Muy buenas tardes a todos y a todas; señor Gobernador de la provincia de Entre Ríos; señores Intendentes e Intendentas de Entre Ríos, de los distintos partidos políticos que conforman el sistema democràtico argentino; señores legisladores: realmente presentar, junto a las máximas autoridades de un Estado Federal, de la República Argentina, un plan de obra pública, que como bien señalaba el señor Gobernador, tiene un carácter geográfico también muy distributivo porque no solamente apunta a las ciudades más grande, tal vez las más conocidas, sino a todos y cada uno de los municipios pequeños, medianos de una provincia como Entre Ríos, que tiene - y coincido con usted - en las características más justas, en cuanto a la distribución de la población y que como también él señaló permaneció durante décadas ajena a todos los planes de infraestructura, como en general sucedió con todas las provincias mesopotámicas, tambièn con Corrientes, con misiones.
Es que durante muchísimo tiempo, cuando no había democracia en nuestro país, las hipótesis de conflictos planteaban que si teníamos algún enfrentamiento - hoy causa risa, pero había gente que pensaban estas cosas, en la República Argentina, gente por supuesto que no había sido elegida por el voto popular - pero lo cierto es que durante muchísimas décadas primó la idea de que podíamos tener un conflicto, con los hermanos de la República Federativa de Brasil y que el ingreso podía producirse por Misiones, por Corrientes, por Entre Ríos, entonces de esta manera había que minimizar, en absoluto, el desarrollo de la infraestructura para no posibilitar el ingreso del invasor. Mientras los que así pensaban, del Brasil se producían otras invasiones, en la República Argentina: en la economía, en lo cultural y al contrario, eran promocionados por esos mismos que veían a los hermanos latinoamericanos como enemigos, y al Primer Mundo como los aliados naturales, por así decirlo de alguna manera, de la República Argentina.
Esa es la historia, de una parte de la Argentina, después vino la otra: la de la Argentina de la democracia con frustraciones muy grandes, en cuanto a realizaciones. No sé si por capacidad de gestión de algún Gobierno, pero en realidad siempre se miró a la obra pública, y luego durante la década de los 90' castigándola como si fuera un gasto no fructífero, producto también de lo que usted acaba de decir señor Gobernador, que eran las teorías que como conejitos de indias se aplicaba a la República Argentina. Esto no sucedió, porque cuando uno cuenta estas historias parece que estuviera hablando de hace dos o tres siglos, pero no, los últimos ajustes, los últimos inventos, los últimos megacanjes, que implosionaron finalmente, en el año 2001, la teoría del ajuste permanente no fue hace 20 años, fue hace muy poco tiempo y pagamos muy caro los argentinos no el hecho de que el Fondo Monetario tuviera estas políticas. Porque también, bueno es decirlo, había argentinos que permitían que estas políticas se aplicaran, en la República Argentina.
Si de repente, uno le echara las culpas únicamente a lo de afuera, por decirlo de algún modo, estaríamos incurriendo en una suerte de simplificación y tambièn no hacernos cargo de la parte, que en la historia que hemos tenido los argentinos le corresponde, muchas veces a partidos populares y democráticos. Y en esto todos los que formamos parte de partidos populares y democráticos hemos visto cómo se han tergiversado nuestras ideas, nuestras historias y nuestras identidades.
Creo que no hace falta decir nombres, sino simplemente tener memoria, acordarse, no para martirizarnos entre nosotros los argentinos, sino simplemente para tener muy claro lo qué pasó y no volver a cometer los mismos errores. Se trata simplemente de hacer ejercicio útil de la memoria, ejercicio con resultados de ella. Nosotros siempre creímos en la obra pública como un instrumento fenomenal de redistribución del ingreso, en materia social y geográfica. Lo experimentamos porque, como ustedes, pertenecemos al país profundo, porque si bien Entre Ríos, o Misiones o Corrientes no tenían obras porque se consideraban la hipótesis de conflicto, allá en el Sur, en la Patagonia, nunca llegaron determinados servicios.
Yo me acuerdo una vez, esto es una anécdota tragicómica, diría, que cuando se decidió el tema de los ferrocarriles en la Argentina, aquello de: "ferrocarril que para, ferrocarril que cierra", una periodista, una vez que Kirchner, siendo Gobernador de la provincia de Santa Cruz, vino aquí a la Capital Federal, le preguntó cómo impactaba, en su provincia, el tema de los ferrocarriles. Él le dijo: "Mire de ningún modo porque en realidad nunca llegaron los ferrocarriles, a Santa Cruz", como tampoco nunca había llegado el sistema interconectado eléctrico, y como tambièn, durante mucho tiempo, de ser grandes productores de gas no teníamos gas y recién se puso el gas, luego de mucho tiempo de tener calefacción, primero, con carbón y, luego, con querosén. Esta es la historia de las frustraciones de los argentinos.
