Palabras de la Presidenta visita cooperativa Mataderos

PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN CRISTINA FERNANDEZ DESPUÉS DE SU VISITA A LA COOPERATIVA DE TRABAJO DE ENVASES PLÁSTICOS FLEXIBLES MATADEROS, CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES.

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Muchas gracias a todos y a todas: estoy muy contenta de estar aquí, en la República de Mataderos, pero además estar en una fábrica recuperada por sus trabajadores, que se han organizado bajo la forma de cooperativas. (APLAUSOS). La última vez que estuve en una fábrica recuperada - si mal no recuerdo - fue durante la campaña, en Vicente López, ahí me comprometí frente a los trabajadores de esa fábrica y también frente al Doctor Caro, qué no sé por dónde andará, a ver donde está, ahí está el Doctor Caro, presidente de las Fábricas Recuperadas, a trabajar sobre un proyecto de ley de modificación a la Ley de Quiebras para garantizar la continuidad de las empresas abandonadas por los patrones, en manos de los trabajadores.

 

Hoy en este lugar emblemático, con esta bandera de la Federación Gráfica Bonaerense y esa pintura que es una obra de Carpani, un pintor del pueblo ya fallecido pero siempre vivo porque supo comprometerse y también con esta gloria viviente del sindicalismo argentino, que es Raimundo Caro. (APLAUSOS) Los muy jóvenes, estoy segura, no saben de quién se trata, pero nosotros los que tenemos cana - yo me las tiño, pero tengo; otros también se las tiñen, se les nota más todavía, pero no importa al que le quepa el sayo que se lo ponga - pero este hombre es una verdadera gloria del sindicalismo argentino. Cuando hacer sindicalismo, cuando defender los intereses de los trabajadores te podía costar la vida, la cárcel o la desaparición, este hombre históricamente se negó a traicionar a los trabajadores y conformó la CGTA de los argentinos, lo recuerdo como si fuera hoy. (APLAUSOS) Yo era muy joven, simbolizó la resistencia del sindicalismo peronista a los procesos de entrega del patrimonio nacional y también a los procesos de hambre de los trabajadores, de los cierres de fábrica, de lo que fue la desindustrialización del país, y junto a esa desindustrialización del país el certificado de defunción para millones de argentinos que se quedaban sin trabajo.

 

Por eso me siento muy bien aquí hoy, y quiero decirles que en el día de la fecha he firmado el proyecto de ley, que hoy mismo enviaré al Congreso de la Nación para que se asegure por sobre todas las cosas la continuidad de la empresa, cuando quienes han sido sus propietarios, por distintas razones que fueran, no pudieran asegurar esa continuidad, privilegiar la organización de los trabajadores para poder continuar - como hicieron ustedes - en esta fábrica con la ayuda de proveedores de importantísimas empresas nacionales que los han ayudado, como también el Estado, hemos articulado acá el esfuerzo entre el sector privado y el sector público para conservar fuentes de trabajo. (APLAUSOS)  

 

Y yo espero, entonces, que en este Congreso de la Nación, en este Congreso que es de todos los argentinos, comencemos a discutir las cosas verdaderamente importantes que necesitamos. Hace poco también envíe el proyecto que deroga el estatuto de lo que se denominó servicio doméstico para darle los mismos derechos a todo el personal de las casas particulares, que se va a sumar tambièn a otro proyecto de ley, que voy a enviar en unos minutos más, cuando vaya a la Casa Rosada, de reforma de la Ley Penal Tributaria para que los evasores también tengan trajes a rayas en este país. (APLAUSOS)

 

