Muy buenas tardes a todos y a todas. Señores gobernadores; señora Gobernadora; señoras y señores intendentes; legisladores; trabajadores; empresarios: hoy estamos en uno de esos días que nos permiten ver un poco más la fotografía completa de nuestro querido país, la República Argentina. Todo pareciera indicar que esto es simplemente un acto de gobernadores, de provincias productoras de gas y de petróleo que acaban de firmar un acuerdo con empresas y trabajadores para la paz social, para reincorporar trabajadores, para asegurar su fuente de trabajo, y que eso se hace a partir de lograr determinado nivel del metro cúbico de gas en boca de pozo; esto es lo que parece pero aquí hay otra cosa.
Cuando tuvimos la reunión en la que el gobernador de Neuquén, provincia productora casi del 60 por ciento del petróleo y gas en la Argentina, me fue a ver en una mañana de trabajo en Olivos, vino a plantearme lo que estaba pasando, el hecho de que por el escaso valor del metro cúbico en boca de pozo había problemas laborales. Pero lo que estamos viendo es una parte de la Argentina, que es el hecho de tener - algo que yo repito mucho con insistencia en los últimos días- precios subsidiados en materia energética que han permitido darle competitividad a la Argentina, pero al mismo tiempo también han recortado por ejemplo recursos e ingresos a las ocho provincias productoras hidrocarburíferas de la República Argentina. También ha demandando por parte del Estado nacional pago de subsidios al sistema eléctrico, que se genera en parte con gas, y al sistema gasífero en sí, a todos los argentinos en sus hogares, a los que se dedican al comercio en sus comercios, a los industriales. Para que ustedes tengan una idea, del 31 de diciembre del año 2008, o sea a escasos días de que asumí como Presidenta de la República Argentina hasta la fecha, hemos abonado al sistema eléctrico y al sistema de gas en subsidios 22.059 millones de pesos, 18.265 al sistema eléctrico y 3.794 al sistema de gas ¿Esto qué quiere decir? Que desde el Estado salieron fondos de todos los argentinos para subsidiar tarifas para todos los sectores sociales y económicos, eléctricas y de gas, absolutamente desacopladas de los niveles internacionales, pero no internacionales de Europa, no estoy hablando desacopladas de Francia, de Inglaterra, de Estados Unidos, desacopladas de nuestros socios del MERCOSUR, de nuestros vecinos de Chile, de Brasil, de Uruguay, de Paraguay, todos con tarifas más altas en materia de gasoil, en materia de nafta, en materia de gas, en materia de electricidad. 22.059 millones de pesos a los que tengo que sumarle los 836 millones de pesos que significan reconocer a las empresas este nuevo valor de pozo, y que le va a significar a estos hombres y mujeres que están sentados aquí, a sus provincias no a ellos, que les ingresen 436 millones de pesos más en concepto de regalías.
Pero yo quiero contarles también lo que dejaron de percibir estos ocho estados provinciales argentinos del año 2003 a la fecha en gas natural por regalías no cobradas, precisamente porque si se ponía al precio internacional no había industria ni había proceso de reindustrialización ni de recomposición del mercado interno que aguantara. Sus provincias dejaron de percibir en gas natural 20.255 millones de pesos en estos seis años y medio de gestión de este modelo que comenzó el 25 de mayo del 2003; y en materia de petróleo dejaron de percibir 9.896 millones más. Fíjense las cifras en estos seis años y las cifras del Gobierno nacional en un año y medio, casi igual o un poquito menos a lo que dejaron de percibir durante seis años.
Digo esto para que los argentinos veamos la fotografía completa, y todos los sectores económicos adviertan lo que cada uno pone para que el modelo funcione, porque esto significa gasoil barato para las estaciones de servicio y para el agro, esto significa nafta súper para todos los usuarios a un precio menor, esto significa tarifas eléctricas para los comerciantes, los industriales y los residenciales también menores. Si nosotros por ejemplo no hubiéramos absorbido estos 836 millones de pesos habría habido un nuevo aumento tarifario en el sector residencial que hubiera oscilado entre el 41 y el 19 por ciento.
