Muy buenos días a todos y a todas.
Señor Gobernador de la provincia de Buenos Aires; señor Vicegobernador; señor Intendente; señoras y señores; empresarios y comerciantes de La Matanza: realmente hoy, en la apertura de este Parque Industrial, del cual ya se han vendido el 60 por ciento de los lotes de la primera etapa, que son de 66 hectáreas, según había dicho el señor presidente, en otro momento de la historia de nuestro país, estos años recientes, estaríamos asistiendo a un evento de los tantos que hemos protagonizado en estos años de reindustrialización del país, de generación de mano de obra, de crecimiento en general de la economía. Pero hoy, en el marco que como señalaba recién Daniel vive el mundo, este mundo que uno puede conocer a partir de las dirigencias de los países desarrollados, en las dos reuniones que hemos mantenido en el G-20, una en Washington y hace pocos días en Londres, la apertura de este Parque Industrial casi constituye un hecho milagroso.
Pero como creo en Dios profundamente y creo que otros son los milagros, creo que esto se debe no a un hecho milagroso sino a la consecuencia de la aplicación de políticas muy concretas, muy puntuales que dieron origen a un modelo de acumulación económica totalmente diferente del que llevaron a cabo en los últimos años los países desarrollados.
Los países desarrollados -y ustedes lo saben mejor que yo- mutaron su matriz de acumulación. Habían hecho un gran desarrollo a partir de la producción, del trabajo, de la innovación tecnológica, y mutaron en una matriz de acumulación financiera, algo parecido a lo que nos había pasado en el año 2001.
Nosotros a partir del año 2003 pusimos en marcha aquí en nuestro país lo que para nosotros eran las ideas que habían hecho grande al país en un determinado proceso histórico, que era precisamente el surgimiento de la industria, del comercio, de la producción, generando puestos de trabajo. Para eso -y ustedes lo saben mejor que yo- adoptamos un modelo macroeconómico que tuviera en el mercado interno y también en la venta de nuestros productos al mundo, las dos claves de crecimiento y acumulación, sumándole una política monetaria de tipo de cambio competitivo, sumándole tarifas de servicios, de combustibles desacopladas de los precios internacionales para hacer más competitivas nuestras exportaciones, pero al mismo tiempo generando un fuerte mercado interno, para superar esa puja histórica que siempre hubo casi estúpidamente en nuestro país, entre si la exportación o el mercado interno. Ambos contribuyeron fuertemente a generar por ejemplo, aquí en La Matanza, que de las 3.500 industrias que había en el año 2003, hoy tengamos más de 7.000 industrias, y estas cifras se pueden multiplicar a lo largo y a lo ancho del país, ni qué hablar de lo que aportó a ese crecimiento junto a la producción, junto al comercio el sector de infraestructura, el sector de la construcción.
Otro punto de ese crecimiento económico se lo debemos al formidable Plan de Obra Pública que se desarrolló a partir del año 2003 y que ahora hemos ampliado. Esto generó nuevos puestos de trabajo, generó infraestructura económica para sostener el crecimiento de la industria y el comercio con rutas, con energía y también infraestructura social. Aquí en La Matanza podemos dar cuenta de esa infraestructura social con el agua potable, con las viviendas, con todas las obras que llegan a la gente y que han permitido en esta bendita argentina haber llegado a un dígito de desocupación, récord en el último cuatrimestre del año 2008, que fue del 7.3, rompiendo más de década y media de una desocupación de 2 dígitos.
Esto se debe fundamentalmente a la aplicación de estas políticas, a la aplicación de un modelo que ha vuelto a recuperar en el trabajo y en la producción los dos ejes fundamentales de crecimiento de los argentinos, porque además hemos aprendido que no nos sirve cualquier crecimiento económico.
En la década de los ´90 habíamos crecido también en términos macroeconómicos en un 7 u 8 por ciento, pero habíamos crecido como una economía de servicios financieros y entonces había crecido también la desocupación en el país hasta llegar a los 2 dígitos. Aquí en La Matanza se llegó a tener 30 puntos de desocupación, producto de la aplicación de ese modelo macroeconómico.
