Buenos días a todos y a todas. Señor presidente de la República de Brasil, querido amigo Luiz Inacio Lula da Silva; señor presidente del Senado, senador José Sarney; señor presidente de la Cámara de Diputados de Brasil; legisladores, legisladoras, querido canciller Celso Amorim; comitiva que me acompaña; señores empresarios y señoras empresarias argentinos y brasileros, brasileros y argentinos; señores de los medios de comunicación brasileros y argentinos: en principio quiero decir que hoy hemos firmado acuerdos tan importantes como la compra por parte de Argentina de 20 aviones Embraer, que van a formar parte de la nueva flota de Aerolíneas Argentinas, y constituye una importante inversión y decisión de la Argentina precisamente de que parte de su flota se integre por primera vez con aviones que tienen su origen en su primer y principal socio que es la República de Brasil. Lo hacemos también con financiamiento importante y ventajoso del BNDES, pero también ha sido una decisión de la Argentina comprar aviones brasileros. En un mundo donde todos ofrecen comprar con financiamiento muy barato nosotros decidimos hacerlo no solamente por una cuestión económica sino esencialmente política y adquirir aviones aquí en Brasil.
En el mismo sentido es la decisión que firmamos con el señor presidente de Brasil en la reunión de la UNASUR en Bariloche, cuando tomamos también una decisión importante, estratégica en serio, de adoptar la norma japonesa para el sistema de digitalización en un acuerdo que por supuesto ya estaba encabezado por Japón, liderado por Brasil y en el cual nosotros también por una cuestión de asociación estratégica y de coherencia y consistencia en la decisión de profundizar la relación del Mercosur, adoptamos esa decisión. También obviamente habíamos sido tentados por otras jurisdicciones y por otros sistemas pero pesó la decisión estratégica de asociatividad con el Brasil precisamente en la adopción de esta norma.
Está claro que la necesidad de profundizar nuestra relación con el Brasil no es una cuestión de oportunidad o del momento, sino que obedece a una profunda convicción. Y también es cierto que en momentos de crisis internacional, global, como la que hemos sufrido surgen en la relación dificultades que es necesario abordar con madurez, con serenidad y con racionalidad, pero es necesario abordarlas y encontrar los instrumentos y las políticas que nos ayuden a saldar esas diferencias.
El mecanismo de reunirnos cada 90 días los presidentes acortando los plazos de los seis meses, que realmente dos veces al año con tantas dificultades como se dan son cosas muy lejanas, pero además decidir que nuestros ministros de Relaciones Exteriores, de Industria y Comercio y de Economía lo harán cada 45 días, una vez en Buenos Aires o en Puerto Iguazú, otras veces en Brasilia o en Porto Alegre, por decir lugares tal vez más cercanos, constituye un instrumento, una modalidad que estoy segura va poder resolver con mayor celeridad y eficacia, es decir con resultado -si uno es rápido y además es eficaz tiene buen resultado- las dificultades que podemos tener.
Y también es cierto, lo señalaba el señor presidente de Brasil, la necesidad de abordar los problemas no solamente desde la cuestión puntual sino con una visión más abarcativa y global, reconociendo las diferencias que tenemos entre ambos países. Ambos somos socios, pero Argentina no puede desconocer la escala de la economía del Brasil, una de las más importantes del mundo por una razón tan sencilla como más de 200 millones de habitantes y un proceso sostenido en el tiempo y decisivo de industrialización que les ha permitido tener el volumen económico que hoy tienen. Y no podemos ignorar la situación de Argentina en cuanto a cantidad de habitantes y lo que fue la devastación de todo el sistema industrial argentino durante décadas, que nos alejó muchísimo de lo que realmente estamos en condiciones de poder dar y de poder ser. Somos una sociedad, es cierto, pero también es cierto que hay un socio mayor y un socio menor producto del tamaño de sus economías y que entonces es necesario mirar el conjunto y el resultado; es cierto que Brasil es el destino principal de nuestras manufacturas industriales pero también es cierto que cuando uno mira el intercambio comercial en el sector de manufactura industrial la exportación desde Brasil hacia la Argentina contribuye a enjugar el déficit que Brasil tiene con otros países en materia de comercio de manufacturas industriales.
¿Entonces cual es una de las claves al abordar esto? La necesidad de hacerlo con madurez y saber que necesitamos el desarrollo de ambos porque para que nosotros podamos seguir comprándole a Brasil también tenemos que desarrollarnos, tener mano de obra, tener gente que quiera comprar los productos brasileros. Porque es obvio, y no hace falta explicarlo demasiado, que lo que más mano de obra genera es la industria y que los mejores salarios también están en el sector de industria, de servicios y si son con alta tecnología más aún. Por lo tanto ambos necesitamos sociedades, países, donde tengamos trabajo y bien remunerado para que podamos seguir manteniendo esta relación comercial importante, muy importante para ambos.
