Ese crecimiento del mercado interno fue el que "permitió sortear la crisis financiera internacional del año pasado", sostuvo la mandataria.
En su discurso, Cristina Fernández afirmó que el acuerdo del Bicentenario debe incorporar la idea de "dejar de ser una Argentina exportadora de productos primarios" y debe incluir "mucho valor agregado"; además de "abandonar la idea ingenua del libre comercio sin ningún tipo de restricciones que intentaron imponer en la década de los `90 y que ningún país del mundo lleva adelante".
Al respecto, la Presidenta aclaró que no promueve el proteccionismo sino que su objetivo es "proteger la oferta, y cuidar a empresarios y trabajadores". Además, Cristina Fernández aseguró que este gobierno "no permitirá conductas monopólicas u oligopólicas de conformación de precios" que "tenga que pagar la sociedad argentina".
"El Estado está dispuesto a construir elementos de financiamiento y políticas activas, examinando en la cadena de valor donde se produce el problema para no permitir conductas monopólicas u oligopólicas de conformación de precios que tenga que pagar sociedad argentina", dijo la jefa de Estado.
Además, la Presidenta pidió dejar de relacionar el aumento en los salarios de los trabajadores con la inflación y señaló que hay que retomar "procesos de financiamiento" y tener en cuenta que las crisis "algunos las viven o sobreviven, pero los trabajadores las sufren". "Ese tema de la inflación como fenómeno recurrente tiene que terminar con ese verso que es el salario de los trabajadores lo que provoca la inflación", dijo la mandataria.
Cristina Fernández agregó que "es necesario volver a conciliar la demanda con la oferta a través de procesos de financiamiento, para que el sostenimiento de la rentabilidad empresaria se aumente, pero no por aumento de precios, sino de volumen, de mercado y de consumidores, para que no terminar en los cuellos de botella históricos que han terminado sepultando procesos económicos".
Al respecto recordó que cuando, asumió el gobierno, el Estado tenía 8 mil millones de dólares de reservas y precisó que el aumento a 40 mil millones de dólares que posee actualmente el Banco Central es producto de la forma en que condujo la política económica.
En su discurso, la presidenta Cristina Fernández dijo que otro de los "pilares" del acuerdo del Bicentenario debe ser la "profundización del desendeudamiento de Argentina", ya que el peso de la deuda externa "es una de las restricciones más severas que ha tenido Argentina para su crecimiento".
Sobre la deuda, reiteró la voluntad del gobierno de "pagar la deuda y sacar a la Argentina del default" y pidió al Parlamento que "también demuestre al mundo que van a sacar a la Argentina del default".
"La Argentina debe comprometerse a pagar su deuda. Este Ejecutivo ha dado muestras que lo va a seguir haciendo. Sería bueno que el Parlamento también demuestre al mundo que va a sacar a la Argentina de aquel default" declarado por Adolfo Rodríguez Saá, dijo.
Explicó que el Ejecutivo propuso pagar la deuda con parte de los fondos disponibles del Banco Central porque "si tenemos que salir al mercado de capitales por efecto del default tenemos que pagar tasas del 15 al 17 por ciento".
Para finalizar, Cristina Fernández de Kirchner pidió a la oposición "racionalidad" en los planteos ante el uso de reservas para pagar deuda pública y consideró que "es difícil gobernar un país cuando un día se dice una cosa y al otro día exactamente lo contrario".
"El otro día un legislador de la oposición dijo que eliminemos los subsidios a los servicios públicos de alto consumo. El año pasado el ministerio de Planificación eliminó los subsidios y tuvimos que dar marcha atrás con el tema. Hoy nos dicen que tenemos que volver a sacarlos", manifestó.
En su discurso, la jefa de Estado consideró que "es difícil gobernar un país con estos comportamientos, donde un día se dice una cosa y al otro día exactamente lo contrario" y sostuvo que "no suena racional ni cuerdo que los que se nieguen a pagar esta deuda, son los que originaron la deuda".
Discurso de Hugo Moyano
En su discurso, Hugo Moyano agradeció en nombre de la CGT los acuerdos que la entidad mantiene desde el gobierno de Kircher, aunque aclaró que no se trata de un "apoyo oficialista a ultranza", sino que es el apoyo a "un gobierno nacional y popular que ha beneficiado a los argentinos en general y a los trabajadores en particular".
"Nosotros que sufrimos la crisis; y vimos y vivimos el cambio, apoyamos a este gobierno", en su decisión de utilizar las reservas para pagar la deuda y continuar con este proyecto. Desde la CGT reiteramos nuestro agradecimiento y nuestro apoyo a este gobierno nacional y popular", finalizó el sindicalista.