Anuncio de medidas para el campo

CONFERENCIA DE PRENSA DEL JEFE DE GABINETE, DR. ALBERTO FERNÁNDEZ Y DEL MINISTRO DE ECONOMÍA Y PRODUCCIÓN, LIC. CARLOS FERNÁNDEZ, EN LA CASA DE GOBIERNO.

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JEFE DE GABINETE.- Estuvimos recién con la señora Presidenta de la Nación, con los señores Gobernadores, la señora Presidenta los convocó a los señores Gobernadores para anunciarles lo que ahora les voy a informar a ustedes, que son una serie de medidas que tienen que ver con los temas que han generado este conflicto con los dirigentes del campo argentino.
En primer lugar quiero decirles, que nosotros, en el Gobierno Nacional, tenemos la certeza de que a lo largo de todo este tiempo el sector agrícola, el sector ganadero ha tenido resultados definitivamente ponderables, de los que pueden dar cuenta el crecimiento que el sector tuvo, que fue un crecimiento singular, un crecimiento muy grande, que empezó en el año 2003 y que se mantuvo y se mantiene hasta la actualidad.
Quiero empezar por recordar que allí en el año 2003, tuvimos una realidad absolutamente distinta a la que hoy estamos teniendo. Yo me acuerdo la primera vez que nosotros hablamos con el campo, como consecuencia de los problemas que existían con la carne. Ustedes harán memoria: Brasil había entrado con un problema de aftosa; Estados Unidos y Europa tenían problemas con el mal de la vaca loca; los mercados habían cerrado y consecuentemente la Argentina tenía una formidable oportunidad y como consecuencia de ella nuestro país repentinamente empezó a exportar carne con un serio riesgo para el consumo interno.
En aquellos días los precios de la carne se dispararon, mientras la Argentina se convirtió, repentinamente, en el primer proveedor de carnes de Chile y de ocupar el 66 por ciento del mercado de carnes.
Hicimos, les decía yo, una política absolutamente favorable para el campo; si ustedes tienen en cuenta que en el año 2003, el área sembrada era de 26 millones de hectáreas y tienen en cuenta que en el año 2007, casi alcanzó los 32 millones de hectáreas; si tienen en cuenta que la producción de granos subió, de 65 millones a 97 millones, en el año 2007, siendo un récord histórico esta producción de granos; si tienen en cuenta que las hectáreas hipotecadas, en el año 2003, eran 14 millones, y en el año 2008, son 4 millones, pero lo que es mejor para este análisis es que los productores morosos bajaron de 48 mil a 6750; si ustedes tienen en cuenta que las exportaciones, en ese período, subieron de 13 mil a 35 mil millones de dólares y si tienen en cuenta que el valor de una hectárea, en una zona rica, como puede ser la zona pampeana, ha subido de 2 mil a 15 mil, 18 mil dólares ustedes tienen indefectiblemente que observar que ha habido una política de desarrollo para ese sector.
Una política de desarrollo, que objetivamente dejó, nos sometió a otros compromisos, a otras necesidades, a otros riesgos. En primer lugar, tuvimos que prestarle atención a mejorar la producción ganadera que poco a poco se fue quedando, a incrementar la producción de maíz y trigo que se fue reduciendo, como podrán ver en una documentación que le vamos a acercar ahora, a tratar de potenciar el desarrollo de la actividad láctea, que aunque ha crecido nosotros aspiramos a que tenga márgenes exportables superiores y también a recuperar aspectos de las economías regionales, que quedaron absolutamente aletargadas, como consecuencia de una nueva realidad del campo, que fue la realidad de la soja.
La soja ha tenido una presencia en el campo enorme y el desarrollo de la soja pasó a ocupar gran parte de zonas, que antes estaban dedicadas al trigo y al maíz. El efecto de ese crecimiento es que la soja, en 10 años, aumentó su producción en un 142 por ciento, mientras que el trigo cayó un 24 por ciento y el maíz cayó un 14 por ciento.
