En el acto, Cristina Fernández sostuvo que "para ninguna mujer en ningún lado, en el rol empresario o en cualquier actividad que podamos desempeñar en la vida, las cosas nos son fáciles, siempre nos son más difíciles".
Además, manifestó que "siempre se ha pensado en la mujer vinculada a la política, pero no vinculada a los sistemas de decisiones. Siempre se nos ha vinculado a la educación o a la acción social". Por eso, la jefa de Estado expresó que "reducirnos a maestras o samaritanas es poca cosa, nosotras queremos más".
"No por la ambición de poder, nosotras estamos muy vinculadas por género y construcción cultural a la transformación permanente. Eso es lo que nos mueve a participar", aclaró la mandataria.
Para Cristina Fernández, "hoy en la América del Sur el desafío de quienes tenemos la altísima responsabilidad de conducir el destino de un país es intentar, tratar y trabajar por lograr quebrar lo que constituye a nuestro criterio el problema más grave de la región: la desigualdad" porque "no somos el continente más pobre, somos el más injusto, aquel dónde se distribuye más desigualitariamente el ingreso".
En ese sentido, la Presidenta indicó que "es necesario abordar un debate a escala global acerca de cómo seguimos, de cómo sigue un mundo que se ha enfrentado a una de las más graves crisis y que va a exigir de todos, mujeres y hombres, repensar una construcción diferente en términos de multilateralidad, de nuevos paradigmas económicos y nuevas formas organizativas. Este es el gran desafío de todas las mujeres, y allí tenemos un gran aporte para hacer".
"El desafío es demostrarnos a nosotras mismas que no estamos para roles de coprotagonistas o secundarios", amplió la jefa de Estado.
Por último, Cristina Fernández sostuvo que "durante mucho tiempo en nuestros países se establecieron corrientes políticas y económicas que nos dijeron que el Estado estaba de más y que el mercado todo lo solucionaba. Yo creo sinceramente que la actual es una etapa de reflexión, de ver lo que nos pasó, no para lamentarnos, sino, simplemente, para entender y comprender la necesidad de que la región vuelva a tener en la articulación entre el Estado y lo privado la sinergia suficiente para construir una sociedad más justa y equitativa".