Gracias, muchas gracias, buenas tardes a todos y a todas; señor Gobernador de la provincia de Córdoba; señores intendentes e intendentas; señoras legisladoras y señores legisladores: realmente hoy me siento muy contenta no solamente por estar acompañada de ustedes, más de 300 representantes de los pueblos de la provincia de Córdoba, también con su Gobernador; hoy, a la mañana, estuve con los vecinos de la Ciudad de Rosario, donde también desarrollamos importantísimas obras, similares a las que se están ejecutando en Córdoba; el día lunes estuve en la hermana provincia de Catamarca, en el NOA, donde también obras estratégicas, que datan, una había sido anunciada por el General Julio Argentino Roca, cuando era presidente, imagínense, y la hemos comenzado, la firmé yo, durante mi gobierno, el año pasado y ya llevamos iniciado la obra, en una ejecución del 10 por ciento; también otra ruta, que fui a inaugurar un tramo, que es la Ruta del Portezuelo, que hacía también más de 90 ò 70 años, que se demandaba, o la Ruta 40; la ruta que se acaba de mencionar aquí, en Córdoba, Traslasierra; la autovía; en Rosario la tercera vía de la circunvalación; el Muelle de Puerto España.
La verdad que, cuando uno recorre el país, ve que estos años han significado una fuerte transformación en la vida de los argentinos, no solamente por las obras estratégicas, por las obras de infraestructura, que han generado varios puntos en el crecimiento del Producto Bruto del país, sino porque también han mejorado las finanzas de las provincias. Yo estaba mirando lo que eran las recaudaciones de coparticipación, allá por el año 2002 y antes también; a Santa Fe le pasó lo mismo que le pasó a Córdoba: pudo superar recién históricamente los 1.000 millones de coparticipación federal, luego del año 2003. Hasta ese momento los índices de coparticipación de las provincias, la recaudación nacional era muy baja porque obviamente desocupación, falta de actividad económica, todo lo que constituye, digo yo, el circuito virtuoso de este modelo, que ha significado un 66 por ciento de crecimiento de nuestra economía, el mayor que se recuerda en nuestros 200 años de historia, un período por el cual hemos crecido a tasas superiores al 8 por ciento, y de las cuales el 47 se lo debemos al mercado interno: vía consumo, vía inversión de infraestructura, en materia social y económica.
Por eso, como recién señalaba el señor Gobernador, es sumamente importante en este verdadero vendaval, que hoy es el mundo, al que no se le conoce fin, es una suerte de barril sin fondo, donde nadie atina. Los grandes pronosticadores, los grandes analistas, las grandes calificadoras están todos de licencia, "no saben, no contestan". Si pudiéramos hacer una encuesta, hoy, entre consultores, economistas, calificadoras, bancos, gurúes, etc, la respuesta sería. "no sabe, no contesta".
Durante años sostuvieron que ese era el modelo indicado y que la Argentina estaba precisamente en un modelo que no era el indicado. Y yo creo precisamente que la característica de estos años, de esta economía ha sido precisamente una economía que se basó en lo real, en lo concreto, en la producción, en el trabajo, en las cosas que se ven, se tocan y se disfrutan. Porque una obra no es solamente seguridad vial, no es solamente el agua potable, o cloaca, el tema de la salud que es muy importante es también la inversión económica que significa tener infraestructura digna para el turismo, sobre todo en una provincia como es Córdoba, donde el turismo es una importante actividad económica y fuentes de ingresos. No se puede tener una localidad turística, si no se tiene cloaca, si no se tiene agua potable.
Creo que hemos abordado los problemas de la economía real, de las cosas que se ven y se tocan y también de las cosas que ayudan a la gente a tener una mejor calidad de vida, la primera, la principal, la excluyente es el trabajo. Sin trabajo no hay posibilidades de dignidad, no hay posibilidades de desarrollo, no hay posibilidad de crecimiento.
Por eso nos abocamos, desde el primer instante, con pasión, con fuerza, con mucha convicción precisamente a sostener la actividad económica, para sostener el empleo; por eso la convocatoria a todos los empresarios, comerciantes, hombres de negocios de nuestro país, que durante estos años hemos tenido tanto éxito en los negocios para que cuidemos el empleo de nuestros trabajadores. (APLAUSOS).
Por eso la convocatoria, también, sensata, sincera, pero profundamente racional de que aquellos que mayor capacidad de contribución tengan también lo hagan en los momentos difíciles. ¿Por qué? No es apelando ni al corazón, ni a la ética, ni a la solidaridad, que son valores muy importantes para nosotros, pero que de repente para alguien, para quien lo que cuenta es solamente el capital y la rentabilidad, tal vez no tengan tanta importancia, sino apelando a la propia lógica de la rentabilidad, de la racionalidad y de la sustentabilidad social y política que tiene que tener una sociedad para que todos, finalmente, podamos seguir creciendo.
