Muy buenas tardes a todos y a todas; señor Presidente de la hermana República de Chile; Cecilia, su simpática esposa que quiso conocerme antes cuando vino a visitarme, cuando todavía Sebastián era candidato y mantuvimos una reunión muy encantadora: La verdad que me siento muy bien y muy cómoda porque yo creo que el hecho de ser Presidente o Presidenta no debe quitarnos el sentido del humor, al contrario creo que debemos recrearlo porque se necesita, además de mucha paciencia y de mucho trabajo, de mucho sentido del humor para poder atravesar las vicisitudes que uno pasa cuando tiene que gestionar
Pero de cualquier manera, quiero decirte Sebastián y se lo decía también a Cecilia, te veo encantado como presidente, se nota que te gusta y que tenés unas ganas impresionantes. (Aplausos). Y eso también es importante porque las cosas salen bien cuando se las hace con ganas, con amor, con mucha pasión y con mucho sentimiento por las cosas que uno hace.
Nos acompañan también hoy - Sebastián, Cecilia - además de los más importantes empresarios argentinos, también artistas argentinos que han colaborado desde el primer momento en forma absolutamente solidaria con la tragedia que vivió Chile. Y que hemos vivido también nosotros los argentinos, porque en definitiva tal vez como pocos puedo decir de la unidad que siempre ha habido entre argentinos y chilenos porque vengo de una provincia en la cual muchísimos han nacido en Chile, de hecho la abuela de mis hijos es de Chile y su familia vive toda allí. Así que en realidad esa frontera no nos separa, al contrario, tiene que ser un instrumento que a través de todas las obras y de todos los proyectos que tenemos en marcha sea un motivo de unión y no de separación.
Debo decir que me he sentido muy cómoda cuando he estado en su asunción, señor Presidente, pese a los temblores, y además le digo que aquí he tenido temblores y movidas de piso bastante más moviditas. (Risas y aplausos) Así que tal vez el ejercicio previo de esos temblores y esas movidas de piso me haya hecho tener el temple que otros presidentes no habrán tenido.
Quiero decirles que para nosotros el concurrir en ayuda inmediata no fue una obligación sino un sentimiento fundamentalmente, y cuando me tocó visitar ese hospital de Curicó, ver a nuestros médicos, junto con las enfermeras y los médicos que hacía unos instantes habían abandonado la maternidad porque se había destruido con el último sismo, el agradecimiento, la hermandad, sentí que no estaba en Chile, sentí que estaba en un espacio común que nos une. Lo digo de corazón y le vuelvo a repetir: siéntase muy orgulloso del pueblo que usted preside porque aún en esa tragedia, en un momento con un temblor de esos una hora y media antes, estaban allí gritando esa consigna tan chilena de viva Chile-le cuando yo me acercaba. La verdad que me emocionó y es una cosa que no voy a olvidar por mucho tiempo realmente.
Creo que vamos a participar activamente los argentinos en la reconstrucción de la hermana República de Chile. Yo le decía a Sebastián cuando charlábamos que estoy segura que muchísimos empresarios que van a ir a Chile a participar de esas tareas de reconstrucción, empresarios que no solamente se dedican en su actividad al sector de la construcción, que seguramente será el que en primer momento mayor demanda tendrá, van también a descubrir oportunidades de negocios que van a permitir lograr inversiones importantes en la hermana República de Chile, en la que coincido con usted debemos concebirnos como un todo. Siempre los tratados decían que Argentina en el Atlántico y Chile en el Pacífico, el mundo global ha terminado con este tipo de separaciones y divisiones porque nos ha enseñado a todos que necesitamos cooperar regionalmente en lo que seamos más competitivos cada uno para salir a conquistar nuevos mercados.
Yo creo que Chile puede ser una excelente plataforma a partir de ese Trasandino que tenemos que construir para precisamente ir hacia el Pacífico y también para Chile venir hacia el Atlántico. Tenemos que superar absolutamente todo eso y lo digo con autoridad moral porque he sido una firme defensora de valores territoriales, pero sabemos absolutamente que hoy la globalización nos impone a todos una mirada y una visión diferente; las cosas han cambiado, el mundo ha cambiado y sería de necios no cambiar también junto a ese mundo, al menos que uno sea tan importante como para lograr cambiar el mundo, como decía un filósofo italiano. Pero como no tenemos esa vocación de importancia sí tenemos la vocación de construir y profundizar aún más esa densidad y ese entramado entre chilenos y argentinos y yo estoy segura de que lo vamos a poder hacer porque ambos pueblos y ambos presidentes tenemos creo que la misma vocación: hacer crecer a nuestros países, hacer que nuestros habitantes vivan mejor, que puedan tener una mejor vida, optimizar los recursos, optimizar los esfuerzos y creo que lo podemos lograr, lo vamos a hacer.
Tenga usted la plena confianza de que en esta Presidenta y en todo su equipo ustedes van a encontrar socios en la tarea de desarrollar esta región, que yo tengo mucha esperanza que va a ser de un gran protagonismo en el siglo XXI, por nuestros recursos naturales, energéticos, por nuestra potencialidad en materia alimentaria y también por nuestra capacidad científica y tecnológica que hemos estado desarrollando en una charla muy interesante con el señor presidente de Chile. Vamos a llevar adelante creo una muy buena asociación estratégica en ese sentido y estoy absolutamente convencida de que vamos a trabajar muy bien.
En cuanto a los de su hermano, que me haga cargo, le comentaba que como todos lo he visto a través de la televisión, de los medios de comunicación, es tan simpático como usted Presidente, la diferencia es que se ha casado con una argentina, no con una chilena. Pero realmente quiero decirle que esta es su casa Presidente, como sé que Santiago de Chile es mi casa.
Lo esperamos el 25 y allá estaremos el 18, no sé si me voy a animar a bailar la cueca, no creo que me dé para tanto, pero tenga la certeza del compromiso de profundizar todo esto que es muy importante y que va a valorizar realmente nuestra relación histórica, pero fundamentalmente no sólo por la historia como dijo usted sino también por el futuro. Coincido, no podemos cambiar una coma del pasado pero sí podemos pensar en un futuro mucho mejor para ambos países.
Muchas gracias a usted y a todos los que lo acompañan. Muchas gracias.