Creo que los argentinos hoy tenemos que asumir que en el mundo que se ha derrumbado, este modelo es perfectible -porque también seguramente hemos cometido equivocaciones, nadie es perfecto- pero a mí me gustaría mucho escuchar por parte de todos aquellos que tienen algún cuestionamiento a las políticas, cuál sería la política alternativa a este modelo de crecimiento, de producción y de trabajo. No a través de descalificaciones, no a través de agravios, sino a través de políticas e instrumentos concretos, porque así creo que se engrandece el debate político que necesita no solamente la sociedad argentina, sino el mundo donde hoy están cuestionándose todos los paradigmas y donde los argentinos tenemos como país y como integrantes de esta región la oportunidad de instalar un sistema de ideas y un modelo de crecimiento económico absolutamente nacional pero que también puede proyectarse al mundo.
Yo quiero felicitarlos a todos ustedes por esta confianza, no en el gobierno sino fundamentalmente en su país, en la República Argentina que es donde debemos y por quien debemos depositar todos nuestros esfuerzos. Han sido muy grandes lo logros; se ha aumentado en forma más que considerable la participación de los trabajadores en el Producto Bruto Interno, de aquel 34 por ciento del año 2003, al 43.6 de este último año 2008. Esos mejores salarios, esos trabajadores ocupados han permitido tener un mercado interno fuerte, sólido, que es el que hoy nos permite hacerle "el aguante" -como dicen los chicos- a esta crisis de carácter internacional.
Hemos logrado que millones de argentinos que habían quedado fuera de todo beneficio previsional, producto de tal vez años de trabajo en negro, de privatizaciones, hubieran quedado sin cobertura previsional, hemos incorporado a más de 1.800.000 argentinos.
Quiero también decirles un dato que seguramente vamos a conocer en estos días, producto de la ley de Moratoria y Repatriación de capitales hemos ya regularizado a más de 105.000 trabajadores que estaban en negro en la República Argentina. (Aplausos) Son 105.000 familias argentinas en las cuales uno de sus integrantes ha logrado incorporarse al mercado laboral en blanco, por así decirlo, en este combate que hemos dado contra la desocupación pero también contra el trabajo no registrado, contra el trabajo que afecta profundamente la dignidad del ser humano. Falta mucho por hacer todavía, es cierto, pero para hacer más cosas necesitamos profundizar aún más estas políticas que deben tender siempre a agregar mucho valor a nuestros recursos y a nuestras materias primas, porque la clave, amigos y amigas, del crecimiento, la gran clave del crecimiento económico y de la mejora social de hombres y mujeres que han vuelto a tener trabajo, ha sido agregar valor aquí a través de la industria en nuestro país, para consumo interno o para luego venderlo al exterior.
Esta tiene que ser la línea que ustedes, empresarios argentinos, empresarias argentinas, debemos seguir profundizando. Vamos a ser cada vez más grandes empresarios, en una economía con mayor volumen, en la medida que podamos agregar aún más y mejor valor a nuestros productos. Esta es la clave del desarrollo, esta es la clave del crecimiento, sobre todo en un país como el nuestro, de gran capacidad en materia agroalimentaria, también generador de energía y de mucho valor agregado altamente calificado producto de nuestros recursos humanos reconocidos en el mundo por su increíble capacidad.
Creo que sobre estos ejes es sobre los que debemos debatir los argentinos, cómo seguir creciendo, cómo seguir apuntalando a esta Argentina que ha completado en estos 5 años y medio casi 6 años que se van a cumplir el 25 de mayo, el crecimiento económico más importante de nuestros 200 años de historia. Esto no es mérito ni de esta Presidenta ni del ex presidente que está allí, tampoco lo es de un sector o de un partido político; esto es mérito de todos los argentinos que han creído que trabajando, produciendo y no especulando es como se genera riqueza y progreso en un país, rescatando nuestras mejores banderas, las de nuestros abuelos, muchos de ellos inmigrantes que vinieron a construir un futuro que no tenían en sus países de origen y con lo único que vinieron fue con sus manos y su férrea voluntad dispuestos a trabajar y ponerle el hombro al país. ¿Porque saben una cosa? Poniéndole el hombro al país, poniéndole el hombro a la Argentina, haciendo que la Argentina siga creciendo, nos estamos favoreciendo todos y cada uno de los que vivimos en este bendito país. No hay soluciones individuales, no hay salvaciones sectoriales, ya lo ha demostrado nuestra historia.
Por eso quería felicitarlo señor presidente del Parque Industrial, quería felicitar a los comerciantes, a las señoras también comerciantes, a los empresarios y a las empresarias que siguen apostando por una Argentina en crecimiento, la única garantía de mayor justicia, de mayor igualdad, de mayor equidad, de mayor seguridad, y en definitiva, de un mejor vivir para todos nosotros argentinos y argentinas. Muchas gracias y felicitaciones. (APLAUSOS)