Ustedes dirán, bueno, esto es un acto de demonización de la soja, no se trata de demonizar la soja, pues ella se convirtió poco a poco, y fundamentalmente, el año pasado, donde dos mercado, como el chino y el hindú, fuertemente reclamaron ese producto, esa oleaginosa para la alimentación de sus propios animales.
La soja sufrió un incremento del 92 por ciento, el año anterior, la mayor parte de ese incremento se dio en la segunda mitad del año anterior y eso determinó que se potencie toda la producción de soja y que, además, tengan los productores de soja un resultado superlativo, mucho más allá de lo esperado. Y además determinó, también, un cambio sustancial en la realidad del campo: la presencia de inversores, no gente de campo, inversores, que ante la crisis financiera, de los Estados Unidos, y esta nueva realidad, que se llama soja, la producción de biocombustible y la soja como alimento decidieron invertir en los cereales porque los cereales como commodities, estaban dando resultados extraordinarios.
Entonces esto terminó alterando enormemente el desarrollo del campo argentino; muchos pequeños productores dejaron de producir sus tierras y se convirtieron en dueños de tierras, que le alquilan a los pooles de soja para que los pooles de soja produzcan.
Es llamativo, pero yo el domingo pasado, me enteré que uno de los que más motorizan el reclamo de los chacareros, también, alquila sus campos. Entonces que uno de los que más motoriza el reclamo del campo, en Gualeguaychú, también alquila sus campos. Es muy interesante estar en un país, donde los ingenieros no son ingenieros y los chacareros no son chacareros.
La soja nos significó un cambio sustancial en el desarrollo del campo. El primer cambio, que lo han sufrido muchos productores lecheros, son las lógicas de los costos de arrendamiento, porque los costos, ahora, dejaron de ser un aspecto, que en sociedad resolvía el dueño del campo con el productor para convertirse en un bien, en un costo autónomo y que de acuerdo con lo que nosotros hemos verificado hoy en día se lleva entre el 35 y el 45 por ciento del costo de producción de la soja. Estoy hablando del que alquila su tierra, el que eso hace recibe entre el 35 y el 45 por ciento del resultado final de la producción de soja.
Si uno mira, además, lo qué ha pasado es que muchas producciones cedieron a la soja, que dieron un resultado extraordinario, entonces así se puede explicar porqué cayó el trigo, porqué cayó el maíz, porqué se demora el desarrollo de la leche, y otro tanto con la carne. Y además cómo se postergaron economía regionales, hoy no está acá el Gobernador Capitanich, pero hoy cuando hablaba y el comentaba un poco todo esto, él me explicaba y el enorme problema que tiene con el algodón, que también retrocedió, en el Chaco, para darle lugar a la soja.
Y hablábamos, día atrás, con el Gobernador de Entre Ríos, como el arroz cedió lugar, en Corrientes y Entre Ríos, para darle paso a la soja.
Además los problemas que la soja genera en la calidad de los suelos y en la calidad del empleo; 100 hectáreas de soja generan 1 empleo, contra 15 empleos que genera el algodón, contra 50 que generan los cítricos.
En este punto me quiero detener un poco, porque uno de los mayores problemas, que hemos observado, y creo que también tiene que ver con esta nueva forma de desarrollo del campo, es la informalidad.
En materia de informalidad, ayer, el ministro de Trabajo, me acercó un relevamiento sobre de 7 mil casos, que dan cuenta de que el 58 por ciento, de los trabajadores fiscalizados en el campo están en condición de trabajadores en negro. Hay, a su vez, lugares, como Tandil, donde la informalidad alcanza el 84 por ciento. Esto da cuenta de un enorme problema, porque además la incidencia del costo laboral, en el sector, cayó en un 40 por ciento; el empleo en el sector creció sólo el 1,5 por ciento, mientras que el empleo, en resto de la economía creció casi el 20. Y esto da cuenta de que toda esta nueva modalidad ha generado objetivamente un enorme retroceso para el desarrollo del campo y también para el desarrollo económico y social del país.
