Gracias, muchas gracias: cuando recién venía, cuando bajábamos del helicóptero y miles de argentinos me estaban esperando y saludándome, de todas partes de la República, de todas las provincias: del sur, de Cuyo, del NOA, del NEA, todos, pero por sobre todas las cosas lo más importante era que volví a ver la cara de argentinos felices, con una sonrisa, porque muchas veces y durante mucho tiempo los argentinos tuvimos el puño crispado porque las cosas estaban mal, porque habíamos perdido el trabajo, las ilusiones y las esperanzas.
Y hoy, lo más importante - argentinos y argentinas - es que hemos vuelto a recuperar sueños, ilusiones, esperanzas y realizaciones, que es la única manera en que un hombre, una mujer, un joven, quieren vivir en su Patria.
Cuando yo escuchaba recién al Intendente hablar de esta obra emblemática, que es algo más que una obra pública, es la punta de lanza de una política ambiental que tenemos que instalar a lo largo y lo ancho del país, no solamente en las zonas turísticas, sino a lo largo y a lo ancho del país, pero cuando él decía: "esta obra que estuvimos reclamando y soñando por más de 40 años", es algo que escucho a lo largo y a lo ancho del país. Hemos vuelto a unir el discurso con los hechos; la política con la acción y las obras, que es la mejor manera de dignificar la tarea y la vida de todos los argentinos.
Usted decía que me había escuchado hablar acerca de cómo debemos trabajar los hombres y las mujeres que tenemos responsabilidades institucionales, otorgadas por el voto popular, aún cuando pertenezcamos a espacios diferentes. Eso, en nuestra vida política institucional, no ha sido un discurso de ocasión; al contrario, ha sido una práctica y una convicción de que para reconstruir la Argentina se necesita el esfuerzo de todos y de todas, independientemente del lugar político ideológico en el cual esté ubicado. (APLAUSOS).
En esto ha habido alguien que ha sido punta de lanza, en esto de no mirar el color político o la ubicación para decidir una obra o un emprendimiento, largamente anhelado por los pueblos. Y ha sido ese hombre, cuya presencia usted Intendente reclamaba, que es mi compañero de toda la vida. Él me decía, cuando venía aquí que me envidiaba porque le encantaría, también, inaugurar a él la obra. Yo siempre lo quiero traer, pero el dice: "no, ahora es tu tiempo". El tiempo, tal vez, como usted lo señalaba, de una mujer, que como tantísimas otras, abrazó la política desde muy joven, que creía en los ideales, en la posibilidad de transformar la Patria, como miles de jóvenes mujeres, que como yo, incorporadas a la política en la universidad soñábamos con cambiar el mundo. (APLAUSOS). Hoy - como siempre digo - nos hemos vuelto un poco más humildes, nos conformamos con cambiar nuestra propia Patria, ese es nuestro compromiso de vida, nuestro compromiso de ideas. (APLAUSOS).
Recién cuando escuchaba al Gobernador hablar del trabajo, de la cultura del trabajo, el gran organizador social, el trabajo, y el Intendente me decía que de los 1.400 planes que tenían de trabajo, hoy apenas le quedan 400 porque la gente vuelve a conseguir trabajo por sus propios méritos y por su propio esfuerzo y no porque un político les de trabajo. Entonces siento- argentinos y argentinas, que este es el camino que no debemos abandonar.
Y aquí, en esta maravillosa Villa de Carlos Paz, punta de lanza del turismo en Córdoba, hay un millón de turistas más - Intendente, Gobernador - en toda la provincia del 2003 a la fecha; más de 4 mil millones de dólares de ingresos por turismo, de los 1.900 millones con los que empezamos, en el 2003, hoy con un crecimiento exponencial del 51 por ciento de ingreso de turistas extranjeros al país, estamos en el 114 por ciento de ingresos de divisas al país, más de 4.200 millones de dólares. (APLAUSOS). Esas cifras, que muchas veces pueden parecer números fríos solo dignos de ser pronunciados por economistas, significan trabajo y dignidad para miles y miles de argentinos. Porque el turismo, con su formidable fuerza de multiplicación de fuentes de trabajo y de rápida rentabilidad en la inversión, tiene que ser una de las puntas de lanza de la transformación y del crecimiento en la Argentina.
También hay que tener en cuenta al turismo interno. Hemos vuelto, argentinos y argentinas, a soñar que es posible tener vacaciones después de un largo año de duro trabajo. Hoy cuando veía a los jóvenes, a las mujeres, a los pibes con sus padres disfrutar aquí, en Villa Carlos Paz, luego de un año de trabajo y de esfuerzos, sentí entonces que el esfuerzo había valido la pena.
Esta es la Argentina que siempre soñé, la Argentina que siempre soñábamos con hombres y mujeres felices porque tienen un trabajo digno y porque también pueden disfrutar de las cosas de la vida.
Hoy también quiero decirles a todos los habitantes de aquí, de Villa Carlos Paz, que vamos a trabajar fuertemente para darle el gas natural a toda la Villa, señor Intendente. (APLAUSOS)
Sé que el 45 por ciento de la Villa recibe el gas en tubos o en garrafas. Yo lo escuchaba decir recién que muchas veces en los grandes centros urbanos que siempre han tenido todo, tal vez no puedan valorar estas cosas, de lo difícil que es la vida cuando no se tiene el gas y la modificación en la vida cotidiana de la gente por estas obras y me acordaba también de mi juventud, cuando nos mudamos a un sector de la ciudad de La Plata con mis padres donde tampoco había gas natural y teníamos el gas en tubos.
Tal vez, aquellos que siempre han tenido la suerte de tener todas las ventajas que puede dar la vida moderna, no alcanzan muchas veces a valorar la dignidad y la transformación que en la vida cotidiana de la gente tienen estas cuestiones. Pero tanga la certeza que vamos a trabajar fuertemente en esto y también en la recuperación media del lago San Roque para tener definitivamente una política ambiental digna de un lugar como es Villa Carlos Paz.
Argentinos y argentinas: quiero convocarlos a este sueño que un hombre tuvo ese 25 de mayo de 2003 cuando se dirigió a todo el país diciéndole que no venía a renunciar a sus convicciones, sino que por el contrario, venía a hacerse cargo de las mismas, de su propia historia y de la historia de otros tantos miles de argentinos que siempre creímos en la transformación del país.
Ahora aquí estamos, a cuatro años y medio de gestión, dando cuenta del trabajo realizado y dando cumplimiento a la palabra empeñada. Pero yo quiero decirles que no solamente se trata de cumplirle a ustedes, sino también a nosotros mismos en nuestras ideas, en nuestras convicciones y en nuestras ilusiones.
Tengo la fe de que vamos seguir cambiando a la Argentina; tengo la ilusión de que alguna vez no haya más pobreza; tengo la esperanza de que alguna vez todos los argentinos podamos darnos la mano porque habremos reconstruido una historia diferente a la que nos tocó vivir de desunión, tragedia y pobreza.
Estamos en el buen camino y por allí vamos con la misma fuerza y con la misma convicción que tuvieron nuestros próceres como San Martín, Belgrano y Moreno. Lo vamos a poder hacer porque tenemos mucha fuerza, mucha convicción y, por sobre todas las cosas, mucho trabajo, que es lo que transforma la realidad que muchas veces nos es adversa.
Fuerza, esperanza e ilusiones para seguir trabajando y adelante.
Muchas gracias, Villa Carlos Paz; gracias, Córdoba; gracias argentinos de todo el país por el cariño y por el amor.
Muchas gracias. (APLAUSOS)