En una época se pensaba que la nómina de personal podía ser un lugar por el cual uno podía ahorrar, frente a una crisis. Pero nos hemos dado cuenta, sobre todo ahora, donde no hay sector externo al que recurrir y tampoco es muy seguro colocar los dineros en el exterior, por las cosas que están sucediendo, darnos cuenta entonces que es necesario ver a ese trabajador de ese empresarios, que al mismo tiempo es un usuario y un consumidor de los bienes de ese empresario, que a lo mejor no consume los bienes de la empresa, donde trabaja, pero seguramente si consume los bienes que otro empresario le compra o necesita de esa empresa, o de ese comercio; es la rueda de la economía, la rueda del consumo.
Recién veníamos hablando con el Gobernador, al llegar aquí, y decíamos la necesidad de sostener el consumo y lo que estamos viendo precisamente, en el mundo, es que se están colocando grandes sumas de dinero, pero finalmente esto no termina llegando al consumidor, al usuario, al deudor y de esta manera, entonces, no se puede reactivar esencialmente el consumo, y en segundo término, la confianza y la tranquilidad que son los mayores incentivadores del consumo. Por eso todas las medidas que hemos tomado y las que seguiremos tomando en esta dirección; por eso profundizar este plan de obras públicas; por eso también felices los argentinos de haber podido anunciar con la Ley de Movilidad Jubilatoria, aprobada por nuestro Congreso, iniciativa de este gobierno, que el primer aumento, que hemos aplicado con el índice nos han dado el 11,69, significa que nuestros jubilados van a tener más dinero y que también se podrá consumir.
Recuerdo, y aquí hay algunas legisladoras presentes, que cuando se discutían los índices de movilidad, algunos opositores decían que en realidad iba a dar un 6 o un 4 por ciento, que realmente no era el más conveniente y que el más conveniente era el RIPTE. Si hubiéramos aplicado el RIPTE hubiera sido menor el aumento. Yo tomé la decisión y la comuniqué al Parlamente que se tomara siempre el índice más favorable, el más alto, porque estamos convencidos de seguir reconociendo a nuestros jubilados. (APLAUSOS). Como lo hemos hecho también en el régimen de moratoria, que ha significado la incorporación de 1.800.000 hombres y mujeres que estaban fuera de la mano de Dios.
Me acuerdo cuando estuve, aquí lo veo en primera fila, al Intendente de Villa Dolores, cuando estuve Traslasierra, y el comentaba de los miles de hombres que hubieran quedado afuera, gente que normalmente había trabajado en el sector rural y que no le habían hechos los aportes. El lo decía: "qué hubiera pasado con esos hombres, con esas mujeres si no hubieran tenido la moratoria". Seguramente, hoy estarían pidiendo algún plan social o vagabundeando, en algún lado, pidiendo, por favor, que alguien les de algo. Creo que estas son cosas que tenemos que rescatar, no como parte de un sector ni de un gobierno, simplemente rescatarlo como un logro de los argentinos.
Porque otra cosa, creo que es lo que los argentinos tenemos que hacer aprendizajes: no hay posibilidades de salvaciones municipales, ni regionales ni provinciales (Aplausos). Cuando uno ve, y lo charlaba hoy en Rosario, cuando el actual Gobernador era intendente en Rosario y el drama de la desocupación se había ensañado a lo largo y a lo ancho del país, la falta de competitividad por el tipo de cambio que tenían nuestros productores endeudados con sus campos a remate; y en realidad no era que el gobernador en ese entonces de turno o el intendente fueran buenos o malos gestionadores, más allá de las virtudes que todos tienen y que pueden convertirte en mejor o peor administrador, pero lo cierto es que no hay posibilidades de realización ni de éxitos si no lo tiene el país en su conjunto, y esto es con un proyecto nacional de país. Yo creo que por esto es que fundamentalmente que tenemos que seguir trabajando, no requieren identidad partidaria, requiere nada más que convicciones en defender lo que es de todos los argentinos sea quien sea el que lo proponga. A ver si nos acostumbramos alguna vez desde todos los partidos políticos a que si alguien propone algo y es correcto no oponerse porque sea gobierno o no darle el apoyo porque sea oposición. Yo creo que lo que es importante estas que podamos hacer estas disquisiciones, estas diferencias, porque yo creo que esto es calidad institucional, esta la verdadera calidad institucional que quieren los argentinos. Cuando los argentinos hablan de calidad institucional quieren instituciones que le sirvan y representen sus intereses, que lleven adelante sus intereses.
