¿Qué tal, cómo les va? Buenas tardes a todos y a todas: realmente la exposición que acaba de hacernos, fantástica, el señor Ministro de Ciencia y Tecnología, en cuanto al monto de la inversión, que es la más grande, en materia de laboratorios; la primera más grande se hizo en el año 2004 y esta la triplica, son 40 millones de dólares, para laboratorios públicos y privados, sin fines de lucro, para profundizar la investigación, el desarrollo de la ciencia y la tecnología, que son básicas. Además de la buena noticia, que se hace en forma federal, esto es llegando a todos los lugares de la República, en la medida en que lo permitan la radicación, también, de recursos humanos con capacidades científicas y tecnológicas, en las distintas regiones, más la también excelente noticia de 10 millones de dólares más, para todo lo que es la infraestructura, que permita precisamente la colaboración de todos esos laboratorios, más la muy buena noticia, también, de la Universidad de Oxford, una de las más prestigiosas del mundo, una de las más prestigiosas de Inglaterra, donde - como nos comentaba recién el señor Ministro - nos han elegido por nuestra capacidad, distintiva en América latina y porque tenemos mayor cantidad de proyectos presentados, inclusive, más que muchos países de la misma Unión Europea.
Como verán todos ustedes son muy buenas noticias que, por supuesto, no aparecerán publicadas, mañana, en ningún diario. Eso olvídenlo, casi estaríamos en otro país o sea todas buenas noticias para los argentinos, para la ciencia, para la tecnología, que obviamente serán prolijamente ocultadas y desinformadas a la población.
Yo voy a hablar - y permítanme señor Ministro de Planificación - que sea tan pesimista a la hora, pero nos ha pasado ya en otras oportunidades, usted ha hecho también muchos importantes anuncios, no solamente usted, sino también la señora Ministra de Salud, la señora Ministra de Acción Social, en materia de planes sociales, en fin lo bueno no merece ser publicado. Yo quiero en ese sentido, está bien uno puede optar y no publicar las cosas buenas, porque se supone que uno está obligado a hacer cosas buenas, también sería un buen razonamiento, después de decir: "vamos a publicar únicamente lo que está mal porque sería la obligación del periodismo publicar todo lo que está mal, lo que está bien se da por sentado que tiene que estar así y por lo tanto, no interesa". Pero muchas veces nos encontramos con que no solamente se publican cosas que están mal, sino cosas que no son verdad y entonces ahí estamos ingresando en otro terreno, por ejemplo, en el día de ayer domingo, para alegrarle la vida a los porteños y fundamentalmente a los hombres y mujeres de la familia, del Gran Buenos Aires, un diario, el de más importante tirada, en la República Argentina, colocó en su portada, en letras tipo catástrofe, que la educación privada iba a sufrir aumentos que llegaban hasta el 45 por ciento.
Yo leí la nota atentamente y después el señor periodista que la escribía decía que habían intentado ingresar a la Secretaría de Comercio, para pedir información y que no habían encontrado ningún tipo de información. Como ustedes saben, yo hace unos meses públicamente, como hago todas las cosas, aquí, en la Casa de Gobierno, me reuní con los representantes de los colegios privados, tanto del Gran Buenos Aires, como de la Ciudad de Buenos Aires, precisamente, para ocuparnos de este tema, que impacta fuertemente en los presupuestos de las familias, tanto de la Ciudad de Buenos Aires, como del Gran Buenos Aires.
A partir de esa reunión, en la cual se acordó que de acuerdo con el incremento salarial, que habían tenido los docentes, se iba a permitir una cuota de recupero para los colegios, pero que previamente los colegios debían informar el impacto de esos costos laborales, para que cada papá, cada mamá pudiera ingresar en Internet y poder controlar... en fin, el costeo que debía pagar su hijo. Se dictó una resolución, la 43/08, que fue publicada en el Boletín Oficial, en la cual se dan todas las instrucciones; yo invito a todos los papás y mamás de la provincia de Buenos Aires y de la Ciudad a que ingresen al sitio del Boletín Oficial (http://www.infoleg.gov.ar/) y así poder encontrar esta resolución, que tiene además anexo las planillas, donde detallan toda la información, que los colegios tienen que dar, para que les sea autorizada, de acuerdo con el aumento de sus costos, el aumento de sus cuotas de recupero.