Nosotros, con fundamento en todo esto, hemos avanzado en el dictado de la resolución 125, aquella resolución estableció las retenciones móviles. Lo hicimos con un sentido preciso: favorecer otras producciones alternativas a las soja, que eran las producciones centrales en la Argentina, como el trigo y el maíz, y tratar de algún modo de no acompañar, del mismo modo, la producción de soja. Las resoluciones generaron el comienzo de este conflicto, que tenemos con los dirigentes del campo, donde sin ninguna duda están detrás los grandes pooles de soja y los inversores en soja.
Aquellos cuestionamientos generaron un primer paro, que se levantó, y que dio lugar a una reunión con la señora Presidente, en aquella reunión los dirigentes del campo le plantearon, básicamente, tres cuestionamientos: algunos cuestionamientos sobre las exportaciones de carne, sobre las exportaciones de trigo y, finalmente, sobre las retenciones móviles, que según ellos entendían afectaban a pequeños productores y a los mercados a término.
Desde ese día, nosotros hemos trabajado con el sector para encontrar acuerdos en materia de carne, en materia de trigo y también hemos intentado vanamente discutir el problema de los mercados a término, que al entender de los dirigentes del agro, el hecho de que, en el caso puntual de la soja, por encima de los 600 dólares, el Estado retuviera el 95 por ciento, eso afectaba claramente las expectativas para producir y vender a futuro.
Empezamos a trabajar con el tema de la carne, nosotros autorizamos, en ese acuerdo, y ya hemos liberado 550 mil toneladas, al año, de carne; hemos autorizado 45 mil toneladas de carne exportable, al mes, y lo único que hemos pedido es que los 13 cortes, que los argentinos consumimos mayoritariamente mantengan su precio.
Quiere esto decir, que entre marzo y mayo, se han exportado 30 mil toneladas de carne, en la Argentina. Y acá no estoy contabilizando la famosa vaca de conserva, que está fuera de este cálculo.
Quiere esto decir que en el ONCCA se han presentado pedidos de exportación por 33 mil toneladas de carne, de las cuales 10 mil ya han sido autorizadas.
Y obviamente que nosotros seguimos trabajando en el mismo sentido, el Gobierno Nacional aspira a que la Argentina pueda exportar más carne, pero aspira a que los argentinos podamos seguir consumiendo carne en cantidad, en calidad y en precios razonables. Y ese es el único punto que debemos saldar con los productores y con la cadena càrnica, porque hay que reconocer acá que intervienen otros elementos, como frigoríficos, supermercados, matarifes y carnicerías y también con todos ellos debemos lograr un sistema que nos permita garantizarles a los argentinos este objetivo.
Pero si es necesario aclarar, que contrariamente a lo que se dice, desde abril a la fecha, cuando comenzó el conflicto, se han exportado 30 mil toneladas de carne y la cuota Hilton salió prácticamente en su integridad.
Se habla del trigo, en realidad nosotros también acordamos que el trigo pueda ser exportado en sus excedentes. La Argentina produce alrededor de 15 o 16 millones de toneladas de trigo. De acuerdo con las áreas sembradas denunciadas en el último año ante la ONCCA, debería haber 16 millones de toneladas de trigo, de las cuales los argentinos consumimos alrededor de 3 millones. Ahora bien, de acuerdo con lo que se ha exportado y teniendo en cuenta el área sembrada, deberíamos tener 1.800.000 toneladas de trigo para exportar, pero solo registramos 400.000 toneladas de trigo. Esto quiere decir que hay 1.400.000 toneladas que seguramente estarán en algún lugar de la Argentina pero que ni la AFIP ni la ONCCA lo conocen y que si ese trigo apareciera, nosotros no tendríamos ningún problema en autorizar su exportación porque no tiene ningún sentido retenerlo en un mercado que definitivamente no lo va a consumir. Pero también hago esta aclaración porque solo tenemos como saldo exportable registrado en la ONCAA 450.000 toneladas exactamente. Hemos autorizado por resolución de la ONCAA 100.000 toneladas para exportar ya con destino a Brasil que es uno de nuestros