Allí, la Presidenta explicó que la finalidad del seminario es "discutir y escuchar los problemas y las visiones acerca de cómo se está desarrollando la crisis en cada uno de los países" en dónde operan cada uno de los embajadores, consensuar posturas para afrontar la debacle de los mercados financieros internacionales y dar asistencia a las empresas nacionales para conquistar nuevos mercados en el exterior.
En este sentido, la Primera mandataria señaló que debemos aspirar a establecer "un comercio internacional más justo y menos asimétrico", como así también "reformular los organismos multilaterales de crédito".
Por eso, Cristina Fernández puso especial énfasis en acordar una postura para concurrir a la Ronda de Doha. "Debemos concurrir a Doha con la posición de que realmente se corrijan las asimetrías en materia de comercio internacional" y no hacer solo "modificaciones cosméticas", manifestó. También pidió que se atienda el hecho de explicar la "verdadera postura de Argentina" ante el comercio internacional, "porque se tiende a tergiversar y se presentende presentarnos como un país proteccionista". Además, la Primera mandataria señaló que "recuperar la imagen del país se relacionó con la recuperación de la forma de pago y, ello, fue posible a partir de la recuperación de la economía, todo lo cual debe ser explicado abiertamente y sin corsets".
Por otra parte, Cristina Fernández señaló que "en estos años se amplió en el mercado regional nuestra participación en materia de exportaciones, lo que nos debe llevar a redoblar los esfuerzos y acentuar la ayuda a las empresas". "El modelo se basa en el tipo de cambio competitivo y en el incentivo al trabajo y la producción. El objetivo es continuar ganando distintos mercados", dijo la Presidenta.
Finalmente, la Jefa de Estado explicó que "el rol de la diplomacia y el rol tecnológico desempeñaban un papel diferente en los países desarrollados de lo que nosotros hacíamos y, ambos aspectos, me impulsaron a crear el Ministerio de Innovación Tecnológica" porque la "asociación" entre "lo académico y el proceso económico" fue siempre "un rasgo trascendente en los países desarrollados, que vincularon la actividad económica con la potencialidad académica".