Ahora bien, hay sectores que forman parte del mercado interno y todo lo consumen o lo venden en el mercado interno, y hay otros sectores que con estos valores absolutamente desacoplados del mercado internacional sin embargo tienen una actividad netamente exportadora, y por lo tanto reciben dólares o euros, pero gastan pesos y muchos menos pesos de lo que les correspondería gastar en su equivalente.
Digo esto, y lo digo a menudo en la necesidad del diálogo y del acuerdo social en la Argentina, de entender cómo funciona el modelo. Uno siempre tiene una tendencia a mirar lo que pone uno, es natural, nadie tiene que horrorizarse y asustarse, es parte de la condición humana, pero lo cierto es que son muchos los sectores y las regiones que han puesto para que este modelo de tipo competitivo, de tarifas desacopladas, de desarrollo del mercado interno a través de buen nivel de ingreso salarial, tendiendo al pleno empleo para desarrollar el mercado interno, funcione. Por si esto fuera poco además estamos cubriendo hoy la fuente laboral de más de 5 mil trabajadores que prestan sus servicios directamente en las empresas de extracción y de servicios que prestan precisamente servicios a las grandes petroleras.
Por eso cuando Jorge Sapag me vino a ver esa mañana a Olivos y tuvimos una muy buena reunión de trabajo, no estábamos solamente abordando el problema de los trabajadores, que sin lugar a dudas para él como gobernador y para el resto de sus colegas era importante, porque son sus trabajadores, son los que consumen en sus provincias, son los que viven en sus provincias, sino que estábamos abordando también el problema del resto de los argentinos, de lograr un equilibrio entre lo que necesitaban para que los trabajadores pudieran conservar su trabajo, para que las empresas pudieran mantener con rentabilidad su actividad empresaria, invertir y producir más gas y más petróleo, y al mismo tiempo que el resto de los argentinos no sufriera el impacto que en cualquier otro país del mundo significa reconocer mayor valor al metro cúbico de gas o al BTU de petróleo. Esto es de manual, son cosas que tal vez como presidenta no debería explicar porque debería dar por sentado que por lo menos quienes informan o la gran mayoría de los argentinos están al tanto de todo esto. Pero muchas veces no entendemos qué ha pasado en los 6 años y medio del crecimiento más importante que ha tenido la economía argentina, y pensamos también con una tendencia que tenemos todos los seres humanos a creer que nos va bien únicamente por nuestros esfuerzos personales; y en una parte es cierto, siempre hay que poner una parte de esfuerzo personal y de trabajo para que a uno le vaya bien, pero si el país no genera las condiciones macroeconómicas, por más que uno trabaje, se esfuerce y se sacrifique puede no llegar a tener resultado. De hecho el 25 por ciento de los argentinos que no tenían trabajo allá por el año 2003 no era porque no querían trabajar, sino simplemente porque se había destruido el aparato productivo argentino y no tenían la posibilidad de acceder al trabajo.
Con lo que para nosotros constituye el trabajo, el sostenimiento de la actividad económica y la sostenibilidad de las empresas, el eje fundamental del combate contra la pobreza, la desigualdad y la inequidad, que nadie crea que a través de los planes sociales se puede resolver la pobreza. (Aplausos) Miren que durante estos años de democracia se han conocido distintas políticas sociales, con distintos nombres y con las mejores intenciones todas, porque no hay ningún gobernante que no tenga buenas intenciones a la hora de querer abordar el problema de la pobreza; pero yo les puedo asegura y ustedes lo saben mejor que nadie, que el mayor antídoto contra la pobreza es lograr el trabajo y un régimen de pleno empleo en la Argentina, con trabajadores en blanco y salarios dignos, ese es el eje del verdadero combate contra la pobreza. Por supuesto en el mientras tanto hay que hacer políticas muy fuertes como las que estamos haciendo en materia social, pero tampoco olvidar que esta Argentina que hoy tenemos está viviendo en un mundo con una crisis sin precedentes, por momentos cuando una escucha cosas parece que nada hubiera pasado en el mundo, y a diario estamos viendo en noticias donde desde las primeras potencias del mundo millones de personas quedan sin trabajo, millones de personas quedan sin casa, millones de personas sin cobertura sanitaria de ningún tipo. Se está discutiendo en Estados Unidos actualmente, la primera economía del mundo, reformar un sistema de salud que es absolutamente privado.