mayores compradores de trigo y que no queremos someterlo a dilaciones. Finalmente, existían las discusiones que tenían que ver con el alcance de la Resolución 125 y los dos problemas centrales que planteaban: los problemas que tienen que ver con los pequeños productores y los problemas que tienen que ver con los mercados a término. A los pequeños productores, ustedes harán memoria en el sentido de que la señora Presidenta participó de aquella presentación en el Salón Blanco, los liberamos de tener que pagar estas nuevas retenciones. Un productor que tenga 150 hectáreas en la zona pampeana o 300 hectáreas en la zona extrapampeana y que produzca hasta 500 toneladas de soja y 350 en la zona extrapampeana, hoy en día paga la misma retención que se pagaba el día 10 de diciembre. Hay algunos requisitos, obviamente. Uno de los requisitos es presentarse ante la ONCCA y en la ONCAA ha habido muy pocas presentaciones. Hemos detectado también dificultades que tienen que ver con que, mientras que en la AFIP, en el Registro de Productores de Granos se contabilizan alrededor de 52.000 productores, en la ONCCA se contabilizan alrededor de 98.000 y no sabemos en qué espacio operan esos 40.000 productores que están ahí dando vueltas por fuera de la AFIP. Quiero dejar en claro que un pequeño productor de 150 hectáreas en la zona pampeana, está parado sobre un capital de 1.500.000 o 2.000.000 de dólares. Empiezo aclarando esto para que tengamos presente quién será el receptor de ese reintegro. Pero finalmente nosotros lo hemos puesto en marcha y hasta ahora hemos tenido 266 pedidos y de esos 266 pedidos, solo el 26 por ciento ha cumplido con todos los requisitos. En la mayoría de los casos o no estaban inscriptos en la AFIP o expresaban una inscripción que no era cierta, denunciaban un CUIT que tenía algún error o no se correspondía con la realidad. Con la señora Presidenta y con el señor Ministro de Economía, que nos encomendó la señora Presidenta que trabajemos en resolver algunos problemas que de hecho estamos observando, hemos avanzado en la corrección de dos aspectos que tienen que ver con los pequeños productores. El primer aspecto es autorizar la inclusión en el sistema de reintegros a los monotributistas. Un productor que tenga alrededor de 20 o 30 hectáreas, seguramente la producción de soja a lograr es menor a los 140.000 pesos y en ese caso él podrá tener derechos a percibir el reintegro. La segunda tiene que ver con un problema un poco burocrático pero que a veces complica los temas, que tiene que ver con que ahora estuvimos de acuerdo con los gobernadores, lo estuvimos hablando en la reunión anterior, y decidimos que el que autorice ante la ONCCA la declaración jurada van sean las entidades, los municipios o las gobernaciones, cualquiera de los tres. Hemos encontrado muy buena disposición en todos los gobernadores para ser ellos lo que agilicen el trámite y en algunos casos, como lo que hicimos con el Chaco y como lo estamos haciendo con Entre Ríos, hemos acordado con las gobernaciones mecanismos para que rápidamente se le reintegre a los productores y después la provincia le reclama al Estado nacional, en este caso puntual a la ONCCA, el equivalente a lo que ha pagado al pequeño productor. Me parece que con esto hemos dado un avance importante y hemos escuchado parte de los reclamos que nos habían hecho. En esos reclamos se nos decía que el haber dejado afuera a los monotributistas excluía un número importante de pequeños productores. A nosotros nos llama la atención, de todas maneras, que haya habido un número tan exiguo de productores que se hayan presentado y puede haber diferentes explicaciones. Una explicación, tal vez, sea esta suerte de boicot de venta que han hechos las entidades rurales y tal vez, eso esté demorando la decisión de los productores. Es posible también que algunos productores estén demorando la decisión para ver cuál puede ser la solución final de este conflicto. Y es posible, y en esto, a la luz que estoy verificando, creo no equivocarme, que los pequeños productores, los dueños de parcelas