Plan de Obras Públicas

PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACION, CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN EL ACTO DE ANUNCIOS DEL PLAN DE OBRAS PUBLICAS, EN EL SALON DE CONVENCIONES DE LA RESIDENCIA PRESIDENCIAL DE OLIVOS

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Muy buenos días a todos y a todas; señor presidente provisional del Senado de la Nación; señor presidente de la Honorable Cámara de Diputados; señores y señoras gobernadores de la Nación Argentina; señores dirigentes sindicales; señor secretario general de la CGT; señor titular de la UIA; de la Cámara Argentina de la Construcción; empresarios, empresarias; trabajadores; legisladores, legisladoras: hace unos días en este mismo ámbito hablábamos y presentábamos un Plan de Contingencia, contingencia obviamente -no quiero parecerme a nadie- epistemológicamente habla del conocimiento de que ante cuestiones que han cambiado, uno debe reformular sus planes y entonces estar en ese nuevo mundo. Esto que estamos presentando hoy no es un plan contingente, no es una cosa que debamos hacer la obra pública, me refiero esencialmente a la obra pública que es el principal anuncio, con carácter contingente, sí por la contingencia hemos remodelado, hemos rediseñado, hemos aumentado el nivel de inversión. Pero la obra pública, la inversión pública concebida como un instrumento importantísimo en el crecimiento de la actividad económica de un país, por lo que provee en materia de infraestructura social y económica, para nosotros, para esta administración, no es una contingencia, es una convicción, es un concepto político estructural que hemos venido desarrollando no solamente desde el año 2003 sino desde que nos tocó la responsabilidad de dirigir los destinos de una comunidad.

Muchos de los que están aquí no nos conocen desde la Presidencia de la Nación, ni en esta gestión ni en la anterior, nos conocen desde mucho más abajo, desde una intendencia muy lejana allá en el Sur y también de 3 administraciones provinciales donde la obra pública fue clave en el desarrollo y en el crecimiento, a punto tal que durante la década de los ´90 donde el fenómeno de la desocupación fue de carácter estructural y de 2 dígitos, nuestra provincia pudo contar con una desocupación que nunca superó el 3 por ciento. Yo lo contaba el otro día en la Convención Anual de la Cámara Argentina de la Construcción, y no era por una cuestión de densidad del empleo público, porque provincias hermanas de otras regiones de nuestro país con mayor densidad de empleo público que nosotros, encabezaban sin embargo el ranking de desocupación nacional llegando casi a un 27 por ciento. Era clave para nosotros, y lo sigue siendo hoy como lo fue siempre, el tema de la obra pública.

Y también quiero decir que esta planificación, estas obras que hoy se desarrollan tampoco son el producto del apuro ante la crisis mundial. Yo tengo acá un libro que es "El Plan Estratégico Territorial". Esta obra, este trabajo, porque en realidad es un trabajo realizado desde el año 2003 en adelante, fue presentado en marzo de este año en el Salón Blanco y contempla un relevamiento y planificación de todo el país hecho en forma conjunta entre el Estado Nacional, las provincias y los municipios.

Estamos abordando entonces el diseño de una política en materia de inversión de obra pública que no es improvisada, como señalaba el señor Secretario de Obras Públicas, ni se hizo entre cuatro paredes ni es algo producido por novatos. Es gente que ha trabajado durante años, que se ha especializado en ello y que además lo ha hecho con un criterio absolutamente federal y participativo, como ha sido en definitiva también toda la obra pública que se ha desarrollado desde el año 2003 a la fecha, donde más del 85 por ciento ha sido descentralizada y ejecutada directamente por provincias o municipios.