Yo creo entonces que es necesario que todos tomemos conciencia de lo que se aporta desde casa sector, desde cada actividad, desde cada región del país para logar la sustentabilidad de un modelo que ha dado crecimiento y trabajo a los argentinos, y alta rentabilidad también a las empresas. Y estos hombres y mujeres que hoy están sentados aquí no pertenecen a las provincias más desarrolladas industrialmente, algunas ni siquiera tienen un habitante por kilómetro cuadrado, y otras no tienen el nivel de desarrollo industrial y tecnológico que han tenido la suerte de tener otras regiones centrales del país, y que no es un problema de ahora, estamos hablando de 200 años de historia de asimetrías sociales y geográficas que datan de nuestro mismo origen. Recién Jorge hacía mención al Bicentenario y la necesidad de repensar un país y de repensarnos a nosotros mismos no desde el desacuerdo, sino desde el acuerdo, y desde el comprender la parte que cada uno tiene que poner para que esto funciones. Y sin lugar a dudas los que más tenemos somos los que más debemos poner, de esto no tengo ninguna duda ni la tuve nunca.
Entonces quiero decirles que hoy aquí no estamos simplemente ante un acto donde un grupo de gobernadores acuerdan para guardar las fuentes de trabajos de sus hombres, de sus mujeres en sus provincias o un determinado convenio, estamos ante algo más, estamos ante la ratificación del aporte que desde distintos sectores y regiones del país se viene haciendo para construir una Argentina diferente. En nombre del resto de los argentinos yo quiero agradecerles a los ocho gobernadores y gobernadora de Tierra del Fuego, a los trabajadores por esta paz social, a las empresas que también han aportado como no podía ser de otra manera su cuota de solución a esto que sin lugar a dudas constituye una muestra clara y concreta de cómo dialogando y deponiendo intereses sectoriales, y armando el interés del conjunto se puede llegar a acuerdos (Aplausos) Hoy es la muestra de resultados concretos, y no estamos hablando de cuestiones menores, estamos hablando de commodities como son los hidrocarburos, que en algún momento llegaron a estar a 140, 150 dólares el BTU, y entonces estamos hablando de cifras muy importantes.
Por eso quiero agradecerles la presencia a todos pero fundamentalmente agradecer la actitud, el gesto, la comprensión de que sólo a través del diálogo y del acuerdo los argentinos vamos a obtener resultados, resignando las posiciones de máxima y también perdiendo esa costumbre de lo que yo llamo las agendas de máxima, una vieja costumbre de negociación donde uno viene por 100 sabiendo que va a terminar en 50; yo creo que estas cosas son las que tenemos que ir dejando de lado cada vez más, y abordando todos los procesos de negociación y de acuerdo con mucha responsabilidad, con mucha serenidad, con mucha racionalidad, pero por sobre todas la cosas, como dijo Jorge Sapag, con mucho patriotismo, porque yo creo que las grandes potencias en el mundo no lo han sido solamente por una cuestión de casualidad o como creímos en nuestra juventud únicamente de relaciones de fuerza, sino también de fuertes compromisos de sus sociedades hacia adentro, hacia la defensa de sus intereses y a concebirse como un todo, como un país en el que todas las partes son importantes.
Muchas gracias y buenas tardes a todos.