Esta resolución fue adoptada por la provincia de Buenos Aires, a través de la resolución 123/08, y por la Ciudad de Buenos Aires, la 203/08, la resolución del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Uno puede ingresar allí y ver la cantidad de planillas y también podrá corroborar que la fecha de presentación de estos datos era hasta el 18 de abril y que luego se extendió hasta el 25 de abril, o sea la semana pasada, el viernes de la anterior semana, con lo cual a partir de este lunes que pasó (en el cual tuvimos un día feriado en la semana) los colegios debían presentar precisamente todos estos datos que van a comenzar a ingresar, aquellos que sea autorizado el aumento a la página de la Secretaría de Comercio.
Todo esto, que yo estoy contando, no es un secreto, no es algo críptico, no está en ningún armario ni en ningún cajón cerrado, bastaba ver el Boletín Oficial, ver las planillas y ver, entonces, cuál iba a ser el control que, por primera vez, iba a poder hacer cada padre, como se anunció oportuna y públicamente tambièn, en este mismo ámbito, de las cuotas de sus hijos en los colegios, en un país que por cierto tambièn, la oferta pública y gratuita es distintiva en toda América latina, pero no podemos dejar de desconocer que mucha gente hace un gran esfuerzo para mandar a sus hijos a una escuela privada. ¿Cuál es la sensación que uno siente, después de leer una nota de tanta desinformación, casi planificada para crear la sensación de que a nadie le importa lo que le pase a la gente con la cuota de sus colegios y fundamentalmente ocultar la información de todo lo que se hizo y de todo lo que se está haciendo?
Acá ya no estamos, entonces, ante la publicación de una noticia que es mala, sino de una manipulación de la información para, en definitiva, desinformar y preocupar a la gente.
También, en el mismo diario aparece hoy, una declaración del segundo secretario, creo que Lingeri es el segundo general de la CGT, que con esa sabiduría que tienen los trabajadores sostiene que precisamente y le pide a los empresarios, que en el tema de inflación, moderen sus demandas de rentabilidad. Esto, esto... si se me permite, por favor.
Yo creo que nosotros debemos, fundamentalmente, tener en cuenta cómo muchas veces es presentado el tema de la información y en este caso con el subsecretario de la CGT, cuando habla del tema de inflación plantea... yo creo que la cosa en su justo medio, porque si uno está hablando y escucha hablar cómo se plantea en los medios el tema de la inflación pareciera que los precios los fijara o el Arcángel San Gabriel o el Gobierno, que los empresarios (sean productores, industriales o comercializadores, que son los tres segmentos básicos, en todo el proceso económico) no tuviera absolutamente nada que ver. Es más me ha tocado ver un seminario, leer también un seminario, en el cual los empresarios agrupados en una importante central empresaria, formadora de precios, hablan sobre la inflación como si esta no tuviera que ver o no fueran actores importantes en el tema de la inflación, quienes forman los precios en toda la cadena de valor, sea en producción, sea en industrialización y sea en comercialización.
¿Por qué digo estas cosas? Porque creo que es importante abordar los problemas en serio, en la Argentina. Y abordar los problemas en serio significaría que nosotros pudiéramos analizar cuál es hoy la consistencia del modelo macroeconómico y si hay condiciones macroeconómicas como para que de repente se nos plantee, como se nos planteó en plena campaña electoral, a partir de la evolución del precio del tomate, - lo recuerdo como si fuera hoy - que estamos ante un fenómeno parecido al que nos tocó vivir en otras etapas.
¿Cuáles son las obligaciones macroeconómicas que tiene que tener el Estado, de consistencia, para que no se dé un fenómeno de esta naturaleza? Bueno, lo que siempre han reclamado desde todas las escuelas: superávit fiscal, superávit comercial, intercambio competitivo, que nos permita a nuestros empresarios, a nuestros industriales, a nuestros agro exportadores tener ventajas comparativas y también reservas en el Banco Central, que le den solidez al sistema financiero. Estas cuatro condiciones básicas, que no se dieron en la Argentina, desde hace muchísimo tiempo, se están dando ahora.
Se me podría decir, bueno, hay una variación de los precios internacionales, los commodities, o lo que sucedió con el paro agropecuario, que hizo incrementar todos los precios, fundamentalmente, de los alimentos y de otros por desabastecimiento, durante la semana pasada. Pero lo cierto es que las condiciones macroeconómicas del modelo nos dan que no tiene porqué haber un desarrollo inflacionario. Sin embargo, los precios aumentan.