Es necesario tener un funcionamiento del capital más transparentes, que aseguren que los trabajadores puedan conservar sus fuentes de trabajo y consumir; que los que tienen la suerte de ganar mucho dinero sigan ganando más todavía pero que también paguen todos los impuestos que tienen que pagar. Esta es la Argentina que yo sueño. Por eso cuando escucho algunas discusiones en el Congreso, como la que escuchaba hace unos instantes, antes de venir aquí, acerca de nuestro proyecto de desendeudamiento argentino con pago de reservas para evitar que el Estado tenga que endeudarse a tasas usurarias y que el superávit fiscal pueda ser empleado en más escuelas, en más educación, en más Asignación Universal por Hijo, en más asignaciones, en más pensiones; cuando escucho también esa falsa discusión de querer modificar ahora el Presupuesto y retraerle al Estado Nacional una parte del Impuesto al Cheque porque dicen que las provincias lo necesitan, yo quiero contarles que en este mismo Presupuesto estamos ayudando - a través de programas de Asistencia financiera directa - por más de 10 mil millones de pesos, a la mayoría de las provincias argentinas.

 

¿Por qué digo a la mayoría? Porque hay provincias que han venido con problemas estructurales desde hace mucho tiempo, puede haber algunas que son mal administradas o bien administradas, pero los problemas de los bonos, de las cuasi monedas, de lo que fueron los patacones - por ejemplo - o los bonos en cualquiera de las provincias del Norte, eran problemas estructurales de atraso, cuando escucho entonces discutir, por un lado, que se le quieren sacar recursos al Estado Nacional, que todo, absolutamente todo lo vuelca en las provincias a través de jubilaciones, de cajas previsionales de las que se ha tenido que hacer cargo, de la moratoria de jubilados, que hoy conjuntamente con las cajas, representan 29 mil millones de pesos. Esto no tiene que ver con las jubilaciones y pensiones comunes que se venían abonando, no; esto es hacernos cargos de los jubilados, de las cajas de provincias que no lo pudieron hacer y de los nuevos jubilados de las moratorias. Ahí solamente hay 29 mil millones de pesos, muchos más del 15 por ciento de la coparticipación que va a la ANSES.

 

¿De qué estamos hablando entonces? Pero además lo que nos están hablando de esto son los mismos que nos dejaron la Argentina del 2001, son los mismos cuya deuda las queremos y no nos dejan pagar con reservas, que también juntamos nosotros porque cuando llegamos al Banco Central había 8 mil millones de dólares, nada más hermano, ni un dólar más, ni un dólar menos. Los 50 mil que vinieron después, de los cuales ya pagamos 10 mil al Fondo Monetario, lo juntó el pueblo argentino; lo juntó este Gobierno, los juntaron los empresarios que exportan; los trabajadores que multiplican la riqueza también junto al capital. (APLAUSOS)

 

Esos dólares, por los cuales nos pagan apenas en Suiza el 0,5 por ciento anual, queremos destinar una parte chiquita - menos del 10 por ciento - para pagar la deuda de ellos: la del corralito, la del Plan Brady, la de la pesificación asimétrica, la del megacanje. Porque además, por si todo fuera poco, y para frutilla del postre, las deudas ni siquiera son nuestras, no son de esta gestión. Esta gestión lo único que ha hecho es desendeudar y pagar las fiestas que otros hicieron alegremente en el país. (APLAUSOS).

 

Por eso yo les pido a todos los legisladores, de la República Argentina - cualquiera sea su partido, cualquiera haya sido su responsabilidad en la historia que nos tocó vivir - pensar un poco más en el país, en estas leyes que verdaderamente son las que necesitamos discutir en el Parlamento. Parece mentira que estemos discutiendo si vamos a pagar con la plata que tenemos ahorrada, o vamos a salir a endeudarnos con el 15 por ciento. Cuando uno lo cuenta nadie lo puede entender, solamente obedece a un trabar las cosas, a poner palos en las ruedas, como esta cuestión de querer discutir si las provincias sí, si las provincias no. De los 298.000 millones de pesos del presupuesto la mayoría, absolutamente la mayoría se ejecuta en las provincias. ¿Dónde están los jubilados, dónde están los docentes, dónde están las empresas que reciben los REPRO, dónde están las empresas que reciben los reintegros de exportaciones? Si además este gobierno es el único en toda la historia argentina que coparticipa con las provincias un derecho de exportación, el Fondo Federal Solidario de la Soja, más de 6.000 millones que repartimos también entre las provincias. (APLAUSOS)

