Discurso en la firma de convenio de cooperación en la Asignación Familiar por Hijo con distintas provincias

PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN EN EL ACTO DE FIRMA DE NUEVO CONVENIO DE COOPERACIÓN DE LA ASIGNACIÒN FAMILIAR POR HIJO, DE LA ANSES, CON LAS PROVINCIAS PATAGÓNICAS; LA PAMPA Y SAN JUAN, EN EL SALÒN DE LAS MUJERES DEL BICENTENARIO, CASA DE GOBIERNO.

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Muy buenas tardes a todos y a todas; señores Gobernadores; señora Gobernadora, señor vicegobernador; veo legisladores y legisladoras; intendentes e intendentas de las provincias argentinas: la verdad es que es un día también muy especial por firmar este convenio con los gobernadores, a los efectos de ir componiendo y recomponiendo el Sistema Nacional de Datos, que debe culminar en un Registro del Niño, que es el proyecto que tenemos con la ministra de Desarrollo Social, donde creemos ese instrumento - como lo vengo diciendo - para tener realmente un perfil casi milimétrico de lo que sucede con nuestros jóvenes, nuestros niños hasta los 18 años.

Pero permítanme contarles algunas cosas, hace unos instantes me envió Artemio López - ustedes lo deben haber escuchado, es el director de la consultora Equis, que tiene sus diferencias con el INDEC, esto lo digo para evitar cualquier tipo de valoración- la estimación que hace la Consultora Equis sobre cómo impactaría esto en los niveles de pobreza e indigencia en nuestros niños. Artemio habla de - y me autorizó a decirlo, obviamente por eso lo estoy repitiendo - una reducción del 50 por ciento de la pobreza y un descenso de la indigencia a 2,6; 2 puntos. (Aplausos). Que no se piense Artemio López que este aplauso fue para él, por favor aclarémoslo, pero ahora en serio hablando de la pobreza, porque a partir del anuncio, hecho hace ya unos días, de la Asignación Básica para la protección social, comenzaron a sucederse hechos y demandas de organizaciones sociales, por llamarlas de algún modo, que en realidad no alcanzo a entender acabadamente el porqué de esas reacciones y de esas actitudes cuando se está llegando precisamente a un momento en el cual ya ningún menor de 18 años va a depender absolutamente de nadie para tener un ingreso.

Y entonces parece que en estos años difíciles que hemos vivido los argentinos, hablo de los 90, durante los gobiernos de mi partido, del que ustedes saben yo era opositora interna, hablo del gobierno de la Alianza que finalmente culminó con los sucesos terminales del año 2001, la pobreza por algunos fue tomada desde un punto de vista casi industrial - diría - como una suerte de industria de la pobreza, donde a partir de que existían pobres entonces se podía existir política y organizativamente.

Creo que lo que nos está sucediendo es esto, es que finalmente se está abordando y llegando a un punto en el cual cuando cada niño reciba esa Asignación Básica Familiar se habrá terminado definitivamente la posibilidad de manipulación por parte de cualquiera de ese drama, de esa tragedia y de esa pobreza.

Quiero contarles algunas cifras porque normalmente se identifica que los que reciben emolumentos o recursos del Estado son organizaciones políticas de carácter clientelar vinculadas con tal o cual cosa. Yo quiero darles algunos datos: tenemos más de 5000 organizaciones religiosas, civiles, Organizaciones no Gubernamentales me refiero, deportivas, clubes que reciben equipamiento o algún tipo de ayuda por parte del Estado y que en estos seis años hemos llegado a la cifra de 721 millones; y en comedores escolares, 1.704 comedores escolares y más de 800 Organizaciones no Gubernamentales, que reciben esos fondos que superan los 200 millones de pesos anuales, únicamente en comedores escolares. Esto para terminar desterrando un poco algunos clichés o algunas cuestiones que tienen que ver con determinadas formas organizativas y políticas.

Creo realmente - y ustedes saben que soy una militante política de toda la vida - en la organización social, creo en las organizaciones sociales y cuando uno ve lo que podríamos denominar casi grupúsculos, en términos cuantitativos, por allí encapuchados o con palos cortando la calle, no se sabe porqué ya que en definitiva cualquiera que vaya a la ANsES puede anotarse y va a poder recibir la ayuda, entonces es como que uno comienza a pensar que se está terminando una época en la República Argentina afortunadamente y que es lo que se ha conocido - o lo digo yo - , como industria de la pobreza o Pymes de la pobreza, donde el pobre más que un sujeto, una persona de derecho a ser atendida, reconocida, ayudada, reparada no con justicia porque ya les dije que justicia es únicamente trabajo decente, no hay otra forma, se convierte en un rehén también y yo creo sinceramente que todos, absolutamente todos debiéramos hacer un esfuerzo si es que decimos realmente representar y querer terminar o por lo menos paliar ese flagelo de la pobreza, desentrañar e informar correctamente acerca de estas cuestiones, que poco tienen que ver con demandas sociales, o con organizaciones sociales y que mucho tienen que ver con esto, con una forma de entender la posibilidad de tener algún tipo, no de representación política, porque en definitiva la representación política no te la dan los pobres, la representación política en una sociedad democrática la dan los votos a los partidos políticos cada vez que hay elecciones, eso es una cosa que debemos asumir definitivamente los argentinos.

Entonces hay que entender que necesitamos por parte de todos, dirigentes institucionales, políticos, comunicadores, un grado de seriedad y responsabilidad en la información y en el tratamiento de la pobreza para no humillar dos veces, o tres, o cuatro a los pobres. Cuando el otro día veía que entrevistaban a gente que ni sabía a qué organización política respondía, realmente era patético, cosa que además ayuda absolutamente a aquellos sectores ideológicos que siempre han denostado al Estado, han estigmatizado a la política y la han visto solamente como un instrumento de clientelismo político.