Pero además es bueno recordar algunos números, porque en este año 2008 hemos batido records en porcentaje de PBI en materia de inversión pública. Desde aquel lejano año 2002 -parece que hubieran transcurrido 20 siglos- donde se llegó al piso del 0,7 por ciento del PBI en materia de inversión, el promedio nunca había superado el 1 y medio en la República Argentina en materia de inversión de PBI en materia de obra pública. Estamos hablando también de un PBI mucho más chico que el de ahora. El 3,1 de inversión pública del PBI realizado durante el año 2008 es sobre un PBI 53 por ciento más alto que el año 2003, con lo cual estamos hablando del porqué, del meollo de por qué para nosotros esta no es una cuestión contingente o que haya surgido producto de la situación internacional. Sí hemos rediseñado, aumentado, reformulado para que precisamente tengan un mejor impacto y más difuminado por todo el territorio nacional de lo que aún hoy está, esta pléyade de obras que se han presentado recién en este video que ejemplifica, como bien decía el señor Secretario "una imagen vale más que mil palabras", la magnitud de la inversión, una inversión de 110.000 millones de pesos de los cuales ya 71.000 millones, tal cual lo anuncié en la Cámara Argentina de la Construcción, tienen estructura financiera. Estamos llegando con este monto a la cifra récord en materia de inversión como parte del PBI del 5 por ciento. (APLAUSOS) Son precisamente los dos puntos de los que hablábamos, se considera como óptimo entre el 5 y el 6 por ciento de inversión del PBI, dada la falta durante décadas de obras en la República Argentina, es la cifra que evaluaba la Cámara Argentina de la Construcción para seguir adelante con un plan de dotar al territorio nacional, a la Nación Argentina de una infraestructura social, económica y productiva imprescindible.

Creemos también que la reformulación en cuanto a hacer un sistema licitatorio diferente donde pueda haber mayor cantidad de empresas que participan, cosa que había dado mucho resultado a través de las cooperativas y de las pequeñas y medianas empresas en toda la Argentina profunda, se profundiza aún más en este sentido al reformular los mecanismos licitatorios y establecer que ninguna empresa podrá acceder a más de dos renglones, pero esencialmente ninguna de las obras podrá insumir más de 10 meses de tiempo. Esto permite también adoptar el sistema de precio tope, porque es un lapso en el cual con precio tope uno puede manejar los costos y luego no tiene que recurrir a la redeterminación de precios ante obras que se extienden en el tiempo y necesitan muchas veces ser reformuladas.

Todas estas cuestiones sí han sido producto de la contingencia, de ver cómo podíamos aprovechar aún más la aplicación de los recursos para generar más impacto en la ocupación, para generar más impacto en la generación de puestos de trabajo. Pero todo el resto, el diseño, las obras que tienen que ver, como bien lo decíamos y lo veíamos recién con algunas de carácter estructural, otras que son esencialmente programáticas, hospitales, escuelas, viviendas, son necesidades que se traducen siempre en el tiempo sin solución de continuidad. Y las últimas, las locales, las que tienen un impacto decisivo en la generación de mano de obra y también en la calidad de vida de los conciudadanos, porque en definitiva el agua potable, la vereda, el cordón cuneta, el pavimento, cosas que por allí suenan como exóticas en los grandes centros urbanos, sobre todo en las grandes capitales, suelen ser una realidad lacerante en muchísimos lugares de nuestra patria y para muchísimos compatriotas nuestros.

Por eso este Plan tiende fundamentalmente a dar continuidad a lo que siempre hemos concebido como un importante dinamizador de la economía, a punto tal que de los casi 400.000 trabajadores que tendremos actualmente en la construcción vamos a pasar a 780.000 trabajadores ocupados. (APLAUSOS)

Pero además todos sabemos lo que significa la industria de la construcción. Esta es una pasión que tengo yo desde allá desde Río Gallegos cuando como abogada -Kirchner también lo es obviamente- comenzamos a adentrarnos en este mundo del tema de la transformación y cómo impacta en la calidad de vida de la gente.

José, el Secretario de Obras Públicas que también nos acompaña desde aquel entonces, como joven profesional venido de Tucumán a Santa Cruz, se incorporó al equipo de trabajo comunal, trabaja con nosotros desde hace muchísimo tiempo y concibe el tema de la obra pública con la misma densidad, con la misma importancia que lo hacemos nosotros recorriendo el país. Porque esto requiere no solamente de gente que tenga la expertis técnica para abordar estas cuestiones, requiere de la gente que tenga la convicción, como también la tiene el Ministro de Planificación Federal y la pasión por hacer.

