Allí, la Jefa de Estado manifestó que el delito en cuestión es de los "más difíciles de combatir y eradicar" porque obedece a "profundas cuestiones de la condición humana". En ese sentido, la Jefa de Estado sostuvo que "la trata de personas es una variable reducida y acotada de la noción de esclavitud".
"Estamos ante un tema difícil, duro, y que tiene un componente que no solamente involucra a los estados y sus organismos de seguridad, justicia y legislativos cuando tipifican y persiguen este delito, sino a toda a la sociedad", expresó la Presidenta. Además, puntualizó que "sin la existencia de los clientes que pagan para poder acceder a personas que están sometidas a exclavitud sexual o de otras característas sería imposible que esto sucediera".
Por eso, convocó a tratar el tema "sin eufemismos ni hipocrecías". "Es un problema de carácter social y con fuerte componente de la condición humana", expresó.
En ese marco, convocó a reforzar "el compromiso de las sociedades en profundizar las políticas para combatir ese flajelo", al tiempo que reclamó "un compromiso muy profundo de los países centrales para combatir ese delito" porque "cada persona que recuperemos, es una victoria en la lucha permanente por los derechos humanos".
Acompañaron a la Presidenta en el acto el canciller Jorge Taiana y el ministro de Seguridad y Justicia, Aníbal Fernández.