Por eso lo más meritorio que tenemos que lograr entre todos, gobernadores, intendentes, presidenta, ministros, dirigentes sociales, políticos, religiosos, comunicadores, es precisamente organizar a partir de este instrumento una forma diferente del abordaje de la pobreza en nuestro país, y saber que estos datos que yo quería leerles, de organizaciones de todo tipo, acreditadas ante el Ministerio de Desarrollo Social, tiene por objeto desmitificar precisamente el hecho de que la ayuda estatal la reciben únicamente los que están de acuerdo con el gobierno o el partido de turno. Esto no es cierto, no lo fue por lo menos desde el año 2003 a la fecha donde distintas organizaciones han recibido aportes y ayudas del Estado, que además obviamente no son gratuitas ni es mecenazgo por parte del presidente o la presidenta de turno, son simplemente recursos que figuran en materia presupuestaria y que son tratados y aprobados por nuestro Parlamento como corresponde en todo orden democrático.

Yo quería compartir estas ideas, estas sensaciones, estas reflexiones que uno ve ante tanto ejercicio mediático tendiente a desnaturalizar, a desesperanzar, a estigmatizar, a decir que nada está bien; es imposible que todo esté bien, tan imposible como que todo esté mal, porque la vida no es así, porque la sociedad no es así, porque además más allá de las diferencias que todos podemos tener -acá hay hombres y mujeres que pertenecen a otros partidos políticos- creo que siempre, siempre hemos tenido una actitud frontal de combate a la pobreza con el tema del trabajo. Es curioso, porque lo más anti clientelar que puede existir, lo más liberador que puede tener alguien es que tenga trabajo, ya no depende de que lo inscriban, de que haga una cola, nada, va a trabajar y cobra, y este fue el gobierno que más puestos de trabajo creó en las últimas décadas en la República Argentina. (Aplausos).

Y muchas veces escucho a dirigentes, por allí de mi propio partido durante la época..., todos saben cuál fue mi posición en aquellos años, no vale la pena repetirla, es demasiado conocida; o dirigentes que tuvieron la responsabilidad de comprometer un proyecto político en el 2001 a partir de la Alianza y que generaron muchísimos pobres, que en definitiva son los que luego resultan clientes o rehenes, porque el verdadero combate contra el clientelismo político es el trabajo. Por eso digo que nosotros hemos dado y vamos a seguir dando esa batalla, además de ésta de reparación, de ayuda, pero la gran batalla, no tengan dudas, es la generación de puestos de trabajo, de sostenimiento y crecimiento de la actividad económica.

Tal vez este también sea un sistema muy compatible con esto porque aquel que va a recuperar el trabajo, aquel que va a pasar al mundo formal, va a continuar ya sí, no porque se inscribió sino porque le corresponde legalmente, percibiendo esta asignación familiar; además este plan es absolutamente compatible con una política que tenga por objeto el trabajo decente. Por eso no me canso de repetirlo una y otra vez porque ése debe ser el objetivo de todos los argentinos.

A veces pienso que algunos grupúsculos deben añorar aquellos gobiernos de los 90, o lo que pasó en el 2001, porque es una forma entonces de que como hay mucho lío, mucha gente pobre y mucha gente con miseria, se recluta mucha gente para la agrupación política de cada uno. Dios mío, qué terrible debe ser militar en un partido político en el cual para tener gentes o adherentes tengo que tener millones de pobres en la Argentina. Yo creo que tenemos que encontrar todos, con nuestros matices y nuestras diferencias, una forma diferente de promover y organizar la militancia política. Y la política es algo que debemos, no a nosotros que todos estamos comprometidos, con ideas, con historias y con identidades, sino a los que vienen, que los quieren formar aquí en todas partes en términos de posmodernismo, de individualismo, alejados de la política, donde los partidos políticos son malas palabras y donde muchas veces los propios dirigentes de los partidos políticos sin advertirlo también contribuyen, a partir de no entender cómo se debe dar el debate, a partir de las ideas y no de la descalificación, a partir de ser mejor que el otro y no que el otro se hunda. Yo estoy absolutamente convencida porque con mis diferencias, que siempre las tuve, eran profundas diferencias políticas, no tenía descalificaciones ni vinculadas a las personas ni a sus aspectos personales ni nada, era a las políticas, que es en definitiva lo que se debe cuestionar. Y además hacerlo también desde la honestidad intelectual de qué hemos hecho cada uno de nosotros cuando nos ha tocado ser parte de un gobierno, llevar a la sociedad una propuesta y reclamar su voto. Esto no significa que el que le fue mal en el gobierno haya quedado excluido de la política, no, para nada, porque te puede ir mal, te podés equivocar o te puede salir bien, no es por no tener capacidad, no importa, lo importante es tener la humildad de recordar lo que cada uno hizo para saber desde qué lugar se habla, sería una manera de honestidad que todos deberíamos también poder ejercitar.

Tampoco me quiero poner demasiado seria ni solemne con las palabras, simplemente quiero agradecer la presencia de los gobernadores, de la gobernadora de Tierra del Fuego, del señor vicegobernador de la provincia de Chubut, el poder intercalar, intercambiar todos estos datos para reforzar los índices del Sistema Nacional que ya tenemos y que tiene una gran densidad y profundidad; darle mayor densidad, mayor profundidad y ayudar a tener entre todos un país mejor, que después de todo es lo que seguramente la gran mayoría de los argentinos queremos. Muchas gracias y muy buenas tardes a todos. (Aplausos)