Buenos días a todos y a todas; señor gobernador de la provincia de Chubut, querido Mario; señor intendente de Trelew; amigos, amigas: recién lo escuchaba a Mario hablar de las décadas de olvido y me sentía total y absolutamente identificada, aquí en la Patagonia sufrimos mucho el olvido, la postergación, el no acordarse nadie de este lugar que dio tanto al país en materia energética, en materia de hidrocarburos. Hoy que hemos reconquistado nuevamente la posibilidad de soñar no sólo con el futuro, sino de vivir también un presente, quiero decirles a todos ustedes que es muy bueno estar aquí, en este rincón emblemático de la Patagonia, con la mayor colonia pingûina del mundo, medio millón de pingüinos, para que tengan, para que guarden y para que archiven como decimos nosotros, pingüinos para todo el mundo. (Aplausos)
Venimos a inaugurar esta ruta que seguramente va a incentivar aún más un recurso tan importante, no solamente para la Patagonia, para Chubut sino para todos los argentinos, como es el turismo. Quiero decirles que este proyecto, que lo siento de todos los argentinos, este proyecto que empezamos a construir en el año 2003, es en definitiva el proyecto de un país federal. Tantas veces escuché la palabra federal, tantas veces declamada sólo para las campañas electorales, en cada lugar, en cada provincia, para después inmediatamente olvidarse y seguir centralizando todo allá en el puerto. Por eso para mí el estar junto a ustedes inaugurando estas obras, que se suman a las más de diez mil soluciones habitacionales aquí en Chubut, a los más de 1.100 millones de pesos en obras viales, a conectar con energía como lo hicimos con la línea de 500, ya llegamos también a Santa Cruz y vamos a llegar a la punta de continente, a Río Gallegos también, para atravesar toda la Patagonia. (Aplausos) Parece mentira pero la línea de 500 llegaba solamente hasta la Patagonia norte y ahí se cortaba, como tantas otras cosas que nunca llegaron, y los ferrocarriles, y el progreso.
Por eso cuando estamos cuando estamos aquí inaugurando estas obras estamos saldando una deuda histórica que tenemos todos los argentinos con el país profundo. Quiero contarles que también están los hermanos del noroeste argentino, del NOA, con demandas de décadas, de siglos diría, de abandono de un país que sólo se miraba la cara allá, en el puerto de Buenos Aires. Hoy los argentinos hemos empezado a mirarnos la cara los unos con los otros del norte al sur, y del oeste hasta el mar. Creo argentinos realmente, creo patagónicos, que hace también a la equidad social y a la redistribución del ingreso contemplar entera la geografía del país, integrar esta geografía rica, árida, dura. Tal vez cuando ven estas inmensidades, estas soledades, barridas por el viento y el frío, entiendan un poco más a los hombres y mujeres que vivimos aquí y que fuimos moldeados en la adversidad del clima, contra la adversidad del olvido, también con la adversidad de ser muy poquitos, y por eso siempre tan ignorados.
Hoy en un país que ha vuelto a considerar que todos somos importantes, pocos o muchos, lejanos o cercanos, quiero decirles a todos que a este lugar al que siento mi casa voy a venir, como siempre lo he hecho, con el corazón en la mano a decirles que estamos transformando el país, que necesitamos aún hacer mucho más, porque todavía hay hermanos que les falta trabajo, vivienda, salud, educación. Y quiero decirles que mientras haya un sólo argentino al que le falten estas cosas no seremos del todo felices. (Aplausos)
Pero hoy en este día de sol, de viento y de frío, como corresponde a la Patagonia, estamos contentos porque hemos avanzado un poco más, hemos dado un paso más para poder construir una Patagonia más cercana, más próxima y más integrada, en un país que todos los días quiere seguir creciendo y apostando al futuro. Muchas gracias. (Aplausos)