Por eso estamos convencidos que la obra pública no es solamente una buena medida contracíclica con esta crisis que nos viene de afuera, al contrario, es un instrumento poderoso de transformación social y económica en cada uno de los pueblos, porque no solamente ayuda al que tiene una vivienda o al que consigue el agua potable o el agua corriente, es también la ruta para el que produce, que necesita caminos por donde sacar su producción, que necesita vías navegables buenas para poder tener también una mayor competitividad.
Así podríamos seguir enumerando lo que significa esencialmente la obra pública: la infraestructura en materia de mejor calidad de vida, mayor competitividad de la economía y de crecimiento de la actividad económica.
Uno o dos puntos del crecimiento que hemos tenido en estos años del PBI, se debe a la intervención estatal en materia de obra pública que ahora vamos a redoblar y allí está, tal vez, la parte contracíclica, el aumento, la afectación de recursos y por eso es necesario un manejo responsable de los recursos del Estado.
¡Sería fantástico poder decirles a todos "nadie paga más impuestos, nadie paga más nada! ¡Qué cosa más maravillosa para un político antes de las elecciones que decir que nadie va a tener obligaciones ni nadie va a tener responsabilidades!
Pero todos sabemos que estas cosas no pueden ser. Ustedes son hombres y mujeres de gestión y saben que aún en los municipios más pequeños, aún en los pueblitos o en las villas más chiquititas, se necesitan recursos para poder transformar la vida de los vecinos. Lo sabe la Intendenta de Villa Paranacito, lo sabe el señor Gobernador de Entre Ríos y lo sabe quien les está hablando, la Presidenta de todos los argentinos. Y por eso son las decisiones que siempre, todos los días, tenemos que estar adoptando para manejar responsablemente los recursos y que sigan ayudando a que todos los argentinos vivan un poco mejor todos los días. Ese es el gran objetivo de todos nosotros.
Podremos ser peronistas, radicales, vecinalistas, pero todos tenemos muy claro que aquella manera irresponsable con al que alguna vez se manejó el tema de la infraestructura o tal vez también el manejo irresponsable que desde los sectores mismos progresistas creíamos que no era necesario administrar responsablemente las cuentas y tener superávit fiscal, todos hemos hecho un aprendizaje muy fuerte. Dicen que la letra a fuerza de sangre entra, hay un dicho que es algo parecido a eso y, precisamente, los argentinos hemos tenido muchas tragedias y demasiadas adversidades.
Cuando veo allá al fondo, acompañándolos a ustedes, hombres y mujeres de gestión pública de los partidos políticos, a los trabajadores de la construcción con sus cascos amarillos (APLAUSOS), creo entonces que estamos cerrando, como yo digo, el círculo del buen Gobierno y de la buena gestión. Responsabilidad con todos, con los que producen, con los que trabajan, con los que todavía no han podido acceder a un trabajo o a una vivienda.
Por eso es necesario hoy más que nunca, mucha solidaridad, mucha inteligencia en la articulación y manejo de cada uno de nuestros recursos. Responsabilidad y solidaridad, creo que serían dos de los atributos que más está necesitando hoy el pueblo argentino por parte de sus dirigencias, sean políticas, sean sectoriales o sean institucionales. Todos tenemos algo para contribuir a mejorar la calidad de vida y la suerte de los argentinos.
Por eso, hoy aquí, estamos dando el punta pié inicial a este plan de obras para la provincia de Entre Ríos, que se da además en el marco del Proyecto Estratégico de Intervención Territorial que presentamos en febrero de 2008, hace un año, en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno, un libro en el cual dábamos cuenta precisamente del trabajo que durante años, a partir del año 2003, se fue haciendo para que la intervención sobre el territorio no fuera una cuestión de buenas intenciones y voluntarismo, sino algo planificado, de modo tal que uno pudiera tener mejores resultados.
Aquí estamos dando cumplimiento a aquello que presentamos en el año 2003 y empezamos también con la querida y hermosa provincia de Entre Ríos.
Muchas gracias a todos y a todas y tengan ustedes muy buenas tardes. (APLAUSOS)