Las palabras que usted acaba de decir, Presidente, me han conmovido profundamente. Que en este mismo lugar el Libertador general don José de San Martín haya creado e impuesto esta orden y la haya dado a mujeres como Rosita Campusano, como Manuela Sáenz, mujeres que pelearon al lado de sus hombres por la libertad de las Américas, es, tal vez para mí un honor inmerecido realmente.
Yo quiero decirles a todos los peruanos que siempre he sentido hacia todos ustedes, en estos años en los cuales estuvimos distanciados por culpa nuestra, por culpa de los argentinos, la necesidad de venir aquí para que, en nombre de todo mi país, de mi patria, volver a reconstruir esos lazos que nunca debieron haberse desatado.
En unos días más, en la Casa Rosada, en otro lugar histórico, vamos a inaugurar la Galería de Patriotas Latinoamericanos. Allí hemos solicitado a las hermanas repúblicas de la región, que no envíen los retratos que nosotros hemos pedido para colocar en nombre de cada país en esa Galería de Patriotas Latinoamericanos. Los dos hombres que van a figurar por el Perú, serán Tupac Amaru y Víctor Haya de la Torre.
Lo hacemos con la convicción absoluta de que en esos dos hombres, que uno en sus orígenes y luego otro en la Constitución de las nuevas naciones y de los nuevos tiempos más contemporáneos, contribuyeron a dar un perfil político a la América del Sur propio y diferente de las categorías de pensamiento que imperaban en el mundo y que nos eran impuestas, una vez más también, desde regiones diferentes.
Yo valoro en los hombres como Víctor Raúl Haya de la Torre, en hombres como quien fundó también un partido de ideas y de quien sé que usted también es un gran admirador, Juan Domingo Perón, la creatividad y la valentía también de construir pensamiento, de construir identidades propias para nosotros, los hombres y las mujeres de la América del Sur, precisamente basados en esta historia común que tenemos.
Yo, déjeme decirle, Presidente, que me siento muy honrada en llevar esto, pero junto a esto sé que tenemos el afecto inconmovible del pueblo peruano hacia la Argentina. Y en este venir aquí para reconstruir esa historia, esa solidaridad inconmovible e inalterable, tenga usted la certeza de que vamos a seguir profundizando esta relación con la misma pasión con que hacemos todas las cosas en nuestra vida política, con la misma sinceridad que expresamos muchas veces nuestras diferencias, pero solamente aquellos que tenemos diferencias podemos reconocer con mayor valor las coincidencias y también, tal cual se lo expresé esta mañana, tenga la certeza de que la República Argentina siempre será una aliada de la República del Perú en la construcción de la paz, de la seguridad de nuestra región y del respeto a nuestros territorios.
Por eso, señor Presidente, Excelentísimo señor Presidente constitucional, me llama mucho la atención, la invocación de constitucional que hacían en los desfiles los militares, me gusta eso de presidente constitucional, marca también la idea de reglas de juego, marca la idea de normas a las cuales todos debemos estar apegados en una región que sufrió demasiado el apartarse de las normas, que sufrió demasiado dejar de lado el respeto a las reglas de juego que alguna vez establecieron nuestros fundadores, nuestros constituyentes.
Por eso, señor Presidente, en nombre del pueblo argentino es que recibo esta condecoración que no es para mí, es para todos los hombres y mujeres de la Argentina que siempre creyeron en la amistad inconmovible e inalterable entre peruanos y argentinos.
Muchísimas gracias. (APLAUSOS)