Gracias, buenas tardes a todos y a todas; señor Gobernador de la provincia de Santiago del Estero; señor Gobernador de Salta; señoras vicegobernadoras, dos mujeres, me encanta, de Catamarca y de Santiago, vamos la mujeres todavía; Fernando Salim, Intendente de Frías; amigos y amigas; compañeros y compañeras; santiagueños y santiagueñas: otra vez juntos, hace poco en Añatuya, hoy aquí en Frías, acompañando al pueblo en una inauguración trascendental.
Me contaba recién Fernando, ustedes saben que yo le digo Fernando porque fuimos compañeros en la Cámara de Diputados, Juan Manuel, Fernando, éramos los tres diputados, altri tempi en la Argentina, donde las cosas eran mucho más difíciles, donde las cosas que se pedían a los cuerpos parlamentarios eran siempre casi medidas de ajuste para que la gente sufriera un poco más, era difícil la Argentina de aquellos tiempos.
Por eso quiero, hoy, festejar, junto a todos ustedes, esta obra que cambia la vida, recién cuando la recorríamos la Planta de Tratamiento de Líquidos Cloacales, que sueña casi medio escatológico, como digo yo, pero que cambia en serio la vida de la gente. Tal vez en esas grandes urbes, que recién mencionaba Gerardo Zamora, no se entienda, pero el hecho de tener la posibilidad de agua potable, de desagües cloacales cambia la vida de la gente. No tener que estar pendiente del camión que viene, esas cosas que no se conocen en las grandes ciudades, pero que se sufren en el país profundo al que le falta siempre casi todo: pavimento, caminos, obras como las que hoy venimos a hacer el inicio de obra, El Bolsón, la represa de hace más de cien años pedida por la región y que hoy vamos a dar inicio a esa obra, que va a permitir el riego de más de 12 mil hectáreas, cambiarle la vida a una región y a una provincia. (APLAUSOS).
También venimos a poner en marcha, hoy aquí, la Ley Caprina, en esta Santiago del Estero, la primera productora caprina de la República Argentina. (APLAUSOS). Hace un instante visité una pequeña producción caprina familiar, cuando uno recorre el país profundo puede conocer en serio a los pequeños productores agropecuarios y comprende, entonces, la diversidad y la complejidad de un país tan desigual en sus regiones. Alguien decía más industriales, con más producción, no, más ricos, hay que comenzar a hablar sin eufemismos. Hay Argentina rica y Argentina pobre, y el gran desafío es poner marcha esa Argentina pobre de una buena vez por todas. (APLAUSOS)
Yo muchas veces siento como que los que menos tienen hablan casi con culpa de ser pobres. Yo sé que tienen un Gobernador de lujo que está ayudando al crecimiento de está Santiago del Estero saltando por encima de las diferencias partidarias.
Ustedes no saben la alegría que me da de verlo acá a Fernando, mi viejo compañero de bloque, sentado junto a Gerardo, juntos, trabajando para que Santiago del Estero, para que Frías sea todos los días un poco mejor. (APLAUSOS). Ese es el gran desafío de la dirigencia popular y nacional en la República Argentina, romper la desigualdad de las zonas más alejadas, menos favorecidas geográficamente, menos favorecidas climáticamente, que necesitan un tratamiento diferenciado, frente a otras regiones que han tenido la suerte de estar cerca del puerto, de tener agua, de tener buena tierra. Esto es como aquellas familias en las cuales tal vez uno se destaca, porque ha tenido más suerte, recibió más dones de Dios, y entonces, frente al otro hijo, al que tal vez ha tenido más dificultades o ha resultado menos favorecido, es necesario, entonces, hacer el esfuerzo para compensar esas desigualdades.
De esto se trata la gestión de un Gobierno, sea municipal, provincial o nacional, de advertir, comprender esa diversidad y actuar sobre ella. No basta únicamente con intentar o proyectar, hay que además tomar las decisiones de gobierno que hagan falta precisamente para romper esta inequidad y devolver justicia y dignidad a todos los argentinos, de esto se trata: gobernar y gestionar.
