Gracias, yo tambièn los quiero mucho, muchas gracias, buenas tardes a todos y a todas; señor Gobernador, querido Daniel; señor Intendente de Florencio Varela, querido Julio, que tanto acompañó este proyecto político, que un 25 de mayo, del año 2003, le presentamos a todos los argentinos y que lo habíamos soñado durante mucho tiempo.
Quiero contarles algo, antes, porque si no me voy a olvidar, venir a este lugar, a esta escuela me trajo recuerdos de mi juventud, me hizo acordar mucho al Colegio Nuestra Señora Misericordia, de La Plata, de la cual yo soy egresada, ver a las hermanas, ver la prolijidad, la limpieza del colegio, el cuidado, el amor, que se ponen en todas las cosas, y que uno lo advierte, no porque haya lujos, no, no, sino porque cada cosa está en su lugar y está pulcra y reluciente. Gracias al afecto con que me recibieron las hermanas, los docentes y los chicos, que cantaron una canción, Julieta; los mellizos, Gonzalo y Rodrigo. Gracias por esa demostración de afecto. ¿Por qué vos, por qué te señalás vos? ¡Ah, son tus hijos! ¿Rodrigo y Gonzalo? Ah, bueno, ellos cantaron, con Julieta y otros pibes, una canción muy linda, de Diego Torres, a la que la maestra, la profe de música le había cambiado la letra, una letra espectacular de trabajo, de unidad, de avanzar y trabajar todos juntos como hormigas, decía la canción para que la Argentina pueda festejar. Me regalaron la letra de la canción y me la llevo porque realmente es una letra de la otra Argentina, de la que tal vez no se ve reflejada en letras de moldes o en imágenes, pero que todos los días se levanta con esa fe y ese optimismo para seguir trabajando por la casa, por hijos, por la escuela de los chicos, por el barrio, por la comunidad. Es ese espíritu solidario, armonioso, que uno puede percibir en todos y cada uno de los lugares que recorre de la Argentina profunda, como a mi me gusta llamarla.
Cuando recién Julio decía que cuando termine su mandato, y yo el mío y el de Daniel no habrá una sola escuela, aquí en Florencio Varela, en la cual los chicos tengan que chapalear barro para recibir educación, cuando hablamos estas cuadras de pavimento, que se van a sumar a las que ya se están construyendo, a las viviendas, a todo lo que constituye mejorar la calidad de vida de todos y cada uno de nosotros, creo que estamos haciendo - como decía esa canción, que cantaban Gonzalo, Rodrigo y Julieta - trabajar juntos, como las hormigas para seguir avanzando.
Yo de Florencio Varela tengo el recuerdo de mi juventud, para los platenses, Florencio Varela era el cruce, era la imagen del cruce, el cruce de Florencio Varela, como uno decía cuando partía de La Plata para Buenos Aires. Son imágenes que uno tiene desde muy joven y que cuando las vuelve a recorrer, no ya como ciudadana de a pie, sino como Presidenta de todos los argentinos, vuelve a revivir todo eso y siente que la vida le da una oportunidad muy grande a una persona como yo, de poder ayudar a transformar la vida de todos ustedes, eso es trascender, ir más allá de la vida de todos nosotros. Y yo creo que esa es la verdadera vocación que uno siente cuando abraza la política, porque, a ver, cuando siendo muy joven decidí, como tantísimos otros incorporarme a la política, todos lo hicimos con esa vocación de trascendencia, pero no de esa trascendencia a la que hoy estamos acostumbrados que es una trascendencia muy efímera, sino la otra trascendencia, la que puede percibirse en las obras.
Yo siempre le decía a mis hijos cuando su padre empezó siendo intendente de Río Gallegos y luego gobernador de Santa Cruz, que lo más importante que le íbamos a dejar era que cuando recorrieran una calle, un barrio pudieran decir "esto lo hizo tu padre" y ellos contarles a sus hijos "esto lo hizo tu abuelo".
A ustedes les debe pasar exactamente lo mismo, que la casa que hacen la vivan los hijos y en el día de mañana sus hijos se acuerden de ustedes por todo lo que les dieron, educación, una casa, amor.
Esta creo que es la función de la condición humana, la trascendencia, el pensar en algo más que nosotros mismos, el pensar en el otro. Y cada uno puede hacerlo, no hace falta ser un gran funcionario, el presidente de una república o un gobernador o un intendente, cada uno puede hacerlo en su barrio, en su casa, en su escuela, en su comunidad brindando no solamente para él y su familia, sino también para el otro que a lo mejor no está tan bien como su hijo, que a lo mejor no tiene una casa o que a lo mejor ni siquiera tiene papá o mamá y si los tiene tampoco todavía consiguieron trabajo.
Por eso, en esta casa y con la imagen de la Virgen, quiero decirles a todos ustedes varelenses, que siempre vamos a trabajar junto a ustedes en todo, desde un pavimento, en una calle, en un barrio o en esa obra que quiere hacer el Intendente y que sería la obra -junto a ese hospital regional- más grande que es la ampliación de la Ruta 53. Y vamos a trabajar fuertemente en hacerla porque sabemos que son 20 kilómetros y 150 millones de pesos; las obras siempre cuestan plata y hay que administrar los recursos para poder hacerlas, no se hacen solamente con amor, vocación y voluntad, se hacen con recursos. (APLAUSOS)
La vamos a hacer y para ello vamos a trabajar con los funcionarios de Obras Públicas en función a la carpeta que me acaban de entregar para poder hacerla porque sabemos que es una vinculación muy importante para toda la nueva zona industrial y esencialmente también para mejorar la seguridad vial en unas rutas que, bueno, que estallan, porque claro, cada vez hay más camiones, cada vez hay más automóviles porque hemos vuelto a tener trabajo, porque hemos vuelto a producir, porque hemos vuelto a tener empresa y comercio y eso es bueno.
Estas son las cosas que tenemos que festejar como dice la canción de Julieta, Rodrigo y Gonzalo, trabajando como hormigas para que Argentina, la provincia de Buenos Aires y Florencio Varela, puedan festejar.
Muchas gracias, disculpen la voz que está un poco tomada porque estoy con una gripe muy fuerte pero no quería faltar hoy aquí a Varela por todo el afecto que siempre nos dieron, al ex presidente, a mí y a todos. Muchas gracias, los queremos en el corazón.
Muchas gracias. (APLAUSOS)