Muy buenas noches a todos y a todas.
La verdad que es bastante difícil hablar después de las cosas que ha dicho Favio, pero voy a intentar hacerlo.
En principio, darle, como Presidenta de todos los argentinos, la bienvenida a todas las delegaciones extranjeras que hoy nos acompañan en esta 23ra. edición de lo que constituye algo que es el patrimonio cultural argentino y específicamente de la ciudad de Mar del Plata, como es su Festival del Cine.
Quiero hablar un poquito de Leonardo Favio a quien hoy le entregamos este merecido pero insuficiente premio. Yo creo que no hay forma de premiar la tarea de artistas como Leonardo Favio que reúnen en una sola persona toda la magia del cine, porque no ha sido solamente un director increíble, sino que también ha sido un actor, que son dos de los protagonistas -director y actor-, además de los técnicos y de los hombres que acompañan y conforman las películas, eso que constituye, tal vez, una magia que se repite infinitamente.
Ustedes saben, lo he dicho muchas veces, que yo soy una cinéfila terrible. Yo vi todas las películas de Favio y de muchísimos: "Romance del Aniceto y la Francisca, de cómo quedó trunco, comenzó la tristeza...y unas pocas cosas más", "El dependiente", por allí está Graciela, esa excelente actriz argentina, también patrimonio nacional, Graciela Borges, un aplauso para ella también; "Gatica", "Nazareno Cruz y el lobo", "Juan Moreira", en fin, tantísimas cosas.
Escuchaba también a Liliana hablar de nuevos emprendimientos, "La vida del general San Martín" "El cruce de Los Andes", de aquí lo diviso a Tristán Bauer que tantas veces hablamos de la vida de Manuel Belgrano.
Yo digo siempre que los argentinos cuando hemos contado la historia de nuestros hombres y mujeres importantes, lo hemos hecho en forma, tal vez, acartonada muchas veces, presentándolos como estatuas de mármol. Y la verdad que lo que tiene de bueno nuestra historia es que los hombres y las mujeres que la construyeron no fueron hombres y mujeres de mármol, sino hombres y mujeres de carne y hueso, con todos los defectos y con todas las virtudes de los seres humanos. Pero lo que los distinguió del resto tal vez, fue el inmenso amor a la patria, a su país, que es lo que los constituye, realmente, en próceres.
No son sus vidas personales virtuosas o inmaculadas como muchas veces han querido presentárnoslas desde las historias oficiales. Al contrario, yo creo que el cine argentino tiene un gran compromiso en esta etapa de contar y relatarnos a los argentinos también nuestra propia historia, como han hecho muchísimos países que también han transferido sus experiencias culturales e históricas a través de ese poderoso instrumento que es el cine. No solamente como generador de miles de puestos de trabajo, como recién nos contaba Liliana, sino como una industria poderosa que, además, requiere de recursos altamente calificados que por cierto a los argentinos afortunadamente nos sobra, y que significa, además, el relato y la propia identidad de nuestra historia.
Por eso creo que estamos en una etapa muy promisoria, porque creo que es la etapa de comenzar también a relatar lo que nos ha pasado a los argentinos y toda nuestra historia, que no significa convertirse ni en fiscales ni en juzgadores, al contrario, simplemente relatarnos a nosotros mismos. Creo que es una manera de conocernos y de que nos conozcan.
En este sentido, quiero agradecer la tarea de los actores argentinos. Acá están representados por dos jóvenes, Julieta, fantástica actriz de la nueva camada, y Gastón, también actor de la película de Tristán, "Iluminados por el fuego". Sabemos que se filmó parte allá en Santa Cruz en la época en que un gobernador, que se llamaba Néstor Kirchner, creo, ayudó a que se hiciera esa película.
Realmente creo que el cine es un instrumento muy importante y que debemos volver a aprovecharlo. Yo me acuerdo de películas de la época del Cine de Oro de Argentina, "La guerra gaucha", "Las aguas bajan turbias", "Los islaños", tantas películas que relataban lo que nos pasaba a los argentinos y creo que tenemos que recuperar también todo eso y profundizarlo aún más. Tenemos una posibilidad extraordinaria de convertir a la industria cinematográfica en un instrumento de crecimiento, de generación de trabajo, de más trabajo.
Quiero contarles que el otro día me tocó ir a inaugurar el local de una empresa extranjera muy importante, FOX, que inauguró su edificio aquí en Buenos Aires, en Palermo Soho, y que empezó en el año 2003 con un canal y 20 empleados y que hoy tiene 15 canales y 500 empleados en la Argentina. Vino un directivo norteamericano a participar de la inauguración del edificio y estaba la creativa y nos contaba con mucho orgullo que lo creado por esta creativa argentina hoy es imitado en Estados Unidos. Parece mentira, pero una creación hecha por nosotros imitada por quienes son vistos en todo el mundo como los grandes productores cinematográficos del planeta. Por eso creo que las posibilidades que tenemos son muchas, muchísimas y creo que tenemos que aprovecharlas.
Si hombres como Leonardo Favio pudieron contar esas maravillosas historias en momentos en que era muy difícil hacerlo, creo que hoy, en este momento que estamos viviendo los argentinos, tenemos mayores posibilidades, mayores recursos para poder hacerlo y poder volver a tener en nuestra industria cinematográfica una expresión cultural que signifique esencialmente contar la historia nuestra y contársela al mundo. Yo confío muchísimo en todo el talento joven y no tan joven que tenemos en nuestro país para poder llevar adelante esta tarea.
Quiero también decirles que el Estado, en su rol insustituible e indelegable, va a aportar lo que tenga que aportar para lograr ese objetivo como lo hicimos con los actores cuando vinieron a pedirnos que sean reconocidos sus derechos después de larga lucha durante muchos años y como lo vamos a hacer con todas y cada una de las actividades que vinculadas a la cultura y a la construcción de nuestra identidad, colaboren en esto que es trabajar por nosotros, los argentinos.
Muchas gracias, muchas gracias Daniel por la colaboración de la provincia de Buenos Aires; muchas gracias señor Intendente de la ciudad de Mar del Plata, quiero felicitarlos a ambos por lo que también constituye un ícono de esta ciudad y para todos los marplatenses como es la reapertura del Hotel Provincial, adonde acabo de asistir y que realmente convierte a la ciudad de Mar del Plata en un lugar creo que es único en América latina porque cuenta con instalaciones de esas características y que puede albergar a tal número de "eventistas" que participen de los encuentros y agradecerles a todos ustedes la presencia.
Una vez más, Leonardo Favio, muchísimas gracias por tus palabras que, realmente, no son para Cristina, son para la Presidenta de todos los argentinos y sé que lo has dicho en ese sentido.
Muchas gracias y muchas gracias por todo lo que nos has dado y, seguramente, nos vas a seguir dando a todos los argentinos.
Gracias a todos muy buenas noches. (APLAUSOS)