Muy buenas tardes a todos y a todas; señores Gobernadores y Gobernadoras de la República Argentina; embajadores y embajadoras; señores ministros y ministras; jefes de delegaciones; empresarios y empresarias: debo confesarles algo, es la primera vez que estoy en el Luna Park en una reunión de empresas internacionales, normalmente cuando he estado aquí ha sido para mítines políticos o también encuentros artísticos, pero realmente queremos darle la bienvenida a todos y en especial agradecer a la Unión Internacional de Gas y a su presidente, que sabemos que tuvo mucho que ver con el hecho de haber decidido que por primera vez esta importantísima conferencia, que agrupa a las principales empresas de gas de todo el mundo se desarrollara, aquí, en el hemisferio sur y que haya sido precisamente nuestro país: la República Argentina la elegida para llevarla a cabo.
Y creo que no se han equivocado, no solamente porque tenemos un país fantástico, sino porque también tenemos un país muy vinculado en su matriz energética al gas. Desde 1920, con la inauguración de yacimientos petrolíferos fiscales, empresas de carácter nacional dedicadas a la explotación de los yacimientos petrolíferos, más tarde gasíferos, hasta en 1949, cuando nuestro país inauguró el segundo gasoducto más largo del mundo, en ese momento, y el primero y más largo en toda América latina. Fue cuando conectamos desde el sur, en la Patagonia, en un lugar muy entrañable para mí: Santa Cruz, Pico Truncado suministrándole gas, a través de un gasoducto de 1.605 kilómetros, gas precisamente aquí al norte.
Luego fue cada vez incrementándose aún más el aporte a la matriz energética del gas, a punto tal que en 1970 en nuestro país la matriz energética gasífera era del 15 por ciento y actualmente es del 52 por ciento. Esto ha tenido ventajas y desventajas también porque con la variación del precio de los commodities realmente hubo un momento en el cual nos abocamos a la diversificación precisamente de nuestra matriz energética, pero al mismo tiempo a desarrollar con mucha tecnología y con mucha innovación todo lo vinculado a la industria gasífera.
No se le escapa a ninguno de ustedes que precisamente el GNC, el gas destinado a ser combustible de los autos ha alcanzado el más alto grado de tecnología aquí en nuestro país. Hoy, de ese 52 por ciento, que significan 126 millones de metros cúbicos día, que atienden a una red de usuarios, de las más importantes tal vez de América latina, de 7 millones, y que representan el 22 por ciento total del consumo de gas, las industrias (32 por ciento); las usinas eléctricas (33 por ciento) y precisamente el parque automotor, con la industria de GNC con el 12 por ciento.
Hoy estamos trabajando también muy fuertemente en un plan que lanzamos, durante mi gestión, el 21 de diciembre del año 2007, para ser más precisa, en uno de los elementos que señalaba el señor Presidente: uso racional y eficiente de la energía con un objetivo de sustitución de lamparitas o bombillas, según como puedan llamarlas, de 25 millones de unidades. Ya hemos alcanzado la cifra de sustitución de 9 millones, que nos ha significado un ahorro de 400 megavat. Para que ustedes tengan una idea es lo que genera Atucha I, que es una central nuclear argentina.
También estamos trabajando en materia de innovación tecnológica en el proyecto de desarrollo del reactor nuclear modular Karen, que tiene como único objetivo, absolutamente pacífico, y que es precisamente la provisión de energía, y estamos desarrollando un plan de proveer de 1.000 megavatios con energías diferentes, alternativas tales como eólicas, solares, etcétera.
Quiero decirles que el encuentro que hoy tenemos aquí, se da en un momento muy particular de la historia económica contemporánea. Como todos ustedes saben, mi país, como muchos de los países que hoy están aquí representados, integran el G-20 y también sabemos que estamos frente a un momento económico internacional difícil pero en el cual, de aquella complejidad que teníamos hace poco más de un año, en septiembre del año pasado, hemos ido dando respuestas que han permitido ir reacomodando paulatinamente realidades y precios internacionales.
No significa que la crisis haya sido superada, pero sí que ha habido señales, instrumentos y medidas importantes tendientes a atemperar los efectos de la misma y a recolocar el acento nuevamente en lo que nosotros decimos debe ser y es el objetivo de todo buen gobierno que es, fundamentalmente, fomentar, promover e incrementar a la economía real.
Y ustedes, hoy aquí como empresarios de un sector vital para el crecimiento económico y que han tenido un protagonismo muy importante, sobre todo de las economías emergentes en estos diez años de crecimiento que ha tenido la actividad mundial, son, precisamente tal vez, los que más entiendan la necesidad de volver a poner el acento en la economía real, en la producción y en la inversión. Porque cuando no hay producción, cuando no hay economía real, uno de los sectores más afectados, obviamente, es el que ustedes representan, porque ustedes representan la fuerza necesaria para la producción y la generación de economía real y trabajo en todo el mundo.
Esto quiero decirlo con mucho énfasis en un mundo en el cual llegó un momento en el que se le prestaba más atención a los gerentes financieros que a los gerentes de nuevas oportunidades y diseño de negocios vinculados con la economía real.
Por eso, tal vez, hoy más que nunca, el objetivo de empresas y gobiernos sea, precisamente, volver a promover el crecimiento y el desarrollo de la economía real con la producción y la generación de empleo y trabajo.
Realmente quería hacer estos comentarios, estas reflexiones frente a ustedes porque sé de la necesidad que todos, gobernantes y empresarios, tenemos en superar rápidamente este momento que ha atravesado la historia de la humanidad para volver a colocar, precisamente, en la producción, en la inversión y en el trabajo los puntales de crecimiento y desarrollo social sustentable.
No solamente se sustenta el mundo en materia de uso racional y eficiente de la energía para cuidar nuestro plantea, sino para cuidar también a los hombres y mujeres que viven en nuestro planeta y necesitan del trabajo decente y bien remunerado para seguir creciendo como lo hemos venido haciendo durante la última década. Este debe ser el objetivo de gobiernos y de empresas.
Por eso, saludamos con mucha fuerza, con mucho énfasis este encuentro, sé que hay innumerables stands en la Sociedad Rural donde cada una de las empresas que ustedes representan han desarrollado tecnología, innovación y les van a mostrar al mundo lo que son capaces de hacer en materia de generación y uso racional de la energía.
Muchísimas gracias y muy bienvenidos todos y todas a la República Argentina y que finalicen con mucho éxito esta 24° Conferencia Mundial en Materia de Gas.
Muchas gracias. (APLAUSOS)