Entonces, la pregunta que tenemos que hacernos es si es por una cuestión de falta de inversión, que tampoco sucede, hemos tenido una inversión de casi 23 puntos del PBI y esto se ve en otro dato sintomático de la economía. ¿Saben en cuál? En como ha evolucionado la capacidad instalada, el uso de la capacidad instalada de la fabricación y de la producción. Porque uno de los temas, que siempre se dice también, es que ante una demanda muy fuerte, si no hay oferta suficiente, porque estamos al tope de la utilización de nuestro sistema productivo, se puede producir un aceleramiento de los precios. Sin embargo, la capacidad instalada, que hoy tenemos el promedio, es casi exactamente la misma que teníamos, a enero de 2007, luego de 8,6 de crecimiento de la economía, con lo cual está claro que ha habido inversión porque sino no se podría haber sostenido esto.
Digo, entonces, que hay en los aumentos de los precios que hay una apropiación de la utilidad, por parte de los sectores formadores de precios, en toda su cadena, y creo que están también poniendo en discusión un tema, que a mí me apasiona y con el cual creo que debemos trabajar muchos los argentinos, que es la distribución del ingreso. ¿Por qué? Porque estamos ante una situación particular, yo lo comentaba hoy, al mediodía, y decía soy la primera presidente constitucional, con mandato popular, la quinta de los cinco que se han elegido desde 1983, a la fecha, que no continúa a un gobierno que viene de un estrepitoso fracaso y entonces eligen a otro gobierno.
Si uno hace un rápido análisis, están el primer presidente de los argentinos, el doctor Alfonsín, que venía de la tragedia económica, política y social más terrible que recuerden los argentinos y que le tocó gobernar esa Argentina; el presidente que le tocó asumir en 1989 en medio de una crisis inflacionaria con PBI negativo, un proceso hiperinflacionario muy fuerte, y un proceso de desindustrialización y de desfinanciación que ya venía del anterior proceso militar y luego, el gobierno de la Alianza que abarajó, como digo yo, el proceso de convertibilidad y realmente le estalló en las manos como no podía ser de otra manera.
O sea, que yo soy la primera Presidenta constitucional elegida por mandato popular que continúa a un gobierno que termina con un resultado exitoso. Exitoso porque ha permitido que los trabajadores vuelvan a tener trabajo y a mejorar sus salarios; exitoso porque ha permitido que nuestro campo, nuestra agroindustria que estaba fundida con el 1 a 1, se recuperara de una manera asombrosa y fuera punta de lanza en el mundo en materia de competitividad y de excelencia; exitoso por una política que también dio mucha rentabilidad a los empresarios textiles del calzado que estaban prácticamente fundidos y a aquellos que también tienen un fuerte sesgo exportador por el tipo de cambio y también por el impulso que el mercado interno tuvo. Todo como una rueda virtuosa que ha permitido a los trabajadores salario, trabajo y consumo y a los empresarios, inversión y extraordinarias rentabilidades.
Lo que se está planteando hoy con este y en otros temas, creo que es el gran desafío que viene en la República Argentina y que es cómo seguir el crecimiento sin afectar la distribución del ingreso que, al mismo tiempo, va realimentando virtuosa, política y socialmente sustentable el modelo. Este es el gran desafío que tenemos hoy los argentinos. Esta y otra cosa que es la que se está discutiendo cuando hablamos de retenciones con el precio de los comodities, cuando discutimos el tema de las compensaciones, cómo nos tenemos que comportar con los comodities para que realmente no nos impacten en la economía interna y entonces los argentinos puedan seguir comiendo de la misma manera que lo están haciendo ahora, porque el sector agroexportador se beneficia de todas las facilidades del mercado interno para poder ser competitivo externamente y lo mismo pasa con los industriales.
