Palabras de Cristina Fernández en Benavídez

PALABRAS DE LA PRESIDENTA, CRISTINA FERNÁNDEZ, EN LA INAGURACIÓN DE UN JARDIN DE INFANTES EN ENAVIDEZ, PARTIDO DE TIGRE, PROVINCIA DE BUENOS AIRE. 

  • Compartilo en redes :

Hola Tigre, ¿cómo están? Buenas tardes a todos y a todas; señor Gobernador de la provincia de Buenos Aires, querido Daniel Scioli; señor Intendente de Tigre, Julio Zamora, Sergio, que lo acompaña todos los días: quiero decirles que estoy muy feliz de estar acá, ustedes saben que yo llevo a Tigre muy adentro de mi corazón, ya no puedo hacer lo que hacía antes cuando venía los fines de semana, los jueves o los viernes, al Puerto de Frutos, a revolver canastas, a llevar esos productos tan artesanales, tan increíbles, que tienen acá en el Tigre. Quiero decirles que extraño esos días porque también eran días de mucho afecto, de mucho cariño con toda la gente con la que podíamos compartir un momento,  desestructuradamente charlando o paseando, cuando nos encontrábamos en algún lado.

Quiero también contarles que esto que estamos inaugurando hoy, y que es una escuela, un jardín de infantes, es el compromiso que tenemos de siempre con la educación, con los pibes, y fundamentalmente con el concepto del rol que tiene que cumplir el Estado en la promoción de la sociedad, en la promoción de la familia, en la promoción de nuestros chicos.

La Argentina se construye de esta manera, hoy aquí, en medio de este Tigre, verde, que explota en crecimiento, en desarrollo urbano, que ejemplifica, tal vez como pocos, esta Argentina que hemos construido en los últimos años, una Argentina que crece, que construye y que al mismo tiempo, necesita dedicar todavía mucho esfuerzo, mucho recurso, para los sectores más vulnerables, esos que quedaron durante décadas dejados de la mano de Dios, o de la mano del Estado, porque en realidad Dios no los dejó nunca, Dios no deja, los que dejan son los gobernantes, los hombres concretos de carne y hueso, Dios siempre está acompañando. (APLAUSOS)

Y quiero decirles que ayer en medio de la Patagonia austral, en medio del mar, frente a las costas patagónicas, inaugurando el trabajo, después de 34 años otra vez una plataforma explorando para buscar petróleo en nuestro Mar Argentino, petróleo Argentino, y hoy aquí, inaugurando este jardín de infantes, esta escuela del Plan 700 Escuelas, que creo que en octubre, si el secretario de Obras Públicas así lo quiere, vamos a terminar, más las mil que ya hemos empezado a construir, estamos haciendo entre todos este nuevo país que nos pertenece un poquito más, porque nos sentimos más parte de él, al advertir que entonces con esfuerzo, con trabajo, con dedicación, podemos ir transformando la realidad todos los días.                   

Y falta, claro que falta y va a faltar siempre, siempre lo digo: mientras que quede un argentino sin trabajo, mientras que quede un argentino que no tenga el consuelo de la vivienda o de la educación o de la seguridad, siempre va a faltar, pero está el compromiso de todos nosotros, mío en lo personal también, de trabajar sin descanso, todos los días, esforzándonos para ser un poco mejor y para hacer mejor las cosas. Es el compromiso que tenemos todos los argentinos cualquiera sea el lugar que ocupemos. (APLAUSOS)

Quiero decirles también que en estos tiempos de crisis mundial que corren, esta Argentina que nos encuentra mejor parados y más sólidos, confirma, no ya en la teoría o en la doctrina, sino en la práctica concreta de la política de todos los días, la importancia del rol del Estado, de su presencia, de su control, de su regulación.

Tal vez, en estos días dramáticamente advirtamos cuánto mintieron, cuánto engañaron aquellos que decían que el mercado todo lo solucionaba, todo lo arreglaba. Hoy podemos comprobar la necesidad de ese Estado en vivienda, en seguridad, en salud, en educación, pero también en el contralor de los grandes actores económicos, esos que nunca quieren que los controlen, esos que nos hablan del libre mercado para decirnos en realidad "queremos hacer lo que queramos".

Cuánta razón teníamos, aunque no signifique ahogar a los que más tienen; al contrario, significa armonizar, equilibrar a una sociedad. Porque cuando se tiene demasiado poder económico, cuando se tienen demasiados recursos sin que nadie los controle, sin que nadie pueda ver lo que hacen, suceden estas cosas y esto se da en todos los órdenes, en todos los ámbitos.

Por eso, es necesario repensar un poco el mundo, nuestro país y también nuestro lugar pequeño. Repensarlo todos los días con amplitud, con generosidad, pero sabiendo el rol indelegable que tiene el Estado y la representación popular que tenemos quienes hemos asumido con el voto de la sociedad para cumplir un mandato: construir bienestar y felicidad para el pueblo. (APLAUSOS)

Creo que todos los días se aprende un poco. Antes se decía que uno tiene una edad para aprender, que era la edad del colegio, la edad de la escuela o la edad de la universidad y hoy quiero decirles, desde mi lugar de Presidenta de la República, que se sigue aprendiendo todos los días, hasta el último minuto, hasta el último día.

Sepámoslo para no creérnosla, como dicen los chicos, y sepamos que es necesario volver a empezar todos los días como si fuera el primer día, construyendo, ayudando, cooperando, con solidaridad para con el que menos tiene, con el más vulnerable. Ese es el rol que tenemos que tener, no ya como autoridades, sino simplemente como buenos ciudadanos.

Gracias, Tigre, gracias, por estar hoy acá acompañándonos, quiero  decirles que los quiero mucho y que los extraño mucho.

Gracias. (APLAUSOS)