relativamente pequeñas de tierra, hayan decidido alquilarlas a los pools sojeros y han dejado de ser productores para convertirse en dueños de tierras que alquilan a otros para que se produzcan. Y como el que alquila no tiene derecho porque no es productor, es posible que esto también esté relegando o demorando la participación de mayores productores en este reintegro. Con el tema de los subsidios al flete, nos pasa algo parecido. Ustedes saben que más allá de lo que las entidades pedían, nosotros hemos decidido subsidiar al flete de toda la zona extrapampeana. ¿Cuál es la idea? Pagar la diferencia que ellos pagan por la distancia respecto de los puertos, fundamentalmente el de Rosario. Solamente hemos recibido 22 pedidos. Pero a la luz de lo que está pasando, es muy posible que nadie quiera transportar cereales para que en algún lugar del país les paren el camión. Así que, esperamos que en algún momento este mecanismo se ponga en marcha. Quiero aclarar que con el reintegro, los pequeños productores hoy estarían pagando 35 puntos de retención. Y quiero aclarar que para los productores extrapampeanos, entre los reintegros que estamos entregando, más los subsidios que estamos dando al flete, la retención en algunos casos baja al 29 o al 30 por ciento. ¿Qué quiero decir con esto? Que el objetivo del Gobierno nacional es definitivamente preservar la situación de los pequeños productores, aún cuando sabemos que muchos de ellos han dejado de producir para alquilar sus campos a los pools de siembra. Ahora bien, nos queda finalmente el tema de las retenciones. Ustedes se preguntarán por qué se tomó tanto tiempo el Jefe de Gabinete en hacer todas estas explicaciones. Básicamente para ponernos de acuerdo, porque objetivamente, la realidad da cuenta de que en este período, contrariamente a lo que se dice, hemos escuchado y hemos accedido a muchos pedidos de las entidades. Dictamos la resolución y después accedimos a corregir los temas que tenían que ver con los pequeños productores. Inclusive, fuimos más allá favoreciendo la situación de los productores de la extrazona y, finalmente, también estábamos dispuestos a resolver los problemas de los mercados a futuro y, lamentablemente, nunca hemos podido llegar a hacerlo. Nosotros estamos dispuestos a resolver el problema de los mercados a futuro teniendo en cuenta algunas cosas. En primer lugar, saber que el productor sojero de la Argentina, aún hoy y con estas retenciones, tiene utilidades muy importantes. Un productor sojero en la Argentina tiene una utilidad que oscila entre el 25 y el 30 por ciento de acuerdo con la zona donde se desarrolla; un productor sojero en la Argentina, que trabaja en un país que tiene un dólar gerenciado por el Banco Central y tiene un subsidio claro sobre el gasoil, hoy en día tiene esa ventaja de entre 25 y 30 puntos contra un sojero del Brasil que no tiene un dólar gerenciado, que no tiene retenciones y que no tiene subsidios al gasoil y que, sin embargo, está teniendo utilidades de solo el 18 por ciento. La diferencia era que al comienzo de todo esto, nosotros hacíamos una estimación que la utilidad de un productor por hectárea era de alrededor de 258 dólares y que hoy era de 271. Pero debo corregirme porque tengo un testigo: que el rendimiento puede ser mayor. Hoy me comentaba el gobernador de Tucumán que produce en Santiago del Estero, que acaba de terminar y negociar su cosecha de soja, y que ha obtenido un rendimiento de 310 dólares por hectárea. Con esto quiero marcar que no es cierto que se generen pérdidas de ninguna naturaleza. Nosotros, de todos modos, teniendo en claro esto, sí admitimos que debemos preservar los mercados a futuro y, en ese sentido, hemos hecho algunas modificaciones al proyecto de la Resolución 125 que tienen el único propósito de preservar, insisto, el funcionamiento de los mercados a futuro. Estuvimos trabajando por orden de la señora Presidenta con el Ministro de Economía y yo le voy a pedir a él que les explique detalladamente en qué consisten las modificaciones que tienen que ver exclusivamente con los mercados a futuro.