 

Miren, los que les gusta la historia argentina lo saben y a los que no les gusta se la cuento. En nuestro país durante el Siglo XIX hubo guerras civiles por el tema de las aduanas y de quién cobraba los derechos de exportación, finalmente quedaron en cabeza de la Nación. Nunca un gobierno coparticipó un derecho de exportación porque no son impuestos, son los derechos aduaneros que integran el Tesoro Nacional, artículo 5° de la Constitución, la parte fundacional de cómo se iba a distribuir la renta en la República Argentina. Eso también lo coparticipamos, más de 6.000 millones este año van a ser girados a las provincias. Nunca antes lo había hecho ningún gobierno argentino. ¿Entonces por qué venir a intentar desbaratar un proyecto de país que ha recuperado la confianza y la fe de los argentinos y que quiere salir de ese maldito default que nos puso en el mundo como un país de incumplidores y de morosos, cuando en realidad solamente se debió a la irresponsabilidad de unos pocos? Pero ya es sabido que siempre pagan justos por pecadores, yo no quiero vivir más en un país en que paguen justos por pecadores, estoy harta de esa frase de que paguen justos por pecadores, que paguen los pecadores únicamente y que sean los justos los que tengan el derecho al trabajo, al estudio, a la salud, a la vivienda. (APLAUSOS)

 

Déjenme decirles que yo siento que la Argentina es también una gran fábrica recuperada, una gran fábrica que en algún momento se cerró; una gran fábrica que supo ser líder en materia de construcción, de ferrocarriles, de aviones, de premios Nobel, de energía nuclear, en materia de marina mercante, en materia de producción. Llegamos a ser el PBI más importante de toda Latinoamérica, fuimos una gran fábrica. Y hoy que hemos recuperado y hemos abierto esa fábrica, yo les aseguro, yo les prometo que cueste lo que cueste esa fábrica va a seguir abierta y funcionando, no la van a cerrar más.  (APLAUSOS)

 

Esta gran fábrica recuperada que es la Argentina fue recuperada dos veces, en el 2003 y cuando pensaron que íbamos a cerrar el año pasado y se nos venía la crisis encima, la mantuvimos abierta también contra viento y marea. (APLAUSOS) La mantuvimos abierta con la cooperación de los sindicatos, que fueron abiertos e inteligentes. También con el esfuerzo de los empresarios, que articulamos con ellos cómo hacíamos para que no despidieran gente, para poder seguir con el nivel de ocupación que era lo que más nos desvelaba, lo que más nos preocupaba, que era el gran objetivo, el defender ese vínculo laboral, que no se rompiera. Hicimos de todo, administramos el comercio, armamos los REPRO desde Trabajo, los planes de capacitación, salimos en cada lado que había un agujero a tratar de taparlo y obturarlo como fue aquí, como fue también en Male y en la papelera. (Aplausos) Salimos con toda nuestra capacidad. Si no nos quieren ayudar -le digo a la oposición- a mantener la fábrica abierta, no empujen para cerrarla por lo menos y no hagan tanto daño, porque es necesario recuperar la confianza de nosotros mismos y también del mundo en la Argentina.

 

Cuando ven estas discusiones estériles, estos enfrentamientos que no tienen sentido porque estamos discutiendo sin razón, ¿quién puede entender que tenemos que ir a endeudarnos al 15 por ciento en lugar de pagar con reservas que están inmovilizadas? Nadie. Cuando nos ven discutir sobre las provincias cuando nunca las provincias habían recibido el monto de coparticipación, de obras públicas, del Fondo Federal Solidario de la Soja, de todo lo que constituye la transformación de la República Argentina, la gente no entiende y entonces siente que a veces la política se convierte en algo incomprensible, lejano y hasta por momentos dañino a sus propios intereses. Y esto es lo que quiero evitar, porque cada vez que en la sociedad argentina algunos creyeron que la política era dañina y era mejor otra cosa, nos fue muy mal a los argentinos.