Pero debemos agregar, ante el desafío del siglo XXI, nuevas cosas, porque está visto que el siglo XXI va a tener nuevos protagonistas. Si el siglo XX se caracterizó por la bipolaridad, por un mundo de categorías blindadas o militares, el siglo XXI se va a caracterizar por un mundo de categorías económicas y asociaciones estratégicas en materia de valor agregado, de tecnología, de conocimiento y de industrialización. Está visto que tal vez otras economías de mucho mayor tamaño, inclusive que la de Brasil, están teniendo estratégicamente esta visión de complementariedad en el mundo que se avecina, nosotros argentinos y brasileros no podemos ser tan necios de no darnos cuenta del carácter de asociatividad que debemos tener entre nosotros y ustedes, ustedes y nosotros, en ese mundo que se viene. Por muchas cosas, porque va a ser un mundo caracterizado por la demanda de alimentos y energía, porque va a ser un mundo que además del alimento más básico va a requerir también la tecnología más sofisticada en materia de comunicaciones, en materia nuclear, etcétera, donde tal vez nosotros no tengamos el volumen de la economía brasilera, pero sí tengamos el know how en materia de desarrollo de software, de comunicaciones, de energía nuclear, que realmente nos convierten en un socio más que atractivo, o atractiva en este caso porque tienen una Presidenta.
Lo cierto es que tenemos que tener esta visión, el que viene va a ser un mundo de feroz competencia comercial, más allá de todas las declaraciones que se escuchan en todos los organismos multilaterales acerca del libre comercio, de que todos somos iguales, que tenemos que bajar las barreras. Sé que tal vez sea poco diplomático lo que voy a decir, pero una cosa es lo que se dice en todo el mundo y otra cosa son las decisiones que se adoptan en todo el mundo y en todas las economías.
Debemos entonces tener, brasileros y argentinos, la suficiente inteligencia para no perder de vista el todo. Voy a recurrir a una frase muy común en mi país: "que el árbol no nos impida ver el bosque", que cuestiones puntuales que se puedan desarrollar entre tal empresa y tal empresa, muchas veces inclusive del mismo origen, no quiero introducir cuestiones picantes, pero por allí asuntos que se introducen en cuestiones comerciales, son entre una empresa que está radicada aquí en Brasil, o sea una empresa brasilera, y una empresa argentina, pero ojo, es una empresa argentina porque obviamente en Argentina no puede haber otra cosa que empresas argentinas pero sus principales accionistas son de origen brasilero.
Por eso creo que los gobiernos tenemos que ser lo suficientemente inteligentes como para reencauzar y reorientar todas estas pequeñas diferencias, que nos permiten llevar a cabo en serio una asociación que va a ser necesaria por muchas cosas. Primero, por una cuestión de que ya venimos formando parte de este MERCOSUR que se ha hecho carne en ambos países, porque estamos en la misma región, porque logísticamente nos torna más competitivos nuestra cercanía y a partir de todo el desarrollo conjunto que hemos alcanzado, de las importantísimas inversiones que Brasil ha hecho en la Argentina, más las que tiene pensadas desarrollar, no voy a decir el nombre pero acabo de hablar con una importante compañía brasilera que va a decidir en los próximos días una importantísima inversión en la Argentina.
Entonces creo que todo lo que muchas veces se trata de potenciar desde intereses más pequeños y más sectoriales, debemos tener la inteligencia de superarlos con vistas a esta asociación estratégica. Que si uno mira los números, porque en definitiva, vamos, somos Gobierno y ustedes son empresarios pero a la hora de la verdad lo que hay que mirar son los números, los números concretos de este intercambio comercial, cuántos son los cientos y cientos y miles de millones de dólares que hay de intercambio entre uno y otro país, y entonces, en base a esto y a las otras consideraciones que he desarrollado, no equivocarnos a la hora de tomar decisiones.
Por eso, cada vez que vengo aquí me voy con soluciones, y cada vez que Lula va a la Argentina avanzamos un paso más en la integración. Yo creo que esta decisión de acortar los plazos de nuestros encuentros, de disminuir notablemente y establecer una metodología directamente de 45 días entre nuestros ministros, va a ser un instrumento muy útil para superar esas diferencias. Que reitero, a la hora de la mirada estratégica, de la mirada a mediano y a largo plazo, son cosas muy pero muy pequeñas.
Voy a brindar por la amistad, por nuestra relación comercial entre Argentina y Brasil, pero por sobre todas las cosas brindar por nuestra inteligencia para resolver las dificultades, porque es allí donde se advierte el éxito de los hombres y mujeres de la política y de los hombres y mujeres de las empresas. Crear los problemas suele ser muy fácil y muy rápido y no demanda demasiada inteligencia, simplemente que aparezcan algunos intereses contrapuestos; para resolverlos hace falta abordar los intereses pero además hacerlo con inteligencia.
Así que hoy me voy a permitir un brindis muy especial por la inteligencia de ambos, de argentinos y brasileros y de brasileros y argentinos.
Muchas gracias y salud.