Buenas noches: debo confesarles algo, hoy es un día absolutamente argentino. Por la mañana pudimos viabilizar diplomáticamente y remover los obstáculos que habían impedido desde hace más de cuatro años, que los familiares de nuestros combatientes muertos en Malvinas pudieran ir a inaugurar el cementerio en Darwin. La verdad que me sentí muy bien cuado pudimos comunicarle a madres, a padres, a hermanos, a hermanas que iban a poder ir los días 3 y 10 de octubre a honrar a sus muertos, que son lo nuestros. (APLAUSOS)
Hace unos instantes estuvimos en la localidad bonaerense de Berazategui inaugurando 7 nuevas fábricas, emprendimientos que van a darle trabajo a más de 300 argentinos. Una Berazategui industrial que está en vías de recuperar los 25 mil puestos de trabajo industriales que se quebraron a partir de marzo del ´76 y que ya se han recuperado más de 20 mil.
Y por si esto fuera poco hoy aquí en esta casa que está entrañable e indisolublemente unida a la familia argentina, y que es el Banco Hipotecario (APLAUSOS). Lo del escritorio de Eva es yapa, y quiero decirles que lo vamos a colocar en la Casa Rosada, en un salón que estamos recuperando que era el antiguo salón de los diplomáticos, que data de la época de Roca, que por esas cosas de la vida está el balcón donde ella salía. Así que ese escritorio va a estar en el salón donde ella solía esperar unos instantes antes de salir al balcón a hablar a su pueblo.
Yo quiero hoy en este día tan especial, donde hemos podido lograr una virtuosa articulación con el Banco Hipotecario, con su titular y con el ANSES, para volver a recuperar un instrumento que cambió la vida de miles y miles de argentinos. El ex presidente Kirchner siempre me cuenta cómo sus padres hicieron su casa de Río Gallegos, 25 de mayo 446, donde el vivió y también viví yo durante un tiempo junto a él porque no teníamos casa en Río Gallegos cuando fuimos a vivir, y se acordaba cuando su padre le mandaba a pagar al banco la cuota de la casa propia. Es la historia de miles y miles de argentinos.
Y lo recuperamos además de la mano de otra institución que también fue durante mucho tiempo de los argentinos, y que durante la década de los ´90 se les ocurrió privatizar para crear un mítico mercado de capitales que sirvió a muy poquitos, y que fue la privatización de la administración de los recursos de nuestros trabajadores. Esos recursos de trabajadores donde la ley- inclusive la de privatización que creó el sistema de capitalización destruyendo ese reparto solidario- preveía que podía invertir hasta un 40 por ciento de esos fondos en la construcción de viviendas para los argentinos. Solamente se utilizó un 0.4 durante 14 años que estuvo en manos de los privados la administración de los recursos de los trabajadores. Nosotros- y cuando hablo de nosotros no hablo solamente del Gobierno, hablo de una decisión de los argentinos- con este plan que hoy ponemos en marcha en los 2 primeros años vamos a cumplimentar el 5 por ciento de ese capital en viviendas para todos los argentinos (APLAUSOS). Una inversión que además es altamente rentable, porque no solamente está garantizada por la propia hipoteca sobre el bien, sino porque está garantizada en la voluntad que siempre se ha evidenciado en el que solicita un crédito ante el Banco Hipotecario para, precisamente, cumplir religiosamente con el pago de esa cuota, porque es la cuota de su vivienda.
Por otra parte, también permitirá que nuestro Banco Nación, que hasta ahora había cumplido con el 75 por ciento del mercado inmobiliario en materia de vivienda única, se dedique a lo que es su expertise, ser banco de fomento, banco de la producción y que, precisamente, este, el Banco Hipotecario, sea el que, con su capacidad y su expertise, permita generar nuevamente viviendas para aquellos sectores que, sin pertenecer a los segmentos sociales que pueden acceder por sus condicionalidades específicas a los planes sociales, tampoco pueden, sin la ayuda de una entidad crediticia, acceder a la casa propia. Porque esto está pensado, precisamente, y el Banco fue pensado de esa manera, para que los trabajadores, para que los sectores medios que han podido llegar a un determinado nivel de poder adquisitivo, puedan, precisamente, acceder a su vivienda propia.
Por eso, hoy es un gran día, es un gran día para los trabajadores del Banco, es un gran día para la institución, es un gran día para los argentinos, es un gran día también para cumplir con el rol de que los recursos de los trabajadores depositados en la ANSeS también sirvan para generar puestos de trabajo, porque la clave del sostenimiento, no solamente de la actividad económica, sino también de la ANSeS, es generar cada vez más puestos de trabajo y mejor remunerados de modo tal que esos recursos sigan creciendo.
No hay otra y todos lo saben, lo saben los que estuvieron de acuerdo con la decisión que tomó el Estado argentino a través de sus poderes, el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo, de recuperar la administración de estos recursos y también lo saben los detractores, porque, en realidad, critican porque no pueden dar las verdaderas causas y motivos por los cuales era bueno que estuviera en manos privadas este importante recurso que debe servir para todos los argentinos. Además, creo que es demasiado claro el rol que han cumplido durante estos catorce años, lo que se ha perdido en materia de inversiones que se realizaron en el extranjero y también el rol que tuvo que cumplir el Estado que estaba pagando al 60 por ciento de aquellos que estaban dentro del sistema de capitalización. Realmente, fue un negocio de muy poquitos.
Pero, bueno, yo creo que lo importante es esto, las cosas que están sucediendo, lo que estamos haciendo, lo que estamos proyectando y que mañana los argentinos van a poder acceder, mediante la red, Internet o acercándose a alguna sucursal del Banco Hipotecario, a la posibilidad de tener la casa propia.
Yo quiero felicitar el trabajo que han hecho todos, quienes han trabajado para diseñar este modo de financiación, este acuerdo, este funcionamiento y, sobre todo, darles las gracias porque no escucharon a los que decían que estábamos peleándonos, que nos queríamos quedar con el Banco Hipotecario, etcétera, etcétera.
¡Dios mío! Siempre digo: si uno hubiera creído todo lo que se publicó, todo lo que se dijo, pero no solamente sobre el Banco Hipotecario, sino sobre todo, creo que, bueno, aquí no habría nadie, estaríamos solos porque el resto ya se habría suicidado en la República Argentina. Pero afortunadamente, hemos hecho todos un buen aprendizaje, algunos porque nos enseñó la historia a creer únicamente en la realidad, en lo que se ve y en lo que se toca y, otros, porque, bueno, es como el cuento del pastorcito mentiroso, tantas veces, tantas veces, que finalmente nadie termina creyendo.
Y aquí estamos, dando testimonio de que es posible lograr acuerdos: acuerdos para que se beneficie la sociedad, acuerdos para que se beneficie una institución como esta, en definitiva, acuerdos para lograr mejores condiciones de vida para todos los argentinos. Es esta nuestra obligación y la obligación de todo buen ciudadano.
Gracias a la Bancaria, a los compañeros y compañeras de la Bancaria con los que tengo una relación entrañable desde hace muchos años como con todos los trabajadores y agradecerles la confianza, el esfuerzo y el cariño que siempre me han dispensado y sepan que cuentan con esta Presidenta como una defensora de los intereses de lo nacional en la producción, en la banca, en la construcción, en todos y cada uno de los lados que haya que defender los intereses de los argentinos.
Muchas gracias y muy buenas noches. (APLAUSOS)