Sr. MINISTRO DE ECONOMÍA.- Hemos tomado y analizado los cuatro productos que figuran en la Resolución 125, es decir, soja, trigo, maíz y girasol, y evaluado los impactos que esta resolución habrían provocado en el buen funcionamiento de los mercados a futuro, a término. Definimos, en función de los precios actuales de los productos y de acuerdo con expectativas y análisis a futuro, un tramo a partir del cual, se haría el corte y funcionaría la nueva propuesta. Es decir, en el caso de la soja, por ejemplo, evaluamos que en el tramo desde el precio actual hasta 750 dólares, lo que implica un incremento potencial y eventual de un 83 por ciento, el tramo definido en este momento para indicar el mejor funcionamiento de los mercados a término, sería a partir de si se superara ese precio en el futuro y el precio estaría indicando una agudización de los problemas de los precios internacionales de los alimentos. O sea, concretamente, lo que vamos a proponer es definir nuevas retenciones efectivas a partir de los 600 dólares hasta 750 dólares de precio FOB en el caso de la soja.
Ese esquema hay que tomarlo para el resto de los productos. En el caso de la soja ustedes recordarán que el cuestionamiento a la Resolución 125 era que a partir de los 600 dólares de precio FOB la alícuota marginal que se definía era un 95 %, esto en los tramos superiores a 600 dólares producía un achatamiento del precio internacional neto de retenciones que prácticamente fijaba el precio interno de la soja, con lo cual no había razón para que funcionaran los mercados a término porque ya estaba fijado el precio. A partir de ahora lo que hacemos es achatar fuertemente esa curva marginal del 95%, lo que genera diferenciales de precio interno más importantes que vuelven a generar la posibilidad de buen funcionamiento de mercados a término. Concretamente, midiéndolo en la punta en 750 dólares que es donde hacemos el corte, con el esquema anterior de la resolución 125 los derechos efectivos de exportación ascenderían a un 58,5%, con la nueva propuesta la retención efectiva de la soja en 750 dólares de precio FOB serían 52,7%. Mirado en términos de curva se produce un achatamiento que genera que vuelvan a funcionar los mercados a término. En la resolución que va a salir va a desaparecer la fórmula que figuraba en la resolución 125 y va a aparecer una planilla anexa concreta donde va a tener precio por precio FOB cuanto corresponde a la retención efectiva, la que va a mostrar modificaciones con respecto a la resolución 125 a partir de precios FOB de 600 dólares. Esto en el caso de la soja.
Este mismo esquema lo llevamos al resto de los productos. En el caso del trigo el límite donde definimos la tabla es hasta 600 dólares de precio FOB. Es decir, si tenemos un precio actual de 345 dólares por tonelada estaríamos indicando que hay un margen de recorrido de un 74% para llegar al límite de la tabla. Estos límites se analizaron en función de los precios internacionales vigentes y de las perspectivas de evolución futura. Insisto en lo que decía antes, definir un rango de tabla para lo que uno puede suponer que sería el funcionamiento a partir del cual superados estos niveles estaría indicando una crisis alimentaria internacional muy aguda porque estarían apareciendo precios muy fuertes. Concretamente en el caso del trigo el achatamiento de la curva se produce a partir de los 450 dólares de precio FOB. A partir de ahí también un achatamiento que se puede medir en términos comparativos respecto a los que dispara la resolución 125, que en el precio límite de 600 dólares indica una retención efectiva de un 46,3%, mientras que la nueva resolución va a indicar en esa punta una retención efectiva del 41,6%. Es importante destacar que ya en la implementación de las retenciones móviles de la resolución 125 lo que se estaba haciendo era bajar las retenciones efectivas fijas vigentes en el período anterior. Tan es así que en la actualidad el precio FOB vigente con la resolución 125 dispara un derecho de exportación equivalente al 27,1%, cuando las retenciones fijas anteriores eran a este precio de un 28%.
En el caso del maíz, cuyo precio actual es de 19 dólares por tonelada, también definimos un límite máximo de funcionamiento de la tabla de 400 dólares de precio FOB y producimos un corte a partir de 300 dólares. Esto en la práctica implica un efecto muy fuerte porque con la resolución 125, con un precio FOB de 400 dólares está indicando un derecho de exportación efectivo de un 53,8% y con esta propuesta estaría en un 45%.