Estas son tres cuestiones básicas: el expertis técnico, la convicción y la comprensión de la importancia que la obra pública tiene en la economía y en la vida de un país, y también la pasión por hacer, por el querer ver las cosas terminadas y ver cómo la gente disfruta de ellas. Puedo asegurar que nunca sentí tanto placer y nunca me sentí tan... -no me gusta la palabra realizada, me hace acordar a un personaje de hace muchos años, "te sentís realizado"- pero el tema es el siguiente, cómo uno puede cumplir con los objetivos que se ha propuesto cuando se termina un camino, una ruta, una vivienda, una escuela, un hospital y luego uno pasa y lo mira, siempre pasa y lo mira. Esto me pasaba mucho en mi provincia, en Río Gallegos cuando les decía a mis hijos que cuando fueran grandes y pasaran por tal hospital o por tal ruta, le iban a decir a sus hijos que lo había hecho su abuelo. A Kirchner no le gusta mucho lo de abuelo, pero bueno, en algún momento a todos nos llega ser abuelos. Pero me refiero a lo importante que es visualizar la gestión del Estado como un lugar donde hacer cosas que puedan ser valorizadas y disfrutadas por los otros. Y este creo que es uno de los objetivos fundamentales que debemos tener todos aquellos que competimos por lograr que la voluntad popular se exprese a favor de nuestras ideas, de nuestros pensamientos o de nuestros proyectos en los actos electorales.

También quiero decirles en el día de hoy, que es un día de cuestiones de convicción y cuestiones que realmente hemos llevado adelante toda la vida, desde que tuvimos responsabilidad en la gestión del Estado, que quiero hacer un anuncio fundamentalmente para un sector que para nosotros siempre fue muy importante, tal vez es el origen de la primera función pública que nos tocó desempeñar, que fue al frente de la Caja de Previsión Social de la Provincia de Santa Cruz, donde aprendimos a amar lo que son los jubilados, lo que son los hombres y mujeres que después de toda una vida de trabajo se acogen al beneficio jubilatorio. Yo quiero como una suerte de reconocimiento a ese sector, al que venimos también en forma permanente desde el año 2003, por convicción -esto tampoco es contingente, esto obedece a convicciones, a estructuras de pensamiento, al rol que tienen los hombres y mujeres que han trabajado una vida- quiero anunciarles también para este fin de año, como un reconocimiento, como una suerte de premio, una suma fija de 200 pesos por única vez para todos los jubilados. (Aplausos)

Esta suma única de 200 pesos va a significar para el universo de 4.919.826 jubilados que tenemos, para 3.741.651, o sea el 76 por ciento de la totalidad de los jubilados, un ingreso extra para estas fiestas del 29 por ciento, casi el 30 por ciento de sus haberes; y para el 86 por ciento un ingreso extra superior al 21 por ciento. Esto puede hacerse a partir de la correcta administración de los recursos de los hombres y mujeres que el Estado les administra y que constituye el ahorro público de los argentinos. Esto que quede claro porque muchas veces hubo confusiones acerca de esto y tal vez en alguna otra jurisdicción extranjera hay alguna confusión en torno a esto. La propiedad de esto es siempre de los jubilados, de quienes aportan al sistema de los activos y de los pasivos. La administración puede estar en manos privadas o en manos públicas, ahora por decisión del Parlamento argentino, como iniciativa de este gobierno, el Estado ha pasado a recuperar la administración de estos recursos, pero esos recursos son el ahorro público de los argentinos. Y por su correcta administración en la parte que nos cupo hasta que se transfirió la administración es que hoy podemos tomar estas decisiones políticas. En épocas de crisis en otros momentos, ¿cuál era el modelo a aplicar? La restricción del gasto público, achicar el gasto público, con lo cual obviamente durante décadas se vio a la obra pública no como inversión sino como gasto. Se llegó en un momento a creer que se podía paliar la crisis bajando las jubilaciones y las pensiones a nuestros ancianos; se creyó además que descontando los salarios a los empleados públicos y afectando el presupuesto de las universidades podíamos salir de la crisis.

