Muy buenos días a todos y a todas.
Querido amigo Evo Morales, Presidente de la hermana República de Bolivia; señores ministros que lo acompañan: quiero decirte, Evo, que esta obra que vamos a hacer, si tuviera que definirla en dos palabras, diría que es una obra "Federal y Latinoamericana". No es caprichosa la calificación, y ambas, además, Federal y Latinoamericana son conceptos muy vinculados entre sí, porque las peleas federales tenían una clara conciencia latinoamericana, fue precisamente cuando comenzaron a surgir peleas extrañas de división, de dilemas y antagonismos en América Latina que tal vez desde afuera fueron instalando, porque ya se sabe siempre es más fácil expoliar, siempre es más fácil explotar cuando los que tienen que estar unidos están divididos.
Precisamente quería contarle, Presidente, que la razón de que el NEA, nuestras provincias del NEA por ejemplo, no tengan gas ni tampoco tengan otras obras de infraestructura que sí pueden verse en otras partes del país, fue porque en algún momento aquí en América Latina, en nuestro país y con los hermanos brasileros, corría la peregrina idea que tal vez por esa región podía ingresar Brasil para invadir a la República Argentina. Aunque no se lo crea hoy en este marco, había ideas que se instalaban en los pueblos, más que en los pueblos, diría, porque sería incorrecto, en ciertas dirigencias de esas sociedades que, sin entender precisamente la clave de unidad solidaria que debe regir en América Latina, retardaron durante tanto tiempo la unidad Latinoamericana.
Por eso, esta obra va a suministrar gas a las hermanas provincias del NEA pero además articula en forma solidaria entre ambos países, entre ambos Estados; es una obra que tiene provecho para ambas partes, porque a esto tenemos que acostumbrarnos y tienen que acostumbrarse quienes hacen negocios: los negocios son negocios cuando las dos partes que intervienen obtienen beneficios. Cuando solamente es una parte la que se lleva todo y la otra nada, eso no es negocio, eso es explotación, expoliación, es otra cosa.
Por eso, me gustó mucho su aclaración, señor Presidente, cuando dice que no quieren patrones sino que quieren socios, beneficios para ambas partes, para los que invierten capital intensivo importante que por lo tanto necesitan también tener buenas utilidades, los titulares de esos bienes, de esos recursos que también necesitan en nombre y representación de los pueblos que los han elegido, precisamente llegar con crecimiento y distribución del ingreso de esos recursos. Y en esto tiene que ver también la importante comprensión que en esta hora tan importante tienen los dirigentes, que han tenido los dirigentes surgidos de la voluntad popular en América Latina.
Podemos decir con orgullo que la República Argentina paga el mejor precio por su gas a la hermana República de Bolivia, porque eso es unidad latinoamericana, eso es hacerse cargo no solamente de la necesidad de la solidaridad y de la unidad de los pueblos en los discursos, sino en la acción concreta como esta decisión también de invertir en la Planta Separadora para que Bolivia aproveche precisamente esos recursos como recién charlábamos con el Presidente y lo contaba con orgullo que está muy bien, que está orgulloso, nunca antes en toda su historia, Bolivia había registrado un nivel de inversión privada en lo que hace a la explotación de sus recursos naturales y pública en lo que hace a infraestructura que necesita su pueblo, como en esta etapa.
Yo siempre decía lo mismo cuando administraba Kirchner, raro y curioso, tuvo que venir alguien desde el progresismo a administrar con superávit fiscal, cuando los que nos habían instalado esta doctrina sumieron en el mayor endeudamiento que se recuerda a nuestro país, la República Argentina y gobernaron durante décadas con déficit estructural.
Son las cosas de la vida, Evo, muchas veces etiquetan, muchas veces titulan y esas etiquetas poco tienen que ver con el envase en el cual se colocan. Tal vez se hace por desconocimiento, tal vez por falta de rigor intelectual, tal vez por intereses, tal vez por una mezcla de todas en las cuales cada uno es funcional al otro, el que carece de rigor intelectual le hace el juego al otro que sí sabe como son las cosas pero no importa que aparezcan de otro modo. En fin, siempre suelo decir que muchas veces todo hace juego con todo.
Pero en esta oportunidad creo, argentinas y argentinos, latinoamericanos y latinoamericanas que estamos dando vuelta una página de la historia, y también le decía recién al Presidente, que me encuentro muy contenta por como se ha comportado la región; en muchas situaciones difíciles que ha tenido la región hemos estado allí sosteniendo a todos y a cada uno de los gobiernos que han surgido de la voluntad popular y que hacen procesos históricos de transformación, de acuerdo a la voluntad popular y a los instrumentos legales de cada uno de esos pueblos. Allí estaremos todos, (APLAUSOS) apoyando, construyendo en forma solidaria nuevos vínculos.
Yo quiero agradecerle la presencia a Evo, a toda su Comitiva y además quiero contarles algo -esto pasa porque soy una Presidenta, si hubiera sido un presidente estas cosas no pasarían- quiero contarles que esto que ustedes me ven hoy aquí, estos dos hermosos aros y este collar, es un obsequio, esto es plata boliviana, auténtica plata boliviana. (APLAUSOS)
Quiero contarles que esta piedra que ustedes pueden ver, es una piedra preciosa que se llama "bolivianita", únicamente se encuentra en Bolivia y es una rara mezcla de otras dos piedras, el amatista y el citrino que se dan únicamente en Bolivia. Así que, mujeres del mundo, ya saben donde encontrar algo tan bello hecho además por orfebres plateros y talladores de gemas bolivianos, mano de obra latinoamericana, para Latinoamérica y para el mundo. (APLAUSOS)
Muchas gracias, Evo, los voy a llevar siempre conmigo, (APLAUSOS), es un pedazo de Bolivia. (APLAUSOS)
Muchas gracias a todos y para que vean en el mundo las cosas que tenemos y que somos capaces de hacer los latinoamericanos. (APLAUSOS)
Gracias y mucha fuerza. ¡Vamos! (APLAUSOS)