Finalmente el mismo esquema lo aplicamos al girasol, donde el límite final de la tabla lo establecemos en 900 dólares por tonelada, un 50% más de los valores actuales y el achatamiento se produce a partir de 700 dólares. Otra vez definiéndolo en la punta para ver la baja de los derechos efectivos, en la 125 vigente en 900 dólares estaría en un 59,1%, en la propuesta nueva esto bajaría a un 52,7%.
Estas son concretamente las medidas, mañana estaríamos sacando la resolución. Insisto, desaparece la fórmula, la resolución va a tener una planilla precio por precio, retención efectiva a cada precio.

JEFE DE GABINETE.- Como ustedes verán nosotros hemos mantenido gran parte de la resolución en aquello que tiene que ver con lo que estamos firmemente convencidos: el sistema de retenciones es un mecanismo absolutamente posible para equilibrar los desequilibrios que se generan respecto de la distribución del ingreso. En el caso de la soja lo que estamos atacando son ganancias extraordinarias, ni siquiera previstas por los mismos inversores, y estamos corrigiendo exclusivamente aquel segmento de la curva donde según nos decían, y según parece ser cierto, se tergiversaba el funcionamiento de mercados a futuro. Nosotros de este modo estamos favoreciendo a que la producción tenga certeza. Las retenciones móviles tenían además un objetivo, que era que el productor supiera qué iba a pagar por retención ante cada escalonamiento de precio. Tenía además, y tiene, un principio de justicia que indica que si el precio baja el Estado acompaña la baja en la retención; si el precio sube el Estado acompaña esa mejora con una mayor retención. Lo hemos mantenido firmemente respecto de la soja, un poco menos respecto del girasol, pero hemos beneficiado claramente al trigo y al maíz. Aspiramos a que el campo argentino siga produciendo, nosotros observamos, igual que el campo, que la Argentina tiene una formidable oportunidad en los años venideros porque estamos en presencia de un mundo que demanda granos para alimentar y que demanda granos para otros fines como los biocombustibles. Lo que nosotros no queremos es que esto termine tergiversando el correcto funcionamiento del campo argentino, que los argentinos terminemos produciendo básicamente un grano que en la Argentina no se consume y que esto vaya en desmedro del consumo de los argentinos. Este ha sido el sentido que inspiró en el primer día al Gobierno Nacional a tomar las medidas que tomamos. Espero haberlo podido explicar bien, ustedes habrán visto que escuchamos y cambiamos en el transcurso de todo este tiempo, y lamentamos francamente, y tal vez yo lo lamente más que nadie, la formidable incapacidad de dialogar que ha tenido la dirigencia del campo, la formidable altanería de exigir a aquellos con los que se dialoga que hay sólo una salida que es la que ellos proponen. Yo confío en que esto resuelva las preocupaciones que la gente del campo tenía y que podamos ponernos a trabajar en aquello que la Presidenta le propuso trabajar a la gente del campo, cuando aquel día viernes los recibió y por espacio de tres horas explicó lo que ella pensaba, y explicó la necesidad que tiene la Argentina de trabajar bien en esta materia para aprovechar esa oportunidad que tenemos.
Quiero darles las gracias, espero que esto se haya entendido, esta es la posición del Gobierno Nacional, que no es contraparte del campo, el Gobierno Nacional no es la contraparte del campo, el Gobierno Nacional es el Gobierno Nacional. Los dirigentes del campo tienen la defensa de intereses puntuales que son los intereses de los que producen en el campo, también indirectamente de los inversores que invierten en la producción del campo, y el Gobierno tiene la necesidad y la obligación de preservar los intereses del conjunto. Estamos seguros que con esto hemos escuchado las preocupaciones que existían y hemos puesto en orden el buen funcionamiento de las retenciones móviles.
Con esto les doy las gracias y les digo buenas noches.