Yo no quiero en un día de mucha felicidad que debemos tener todos los argentinos por comunicar este plan, que no es de esta administración, es de los argentinos -yo soy la presidenta circunstancial nada más- o porque podemos comunicar esta medida, recordar momentos feos de los argentinos, pero debieran recordarlos otros, tal vez no yo, otros que cuando hablan acerca de las políticas o de los proyectos del gobierno lo hacen muchas veces con un nivel de descalificación y agravios..., sobre todo porque no hay nunca reconocimiento. Nadie quiere que le reconozcan a un gobierno tal o cual cosa pero si no quieren reconocerle al gobierno las cosas por lo menos que se acuerden las que hicieron ellos cuando eran gobierno. (Aplausos) Y entonces de esa manera, en un ejercicio de honestidad intelectual y de mesura, de la mesura que todos debemos tener... Todos debemos tener mesura, yo la primera de todos. Me gustaría por ahí decir muchas cosas, ustedes me conocen, pero no, lo único que pido al menos es el decoro y la mesura del otro lado cuando se analizan las medidas del gobierno y se analizan desde lugares que también tuvieron responsabilidad de gobierno e hicieron exactamente lo contrario a lo que hoy sostienen que se debería hacer.

Simplemente por eso. Porque además va a ser posible entonces el diálogo. Yo escucho hablar mucho de diálogo, de acuerdos, ¿y a quién no le gusta el diálogo? ¿Quién puede decir que está en contra del diálogo? ¿Quién puede decir que está en contra de lograr acuerdos con la oposición? Nadie, pero lo que pasa es que hay que crear las condiciones para los diálogos, es muy difícil dialogar cuando desde el otro lado se insulta o se agravia. Creo que lo más importante de todo antes que dialogar es crear condiciones para el diálogo, y crear condiciones para el diálogo significa hablar de política sin adjetivaciones, sin insultos, sin agravios, sin descalificaciones, en todo caso contraponiendo una idea con la otra pero teniendo además en vista lo que cada uno ha hecho, porque no resulta sensato, no resulta honesto en términos intelectuales que se desconozca lo que ha pasado en la República Argentina.

Nadie es perfecto, todos nos equivocamos, se puede haber creído que en aquel momento era la solución adecuada, lo tengo que pensar, no tengo por qué pensar mal, nadie quiere hacer mal al otro ni hacerlo sufrir; nadie, ni oficialistas de hoy ni opositores de ayer, ni oficialistas de ayer ni opositores de hoy; esto lo tengo clarísimo, no creo en esa división de buenos y malos donde unos hacen todo perfecto y los otros son todos malos, pero por lo menos tener esa amplitud y esa responsabilidad, no para con el gobierno sino para con todos los argentinos que esperan de sus dirigentes soluciones alternativas, propuestas y resultados, esencialmente resultados, porque se pueden tener las mejores propuestas, las mejores ideas, pero hay que confrontarlas con los resultados. Y creo que al cabo de estos 5 años y medio ya -es increíble- alguna autoridad para confrontar estas cosas que veníamos diciendo desde siempre y que nos decían que no, que estábamos equivocados, que el modelo era otro, que era el que decían las consultoras o tal banco o tal organismo internacional; creo que ha llegado la hora de ver que en algunas cosas, no en todas, en algunas cosas teníamos razón en lo que sosteníamos como necesidad de políticas de Estado.

Por eso hoy podemos estar frente a ustedes, con errores y con aciertos, pero con la absoluta tranquilidad de que siempre hemos procedido de acuerdo a lo que hemos concebido como que era lo correcto para los argentinos y que confrontado con los resultados de estos 5 años y medio, antes que viniera el tsunami de Wall Street y otros ámbitos, estábamos en lo cierto.

Hoy es un día de mucha paz, de mucha tranquilidad, de mucha felicidad de poder encontrarme con ustedes para charlar de estas cosas y comunicarles las cosas que va a hacer el gobierno junto a ustedes, junto a los gobernadores, junto a los intendentes, junto a los empresarios, junto a los trabajadores, junto a quienes proveen los insumos, y como ustedes la obra pública es madre de industrias y requiere una gran dosis de responsabilidad y racionalidad de todos los sectores. Siempre es necesaria la responsabilidad, la racionalidad y la sensibilidad, pero es tal vez en los momentos más difíciles donde se ponen a prueba estos atributos y estas virtudes, que muchas veces es fácil decir que se tienen pero lo más difícil es demostrar que se pueden ejecutar y llevar adelante. En eso estamos y a eso los convocamos. Muchas gracias y tengan todos ustedes muy buenos días. (Aplausos)

 

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