 

Por eso pido un gran esfuerzo a todos, a la oposición para que entienda que la fábrica debe seguir abierta y funcionando, y que ellos también tienen la obligación de hacerla funcionar. Si no supieron hacerlo cuando eran gobierno por lo menos que ayuden a que funcione siendo oposición. (APLAUSOS) Esto es lo menos que puede pedir alguien que ha tenido y tiene esta inmensa responsabilidad.

 

Yo sé que muchos pensaban que el año 2009 nos íbamos a los caños, porque a las mujeres nos miran siempre con cierto grado de desconfianza, no solamente en la política. Me acuerdo cuando empecé en el estudio jurídico, los dos abogados, Kirchner y yo, entraban al estudio y lo iban a ver a él, a mí no me querían ver porque decían ésta qué va a saber si es mujer. Estoy hablando del año 76, no estoy hablando de ahora. Después di algunas muestras de capacidades y entonces me empezaron a creer. Pero todo nos cuesta más siempre y no es victimización, ustedes saben, todos, que es la realidad. Y pensaron tal vez que el año 2009, el año más terrible que vivimos en el mundo, yo no iba a poder ser buen piloto de tormentas. Pero realmente la hemos piloteado, la hemos sacado adelante, y ahora vuelve a crecer la actividad industrial, ahora está aumentando el consumo de energía. Déjenme contarles lo que viví en marzo del año pasado cuando me informaban que el consumo de energía eléctrica había caído en el primer bimestre contra el primer bimestre del 2008 el 1,3 por ciento. Yo sabía lo que era eso, era caída en la actividad industrial, era falta de trabajo, era la posibilidad de gente en la calle de vuelta y el fantasma de una Argentina devastada. Por eso cuando me pasaron las cifras de este primer bimestre del 2010, donde hemos aumentado el 6,8 la generación eléctrica me estoy dando cuenta que estamos saliendo de vuelta, que estamos empezando a crecer. (APLAUSOS) 

 

Cuando veo que empiezan a subir de nuevo las importaciones de bienes de capital y bienes intermedios, ¿qué significa? Sin lugar a dudas la nueva reactivación. Aún cuando baje un poquito el saldo comercial me pongo contenta igual porque sé que están demandando insumos para producir, para trabajar.

 

Finalmente, no quiero agobiarlos con tantas cosas, quiero agradecerles a los 132 trabajadores de esta empresa, a sus familias, a la Federación Gráfica Bonaerense, a todos los hombres y mujeres que creen que es necesario mantener contra viento y marea las fábricas abiertas. Allí en cada lugar que los argentinos crean que necesitamos una Argentina de mayor valor agregado, de producción, de mercado interno, de exportación, allí me van a encontrar, no como jefa sino como soldado, porque yo soy soldado de esta causa. (APLAUSOS)

 

Nunca me sentí ni quiero ser jefa de nadie ni de nada, simplemente un soldado de la causa nacional, un soldado de la producción y del trabajo, de la equidad y la justicia, de la igualdad de oportunidades, de la Argentina que permitió que yo, una hija de trabajadores, pudiera ir a la universidad y hoy pueda estar hablándoles a ustedes como presidenta de la República. Sueño con reconstruir esas posibilidades para mi pueblo, para los hijos de ustedes, para los que hoy me vinieron a acompañar y me acompañan a lo largo y a lo ancho de la República y se los agradezco de corazón. Porque esto es lo que vale, el afecto y el cariño de los trabajadores, de los que menos tienen, de los más humildes, de los que nunca piden nada sino que ponen todo. Y quiero decirles que el compromiso con la patria y con sus intereses es indestructible.

 

Muchas gracias y a seguir trabajando por la gran Argentina, por la fábrica recuperada, por la patria recuperada, por las esperanzas recuperadas, por la dignidad recuperada. Muchas gracias compañeros. (APLAUSOS)