buenos Aires! (Aplausos)