Yo no dejo de conmoverme cada vez que recorro el país profundo. Me pasó en Añatuya cuando fuimos a inaugurar hace unos meses atrás el hospital, me pasaba recién cuando vi a cientos de pequeños productores caprinos acompañados por los ingenieros del INTA, dos pibes jóvenes santiagueños egresados de la Universidad de Santiago del Estero, orgullosos de vestir el distintivo del INTA y diciéndome "le estamos devolviendo al pueblo lo que el pueblo nos dio porque somos los dos egresados de la Universidad Pública Nacional". Y los vi con orgullo ayudar a sus hermanos humildes, con sus cabras, con sus chivos, a poder tener mayor producción, a tener mayor calidad de vida.
Ayudar, de eso se trata en definitiva, hermanos y hermanas, el gran compromiso que todos los argentinos tenemos. Ayudar a que el país salga adelante; ayudar al que todavía le falta educación; ayudar al que todavía le falta vivienda. (APLAUSOS) Ayudar y trabajar, los dos grandes verbos que tenemos que conjugar y actuar todos los argentinos.
Quiero decirles que siempre se me encoge el corazón cuando veo y los veo a ustedes. Tal vez deberían tener otra actitud, como recién lo decía Gerardo, porque han sido olvidados y postergados durante décadas, durante demasiado tiempo y, sin embargo, siempre está el optimismo, la fe, la alegría. Nunca he recibido un gesto malo, siempre sonrisas, cariño, agradecimiento.
Tal vez ustedes, como tantos otros habitantes de la Argentina profunda, tendrían que estar enojados, reclamando, pero no, siempre están apoyando y diciendo adelante, a no aflojar, a seguir trabajando. (APLAUSOS) Y esto es un orgullo que siento como argentina por este pueblo.
Déjenme decírselo, siento mucho orgullo cuando veo...Claro que sí, los santiagueños y los salteños y todos los hombres y mujeres que aman profundamente a su país, porque ¿saben qué?, ustedes, además de amar a Santiago, se sienten orgullosos de ser argentinos. Y cuando uno siente orgullo del lugar en el que ha nacido, cuando uno ama el lugar que lo ha parido, es entonces mucho mejor ciudadano, mucho mejor hermano, mucho mejor padre, mucho mejor vecino. (APLAUSOS)
Por eso, quiero decirles en esta tarde a todos ustedes...Para el Barrio Esperanza, están reclamando.
Quiero también hablarle a mis hermanas de género, a ustedes, a nosotras que siempre todo nos cuesta más, siempre, las piedritas en el camino, pero eso es...Claro que no voy a aflojar, hermanas, ni abajo del agua. (APLAUSOS)
A ustedes, santiagueñas,...Ahí Fernando se ríe porque sabe como le peleaba a él y a otros en el bloque. Voy a pelear siempre por lo que considero son los ideales de un país que merece otro destino diferente. Y lo estamos construyendo con esfuerzo, con trabajo, con obstáculos, pero vamos a derrumbar esos obstáculos porque tenemos una historia atrás, una historia a la que honrar, la de nuestros padres y la de nuestros abuelos que con mucho menos construyeron un país que muchas veces otros se empeñaron en destruir.
Por eso, con mucha fuerza, ilusión y esperanza vengo hoy a Santiago una vez más a decirles a todos ustedes que mi corazón está aquí, con ustedes en Santiago para siempre, por el afecto, por el cariño, los quiero mucho.
Muchas gracias, fuerza, a los jóvenes, a los pibes que han vuelto a participar en la política con esperanza y con ilusiones, porque ven que el futuro es posible y que también lo están construyendo ellos.
A todos, muchas gracias y todo mi amor. Gracias Santiago del Estero, gracias. (APLAUSOS)