Entonces, se podría preguntar qué pasa con el tema de la inflación. Yo estaba mirando números de nuestros socios del MERCOSUR. Así, por ejemplo, en Uruguay, el salario mínimo -doy los datos en dólares para tener una medida de valor- es de 171 dólares y el salario medio es de 476 dólares; en Brasil, el salario mínimo es de 252 dólares y el salario medio es de 708 dólares; en la Argentina, que es el más alto, es de 306 dólares y 730 dólares respectivamente. Ahora, cuando uno va al precio de los servicios que son los que conforman el costo de vida, la inflación de esos países, y tenemos que, por ejemplo, en materia de energía eléctrica, el costo de alguien que consume 300 kilowats -ahora se los voy a dar todos en pesos- en la Argentina es de 17.4, en San Pablo es de 133,6; en Chile de 189,9 y en Uruguay de 112 y así puedo seguir, por ejemplo, con otro tipo de consumos. Por ejemplo, con un consumo de más de 1.000 kilowats, 132 pesos en la Argentina; 600 pesos en San Pablo; 725 en Chile y 428 en Uruguay. Cifras muy similares puedo darles respecto también del gas. En cuando a los alimentos y el transporte, cualquiera que se cruce a estos países sabe el precio de los alimentos y del transporte. Aquí uno puede viajar del Centro hasta Cañuelas por 1,75 y en Uruguay el boleto mínimo creo que está en términos comparativos 2,50.
La gran pregunta es: a la hora de medir cuando uno escucha las estadísticas oficiales de estos países en materia de costo de vida de inflación, los índices son muy inferiores a los que dan nuestros institutos oficiales en materia de costo de vida.
No soy economista pero comparado bis a bis el tema del salario, comparado bis a bis el tema de insumos básicos como son servicios de transporte, servicios eléctricos, alimentos, etcétera hay algo que en definitiva, en la presentación mediática que tiene el tema de la inflación, es incorrecto o por lo menos es falso. Esto no quiere decir que no hayan aumentado los precios, nadie está diciendo eso porque si no mañana van a titular "Dicen que no aumentan los precios". Lo que estoy diciendo es que los precios que se han verificado fueron tomados en el mes pasado por el tema del lock out patronal y en general por lo que constituye una puja en la distribución del ingreso.
¿Qué hacer frente a eso? Creo que esencialmente el Estado debe, con todos los medios e instrumentos a su alcance, desde Defensa a la Competencia, desde Lealtad Comercial, desde análisis de costos por competencia de los distintos estamentos en toda la cadena de valor, trabajar sobre esto. Pero es bueno que, además, no solamente se pregunte a funcionarios sobre este tema, sino que se pregunte un poco a los que marcan los precios.
Me pasó una anécdota que la voy a comentar con nombre y apellido. Ustedes saben que estuve en Santa Cruz inaugurando el Sistema de Interconectado y el gobernador de la provincia -también me lo dijo el gobernador Das Neves- me decía que una importante cadena de supermercados de origen francés -yo no la voy a nombrar pero ya sabemos quién es- en su sucursal de Vicente López y en la de Río Gallegos en el Sur, tenía una diferencia de precios entre una y otra era del 40 por ciento. Estamos hablando de Vicente López que como todos ustedes saben obviamente la ubicación de los distintos lugares de expendio de servicios o de bienes tiene que ver con el poder adquisitivo del lugar donde están instalados. Por eso él me lo comparaba con Vicente López porque precisamente está en un lugar situado de alto poder adquisitivo. Lo mismo me decía el gobernador del Chubut.
Entonces uno ve cómo se van conformando las cosas y por eso he dado instrucciones al Secretario de Comercio muy importantes. Primero, para que se modifique una norma que tiene larga data que obligaba en las publicidades a colocar la cantidad de unidades que estaban a la venta cuando se ponía una oferta. Esto tuvo un origen muy bueno. ¿Cuál era el origen? Precisamente la lealtad comercial de avisarle al cliente cuántas unidades tenía para poder disponer con ese precio. Pero como todo en la Argentina es instrumentado y finalmente dado vuelta para lograr otros fines, hoy se utilizan muchas veces como cazabobos en las grandes ofertas de anuncios y entonces cuando la gente llega o se acabó o no hay más o había pocos o solamente en veinte lugares.
Creo que quienes hacen ofertas o los grandes supermercados y en general todos los grandes proveedores tienen cálculos muy puntuales de la cantidad de usuarios y consumidores que asisten por fin de semana a sus centros de compras y demás, pueden saber exactamente de qué cantidad deben disponer en toda la cadena para poder satisfacer y no hacer ofertas, como digo yo, "cazabobas".