Yo personalmente me enorgullezco, y lo digo siempre, de pertenecer a un proyecto político que nunca envió al parlamento una ley para cercenarle un derecho o una garantía a otro compatriota, esto es para mi un gran orgullo, y habla también de la verdadera calidad institucional.
hablaba y relataba el Gobernador que en otras épocas cuando había una crisis- que no tenía ni la mínima dimensión con respecto a la que estamos atravesando, me acuerdo del Tequila, de la crisis de los países asiáticos- se paraban obras o se cambiaban las cosas; o el eterno plan de ajuste ante una crisis, no había crisis que no tuviera su correlativo plan de ajuste, que normalmente pasaba obviamente por los sectores más vulnerables de la economía, trabajadores, jubilados, sector público, escuelas, etcétera.
Yo creo que finalmente estamos ante un momento que exige que todos los argentinos tengamos un fuerte sentido de solidaridad y unidad nacional para cuidar lo que hemos logrado, para cuidar el empleo, para cuidar la actividad económica; gestionado lo mejor que podemos, aquellos que tienen responsabilidades institucionales otorgadas por el voto popular; gestionando también aquellos que representan intereses sectoriales sabiendo que representan eso también, intereses sectoriales, y que nunca los intereses sectoriales pueden primar sobre los intereses del conjunto porque se desintegra la sociedad. Yo comprendo la lógica de los intereses sectoriales, porque obviamente vienen a representar, como su nombre lo indica, los intereses de los agremiados, pero quien tiene que tomar las decisiones desde la presidencia de un país, desde una gobernación o desde una intendencia tiene que mirar al conjunto de la sociedad, y tomar aquellas decisiones que permiten velar por los más vulnerables, mantener la actividad económica y las variables macroeconómicas que nos han permitido este crecimiento, esto también es calidad institucional. Lo otro yo lo viví muchas veces como legisladora; ustedes saben yo he sido una legisladora que he tenido fuertes discusiones internas en mi propio partido, cuando creía que lo que se estaba haciendo se estaba haciendo mal porque se vendía el país, porque se tomaban decisiones que perjudicaban a los trabajadores o a los jubilados, o en fin, porque tenía diferencias, pero siempre lo hice con la convicción de que cuando llegara al gobierno iba a hacer lo que yo decía y lo que yo pensaba. Me tocó ver sin embargo, cuando me tocó ser oposición a nivel nacional porque había cambiado de signo de mi partido, que aquellos que pensaban como yo y que me acompañaban como oposición, no tuvieron esas mismas convicciones cuando fueron oficialismo. Yo quiero decirles que estas convicciones de la redistribución del ingreso, de sostener al trabajo y a la producción como los ejes de crecimiento de un país, la convicción de la memoria, la verdad y la justicia, son las mismas que sostuve siendo legisladora como oposición interna, siendo legisladora como oposición nacional, y cuando nos tocó ser gobierno. Yo creo que esta es la calidad institucional que quieren los argentinos, que cuando escuchan hablar a alguien sepan qué es lo que piensa y no que lo dice porque es oficialista o porque es opositor. (Aplausos) A mí me parece que esta es una de las cosas que debemos esencialmente cumplir los dirigentes políticos, sociales, institucionales, todos aquellos que, como su nombre lo indica, quieren ser dirigentes, que no es sentarse en un sillón, es simplemente tener la claridad en las ideas, la firmeza en las convicciones y la valentía en la ejecución de dirigir hacia un final exitoso a sus representados; este me parece que es el verdadero objetivo que debemos tener los argentinos. Y saber, porque lo hemos aprendido duramente, que nadie se salva como sector en términos individuales. Al principio pareciera como que eran pocos los que se caían, recuerdo la década del 90, y luego fueron cada vez más, finalmente todo terminó implosionando, ¿porque saben qué?, ninguna sociedad puede subsistir donde unos pocos se llevan mucho y el resto tiene que mirar desde afuera o advirtiendo que no están haciendo todos el mismo esfuerzo; esto crea sensaciones de injusticia, de inequidad, y también muchas veces en la sociedad de resentimiento. Esto es lo que tenemos que evitar para contribuir a la paz social de todos los argentinos, que no nos vuelvan a dividir con falsa antinomias, es hora de mucha unidad, de mucha convicción y de mucho pensar primero en la Argentina y en aquellos argentinos a los que todavía les falta trabajo, o no han conseguido pasar a un trabajo formal, o que todavía no tienen un buen salario, o que no han podido acceder a su casa o a su educación. Todos los que estamos aquí tenemos la suerte de haber cumplido nuestros objetivos, algunos son legisladores, otros son intendentes, gobernadores, ministros, todos tenemos la vida que hemos elegido, somos afortunados; hay millones de argentinos que todavía no tienen la vida que han elegido. En nombre de esos argentinos unidad y solidaridad.
Muchas gracias y muy buenas tardes.