PRESIDENTA.- ...realmente acompañar, acá había hijos que nunca habían visto a su padre y que ahora querían ver la tumba. Una de las chicas, una rubiecita preciosa, Mariana, de Mendoza, a la escalerilla del avión me dijo que estaba muy orgullosa de que su padre hubiera muerto por la patria. La verdad es que fue muy emotivo todo. Uno me regaló lo que tenía del Crucero General Belgrano, su hijo había muerto allí, así que, me lo regaló y con mucho honor lo llevo. Todo fue muy emotivo, había madres, esposas, hijos, hermanos de todos los lugares de la patria, creo que no faltó nadie, había mendocinos, sanluiceños, formoseños, chaqueños, entrerríanos, misioneros, correntinos, bonaerenses, patagónicos también, estaba la mamá de nuestro soldado Ortega, que es de acá de Río Gallegos, de Santa Cruz. Cuando iba caminando les decía, a Zelmira, sobre todo, además me emocionaba verlos con sus flores, iban con sus flores, me acuerdo que cuando era chiquita y acompañaba a mi mamá al Cementerio, me acordé, y tal vez algunos que me acompañan acá, veo gente de Santa Cruz, lo que vivimos nosotros en aquella época. Cada vez que lo veo al Toti Arizmendi, ¿te acordás Toti? En el año '82 acá vivimos la guerra de una manera diferente, a setecientos y pico de kilómetros, con operativos de oscurecimiento todas las noches, con los faroles de los autos totalmente cubiertos y a la noche Río Gallegos quedaba a oscuras, pero a oscuras literalmente, para que no pudiera ser identificada de noche. Así que, fueron muchas cosas, muchas emociones que se entremezclaron entre las emociones de los familiares, las mías propias por los recuerdos del '82. Hoy me quedé a dormir en la casa de mi hijo, que era la casa nuestra en aquel momento, en el '82, donde dormí hoy, en el mismo dormitorio que dormí hoy dormíamos en el '82 acá durante la guerra y me acordaba de Máximo, se lo comentaba hoy cuando desayunábamos a la mañana antes de venir acá, él era muy chiquito, pero estaba fascinado y en el lugar en el que estábamos desayunando hoy, que era la cocina, era el lugar donde él se sentaba a jugar con todos sus soldaditos arriba de la mesa mirando televisión. Así que, eran montones de cosas todas mezcladas hoy que se dieron del color, de la emoción de los familiares, de las vivencias y experiencias de aquellos años y la verdad de esto que debe ser una lucha inclaudicable de todos los argentinos para poder retornar a lo que es nuestro, que son nuestras islas, eso en el marco del Derecho Internacional, y de lo que marcan Naciones Unidas de poder sentarnos a hablar con el Reino Unido. Una vez reclamamos desde este lugar que se cumplan con las resoluciones de Naciones Unidas que es precisamente sentarnos a hablar de la soberanía. Eso es lo que marca el Derecho Internacional, eso es lo que marcan las convenciones internacionales. Hoy hemos asistido a un gesto humanitario y me parece mentira que haya tardado tantos años en darse porque no estábamos pidiendo nada, simplemente esto, un gesto humanitario que permita ir a llorar a nuestros muertos a sus deudos. Allá fueron ellos en nombre de todos nosotros. Así que, con mucha emoción, con mucho respeto y como dije antes, con mucho honor.
PERIODISTA.- Presidenta: además usted muy emotivamente dijo que posiblemente algún presidente argentino muy pronto va a visitar las islas. ¿Puede ser durante su período o el que sigue?
PRESIDENTA.- Dije, ya usted le agregó muy pronto, como siempre le agregan cosas que yo no dije, que en este siglo un presidente argentino va a ir a las islas, como presidente de esas islas también, a honrar a los muertos, a los caídos, porque vamos a ir en nombre además del Derecho Internacional. Nuestro dominio sobre las islas, que es imprescriptible, legítimo, histórico, inclaudicable, pero que lo vamos a hacer en nombre del Derecho Internacional de la paz y de que no puede haber ya más enclaves coloniales durante el siglo XXI. Esta es la nueva aspiración que tenemos que tener, no solamente como argentinos, sino como ciudadanos universales, como ciudadanos globales que todos los países del mundo respeten los derechos de todos los países y que, fundamentalmente, respeten las decisiones de los organismos multilaterales que nos agrupan a todos y que nos hacen ser, o por lo menos aparecer, como un mundo civilizado. Mientras no se respeten estas normas, lo de civilizado va a ser una aspiración. Hasta ahora es una aspiración. Por eso creemos que es imprescindible, una vez más, lograr que se cumpla con las resoluciones de la Naciones Unidas. Muchas gracias a todos por habernos acompañado, muchas gracias por el respeto de todos y ¡Viva la patria! (APLAUSOS)