Qué les cuento del tema del cable, por ejemplo. Uno de los que más agita el tema de la inflación es uno de los mayores propietarios de cable en la República Argentina donde ustedes miran televisión. Observen la factura, yo sé que muchas veces van a ver que las facturas que pagan por bimestre en el cable, que tiene uno cobertura casi del 70 u 80 por ciento de usuarios y consumidores de todo el país, casi podríamos estar hablando de un servicio público, ustedes podrán ver que esa factura es más alta que lo que por ahí pagan en luz, en gas o en otros servicios. Ni qué contarles si además quieren ver fútbol, tienen que pagar también los plus y además se han ido sacando también ítems de manera tal que la evolución de los precios también ha sido muy alta.
Sin embargo, de estas cosas no se habla y al contrario, quienes forman precios, quienes constituyen este tipo de conductas, son los que luego hablan de la inflación como si nada tuvieran que ver en lo que significa hoy apoderarse de parte del salario de los argentinos, como yo digo, si se me permite la expresión, en forma un tanto antisocial. Porque siempre he dicho que los empresarios están para ganar plata, para tener rentabilidad y para maximizar sus beneficios, pero me parece que hacerlo de la manera en que se hace, constituye muchas veces una conducta antisocial.
Espero que mañana no titulen: "Feroz ataque de la Presidenta al sector empresario va a provocar desinversión, se van a retirar las compañías" y todas esas catástrofes que suelen anunciar cada vez que hablo.
Pero todos saben que estoy diciendo exactamente la verdad; todos saben lo que les cuesta poder mirar un partido de fútbol al que tiene la suerte de poder pagarse el cable anexo y demás que han aumentado también en una proporción considerable por una posición casi dominante en el mercado.
Me contaba el presidente Lula -porque ustedes dirán que el cable será así en todas partes, no solamente en la República Argentina- que en Brasil, por ejemplo, donde hay más heladeras que televisores -escucharon, más heladoras que televisores- el cable prácticamente no existe, todo es televisión abierta. Aquí no, aquí el tema es casi un servicio público donde el precio lo fijan de acuerdo con su criterio y cada vez sacando más servicios.
Esto también provoca crecimiento de la inflación porque si uno ve el salario mínimo, un precio de 120, 130 pesos, que son los servicios más o menos con los aditamentos de fútbol y demás que puede costar, significa una porción importante.
Digo esto del supermercado y del cable como un ejemplo para que advirtamos y pongamos nuestra mirada, nuestros esfuerzos, todos, funcionarios, la sociedad, absolutamente todos, en este tema que debe preocuparnos y ocuparnos. Pero saber cuál es la responsabilidad de cada uno.
El Estado tiene la responsabilidad de sostener macroeconómicamente las condiciones que le dan rentabilidad a los empresarios y trabajo y salario a los trabajadores y quienes son los principales beneficiarios de este modelo que, en definitiva son aquellos que han podido tener muy buenas ganancias, también que poner responsabilidad y sustentabilidad. Porque curiosamente cuando empecé mi gobierno, todos hablaban del desastre que iban a provocar los sindicatos y los trabajadores con los aumentos de salarios, que iba a haber una demanda loca, que iban a plantear cosas brutales y que iba a haber una disparada. Como este ensayo no salió, como los trabajadores tienen una memoria histórica y una responsabilidad social, mucho más fuerte que los sectores que más se han beneficiado, actuaron con mucha inteligencia y con mucha solidaridad, no solamente con ellos, sino esencialmente con el país y con la sustentabilidad del modelo.
Por eso creo que nos vamos a ocupar como nos estamos ocupando, como nos habíamos ocupado en el tema del colegio, y si alguien aumentó una cuota que no correspondía, lo que hay que hacer es denunciarlo, fundamentalmente en la Secretaría de Comercio y no pagar la cuota que no ha sido autorizada. Porque también necesitamos del comportamiento de usuarios y consumidores para que estas avivadas o "argentinadas" que muchas veces se nos dan, no vuelvan a repetirse.
Yo quería referirme a estas cuestiones porque creo que estas son las cuestiones que vienen y que van a definir la etapa. Pero sepamos claramente cuál es el rol y la responsabilidad de cada uno en esto que nos sucede a todos los argentinos para que cada uno sepa la conducta y el comportamiento que debe adoptar si en serio quiere combatir la inflación, sostener el crecimiento y seguir dándole trabajo y riqueza para todos los argentinos.
Muchas gracias y muy buenas tardes. (APLAUSOS)